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En las últimas horas trascendieron versiones sobre suspensiones masivas en las terminales automotrices de Córdoba. Según medios nacionales, una de las plantas más afectadas era la que Renault tiene en Santa Isabel, con suspensiones a su personal durante unos 40 días. Un escenario similar se advertía en relación a la planta de Córdoba.

Sin embargo, voceros del gremio Smata dialogaron con Punto a Punto para aclarar que el cese en la actividad se debe, en el caso de Renault, a la programación de vacaciones, y no a un plan de suspensiones programada. En Fiat, en tanto si se estaría llevando a cabo un esquema de trabajo reducido debido a la caída en la demanda, fundamentalmente desde Brasil.

Leonardo Almada, vocero de Smata, explicó el panorama de cada empresa:

Planta de Renault, en Santa Isabel: “Hay una movida preocupante porque se dice que durante 40 días hay suspendidos en Renault. Y la verdad es que los compañeros salieron de vacaciones. Y este año, como todos los años, cuando los compañeros salen de vacaciones la planta cierra. Aprovechan esos momentos, que no hay producción, para hacer diferentes reestructuraciones. Acomodar la línea, puesta a punto, mantenimiento y todo ese tipo de cosas que son las que se van a necesitar durante todo el año. La planta va a cerrar 40 días. Si consideramos que hay muchos compañeros con 35 días de vacaciones por la antigüedad es posible eso, la planta cerró, pero por eso. Una vez que se terminen las vacaciones el plan productivo es normal y luego se preparan para entrar en producción con las pick ups a fines de 2017 y comienzos de 2018”

Centro Industrial Córdoba Volkswagen: “En Volkswagen volvieron ayer de vacaciones y no volvió todo el personal, volvió una parte. Pero Volkwagen estuvo con 20 días de vacaciones con 10 personas trabajando adentro, más la gente de mantenimiento”.

Planta de Fiat, en Ferreyra: “Ahí la situación es bastante más complicada. Terminaron un año con muchos sobresaltos y no arrancan de mejor forma este año. Estan en la misma situación. Los compañeros van a trabajar algunas semanas dos días y otros tres días. Esperemos que entrado el año se mejore el ritmo para que los compañeros tengan más trabajo”.

(DyN) – El Gobierno y las terminales automotrices comenzaron el diálogo para consensuar el cupo de dólares que las fábricas tendrán disponibles durante el segundo semestre para la compra de bienes de capital, informó el Ministerio de Industria.
La titular de la cartera, Débora Giorgi, recibió en su despacho a la mesa ejecutiva de ADEFA (Asociación de Fábricas de Automotores) integrada por su presidenta, Gisela Constantini de General Motors, Enrique Alemañy de Ford, y Martín de De Gaetani de Honda.
El acuerdo vigente contempla la disponibilidad de unos 155 millones de dólares por mes para importación de insumos y unos 75 millones para inversiones.

(DyN) – El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusó a las compañías automotrices de hacer «política en contra del Gobierno» y de haber «boicoteado» el plan oficial de estímulo a la demanda conocido como Procreauto.
«Las compañías automotrices han boicoteado sistemáticamente esta iniciativa, no han querido encuadrarse en este plan y después se quejan porque no venden», contestó el funcionario cuando, al comparecer ante la prensa en la Casa Rosada, se le preguntó si se analizaba poner en vigencia un tercer tramo del Procreauto.
Según Capitanich, las automotrices «aumentan precios, cuando hay un plan lo boicotean. Hacen política en contra del Gobierno», fustigó.
En octubre, último dato disponible, el sector presentó una caída en la producción del orden del 19,5 por ciento interanual, según datos de la Asociación de Fábricas de Automóviles (ADEFA).
En el décimo mes del año, además, las ventas en el mercado interno cayeron 41,1 por ciento interanual.
Para este año, el sector espera patentar entre 650 y 670 mil unidades, frente a las 950 mil del año último.
Según Capitanich, en 2011 hubo «828 mil unidades producidas», un total de «790 mil en 2013» y «seguramente serán entre 680 mil y 700 mil en 2014.
Con recuperación de exportaciones, acuerdos entre países y estímulos a la demanda interna, esta cifra tenderá a cumplirse o superarse el año próximo».

(DyN) – La automotriz General Motors suspendió la exportación a la Argentina de sus vehículos producidos en Brasil, tras la deuda que la empresa ha ido acumulando durante los últimos meses «debido a las restricciones del país vecino para liberar dólares para importar».
Según el presidente de GM Sudamérica, Jaime Ardila, «los fabricantes de automóviles tienden a sacrificar los envíos de vehículos para dar prioridad al envío de piezas, ya que sus plantas argentinas confían en los componentes suministrados por Brasil», señaló el portal del diario especializado Valor.
La información se dio a conocer un día después que la presidenta Critina Fernández hizo críticas fuertes a la industria y le reclamó a las empresas automotrices que «vendan autos a los que quieren comprar».

“El Gobierno tiene la meta de producir 700 mil unidades este año”, repitió el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich el último lunes, sumándose a los ministros de Economía, Axel Kicillof; y de Industria, Débora Giorgi; más el jefe del SMATA a nivel nacional (aliado al kirchnerismo), Ricardo Pignanelli; que también han puesto a ese número como el que se puede alcanzar.
Sin embargo, si existiera una escala del 1 al 10 en el que uno es la realidad pura y diez las utopías, difícilmente este objetivo pueda calificarse con menos de un 9 y sólo pensando en que en algún tipo de milagro económico pueda ocurrir de acá a fin de año.
Y no se trata de ser pesimista porque sí, sino de analizar objetivamente las cifras que mensualmente informa la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y evaluar que no parece razonable imaginar una meta que está 100.000 autos ó 16,7% por encima de la que la tendencia indica que se logrará.
Las razones:
1) Hasta agosto se fabricaron en todo el país 403.534 vehículos. Esto significa un promedio de poco más de 50.000 autos mensuales. Para llegar a 700.000 en 2014, los últimos cuatro meses deberían sumar unos 74.000 por mes; es decir, que la actividad debería incrementarse casi un 50% en sólo un par de meses. En un contexto dominado mayoritariamente por suspensiones, freno del mercado brasilero y ventas locales repuntando pero de manera incipiente, no suena posible semejante reactivación en las terminales.
2) Lo anterior asoma aún menos probable si se tiene en cuenta que el promedio mensual de los últimos cuatro meses debería ser superior al promedio de 2011, año récord en la historia automotriz con 828.771 unidades fabricadas, a razón de 69.000 por mes. La marca máxima para un mes corresponde a junio de ese año, con 80.795 vehículos. En otras palabras, el promedio del último cuatrimestre actual debería estar apenas 8% abajo del máximo nivel de producción de toda la historia.
3) Los 400.000 autos ensamblados de enero a agosto están 25% por debajo de la actividad de 2013 y configuran la segunda cifra más baja desde 2008, sólo por encima de los 291.149 de 2009, año signado por los efectos de la crisis financiera internacional. Por más optimista que uno pueda ser, no resulta razonable pensar que, en sólo cuatro meses, 2014 pase a ser el peor año de los últimos cinco a estar en el podio de los mejores de la historia.

Una suerte de “guerra” parecen haber declarado las concesionarias en contra de las terminales, luego de que le acercaran al Gobierno una encuesta de Fiat en la que la automotriz italiana sugería a las comercializadoras de autos que no aceptaran la continuidad del ProCreAuto, que se extendió hasta diciembre.
Lejos de aplacar los ánimos, el titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), Abel Bomrad, le agregó capítulos a la polémica al señalar que “no tenemos el aprovisionamiento de fábricas necesario para acompañar la demanda que ha generado el plan Procreauto y ahí es donde se produce el cortocircuito. Nosotros si no nos dan los autos no podemos entregarlos”.
En declaraciones a Radio 10, Bombrad destacó que para las concesionarias “no es ningún negocio encanutar los autos porque el negocio es la rotación y cuanto más rápido gira el capital operativo más utilidades tenemos”.
Para el titular de Acara quedó demostrado que las concesionarias no retienen autos ya que según “los índices de compras a fábricas y los patentamientos, las concesionarias desde febrero a la fecha bajaron sus stocks en 34.500 autos”, precisó.
Por otra parte, al referirse a la reunión que compartió ayer junto con la presidenta y las terminales para evaluar el futuro de la industria automotriz y el plan Procreauto,  Bombrad, contó que “la Presidenta hizo un cuadro donde demostró cuanto había ganado cada terminal en todos estos años, y que salvo un solo año que dio perdida, el resto fue altamente positivo”.
Por esta razón, señaló: “Le ha pedido a las terminales mayor compromiso en este proceso” y “quedaron en seguir trabajando, terminales y gobierno en los próximos días para analizar caso por caso la situación de las terminales y ensambladoras que hay en el país”.
Finalmente, el titular de Acara desmintió que haya cierre de concesionarias y explicó que sólo “han cerrado uno o dos concesionarios por problemas netamente particulares”.

(DyN) – El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo que hubo un boicot en algunas concesionarias, impulsadas por fábricas automotrices, contra el plan Procreauto y advirtió que las terminales podrían estar extorsionando al Gobierno con las suspensiones de personal para conseguir divisas para girarlas a sus casas matrices.
El titular de la cartera económica habló de un «bombeo» (en referencia a la expresión popular «tirar al bombo») y de un «comportamiento poco noble» de las concesionarias, inducidas por algunas terminales, para no vender autos del programa que incluye a 42 modelos y mencionó que la cámara de concesionarios (ACARA) denunció que FIAT les pedía que, por medio de una encuesta, dijeran que no querían continuar con el plan.
También cuestionó el reclamo de las terminales de acceder a mayor cantidad de divisas para enviarlas a sus casas matrices y advirtió: «No quiero pensar que las suspensiones son un mecanismo extorsivo para reclamar divisas».
En declaraciones a Radio del Plata, Kicillof consideró que «en términos de argumentos» para sostener que el sector está en crisis, las terminales evidenciaron estar «flojito de papeles».
En ese sentido, destacó que entre 2003 y 2013, el patentamiento de vehículos pasó de 133 mil a 957 mil; que la producción subió de 169 mil a 791 mil vehículos, y que las exportaciones treparon de 109 a 449 mil automóviles.
De todos modos, reconoció que «es complicado hacer una comparación con 2013, que fue un año récord y que se patentaron casi un millón de vehículos», pero destacó que «en los primeros ocho meses de este año se vendieron 500 mil vehículos» y que, con excepción de 2013, es similar a lo que se vendió en ese período en 2012.
«Quinientos mil vehículos no es un número de crisis», puntualizó el funcionario, quien sí reconoció una fuerte caída en las exportaciones a Brasil, pero destacó que «el Gobierno más que acuerdos no puede hacer porque aumentar la capacidad de compra del mercado brasileño es algo que excede sus capacidades».
En ese sentido, señaló que «lo que hicimos fue fortalecer el mercado interno con el plan Procreauto y nos encontramos con una especie de `bombeo´ de parte de los concesionarios que le decían a sus clientes `este plan no sirve».
Tras señalar que el Procreauto fue «un éxito rotundo, con 30 mil solicitudes y 15 mil vehículos otorgados», Kicillof informó que ACARA le envió una carta a la ministra de Industria, Débora Giorgi, «denunciando que Fiat incentivaba, a través de una encuesta, a que las concesionarias dijeran que no querían seguir con el plan», algo que en la reunión de ayer con la presidenta Cristina Fernández, fue negado por el titular de esa empresa, Cristinao Rattazzi.
Kicillof señaló que las 11 fábricas de autos que hay en la Argentina son extranjeras y que «desde 2008, sus casas matrices tienen una crisis furibunda» y que por eso las terminales locales están reclamando que el Gobierno les permita «acceder a las divisas que ellos quieren» para remitirlas.
«El sector mueve 27 mil millones de dólares y dicen que el Gobierno les debe 2,7 mil millones de dólares. Esa es una deuda comercial, no financiera y es el giro normal del negocio», puntualizó Kicillof, quien vinculó esta situación con las suspensiones que se produjeron en las terminales y que superan los 15 mil trabajadores, según los gremios.
«Yo no quiero pensar que las suspensiones son un mecanismo extorsivo para reclamar divisas», planteó el ministro, quien confirmó que a partir de mañana habrá reuniones individuales con cada terminal.
En tanto, la ministra de Industria, Débora Giorgi, acusó a los empresarios del rubro automotriz de estar «especulando» para «seguir espoleando a la Argentina y sacar dólares».
Además, Giorgi alertó que desde las terminales, a través de las concesionarias, tienen «una actitud de ponerle fly» a la gente para que no entre al plan Procreauto.
«Nadie le puso un revólver en la cabeza a la terminal para ingresar al plan, eligieron ellos el modelo de auto y aumentaron la cantidad de modelos», señaló la funcionaria.
De esta manera, Giorgi se refirió a la situación automotriz luego de que ayer la presidenta Cristina Fernández se reunió en la Casa Rosada durante tres horas con representantes de las terminales, concesionarias y gremialistas, para analizar la crisis del sector.
«La Presidenta planteó a cada uno de los actores de la cadena sobre la situación del sector con toda crudeza y realismo», precisó Giorgi en diálogo con radio Vorterix, donde además negó que en el encuentro, los empresarios hayan pedido aumento en los precios de la vehículos.
La ministra de Industria consideró: «Los empresarios están especulando, hay distintas formas de especulación, además no lo decimos nosotros, lo dice el 0800 (línea telefónica) de la Secretaría de Comercio de Augusto Costa, donde el 50 o más por ciento de las terminales son incumplidoras respecto a excesivos gastos que tenían en alistamiento y fletes».
«Más del 70 por ciento en incumplimiento de entrega de unidades, donde a la gente le dicen: ‘ya no hay más el plan, se cayó, compre con este otro plan o no compre este auto'», añadió.
Al respecto, Giorgi manifestó que «le ponen fly» a la gente cuando «el objetivo del PROCREAUTO es que vuelva la gente a las concesionarias».
«Si la actitud es ponerle fly, realmente empezamos a pensar de otra forma,, que es la especulación, no producir, suspender (personal), y acumular stock indebido», cuestionó Giorgi sobre las empresas automotrices.
En referencia a la queja de las terminales de no tener divisas para pagar las autopartes, la funcionaria apuntó que esa reclamo «es falso».
«En 2014 por sobre el pago de las autopartes, tuvieron 2800 millones de dólares par pagar autos importados y hacer todos los giros, así que no me vengan a decir», exclamó Giorgi.
De inmediato, la ministra subrayó que las terminales quieren «seguir espoleando a la Argentina y seguir sacando dólares».
Mañana continuará la reunión comenzada ayer en Casa de Gobierno, por lo cual Giorgi aclaró que junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, le ratificarán al sector que Procreauto «seguirá hasta diciembre y nadie va a ser obligado» a adherirse.

Luego del anuncio de ACARA de la caída del patentamiento de autos en un 30% interanual en agosto, la presidenta Cristina Kirchner salió al cruce de las empresas automotrices, y las acusó de no vender los autos y «encanutarlos».
«Por un lado se dice que no hay actividad y por otro lado se dice que no se están vendiendo autos», se quejó la Jefa de Estado, y luego indicó que «las fábricas dicen que no se venden autos pero en las concesionarios no hay».
Cristina indicó que «están acopiando autos» y luego fustigó: «Necesitamos que las empresas larguen los autos que tienen stockeados… aunque yo lo llamo encanutados».
 

(DyN) Jorge Capitanich, denunció esta mañana una «maniobra de ciertas empresas» para no entregar vehículos del plan ProCreAuto, con la «excusa inadmisible» de que hay «restricciones a la importación».
El funcionario realizó esta afirmación al comparecer ante la prensa en la Casa Rosada, luego de que se le preguntara por el viaje del ministro de Economía, Axel Kicillof, a Brasil, para negociar el comercio bilateral de autos.
Tras mencionar que la perspectiva de la iniciativa Procreauto es llegar a las «20 mil» operaciones, Capitanich denunció «maniobras de parte de la industria automotriz para no proveer respecto al tema de los créditos, no proveer la unidad (de esos créditos), invocando restricciones a la importación».
«En muchos casos son acciones promovidas por ciertas empresas del rubro automotriz que pretenden justificar con falta de insumos importados, excusas que son absolutamente inadmisibles, que no son ciertas, reales ni tangibles», subrayó el jefe de los ministros.
Pero «no existe ninguna razón que justifique admitir problemas de supuesta falta de insumos importados para la fabricación de bienes nacionales. La Industria nunca dice lo que hemos logrado en este tiempo. En 2002 eran 70 mil las unidades producidas, 828 mil en 2011, 790 mil en 2013», comparó Capitanich.
La iniciativa oficial para estimular la venta de autos, lanzada el 24 de junio y en vigor por tres meses, fue la respuesta del Gobierno a la caída en las operaciones, en un marco de una menor demanda, tanto interna como desde Brasil, el principal socio del país.
Por caso, en julio, la producción de vehículos cayó 31,4 por ciento interanual, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
Ayer, Kicillof viajó justamente a Brasil para reunirse con los ministros de Hacienda, Guido Mantega, y de Industria, Mauro Borges, para «analizar la actualidad del comercio bilateral y los avances en materia de la acuerdo de la industria automotriz», según fuentes del Palacio de Hacienda.
Entre los principales temas pendientes, Argentina y Brasil tienen que acordar un nuevo acuerdo automotor, tras la extensión que se produjo al régimen vigente hasta el 30 de junio.
Según datos que ofreció el 9 de agosto el secretario de Comercio, Augusto Costa, desde la puesta en marcha del plan oficial se otorgaron 8.149 créditos y se entregaron 3.962 autos.

La caída en la actividad que atraviesa la industria automotriz se agravó con la suspensión de 800 empleados en la planta de Volkswagen en Córdoba, lo que lleva a unos 10.000 los operarios afectados en el país. En tanto, la producción bajó en lo que va del año 23,3 por ciento respecto de igual período de 2013 y en julio cayó 3,1 por ciento, según un informe del diario Clarín.
Por otra parte, en julio descendió la venta de vehículos nuevos en el mercado interno como en el externo, en un 33,5 por ciento respecto del año anterior.
Los números no son alentadores y en Córdoba la crisis se agudiza con un cese de actividades de alrededor de 3.000 operarios de Iveco, Volkswagen y Fiat de acuerdo con lo consignado por el Sindicato de Mecánicos (SMATA).
Volkswagen manifestó el viernes pasado su intención de suspender a 800 trabajadores de la planta de cajas de cambio MQ200, producción que se vende a Brasil y así lo confirmó la empresa que además admitió que hubo suspensiones en la planta bonaerense de Pacheco.
«La situación es muy preocupante. Hay angustia entre la gente por las continuas suspensiones», afirmó el secretario de prensa del Smata cordobés, Leonardo Almada.
En tanto, las suspensiones en Pacheco tendrán lugar también el 19, 25 y 29 de este mes con afectación de unos 4000 empleados de los tres turnos de producción, incluidos los de Córdoba.
La crisis está basada en la caída del consumo interno y la baja de exportaciones a Brasil lo que llevó a que la fábrica Fiat en Córdoba, con una dotación de unos 3.000 operarios, realice suspensiones desde hace meses los lunes y los viernes a casi 1500 trabajadores.
Mientras que la fábrica de camiones Iveco mantiene frenada su producción y suspende empleados desde abril pasado aún cuando se intentará una reactivación parcial desde el martes próximo con el trabajo rotativo de 300 obreros en actividad y otros 300 suspendidos.