La petrolera Shell ya no tendrá, desde el 30 de junio, a Juan José Aranguren como su CEO. Aranguren, histórico directivo de la industria petrolera, dejará su cargo luego de 37 años de trayectoria, habiéndose desempeñado en los últimos 12 años como presidente del directorio en el país.
A partir del 1° de julio de 2015, dicho cargo será ocupado por el Teófilo Lacroze quien, a su vez, se desempeñará como Vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Upstream para Argentina, según anunció la petrolera en un comunicado.
En los últimos años, Aranguren mantuvo un duro enfrentamiento con el Gobierno Nacional, al punto de que fue denunciado en reiteradas ocasiones por ministros K, entre ellos Guillermo Moreno y Axel Kicillof.
En ese sentido, el 26 de enero de 2014 el ministro de Economía lo acusó de querer armar “una escalerita” financiera. ¿Qué sucedió? El precio del dólar oficial pegó un salto brusco y, desde el Gobierno, salieron a acusar a la petrolera de impulsarlo. «Shell compró a un banco extranjero $ 3,5 millones a un precio de $ 8,40, cuando la cotización era de $ 7,20», había disparado el ministro de Economía, quien enmarcó la operación en un plan para «armar una escalerita», según publica Cronista.
Aranguren, ante ese ataque, salió a defenderse. “El Banco Central estaba al tanto desde hace una semana de las compras de dólares que iba a realizar Shell para atender sus importaciones y exportación de combustibles», dijo el ahora saliente ejecutivo.
En ese sentido, explicó cómo había sido la operatoria que, luego, despertó la furia de Kicillof. «Concretamos exportaciones por US$ 14,7 millones e importaciones por 11,3 millones, con un saldo a favor de US$ 3,4 millones, que liquidamos en el mercado a $ 6,885, por debajo del cierre diario. Al día siguiente precisamos adquirir US$ 1,6 millones, que conseguimos a $ 6,896, es decir, 25 centavos menos que el cierre del día», contó.
(DyN) – El máximo responsable de Shell Argentina, Juan José Aranguren, aseguró que entre los aspirantes presidenciales Mauricio Macri (PRO), Sergio Massa (FR) y Daniel Scioli (FpV) optaría por el jefe de gobierno porteño en las elecciones de 2015, porque dijo estar «esperando» una administración central «más abierta al diálogo».
No obstante, aclaró que no tiene «pertenencia partidaria» y reveló que votó por la actual diputada nacional de UNEN Elisa Carrió en las últimas compulsas generales, mientras que lo hizo por el fallecido ex presidente Raúl Alfonsín en 1983.
«Macri», eligió Aranguren cuando se le nombró por la radio de FM Rock & Pop al jefe de gobierno porteño, a Massa y a Scioli preguntándosele cuál de esos tres aspirantes presidenciales le despertaba «más simpatía» de cara a las elecciones de 2015.
Y argumentó: «Lo que yo estoy esperando es tener un gobierno (nacional) que sea más respetuoso de la ley, que sea más abierto al diálogo y en el cual todos podamos colaborar».
«Yo no tengo pertenencia partidaria, no estoy afiliado a ningún partido político. Obviamente, tengo mis ideas, voto concienzudamente. A algunos le puede sorprender a quién he votado en los últimos años (en las compulsas generales)», sostuvo Aranguren, quien mantuvo diferentes enfrentamientos con el kirchnerismo.
El presidente de Shell Argentina reveló que, «en la última votación», fue «parte del 1,8 por ciento que votó a Elisa Carrió» y añadió: «En el ’83, voté a Alfonsín».
(DyN) El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, no descartó una eventual candidatura para un cargo político, al considerar que «el tiempo dirá si se puede hacer algún aporte desde otro sector». Si bien aclaró que actualmente su «deber» es «conducir los intereses de una compañía», Aranguren aseguró que «no dudaría» en «hacer un aporte, siempre en el objetivo de poder contribuir a un desarrollo sostenible de nuestra sociedad».
En declaraciones a Radio América, el CEO de Shell consideró de todos modos que «cada uno tiene que cumplir su rol y su función en la sociedad en la que trabaja, y por el momento el mío es conducir los intereses de la compañía», dijo.
«Si en algún momento, cuando no conduzca esta compañía, en la cual he trabajado 35 años, los últimos 12 como presidente, tengo la oportunidad de hacer un aporte a lo que puede ser el sector que conozco, no voy a dudar», aseguró Aranguren, aunque advirtió: «De ahí a que me gustaría, hay un largo trecho».
El dirigente empresario estimó asimismo que «el tiempo dirá si se puede hacer un aporte desde otro sector, siempre en el objetivo de poder contribuir a un desarrollo sostenible de nuestra sociedad».
Consultado respecto de si había recibido propuestas de los partidos de la oposición, Aranguren aclaró que «lo que hacen es consultar, pedir opinión, especialmente con respecto a la Ley de Hidrocarburos», lo que, en su opinión, «no está mal».
En ese sentido, el director de Shell reclamó que «si el punto de vista oficial es que esta ley va a ser para los futuros gobiernos, que dejen que esos futuros gobiernos tomen partido o puedan discutir». «Lo que han hecho algunos partidos es tratar de conocer el punto de vista de una empresa respecto de un sector en el cual tenemos algo para aportar», contó Aranguren sobre el diálogo con la oposición, para luego reconocer: «En ese entendimiento, particularmente yo lo he hecho».
(DyN) El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, afirmó que «si el dólar se mantiene, el precio de la nafta ya está en equilibrio», luego de reportarse subas del orden del 60% en el año.
El directivo fue consultado sobre si el precio de la nafta alcanzó un techo o seguirá aumentando. «Shell compra petróleo crudo cotizado en dólares aunque lo paga al cambio oficial y luego lo vende en pesos en el mercado. Si el dólar aumenta, tracciona los costos. El crudo aumentó 4 dólares desde setiembre de 2013 a hoy y el tipo de cambio estaba hace un año en $ 5,70 y actualmente en $ 8,40. El petróleo crudo subió en pesos 55%. Además, en 2013 fijaron un precio tope a los combustibles durante casi 8 meses. Y hoy se está recuperando ese atraso», contestó.
En ese marco, Aranguren advirtió que eventuales subas dependerán de «cómo evolucione el tipo de cambio». «Pero si se mantiene el precio del crudo y el dólar oficial se queda, el precio de la nafta ya está en equilibrio. La principal variable para una empresa de combustibles es el tipo de cambio. Este es un mercado que está dolarizado ya que desde 1991 los precios de los petróleos crudos en la Argentina se mueven conforme al dólar», explicó.
(DyN) – El presidente de la petrolera Shell, Juan José Aranguren, salió al cruce de las duras imputaciones que le lanzó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al advertir que «se está abusando» cuando lo acusa de conspirar y atentar «contra los intereses del país».
El empresario se manifestó «un poco sorprendido y también apenado por el mal uso y abuso que se hace de las palabras» y abundó que Capitanich «se está abusando porque son palabras muy duras, muy fuertes, contra la obligación de una petrolera de tratar de defender el interés para el cual está operando en la economía».
«Se nos acusó de codicia… Si el proveedor aumenta el costo de la materia prima en un 23 por ciento, y nosotros aumentamos al mes siguiente el precio de los combustibles en un 12, ¿eso es codicia?», contrapuso Aranguren en declaraciones a radio Mitre y justificó el incremento del valor de las naftas al sostener que «hay una realidad: en los últimos meses la tasa de devaluación se ha acelerado».
Por la mañana, Capitanich había denunciado que la empresa «Shell y su más alto directivo en el país», Juan José Aranguren, «siempre» tienen «una actitud conspirativa y atentatoria contra los intereses del país», al rechazar el aumento de 12 por ciento dispuesto anoche por la petrolera para sus productos.
«Lo único que les interesa es la rentabilidad del corto plazo. No tiene razonabilidad técnica (el incremento que rige desde la cero hora de hoy) para establecer este tipo de fijación de precios», aseguró el funcionario, para quien «solamente la codicia, la estrategia de imponer condiciones y decisiones como grupo económico, los lleva a tomar este tipo de actitudes».
Anoche, Shell informó del aumento, que atribuyó a «la evolución de las distintas variables que afectan el mercado de los combustibles en la Argentina» y al «fuerte incremento en pesos que se está produciendo en el costo del petróleo crudo, nuestro principal insumo».
Al hablar con la prensa en la Casa Rosada, Capitanich cargó contra la petrolera y recordó incluso el boicot contra sus productos al que había llamado en 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner. «¿Se acuerdan cuando Néstor Kirchner fustigó su conducta? Es esta misma empresa la que hizo una operación cambiaria junto al HSBC, para establecer durante 12, 20 horas, un tipo de cambio a 8,40 pesos. Es la misma empresa que en forma unilateral decide establecer un incremento de 12 por ciento en el precio de sus combustibles», se quejó Capitanich.
«No es casualidad esta actitud por parte de Shell, una actitud no solamente unilateral, sino contraria a los interés del país. La actitud de Shell y de su más alto directivo en la República Argentina siempre es conspirativa, siempre es atentatoria contra los intereses del país», insistió.
A todo esto se sumó el diputado kirchnerista Carlos Kunkel quien acusó a Shell de tener «mentalidad colonial» y afirmó: «Por donde vinieron se pueden ir». «Ellos hacen su juego y su política, y responden a un país que preserva la mentalidad colonial y trata de incidir en las políticas internas», señaló.
Fue la frase con la que cerró su participación en el XX Congreso Nacional CREA, que se desarrolla en el Orfeo. “Si en algo fallé fue en no poder convencer a los colegas del sector de que agachando la cabeza no se va para adelante”. Los 4.500 productores agropecuarios volvieron a aplaudirlo, tal como lo habían hecho cuando el presidente de Shell Argentina hizo referencias a las políticas implementadas desde el Estado.
Es que Juan José Aranguren «tiene banca» entre el empresariado ya que no dudó en enfrentar al Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el 2007. De hecho, el Gobierno llegó a presentar cerca de 60 causas judiciales en contra del presidente de Shell (por supuesto desabastecimiento), las cuales no prosperaron en la Justicia. Es más, en el 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner llamó a un boicot contra la empresa.
Aranguren, que compartió panel con David Ruda (Tarjeta naranja) y Magdalena Aicega (ex capitana de Las Leonas) sostuvo que “en la empresa estamos convencidos de que tenemos que privilegiar lo correcto por encima de lo conveniente. Hoy, la única política de Estado es la transgresión continua”.
En diálogo con Punto a Punto, el empresario señaló que “las consecuencias de haber aceptado una política, durante muchos años, donde se mantuvieron los precios bajos y se fomentó el consumo y no la inversión, han llevado a la consecuencia que padecemos hoy: falta de energía y riesgos ciertos de no poder recuperar el autoabastecimiento”.
En ese sentido, Aranguren destacó que “no percibe” cambios en la política del Gobierno, más allá de que “todo el mundo está esperando el cambio de un ciclo político para barajar y dar de nuevo, pero no podemos darnos el lujo de esperar”. Y se esperanzó de que “con un nuevo Congreso se podrán discutir políticas nuevas, incluyendo una Ley de Hidrocarburos, pero a 30 años, que vayan más allá de los parches actuales”.
-Usted hizo referencia a que, para lograr el autoabastecimiento energético, hacen falta entre 8 y 10 años.
-Pero todo va a depender de cuándo se tomen las decisiones, ya que el ciclo de inversiones de hidrocarburos es de 5 ó 6 años, pero si no tomamos la decisión hoy, nadie vendrá a poner dinero, por lo que en el 2020 no vamos a tener autoabastecimiento. Así, vamos a estar hablando de la misma situación en el 2021, 2022, 2023. No podemos darnos el lujo de seguir pensando que estas inversiones se pueden postergar.
-¿Cómo es competir con YPF en la actualidad?
-YPF está realizando una política de precios mucho más agresiva porque tiene que recuperar el tiempo perdido, tienen que generar caja para sus propias inversiones y a partir de regulaciones, que hoy ponen un tope y pretenden igualar los precios de surtidores por al menos por tres meses, como la que estamos experimentando.Pero seguimos hablando de coyuntura, faltan reformas estructurales.
-¿Cómo evalúa, a la distancia, el enfrentamiento con Moreno?
-Para nosotros fue la necesidad de defender a una compañía que cumplió con sus obligaciones y lo hemos hecho. Y creo que lo hemos hecho bien porque la Justicia nos dio la razón y hoy por hoy no tenemos nada de qué arrepentirnos. Para mí es una circunstancia. Tendrán (el Gobierno) que haber aprendido que gastaron tiempo y esfuerzo en atacar a una compañía de la que no lograron que, ni siquiera, cambiara su posición accionaria.
-¿Cómo ve las perspectivas del sector a corto plazo?
-Difíciles, al menos en lo que respecta a refinación, ya que hay que adquirir el petróleo crudo en dólares y la tasa de devaluación en Argentina está aumentando, así que el precio de los crudos sube y por lo tanto la presión de aumentar en surtidor es muy alta. Por lo tanto, los precios seguramente van a aumentar, al menos que haya una regulación que la prohíba.