Gabriela Soto, cuyas oficinas están en Miami, es la CEO de Bodega Alpasión, el proyecto de inversores internacionales que elabora vinos y posee un lodge y un restaurante en el Valle de Uco.
-¿Cómo se encuentra el desarrollo de Alpasión?
– Afortunadamente las cosas van muy bien. Siento que Alpasión se está dando a conocer mucho más en el mercado interno, no sólo el vino sino también el lodge y el restaurante. Tenemos cada vez mas huéspedes y visitantes y gente que llega recomendada por un huésped anterior o que vuelve a visitarnos, lo cual nos llena de satisfacción. Además, este año tuvimos nuestra primera cosecha significativa y la calidad obtenida fue realmente excepcional, mejor de lo que esperábamos.
-¿Cómo están las exportaciones?
– Nuestra red de distribución internacional ha crecido mucho (ya estamos en más de 20 países) y paralelamente también las ventas. Seguimos obteniendo buenos puntajes y reconocimientos, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción. También nos complace mucho ver cómo Argentina sigue posicionándose en el mercado internacional y sigue haciendo vinos de excelente calidad, no sólo Malbec sino también otras variedades como Cabernet Franc, lo cual nos hace más competitivos. Sin dudas el vino es una industria y un negocio a largo plazo, por ello es importante disfrutar el “viaje”.
-¿Cuántos socios son en este momento? ¿Se han incorporado o se están por incorporar nuevos socios?
– Hoy somos 60 socios de diferentes nacionalidades, todos amigos de amigos. Aún tenemos que terminar con la construcción de la bodega, de manera que todavía quedan algunas acciones por vender. Sin embargo, para nosotros lo más importante es que todos los socios compartan los mismos principios y valores, la pasión por el vino, el respeto por la naturaleza y el deseo de construir un legado para futuras generaciones.
-¿Qué evaluación hacen, como inversores internacionales, sobre la devaluación del peso argentino?
– Consideramos que la devaluación tenía que ocurrir, de hecho tardó mucho. La inflación seguía aumentando y la devaluación no ocurría. A nosotros, siendo un proyecto internacional y donde casi el 80% de las ventas ocurren en el extranjero, nos favorece la devaluación, ya que la mayor parte de los gastos son en pesos y las ventas en dólares.
-¿Cuáles son los próximos pasos?
– La prioridad en estos momentos es seguir aumentando nuestra red de distribución y ventas, seguir posicionando la marca y terminar con la construcción de la bodega. La idea es empezar con la segunda etapa de la bodega este año. También queremos obtener la certificación orgánica para nuestro viñedo, lo cual ocurrirá posiblemente el año próximo.
-¿Cómo es para un extranjero trabajar en un país cambiante como la Argentina?
– Seguimos apostándole al país y a la industria. Creo que Argentina, a pesar de los problemas y limitaciones que todos conocemos, tiene mucho que ofrecer. Sobre todo a la industria hotelera y vitivinícola le vemos mucho potencial. Hay que unirnos más y trabajar juntos para seguir posicionando Mendoza como una de las regiones vitivinícolas más importantes del mundo. Y creo que el gobierno debe también hacer una labor internacional en el tema de los acuerdos bilaterales, ya que países como Chile llegan con precios mucho más competitivos que la Argentina.