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Los pintorescos jardines de la bodega fueron escenario de una clase de yoga única en pareja. Los enamorados que participaron disfrutaron de música en vivo, la gastronomía y vinos del lugar y muchas sorpresas más.

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Para el día de los Enamorados el programa que combina yoga y vino  celebró en pareja buscando bienestar, unión y conexión en los jardines de Chandon.

El 14 de febrero, Yoga por los Caminos del Vino arrancó su agenda anual con una propuesta muy original para celebrar de a dos: una clase de yoga al atardecer, en un ambiente natural extraordinario.

La experiencia apostó al bienestar y el disfrute de cada pareja, rodeada por el glamoroso paisaje vitivinícola que ofrece uno de los establecimientos más destacados de Mendoza, con una invitación al encuentro, los sonidos de cuencos y gong; y la gastronomía (picada gourmet) acompañada por Chandon Apéritif, el espumoso bitter infusionado con naranjas amargas y macerados de especias de Madagascar, India, Brasil y Centroamérica, de gran expresión aromática, sensorial y degustativa.

El yoga en pareja ayuda a relajarse, reconectarse y refuerza la relación emocional, física y espiritualmente. Es una ocasión que aprovechará los beneficios regulares de la práctica provocando además la posibilidad de compartir, potenciar la creatividad, profundizar la confianza, la afinidad, el conocimiento mutuo y la comunicación entre quienes lo realizan.

Con sonidos sutiles y una recepción de violín para comenzar a elevar el espíritu a cargo del músico Miguel Cotignola, la velada fue una particular y creativa forma de celebrar el amor, en pareja o entre amigos.  

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La propuesta gastronómica incluyó variedades de quesos y fiambres; empanadas; frutos secos, panes de masa madre y foccacia, además de un postre.

La bodega llevó a cabo la presentación de una experiencia interactiva pensada solo para 24 personas por noche y con un menú de 12 pasos maridado con añadas antiguas de la cava familiar. Además los invitados pudieron recorrer los viñedos que tienen 122 años.

 

El chef Lucas Olcese propone un viaje por Argentina con recetas tradicionales del Norte, Litoral y Patagonia. El valor es de 130 dólares por persona y se puede reservar en restaurant@lagarde.com.ar.

Fuegos Experience es una experiencia gastronómica distinta y original en Mendoza, que apunta al turismo extranjero. Se trata de una combinación de todos los sentidos: turismo enológico, cena de fuegos con productos regionales y show de tango en vivo entre viñedos.

Esta propuesta que ya está en marcha la llevan adelante Pamela Yazlle y Fernando Borquez. Se realiza todos los miércoles en Bodega Matervini -en Perdriel, Luján de Cuyo- el nuevo emprendimiento de Santiago Achaval (ex Achaval Ferrer).

“La experiencia comienza con una visita guiada y degustación en la bodega anfitriona para culminar con una cena de fuegos de cinco pasos, en la cual maridamos carnes -como chivo, cordero, vaca, conejo y  pescados- con excelentes vinos”, señala Pamela Yazlle, una de las mentoras de este producto turístico VIP.

La velada continúa con un show de tango en vivo. “Lo original de nuestra propuesta es que comienza cuando la actividad de visita a las bodegas, en general, termina”, añade Fernando Borquez.

En esta primera temporada, la completa y atractiva actividad que ofrece lo mejor del turismo vitivinícola de Mendoza ha tenido como principales protagonistas a turistas provenientes de Norteamérica y Brasil.

Datos de contacto: reservations@fuegosexperience.com

USA +1 786 520 6866
ARG +54 9 261 708 9001 / +54 9 261 5002356

 

Gabriela Soto, cuyas oficinas están en Miami, es la CEO de Bodega Alpasión, el proyecto de inversores internacionales que elabora vinos y posee un lodge y un restaurante en el Valle de Uco.

-¿Cómo se encuentra el desarrollo de Alpasión?

– Afortunadamente las cosas van muy bien. Siento que Alpasión se está dando a conocer mucho más en el mercado interno, no sólo el vino sino también el lodge y el restaurante. Tenemos cada vez mas  huéspedes y visitantes y gente que llega recomendada por un huésped anterior o que vuelve a visitarnos, lo cual nos llena de satisfacción. Además, este año tuvimos nuestra primera cosecha significativa y la calidad obtenida fue realmente excepcional, mejor de lo que esperábamos.

-¿Cómo están las exportaciones?

– Nuestra red de distribución internacional ha crecido mucho (ya estamos en más de 20 países) y paralelamente también las ventas. Seguimos obteniendo buenos puntajes y reconocimientos, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción. También nos complace mucho ver cómo Argentina sigue posicionándose en el mercado internacional y sigue haciendo vinos de excelente calidad, no sólo Malbec sino también otras variedades como Cabernet Franc, lo cual nos hace más competitivos. Sin dudas el vino es una industria y un negocio a largo plazo, por ello es importante disfrutar el “viaje”.

-¿Cuántos socios son en este momento? ¿Se han incorporado o se están por incorporar nuevos socios?

– Hoy somos 60 socios de diferentes nacionalidades, todos amigos de amigos. Aún tenemos que terminar con la construcción de la bodega, de manera que todavía quedan algunas acciones por vender. Sin embargo, para nosotros lo más importante es que todos los socios compartan los mismos principios y valores, la pasión por el vino, el respeto por la naturaleza y el deseo de construir un legado para futuras generaciones.

-¿Qué evaluación hacen, como inversores internacionales, sobre la devaluación del peso argentino?

– Consideramos que la devaluación tenía que ocurrir, de hecho tardó mucho. La inflación seguía aumentando y la devaluación no ocurría. A nosotros, siendo un proyecto internacional y donde casi el 80% de las ventas ocurren en el extranjero, nos favorece la devaluación, ya que la mayor parte de los gastos son en pesos y las ventas en dólares.

-¿Cuáles son los próximos pasos?

– La prioridad en estos momentos es seguir aumentando nuestra red de distribución y ventas, seguir posicionando la marca y terminar con la construcción de la bodega. La idea es empezar con la segunda etapa de la bodega este año. También queremos obtener la certificación orgánica para nuestro viñedo, lo cual ocurrirá posiblemente el año próximo.

-¿Cómo es para un extranjero trabajar en un país cambiante como la Argentina?

– Seguimos apostándole al país y a la industria. Creo que Argentina, a pesar de los problemas y limitaciones que todos conocemos, tiene mucho que ofrecer. Sobre todo a la industria hotelera y vitivinícola le vemos mucho potencial. Hay que unirnos más y trabajar juntos para seguir posicionando Mendoza como una de las regiones vitivinícolas más importantes del mundo. Y creo que el gobierno debe también hacer una labor internacional en el tema de los acuerdos bilaterales, ya que países como Chile llegan con precios mucho más competitivos que la Argentina.

 

Familia Falasco incorporó desde la actual vendimia tanques de acero inoxidable con diferentes tipos de curvas y tamaños que se destinarán exclusivamente a investigación y desarrollo.

Se trata de tres versiones de tanques cilíndricos, tronco- cónicos y doble-tronco cónicos, estos últimos “una novedad para la industria”, según Franco Falasco.

«Este año habrá grandes cambios cualitativos en nuestro portafolio Los Haroldos y en la nueva división de vinos Alta Gama Familia Falasco Premium Wines, que se comercializarán en el mercado doméstico desde principios de 2018”, anticipó Falasco.

Fecovita, la cooperativa vitivinícola que más litros produce en el país, está en pleno proceso de reconversión de su negocio con el plan de crecer en vinos de media y alta gama en el mercado interno y ampliar sus exportaciones. A la vez, apunta a ganar mayor competitividad en vinos de mesa, donde controla el 40% del mercado local con las marcas Toro, Resero y Zumuva, al reducir costos con la puesta en marcha de una nueva planta fraccionadora.

La empresa, que nuclea a 29 cooperativas, 54 bodegas y a 5000 productores con 25.000 hectáreas en viñedos, y que tiene fuerte presencia en Córdoba, apuesta a crecer en el mundo al unirse con cooperativas vitivinícolas de otros países.

Con ese plan, cerró un acuerdo con la cooperativa francesa Vinadeis, por el cual abrieron una oficina comercial en Shangai (China) y, hace un mes, en San Pablo (Brasil), para ampliar la venta de vinos franceses y argentinos de ambas empresas. Así lo reveló el diario El Cronista.

«Las cooperativas en general producen el 60% del vino mundial, pero venden solo el 10%. Nos unimos para crecer juntos. Con Vinadeis, formamos el tercer grupo vitivinícola del mundo, con 523 millones de litros conjuntos», destacó Eduardo Sancho, presidente de Fecovita. Así, sólo serían superadas por las gigantes de Estados Unidos E&J Gallo Winery y Constellation Brands.

Ahora, tras la apertura de esas oficinas, negocian la compra, juntas, de una distribuidora en Estados Unidos, que les demandaría más de US$ 50 millones de inversión. «Tener la distribuidora nos permitiría crecer y bajar costos, ganar eficiencia y escala. La compra no está cerrada, quizás se sume una cooperativa italiana, Caviro, 10º grupo mundial por ventas», dijo Eduardo Sancho, presidente de la empresa.

Fecovita, que facturó u$s 300 millones el año pasado, al producir 350 millones de litros de vinos y mostos, con productos de $ 24 a $ 400 al público, apuesta así a potenciar sus ventas en exterior, donde destina sólo el 22% de su producción.

La empresa vitivinícola Cielo y Tierra del músico Gustavo Santaolalla va por más. En los próximos días arranca la remodelación de su bodega boutique,según confirmó a Punto a Punto Mendoza Raúl Orozco. La inversión inicial será de US$ 1 millón.

La nave principal y la fachada de la bodega conservarán su estilo antiguo. “Vamos a recuperar todas sus vasijas vínicas con un total de capacidad para 232.000 litros y también se equipará con maquinaria de molienda de nueva generación y se construirá una cava para botellas, sala de degustación, área técnica y oficinas”, señaló el enólogo Juan Carlos Chavero.

La bodega se remodelará en dos etapas. En septiembre arranca la mejora del interior. Luego vendrá la construcción de un petit restaurante, un área de recepción para el turismo y algún espacio para disfrutar de la música, detrás del edificio original.

Santaolalla inició su proyecto en el 2005, cuando adquirió una finca de 22 hectáreas en Luján de Cuyo. Sus líneas de vinos se llamaan Don Juan Nahuel, en homenaje a su hijo, y Celador. Elaboran Malbec, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot. El 70% se destina al mercado exterior, principalmente a Estados Unidos e Inglaterra. En el mercado interno, sus vinos tienen un precio sugerido de $ 150.

El enólogo Juan Carlos Chavero contó que, desde el 2006 a la fecha,  la producción creció 10 veces en la finca. «Pasamos de producir 10.000 kilos de uva a una producción actual de 100.000 kilos», sentenció.