La Comisión Nacional de Valores (CNV) informó en su página web que el Banco de Córdoba (Bancor) fue autorizado a emitir Valores Representativos de Deuda (VRD) y Certificados de Participación (CP) en el marco del Fideicomiso Financiero Bancor Personales II.
En esta oportunidad, la entidad financiera local buscará conseguir en el mercado bursátil un total de $ 51 millones, según figura en el suplemento de precio informado por Bancor a la CNV.
Se trata de la segunda emisión de este tipo, ya que el año pasado había colocado $ 49 millones con el Fideicomiso I. Tanto la primera como la que se aprobó en las últimas horas se hacen en el marco del Programa Global de Titulación “Bancor” para la emisión de Valores Negociables (VN) por hasta $ 500 millones.
Aunque las cifras son ciertamente pequeñas comparadas con el volumen de préstamos que mensualmente otorga la entidad, la estrategia del Banco es seguir sumando liquidez y manteniendo presencia en el mercado financiero.
Como en la emisión del año pasado, los $ 51 millones a obtener se dividen en tres instrumentos: VRD Serie A por hasta $ 36 millones, VRD Serie B por hasta $ 4,6 millones y CP por hasta $ 10,4 millones.
Los primeros devengarán un interés nominal anual equivalente a la Tasa Badlar más 300 puntos básicos anuales, con un mínimo de 21% y un máximo de 32% nominal anual calculado sobre el saldo de capital pendiente de pago; mientras que en los segundos la tasa será Badlar más 550 puntos con un mínimo de 22% y un máximo de 33,5%. En tanto, los CP darán derecho a cobrar Distribuciones en forma mensual.
Un aspecto importante a destacar es que estos valores fiduciarios cuentan con una calificación de riesgo otorgada por Moody’s el 13 de enero de este año.
“Los VRDA Moody’s han obtenido la siguiente calificación ‘Aaa.ar (sf)’. Los emisores o las emisiones calificadas como Aaa.ar muestran la más alta capacidad crediticia con respecto a otros emisores nacionales. Los VRDB han obtenido la siguiente calificación ‘A2.ar (sf)’. Los emisores o emisiones calificadas como A.ar muestran una capacidad de pago superior al promedio con relación a otros emisores locales. Los CP han obtenido la siguiente calificación ‘Caa1.ar’ (sf). Los emisores o emisiones con calificación Caa.ar son de tipo especulativo muestran una capacidad de pago muy débil con relación a otros emisores locales”, informa Bancor en su documento oficial.
Por Favio Ré
La cooperativa láctea Sancor, tras haber logrado un ejercicio 2011/2012 (se extiende de julio a junio de cada año) con ganancias récord de casi $ 765 millones, ahora cerró su año con una fuerte pérdida de $ 305,8 millones.
El dato fue oficializado por la firma al publicar su balance ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) en la que informó una facturación total de $ 5.886 millones, 13,4% por encima del ejercicio anterior.
Entre otros aspectos, Sancor adjudica este saldo negativo a la volatilidad de los precios internacionales de la leche, pero también hace foco en un aspecto clave de la economía argentina: la inflación.
“Precios de exportación de la leche en polvo entera deprimidos en el primer semestre y luego en alza, con tipo de cambio sin una evolución significativa y costos crecientes en toda la cadena de producción, determinaron un comportamiento errático sobre los resultados”, explica el presidente, Oscar Carreras, en el documento.
“En el ámbito interno, el consumo se mantuvo estable en los niveles alcanzados tiempo atrás, pero no convalida aumentos del precio de los productos en la misma relación que se verifica el aumento de costos, y por momentos, con marcadas señales de debilidad por parte de la demanda”, agrega.
Del mismo modo, el gerente General de la cooperativa, subraya en su informe de gestión que “la suba de los costos industriales y de distribución, entre los cuales se destacan por su importancia y magnitud, los de insumos, energía, envases, mano de obra, transporte y otros servicios, no se vio compensada por los eventuales aumentos que pudieron realizarse en los productos ofrecidos, aún cuando los consumidores manifestaron en todo momento una elevada intención de compra”.
En este contexto, evidentemente para Sancor el rojo del último año encendió una señal de alerta y por eso, en el balance, adelanta que “el Consejo de Administración resolvió una reorganización de la estructura operativa de la empresa, para fortalecerla y conducirla hacia nuevos objetivos. El propósito es revertir el sesgo evidenciado en los resultados económicos del negocio, adecuarse a los cambios producidos en el entorno y conducir hacia una mejor situación financiera”.
Con ese propósito, uno de los objetivos macro que se plantea seguir Sancor es la generación de productos de exportación de alto valor agregado que permitan contrarrestar la constante volatilidad de los precios de las commodities.
Convocado por Punto a Punto Radio, el economista Jorge Ingaramo analizó el impacto que tendrá (o no) la reglamentación de la nueva Ley de Mercados de Capitales en el negocio de los granos. “Los acuerdos son contratos entre privados. Cómo va a hacer la CNV para controlar eso”, disparó.
“No habrá grandes cambios porque los mercados a término que funcionan en los recintos de las Bolsas ya están regulados por la Comisión Nacional de Valores, por lo que no se cuál es el motivo final de esto. Supongo que hacerle pagar a todos los inscriptos en Bolsa una especie de peaje al órgano regulador”, completó Ingaramo.
Según precisó Ingaramo, la función de las Bolsas es que los corredores y agentes de las grandes empresas compradoras de granos discutan los precios de los mercados disponibles y a término. “Ahí la presencia del regulador es prácticamente en vano, porque no puede mover las órdenes que van recibiendo”, prosiguió en su análisis. “Lo dramático sería que digan que los operadores registren menos porque le interesa a la CNV que el precio sea más barato”, agregó.
Si bien para poder operar los corredores ya están inscriptos en las Bolsas, deberán hacerlo ahora también en la CNV. “Se supone que la Bolsa es un organismo autorregulado, con la supervisión de la CNV. Pero ahora tendrán que inscribirse primero en la CNV y después ir a la Bolsa que le interese”, especificó el economista.
El Gobierno también quiere saber qué pasa en el millonario negocio de la comercialización de granos. El principal mercado de la Argentina, donde se hacen operaciones anuales por al menos unos US$ 50.000 millones, es ahora uno de los principales objetivos de ese dinámico y polémico alfil del Palacio de Hacienda que es la Comisión Nacional de Valores (CNV), el órgano encargado de regular, fiscalizar y controlar a los participantes de todos los mercados con oferta pública del país.
La comercialización de granos conforma una gigantesca plaza de negocios que hasta ahora se encuentra exenta de regulación y que, por eso, el Gobierno mira en forma aspiracional. Es que una vez regulado, no sólo contará con información vital relacionada con la cantidad precisa de toneladas de soja, trigo, maíz (y otros cereales y oleaginosas) que se comercializan en la Argentina, sino también podrá hacer un seguimiento pormenorizado del stock que declara cada productor, cuánto comercializa a pooles o exportadores, y cuánto declaran éstos a la hora de realizar la venta al exterior de esa mercancía. Esta información hoy no está disponible ni concentrada en ninguna de las entidades que fiscaliza al sector, incluida la AFIP.
Según pudo saber El Cronista, Alejandro Vanoli el titular de la CNV ha mantenido ya numerosas reuniones con equipos del Ministerio de Agricultura, que dirige Norberto Yauhar, con el fin de diseñar e instrumentar el puntapié de un mercado electrónico que rankeará como uno de los mayores de América latina y en el que comercializarán las distintas modalidades con las que hoy cuenta el agro para vender su producción.
La información fue confirmada desde la comisión y fuentes del mercado. Desde Agricultura, en tanto, se afirmó que es un proyecto que se analiza desde el año pasado. Ninguna de las fuentes consultadas dio detalles sobre los plazos que se manejan para poner en marcha el proyecto.
La avanzada toma fuerza por estas horas en función de las nuevas atribuciones que la flamante Ley de Mercado de Capitales, sancionada a fines de 2012 le ofrece a la CNV.
En esa línea, tanto el artículo 19 como el número 20 de la Ley, le dan a la CNV activas atribuciones, ya que puede “…en forma directa e inmediata, supervisar, regular, inspeccionar, fiscalizar y sancionar a todas las personas físicas y/o jurídicas que, por cualquier causa, motivo o circunstancia, desarrollen actividades relacionadas con la oferta pública de valores negociables, otros instrumentos, operaciones y actividades contempladas en la presente ley…”.