El combo recesivo que significa precios por el ascensor en medio de ventas por el tobogán no parece, por el momento, tener fecha de terminación.
Eso se desprende del “Panorama Económico” que mensualmente elabora el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba, según el cual la Canasta Básica Alimentaria (CBA) inició el 2015 con un incremento de precios del 2,5% (38% contra enero de 2014) mientras que las ventas decayeron 1,8% en relación a diciembre y 23% en comparación con un año atrás.
De esta manera, el Centro de Almaceneros estima que una persona necesita $ 1.405,6 por mes para cubrir sus necesidades mínimas de alimentación ($ 46,85 diarios), lo que trasladado a una familia tipo lleva la línea de indigencia a $ 4.343,32 ($ 144,78 por día).
Si a esto se le suman algunos otros gastos básicos del hogar, como el consumo de servicios públicos y el pago de impuestos, una persona que no llega a $ 2.682,95 por mes ($ 89,43 diarios) puede considerarse pobre, mientras que para una familia el límite es de $ 8.290,30 ($ 276,34 por día).
En este contexto, los almaceneros alertaron sobre que los productos de consumo masivo son los que más subieron, como los lácteos entre un 7 y un 10%, y volvieron a advertir sobre el peligroso cambio de hábito que observan en la población. “Se incrementa notablemente el consumo de productos ‘rendidores’ y poco nutritivos, como aceite mezcla, papas, arroz, fideos secos, pan francés o yerba mate; y decrece el de productos esenciales de la canasta, como carne vacuna, aceite de girasol y yogures”, manifiesta el estudio.
Fiado al por mayor
Otro aspecto interesante del informe (que se puede ver completo aquí:) es que muestra un incremento fuerte de la compra con fiado (+12,2%) pero también de la morosidad en el pago del mismo (+18%) y de la incobrabilidad (+ 14,7%). La importancia de esto no es menor, ya que hoy en días las compras con fiado en los almacenes alcanza a una de cada cuatro ventas que realizan los mismos (24,8%), cuando hace un año la proporción era una de cada seis (17%).
El diagnóstico final de la entidad no es para nada alentador: “Con consumo retraído, sin políticas efectivas visibles y tendientes a reactivar seriamente la economía nacional, las perspectivas para el resto del año no son favorables”.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 2,09% en el inicio del año, según el relevamiento de precios que realiza el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo (INEDEP) en los principales supermercados de la Ciudad de Córdoba.
El informe, además, afirma que “se observaron góndolas semi vacías, con pocas posibilidades de elegir productos de distintas marcas y calidades”.
De acuerdo al estudio de la dependencia que encabeza Mario Decara, un individuo referente (masculino 30/59 años de edad) para adquirir la CBA precisó $ 1.013,46 en los primeros 31 días, mientras que la Canasta Básica Total (CBT) para el mismo adulto ascendió a $2.296,10.
Extendiendo a estas cifras a un hogar compuesto por dos adultos y dos niños en edad escolar, significan $ 7.094,94 para superar la línea de pobreza, marcada por la CBT; y $ 3.131,59 para no caer por debajo de la línea de la indigencia (la CBA establece las necesidades nutricionales esenciales).
Siempre de acuerdo a este informe, de los cinco grupos de alimentos bajo análisis, “Frutas y Verduras” es el que mayor aumento registró: 7,26%. Seguido por el rubro “Otros” 2,55%; “Carnes” 0,71%; “Harinas y Legumbres” 0,33% y “Huevos y Lácteos” -0,43%.
Al considerar el comportamiento individual y mensual de los productos de la CBA se verificaron importantes oscilaciones; tal fue el caso de la cebolla (48,02%), la acelga (11,54%) y la manzana (10,25%). Además, se observaron bajas en la polenta (-9,21%), la harina 000 (-5,73%) y la papa (-5,11%). Es importante aclarar que las Frutas y Verduras tienen la particularidad que por cuestiones estacionales o de oferta en el corto plazo, de un mes al otro suelen presentar importantes subas o bajas.
En términos interanuales (enero 2014 – enero 2015), la fluctuación que sufrió la Canasta fue de 27,5%.
Por último, la Defensoría remarcó que “además de los constantes faltantes en productos de primera necesidad, se observó que en todos los supermercados relevados la variedad de productos y de marcas disponibles fue escasa. El consumidor tiene cada vez menos posibilidades de elegir que comprar ya que sus opciones se encuentran acotadas”.
La Canasta Alimentaria Nutricional (CAN) que mide el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) para la ciudad de Córdoba registró un aumento de 2,8% en relación al mes anterior.
De esta manera, la variación interanual y acumulada respecto a diciembre de 2013 fue de 31,5%.
A valores reales, esto significa que una familia tipo de cuatro miembros (compuesta por un matrimonio y dos hijos menores) necesita $ 5.937,99 mensuales para poder cubrir sus necesidades básicas de nutrición; es decir, para no ser considerados indigentes.
En tanto, sumando también impuestos y servicios esenciales para no ser pobre, el monto se acerca hasta casi los $ 13.000.
Contabilizando todas las ciudades medidas por el CPCE, el ranking de toda la provincia es el siguiente:
Valor real de la canasta
1) Capital: $ 5.937,99 la Canasta Alimentaria Nutricional (CAN) y $ 12.766,68 la Canasta Total (CT).
2) San Francisco: $ 5.869,46 y $ 12.619,34.
3) Marcos Juárez: $ 5.737,27 y $ 12.335,13
4) Río Cuarto: $5.727,13 y $ 12.313,33
5) Villa María: $ 5.604,67 y $ 12.050,05
6) Jesús María: $ 5.583,55 y $ 12.004,63.
Aumento 2014
1) Río Cuarto: 33,64%.
2) Capital: 31,47%
3) Villa María: 30,55%
4) San Francisco: 29,49%
5) Jesús María: 27,15%
6) Marcos Juárez: 26,80%.
El informe completo del CPCE puede verse aquí: Informe CAN Provincia de Córdoba Diciembre 2014 revisar _nueva portada_
Los alimentos y bebidas que integran la Canasta Alimentaria Nutricional (CAN) indispensable para poder sobrevivir cerrarán el año con un aumento de sus precios cercano al 30%.
El dato se desprende del relevamiento mensual que realiza el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) y que, para noviembre, detectó un aumento de los productos del 1,5% en relación a octubre y del 27,9% mirando en retrospectiva hacia enero.
Así, si se mantiene un ritmo de entre 1,5 y 2% de inflación en diciembre –no hay que descartar un alza mayor producto de la mayor demanda de cara a las fiestas de fin de año–, el año finalizará con un alza del 30% en los productos básicos.
Un parámetro fiable en tal sentido es que, noviembre 2014 contra noviembre 2013, la inflación de la CAN es del 33,8%.
Así, actualmente una familia tipo de cuatro miembros (un matrimonio y dos hijos menores), necesita $ 5.776,95 para poder alimentarse correctamente, más de $ 1.000 por encima de lo que requería a principios de año.
En cuanto a los resultados que el CPCE detectó en el interior, son los siguientes:
*Jesús María: la canasta subió 2,38% en relación al mes anterior. El alza interanual es del 34,43% y el acumulado desde enero, 27,51%.
*Marcos Juárez: tuvo un incremento respecto a octubre de 1,34%; la suba interanual es de 32,72% mientras que la variación acumulada este año es de 24,08%.
*Río Cuarto: alza intermensual de 3,72% e interanual de 37,83%, el acumulado desde enero fue de 28,05 %.
* San Francisco: alza respecto a octubre de 1,93% en relación a noviembre de 2013, el 33,37% y desde enero, 26,02%.
*Villa María: suba de 1,04% en relación al mes anterior. La variación interanual de la CAN respecto a noviembre de 2013 fue de 33,64% mientras que la acumulada fue del 26,55%.
El costo de llenar un changuito de supermercado con una canasta de 34 productos de primera necesidad creció 407% entre diciembre de 2007 y la actualidad, según revelan datos de Consumidores Libres, publicados por el sitio especializado WebRetail.
Según el relevamiento que hace la entidad en seis supermercados de la Capital Federal desde hace 19 años, a fines del 2007 una compra promedio era de $ 315,68, y los mismos productos este mes cuestan $ 1.600,32.
La canasta incluye varios cortes de carne, pan, frutas, verduras, fideos, productos enlatados y de limpieza y su relevamiento se hace en seis bocas distribuidas en La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya.
En el rubro de carnes, el kilo de asado que en diciembre de 2007 se pagaba a $ 9,93 hoy se abona a 61,66, mientras que bola de lomo, que se usa para las milanesas, pasó de $ 12,59 a $ 75,85.
La leche fluida muestra uno de las subas más fuertes de todo el grupo, al pasar de $ 2,6 a $ 15,33 durante el período, con un incremento del 489%, por encima del promedio de la canasta. Aun si se hiciera una comparación con Precios Cuidados, el incremento del valor del producto La Serenísima, que se publica a $ 8,15 en los supermercados Coto de la Capital Federal, sería de 213% para el período.
En el segmento de los lácteos, el queso fresco por salut que en 2007 costaba $ 23 el kilo, en noviembre de este año costaba $ 111, con un incremento de 382,6%.
El titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, señaló que “durante 2006 y 2007 los salarios todavía le ganaban a la inflación, pero luego se revirtió sobre todo desde el último año”. Polino recordó que el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno “intervino el INDEC porque comenzó a difundir los aumentos de precios”, y señaló además multó a consultoras y a su propia entidad defensora de los consumidores.
El pan, otro producto de alta sensibilidad, pasó de costar $ 2,69 en ese momento a $ 18 en la actualidad, mientras que el arroz pasó de $ 4 a $ 13,16. El aceite, por un litro y medio, pasó de valer $ 6 a costar $ 14, mientras que café varió de $ 4,5 a $ 17,5 los 250 gramos.
Si se toma la canasta que mide desde hace 19 años esa entidad de defensa de los consumidores, en diciembre de 2007, un salario mínimo vital y móvil era de $ 980 y la canasta equivalía al 32%.
Casi siete años después el salario mínimo es de $ 4.400 y la canasta representa el 36% de esa cifra, lo que implica una pérdida del poder de compra de 4 puntos.
El Panorama Económico mensual que elabora el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba arrojó para octubre datos que dan cuenta de un deterioro más fuerte en el consumo, afectado por una suerte de “doble Nelson” implacable: fuerte crecimiento de los precios en medio de una baja pronunciada de las ventas.
De acuerdo a este informe que recopila 16.000 precios de 50 productos distribuidos en 320 comercios entre almacenes y grandes cadenas, la canasta básica alimentaria se elevó 2,77% el último mes, acumulando un 36,7% en lo que va del año y un 44,1% en relación a doce meses atrás.
A este ritmo, los almaceneros proyectan que los alimentos y bebidas cerrarán el año con una inflación del 47%.
En concreto, siempre de acuerdo a este relevamiento, una familia tipo necesita $ 4.000 pesos para no caer bajo la línea de la indigencia; es decir, es el monto mínimo que demanda para poder alimentarse. En tanto, la línea de pobreza se sitúa en los $ 7.726.
En cuanto a las ventas, el informe sostiene que cayeron 2,2% en octubre con respecto a septiembre y 24,3% en referencia con el mismo mes del año pasado.
En este marco, el Centro de Almaceneros advierte que “resultan de extrema gravedad los indicadores de nuestro análisis estadístico que señalan; por un lado, la merma del consumo de leche fluida en casi 23 puntos porcentuales respecto al año anterior y; por el otro, el incremento del consumo de pan en un 20% en el mismo periodo”.
“Su trascendencia se remite a que ambos son fuertes indicadores de tendencias de consumo, y en un paneo mas amplio debemos expresar que el consumo de otros lácteos, carne vacuna, frutas y verduras disminuyeron marcadamente, acrecentando como contrapartida el consumo de otros productos mas económicos como carne de pollo, arroz, fideos y yerba pero de un aporte nutricional considerablemente menor”, completa el estudio.
Una familia tipo necesita $ 5.262 por mes para no ser pobre, lo que significa un 46,4% ó $ 1.668 más que hace un año, según datos difundidos por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
“En agosto último, el costo de la Canasta Básica Alimentaria de la Ciudad de Buenos Aires por adulto equivalente (CBA) –la cual determina la línea de indigencia– alcanzó a $932 en tanto que el de la Canasta Básica Total –que determina la línea de pobreza–ascendió a $1.703”, señala el reporte de FIEL.
“Si se considera una familia tipo de cuatro miembros, el costo de la CBA para ese hogar se ubicóen agosto en $2.882 y el de la CBT a $ 5.262. Respecto a agosto del año pasado, se requieren $ 1.668 pesos adicionales para que una familia tipo cubra el costo de la canasta de pobreza”, añade.
Porcentualmente, FIEL manifiesta que la CBA se incrementó un 0,4% respecto a julio, mientras que la CBT registró un alza de 1,4%.
“A pesar de la menor inflación observada en agosto en la CBA, el aumento en un año de ambas canastas es mayor que la inflación general. Mientras la canasta de indigencia creció 44,7% frente a agosto de 2013 y la canasta de pobreza un 46,4%, en el mismo período la inflación fue del 42,1%”, concluye el relevamiento.
El Índice Barrial de Precios (IBP) que elabora el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) mostró que Córdoba fue el distrito con mayor inflación en julio en lo que respecta a los productos que integran la canasta básica.
De acuerdo al IBP, el aumento mensual en la capital provincial fue del 5,3%, superando ampliamente al resto de las ciudades que mide el CIPPES donde el techo estuvo en el 2% (Mar del Plata).
La otra ciudad medida en Córdoba, que es Río Cuarto, arrojó una suba de 0,5% mientras que en Salta, Mendoza y Corrientes los precios aumentaron en torno al 1% mensual, en el Conurbano, 0,4%; y Tucumán y Chaco observaron caídas de 0,3% y 0,1% respectivamente.
Sin embargo, el CIPPES no tiene mediciones en lo que va del año ni en cuanto a la variación respecto a julio de 2013 para el caso de Córdoba.
Consolidando todos los distritos en los que hace relevamientos, “contando un año hacia atrás, los precios en promedio subieron un 43%, tres puntos porcentuales menos que el registro del mes pasado”, informó la entidad.
En cuanto a los primeros siete meses de 2014, el precio de los alimentos aumentó entre un 13% y un 24% entre los distritos en los que se relevó el IBP (Conurbano, Mar del plata, Tucumán, Salta, Chaco, Mendoza, Corrientes).
“Tomando un promedio simple de los distritos, el aumento en la canasta básica alimentaria (o línea de indigencia) fue en ese período un 18,7%, cifra ligeramente superior al de los últimos tres meses (superando en casi 1% el acumulado hasta junio). Esto muestra un leve repunte en la dinámica de los precios”, agregó el informe.
De este modo, la Canasta básica alimentaria (CBA) promedio para una familia tipo ascendió a $2.635, $61 más caro que el promedio del mes pasado. Éste es el monto que necesitó una familia en julio pasado para no caer en la indigencia. A diciembre de 2013 su valor ascendía a $2.180 en promedio.
En cuanto a la Canasta Básica Total (que determina la línea de pobreza) en julio se ubicó en $5.983, $139 más cara respecto al promedio de CBT de junio.
(DyN) – La canasta básica alimentaria (CBA), que marca el límite entre la indigencia y la pobreza, aumentó en febrero un 9,4 por ciento y en los últimos doce meses un 41,6 por ciento, informó hoy la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en su último informe de coyuntura.
Por su parte, la canasta básica total (CBT, que establece el tope de la pobreza) tuvo incrementos levemente menores, de 6,8 por ciento mensual y 35,8 por ciento interanual.
«Si se considera una familia tipo de cuatro miembros, el costo de la CBA para ese hogar se ubicó en febrero en 2540,7 pesos y el de la CBT a 4448 pesos», indicó FIEL.
Ambas canastas dejaron de integrar el conjunto de mediciones habituales del INDEC a partir de la publicación del nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu).
La evolución de los precios de las canastas y del índice de precios al consumidor general no siempre son coincidentes, en razón de que en las primeras hay una mayor proporción de alimentos de primera necesidad y en el IPC también se incluyen otros bienes y servicios.
La entidad aclaró que «el valor de la CBA marca el ingreso mínimo que un adulto equivalente debe tener para no ser considerado indigente» y el de la CBT «para no ser considerado pobre».
(DyN) – Una persona pudo comer con 6,12 pesos durante octubre para mantenerse por arriba de la línea de indigencia, según datos dados a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El organismo fijó el valor de la canasta básica alimentaria (CBA) durante octubre para dos adultos y dos niños en 759,35 pesos, lo que implica un aumento de 1,2 por ciento respecto de setiembre. De esta forma la CBA acumuló un avance de 5,6 por ciento, mientras que con relación a octubre de 2012 la suba es de 6,5 por ciento.
Con un valor de 759,35 pesos, para el INDEC una familia tipo puede alimentarse con 24,5 pesos diarios, lo que equivale a 6,12 pesos por individuo. Las familias que no alcanzan este nivel de ingresos son considerados indigentes, dado que la CBA sólo incluye alimentos.
A su vez, el INDEC indicó que la Canasta Básica Total (CBT) llegó a un valor de 1.734,35 pesos para dos adultos y dos menores. Esto significa un alza de 0,95 respecto del mes anterior, de 7,5 por ciento respecto de enero y de 9,2 por ciento en un año. La CBT incorpora a los alimentos una serie de servicios básicos para la vida mensual de una familia de cuatro integrantes.
Las familias que no alcanzan este nivel de ingresos son calificados como pobres. La subestimación de estos valores provoca distorsiones en los cálculos de pobreza, e indigencia dado que a menor costo de las canastas más gente logra situarse por encima de los estratos inferiores. Con una canasta de 6,12 pesos por día, el INDEC informó que la la tasa de pobreza en la Argentina es de 4,7 por ciento y la de indigencia de 1,4 por ciento.
Para octubre, el INDEC detectó una suba de 1 por ciento en los alimentos. Este incremento fue producto de aumentos de 4,8 por ciento en verduras, 3,8 por ciento en frutas, 0,8 por ciento en bebidas 0,7 por ciento en carnes, y 0,7 por ciento en aceites y grasas.
En tanto, la inflación oficial de octubre fue de 0,9 por ciento, menos de la mitad del cálculo de las consultoras privadas que la ubicaron en 2 por ciento, según se desprende de datos también del INDEC. De esta forma, en 10 meses la variación de precios es de 8,4 por ciento, mientras que frente a octubre de 2012 es de 10,5 por ciento, de acuerdo a la estimación oficial.
Para el INDEC los alimentos subieron 1 por ciento, alza que se explica por incrementos de 4,8 por ciento en verduras, 3,8 por ciento en frutas y 0,7 por ciento en carnes. La atención médica sufrió una variación de precios de 0,8 por ciento, por incrementos en medicamentos y cuotas de prepagas. El costo de la vivienda y sus servicios básicos se creció 0,5 por ciento y el equipamiento del hogar avanzó 1 por ciento. El esparcimiento tuvo una suba de 0,5 por ciento y la educación de 0,6 por ciento, siempre de acuerdo con el cálculo oficial.
Por otra parte, el organismo sostuvo que la actividad económica creció 4,7 por ciento en setiembre, consolidando así la posibilidad del pago de cupón PBI por 2.600 millones de dólares en 2014.
Con relación a agosto, el PBI no tuvo variación, mientras que en nueve meses acumuló una expansión de 5,4 por ciento, de acuerdo a la medición oficial.
Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el INDEC difunde todos los meses a modo de adelanto del comportamiento del PBI cuyos datos se divulgan en forma trimestral.
El alza de 4,7 por ciento de octubre significó una aceleración del ritmo de crecimiento, luego de tres meses consecutivos en los que la expansión económica había expresado un freno (junio 6,9 por ciento, julio 5,1 por ciento y agosto 4 por ciento).
La cifra de setiembre era esperada por el mercado financiero para determinar si Argentina finalmente terminará 2013 con una tasa de crecimiento económico de 3,26 por ciento, que dispara el pago del cupón PBI en 2014. No obstante, aún queda la incertidumbre de qué pasará luego del 9 de diciembre cuando el FMI analice una propuesta de la Argentina para la actualización de la metodología de cálculo.
En el presupuesto 2014, el Gobierno proyectó que la economía crecerá 5,1 por ciento en 2013 y 6,2 por ciento el año que viene. Sin embargo para el FMI el país crecerá 3,5 por ciento en 2013 y 2,4 por ciento en 2014.
Con estos datos se da la paradoja que para las estimaciones argentinas, el país debería pagarle a sus acreedores en 2015 nuevamente el incentivo del cupón PBI, y según los cálculos del FMI no debería hacerlo.