(DyN) – La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) redujo de 1% a 0,2% la proyección de crecimiento económico de la Argentina para este año, supeditada al frente externo y la pelea con los fondos especulativos de inversión.
En abril pasado, el organismo había hecho una proyección de crecimiento económico de la Argentina de 1 por ciento para este año, estimación que ahora corrigió a la baja, al presentar en Santiago de Chile su «Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2014», publicación en la que actualizó sus estimaciones de crecimiento para los países de la región en el presente año.
En el caso de la Argentina, estimó un crecimiento de 0,2%, proyección «supeditada a la evolución del sector externo de la economía. En particular, el revés sufrido por el país en el conflicto judicial con los denominados holdouts pone en riesgo el acceso al financiamiento externo y, de ese modo, la posibilidad de crecimiento de la economía argentina en el corto plazo».
En tanto, la CEPAL también consideró «inédita» la situación que se da entre la Argentina y los holdouts, y expresó su «preocupación» porque lo que ocurre en la Justicia de Nueva York puede «desestimular la renegociación de deudas soberanas y tener muchas repercusiones a nivel mundial».
La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, realizó estas consideraciones al presentar, en Santiago de Chile, el «Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2014» de la entidad, con las previsiones de crecimiento para los países de la región en el presente año.
En ese marco, Bárcena fue consultada sobre qué espera la CEPAL en torno al litigio entre la Argentina y los holdouts ante el juzgado de Thomas Griesa en Nueva York.
«Es una situación inédita, el mundo entero está observando. Es una situación muy compleja, muy difícil de abordar, donde un juez de Nueva York está determinando el tema de los pagos», expresó la funcionaria.
Que abundó: «Argentina había logrado negociar (una quita) con el 92 por ciento de sus acreedores, y los holdouts quieren el total. Es inédito, tiene muchas repercusiones en la arquitectura financiera global, y nos preocupa muchísimo, porque teníamos optimismo de que se llegara a un cierto arreglo, no se logró y es difícil predecir qué va a suceder. Tenemos que esperar un poco cómo va a evolucionar este litigio, esta negociación».
«La comunidad internacional va a comenzar a entender la relevancia que esto tiene», se esperanzó.
Aunque la mayoría de las cámaras y asociaciones empresariales cordobesas hayan manifestado numerosas quejas sobre el devenir de sus negocios durante 2013, las estadísticas que informa el Gobierno provincial parecen ir en sentido totalmente contrario.
Es que, según el Indicador de Actividad Económica de la Provincia de Córdoba (Inaec), al cierre del tercer trimestre la economía local acumulaba un crecimiento del 5,3% en comparación con los primeros nueve meses del año pasado.
Siempre de acuerdo a este informe elaborado por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, septiembre último tuvo un crecimiento récord ya que la actividad aumentó 2,68% con respecto a agosto y 12,02% en relación al mismo mes de 2012. En ambos casos, se trata de las variaciones más altas del 2013.
Por sectores, el Indicador Sintético de Actividad de la Industria (Isicor) mostró un crecimiento del 7,7% con respecto a igual periodo del año anterior. Considerando la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior, la evolución positiva fue del 9,67%. Asimismo, el indicador desestacionalizado de evidenció una variación positiva de 3,88% relativa al mes inmediato anterior.
Mientras que el Indicador de Comercio (Iccor) arrojó un aumento interanual del 12,81% y uno intermensual del 8,84%. Sin embargo, el acumulado muestra números rojos: – 4,52%.
Por su parte, el Indicador de Actividad del Sector Agropecuario (Isacor) exhibió una recuperación del 28,54% año contra año y del 9,93% mes contra mes, a la vez que entre enero y septiembre logró una fuerte suba del 20,5%.
Finalmente, el Indicador de Servicios Públicos (ISPCor) informó un incremento del 5,57% en relación a doce meses atrás y del 1,14% con respecto al mes anterior. La variación de todo el año es del 1,13%.
(DyN) – La economía argentina se «desacelerará» el año próximo, con un crecimiento de 2,6 por ciento, inferior al 4,5 por ciento con que cerrará 2013, como consecuencia de un «menor aporte del agro», aseguró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El organismo con sede en Santiago de Chile alertó además que «en contraste con los buenos resultados en materia de actividad, se advierte una mayor fragilidad en el sector externo de la economía, donde un mayor déficit de cuenta corriente y un acceso limitado a fuentes de crédito externo dieron lugar a una profunda caída de las reservas internacionales».
La CEPAL dio a conocer su «Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe», según el cual la región crecerá 3,2 por ciento en 2014, consecuencia del «entorno externo más favorable, pero con persistencia de volatilidad financiera y nuevos desafíos de política macroeconómica».
La previsión de 2,6 por ciento para la Argentina en 2014 la ubicó a la par de Brasil, primera economía de América Latina, y detrás de la segunda, México, que crecerá 3,5 por ciento.
Los demás países vecinos tendrán en 2014 mejores números que la Argentina, según la CEPAL: Chile, 4,0 por ciento; Bolivia, 5,5 por ciento; Paraguay, 4,5 por ciento, y Uruguay 3,5 por ciento, mientras que uno de los principales socios del Gobierno, Venezuela, se desacelerará levemente a 1,0 por ciento, tras el 1,2 por ciento con que terminará este año.
Consultado por DyN sobre las «causas de la desaceleración» de Argentina en 2014, Juan Alberto Fuentes, director de Desarrollo Económico del organismo, explicó que «el agro no tendrá el mismo aporte que tuvo este año, tras la recuperación muy importante de 2013 después de los problemas climáticos del año pasado».
Sin embargo, aclaró que «dentro de una perspectiva de mediano o largo plazo, el agro sí seguirá siendo una fuente importante de crecimiento», porque «China, como fuente de demanda importante, aunque crezca menos es una economía crecientemente grande, y su mayor tamaño compensa un menor crecimiento».
«En cuanto a la industria, continuará su recuperación, que puede ser una explicación de cierto crecimiento el año entrante, pero todavía modesto. La depreciación de la moneda podría tener algún aporte también modesto y finalmente, como Brasil no va a estar creciendo de manera muy dinámica, ese aporte no sería muy significativo» para Argentina en 2014, añadió Fuentes.
Sobre la «fragilidad» del sector externo, el organismo lo ilustró con la «profunda caída de las reservas internacionales, que pasaron de 43.290 millones de dólares a fines de 2012 a unos 31.000 millones de dólares a fines de octubre de 2013».
«En materia de política económica, las principales medidas adoptadas en 2013 se relacionan, de manera directa o indirecta, con el desempeño del sector externo. Siempre en el marco de un régimen cambiario de flotación administrada, tendió a acelerarse el ritmo de devaluación nominal del peso», repasó la CEPAL.
Ello «se complementó con medidas de corte administrativo. Por ejemplo, para atenuar gastos de consumo de residentes argentinos en el exterior, se aumentó del 15% al 20% (y más recientemente al 35%) el recargo a compras realizadas con tarjeta de crédito o débito y a través de Internet en comercios del extranjero y, para incentivar el ingreso de divisas, se sancionó una ley de ‘blanqueo de capitales'», recordó.
En ese contexto, la CEPAL sostuvo que «la cuenta corriente de la balanza de pagos arrojó un resultado negativo de 1.720 millones de dólares durante el primer semestre de 2013, en comparación con el saldo equilibrado del mismo período de 2012».
«Este deterioro se deriva de varios factores, como la persistencia de un déficit comercial muy significativo en materia de energía (5.800 millones de dólares hasta octubre de 2013), la ampliación del déficit en la cuenta turismo y cierta atenuación de las restricciones impuestas a la remisión de utilidades y dividendos al exterior.
Sobre la deuda externa total (pública y privada), se ubicó en 27,5 por ciento del PIB: «Este reducido nivel de endeudamiento externo implica que las tensiones en la economía en los últimos dos años en relación con la balanza de pagos obedecen más a problemas de liquidez que de solvencia externa», dijo la CEPAL. «La manera en que el Gobierno restablezca la liquidez en divisas será uno de los factores que defina la dinámica macroeconómica de 2014», concluyó.
(Agencia DyN) – La actividad económica creció en agosto 4 por ciento respecto a igual mes del año pasado y 0,4 por ciento frente a julio, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esta forma, en ocho meses la economía acumuló una expansión de 5,5 por ciento y reforzó la proyección de un avance anual superior al 3,2 por ciento que desata el pago del cupón PBI en 2014.
Esta obligación obligará al país a destinar recursos por 3.500 millones de dólares a acreedores que ingresaron a los canjes 2005 y 2010.
Los datos corresponde al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que el INDEC difunde todos los meses a modo de adelanto de la evolución del PBI que se divulga en forma trimestral.
Asimismo, el crecimiento del 4 por ciento da cuenta de una persistente desaceleración de la expansión económica, que tuvo su pico anual en mayo con un alza de 9,3 por ciento. Luego el ritmo se redujo a 6,9 por ciento en junio y a 5,1 por ciento en julio.
En la Ley de Presupuesto 2014 el gobierno nacional proyectó un crecimiento económico para 2013 de 5,1 por ciento. En cambio el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que el país el total de bienes y servicios producidos por el país aumentará 3,5 por ciento. La desaceleración económica coincidió con un período en el que la producción industrial cayó 0,6 por ciento, por una baja en el sector automotor.
Por otra parte, en agosto comenzó a tener menos injerencia los resultados de la cosecha. Las exportaciones se mantuvieron estancadas, mientras que las importaciones crecieron 14 por ciento, reduciendo casi un 60 por ciento el saldo comercial. La inflación oficial en agosto fue de 0,8 por ciento, mientras que para los privados había sido de 2,11 por ciento.
Las tasas chinas de crecimiento que logró el país en gran parte de la última década ya no son más que un lindo recuerdo. Esa es la conclusión que puede sacarse del diagnóstico de la economía trazado por Víctor Peralta y Mary Acosta, del Instituto de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE), durante el tradicional desayuno de coyuntura organizado por dicha entidad.
“Aún gastando mucho, el Gobierno no puede retomar la senda de crecimiento del 8%, porque falta la inversión que no se hizo en estos años. Antes de que terminen este mandato, es imposible volver al 8%. Ahora se van a tener que conformar con el 3%”, subrayó Peralta para luego insistir: “Sin mayor inversión, es imposible volver al 8”, agregando que debería invertirse por alrededor del 30% del PIB.
En este contexto, el economista reconoció que una tasa del 3% no es mala, ya que de hecho es la que han mantenido desde hace años muchos países desarrollados. “No es de por sí malo. El problema es que acá cuesta mucho en términos de inflación y empleo”, remarcó Peralta.
Otro aspecto saliente que surgió de la exposición es que los subsidios, si bien han reducido su participación sobre el gasto total, siguen estando a niveles muy altos y se han constituido en una suerte de amenaza para el “modelo”, equiparándola a lo que fue el incremento de la deuda durante las presidencias de Carlos Menem. “El modelo no es sustentable, como no lo era el de los ’90. Se incentiva tanto a la inflación que no lo podés sostener”, enfatizó. “Forzar más consumo sin inversión, es insuficiente”, reiteró.
En este contexto, desde el CPCE consideran que, en el corto plazo, el Estado debería “administrar con mayor eficiencia los subsidios, orientar el gasto pro-consumo a uno pro-inversión, recuperar el superávit fiscal y reducir el financiamiento vía Banco Central”. Asimismo, consideran fundamental atender cuestiones estructurales y sugieren al respecto una reforma tributaria en la que, por ejemplo, se grave la renta financiera, y la sanción de una nueva ley de coparticipación.
Algunos números del “modelo”
– La tasa de variación entre 2005 y 2012 del gasto público fue del 34%, la del consumo privado, el 21%; la del público, el 28% y la de la inversión, el 23%.
– Los recursos tributarios crecieron, en los últimos 7 años, a un promedio del 25% anual. Respecto de los ’90, se sumaron nuevos gravámenes y mayor nivel de actividad.
– Las contribuciones a la Seguridad Social se expandieron 38,5% por año, debido a los aumentos de salarios, del empleo formal y la estatización de las AFJP.
– Los adelantos transitorios del Banco Central aumentaron a un promedio del 19% desde 2005 hasta 2008, para luego avanzar 50% entre 2009 y 2011, y 90% el último año.