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El Dr.Leandro Despouy, embajador especial de derechos humanos de Argentina a nivel internacional, disertó ayer en la Universidad Católica de Córdoba (UCC) en el marco de una jornada sobre ética y transparencia.

En diálogo con Punto a Punto, explicó los ejes de acción sobre los cuales está trabajando, se pronunció ante dichos de Macri, brindó su opinión sobre los casos de corrupción que investigó durante la etapa kirchnerista como auditor nacional y opinó sobre la resolución de los casos judiciales abiertos.

-Como representante especial para derechos humanos desde la Cancillería ¿qué temáticas priorizan en este sentido?

-Estamos trabajando sobre algunas temáticas a las que daremos continuidad a algunas banderas que han identificado a Argentina en el exterior, como la lucha contra la impunidad en cuestiones vinculadas al juzgamiento y la reparación en derechos humanos. En esto hay políticas públicas que hay que mantener. Somos reconocidos en el mundo entero por esto.

Pero hoy hay crecientes desafíos. Nuestros procesos democráticos han avanzado en el terreno de la libertad política pero no han avanzado de igual manera en el terreno de la igualdad y de los derechos sociales, hay ahí un gran déficit.

Tenemos que rendir cuentas. Formamos parte de muchos tratados, convenios, comités y organismos que controlan el trabajo que hacemos y en este sentido hay muchas denuncias internacionales.

-¿Cuántas denuncias internacionales hay vigentes en la actualidad sobre Argentina?

-Argentina tiene 800 denuncias por violación de derechos humanos a la convención americana. De esas 800 denuncias, nuestro propósito es tratar de logra la resolución de por lo menos un porcentaje importante durante el curso de este año y del próximo. No es posible que las denuncias estén cajoneadas por demoras procesales. Vamos a tratar de dinamizar eso porque son reclamos legítimos y hay que atenderlos.

-Es un número importante de denuncias… ¿a qué atribuye esto?

-Durante el gobierno de Cristina Kirchner se contestaba muy poco a las denuncias internacionales, por eso es que se han juntado tantas. Había inclusive una situación tirante. En este gobierno los casos no están referidos a sí mismo, entonces tendría que haber doble razón para estar advertidos.

-¿Sobre qué temáticas pesan esas denuncias?

Temas de distinta naturaleza. Muchas referidas a la ausencia de desempeño de la justicia. Entienden que no está garantizada en todos los casos la doble instancia que prevé la Convención Americana. Esto acontece mucho en temáticas vinculadas a derechos de expresión, libertad de prensa, situación de minorías aborigen, cuestiones de género, disparidades salariales, desempeño del ejecutivo en las provincias, malas condiciones en las cárceles… las temáticas son diversas pero esas son las principales.

También la Argentina por ejemplo tiene una crítica muy fuerte por el hecho de que no ha nombrado el Defensor del Pueblo.

-Ante esta crítica, ¿están trabajando sobre la asignación del Defensor del Pueblo?

-Sí pero el Congreso…   al defensor del pueblo que lo designa en principio una comisión bicameral pero que luego el Congreso lo rectifica, sin embargo eso nunca se ha puesto en marcha.

-Con este diagnóstico, ¿cuáles son las acciones que considera imprescindible?

-Hay muchos temas importantes pero algunos tienen prioridad. Estamos trabajando sobre un proyecto para sancionar una ley que prevea la obligatoriedad del cumplimiento de las observaciones de los organismos internacionales de derechos humanos. Nos condenan pero no cumplimos la condena. La Corte Interamericana nos ha condenado ya en 16 oportunidades, sólo hemos cumplido tres.

Hay que sancionar una ley que garantice la doble instancia judicial. Por otro lado, hay muchas quejas sobre la detención preventiva en Argentina.  Es cierto que en esto intervienen códigos provinciales pero tenemos que unificar porque el Estado argentino a nivel internacional rinde cuentas como Estado.

-El Presidente admitió que no tenía «ni idea si fueron 9 ó 30 mil desaparecidos» durante la dictadura. Como referente del ámbito, ¿qué opina sobre estos dichos?

-Fueron declaraciones que generaron controversia y lastimaron a ciertos sectores. Me quedo con dos o tres cosas que me parece importante subrayar. Primero, inmediatamente después de que asumió Macri salió un artículo horrible en La Nación que hablaba de una suerte de  “necesidad de revancha” contra los juicios y descalificando. En ese caso, el presidente salió a decir que no iba a ser así y que iba a haber una política de continuidad en ese sentido. Esto es importante porque ese acuerdo es lo que subyace como sentimiento.

Respecto a los datos, yo diría que existe también consenso en que cualquier haya sido el número de los desaparecidos, fueron muchísimos, fue muy grave lo que pasó. Es repudiable por el número pero también por la metodología porque fue perversa. Es  difícil estar de acuerdo sobre el número, pero también es inexplicable lo tétrico de las desapariciones forzadas, metodología de la que aún perduran las secuelas.

Entonces, que fueron muchos, todos estamos de acuerdo…que fueron muchísimos, muchos lo pensamos.

-Desde su función como Auditor General de la Nación, ¿qué investigaciones fueron las que más le impactaron respecto a la gestión del gobierno anterior?

-Está la discusión sobre si fue una década ganada o perdida… hubo cosas importantes pero a muchas de esas  cuestiones las erosionaron porque hubo un manejo indiscrecional de los fondos. Es el manejo de decidir cuánto va a una provincia, cuánto va a otra, cuánto va a un sector privado y no a otro. Esto se transformó por un tiempo en un instrumento de discriminación y disciplinamiento político que se notó en la obra pública, por ejemplo, en la forma en la que se otorgaban las licitaciones, la forma en la que se hacían las transferencias. Esto también pasó con los planes sociales. En este sentido, un ejemplo es la apropiación de fondos de Schocklender utilizando una bandera tan noble como las madres.

También hay que ver el comportamiento de la justicia, que fue un aliado en estos procesos. La justicia debería haber convocado a Jaime cuando lo tenía que convocar, cuando se dieron a conocer nuestros primeros informes de auditoría. En ese mismo momento él discutía públicamente lo que nosotros habíamos investigado, nos decía que nunca lo habían condenado…y en realidad a Jaime nunca lo habían ni convocado desde la justicia.

-Hay varias causas judiciales abiertas sobre cuestiones que se investigaron a partir de auditoría…

-Sí, la mayoría de los casos hoy vigentes tienen como fuente nuestros informes de auditoría. Tengo que ir a declarar casi siempre en todos los grandes escándalos: Fútbol para todos, sueños compartidos, Caso López. De tal manera que  sin ser la función, la auditoría se ha transformado en la principal fuente de pruebas contra el fenómeno de la corrupción.