Chile es, frecuentemente, uno de los países citados por economistas y empresarios argentinos como ejemplo de buena gestión y políticas bien aplicadas. Sin embargo, hay empresarios que no opinan lo mismo y cuestionan aspectos similares a los que frecuentemente se critican en este país como la falta de confianza para generar inversiones.
Es el caso de Ricardo Lessmann, presidente de Minvest, del Holding Gildemeister, un gigante del mercado automotor que posee concesionarias Hyundai no sólo en Chile sino en varios países de la región.
Lessmann fue consultado por Diario Financiero sobre la fuerte retracción del mercado automotor, similar a la que también ocurre en la Argentina. “La red de distribución que había en el país, o que hay todavía, es para una venta de unas 400 mil unidades. Si estamos cayendo a 260 mil o 270 mil, hay paño que cortar, definitivamente”, aseguró.
Según señala la publicación chilena, esta visión ha comenzado a tomar fuerza entre representantes de la industria. Hace unos días Bruno Fritsch -otro empresario fuerte del rubro- señaló algo similar, en el sentido de que el mercado, para 2016 y 2017, va a seguir bajando. “Creemos que la caída que ha habido, que ya es importante, recién es el inicio”, dijo.
Lessmann, cuya empresa comercializa diversas marcas de vehículos en países de la región, tiene una visión más optimista y señaló que la crisis del sector “está en su apogeo”, por lo que adelante debería tender a mejorar, y negó una caída tan dramática en su estimación para 2016 y 2017.
“La crisis está en su apogeo y me cuesta creer que vamos a seguir cayendo tan dramáticamente. Este año yo creo que la caída, con respecto al año anterior, debiera andar del orden del 20%”, estimó.
De todos modos, Lessmann fue crítico de la administración de Michele Bachelet. Según el ejecutivo, las reformas que impulsa el gobierno debieran apuntar principalmente a frenar la caída del PIB. En ese aspecto, recalcó como un factor que juega en contra del proceso de mejora del panorama económico, es la presencia de “desconfianzas” para que los empresarios sigan invirtiendo.
“No debiera haber una crisis económica más profunda que la que tenemos hoy en día, que es suficiente. Ojo que no la estoy mirando en menos”, expresó. Luego agregó que “el país ha dado señales suficientes, hasta ahora, para que haya mucha desconfianza. A mí me costaría mucho invertir más acá”.
La Bolsa de Cereales de Córdoba emitió un duro comunicado en el que plantó su posición en relación a la difícil situación que atraviesa el rubro agropecuario, afirmando que la superficie sembrada de los diferentes cultivos caerá en la próxima campaña porque el campo está «en crisis» porque el sector «está golpeado y desfinanciado».
Según reproduce el sitio Agroverdad, el documento analiza que “ante un contexto internacional que no luce favorable, en el ámbito local se mantienen medidas que acentúan las distorsiones en la economía y en los mercados agropecuarios que agregan incertidumbre: cupos, retenciones, esquema impositivo retrógrado e inadecuado, discrecionalidad en la toma de decisiones, no respeto a las instituciones y falta de diálogo”.
Por eso, la Bolsa de Cereales de Córdoba “expresa su preocupación sobre esta grave situación que le toca atravesar a la cadena agroindustrial y a otras numerosas actividades”.
La institución señala que en Córdoba y en el resto del país, muchos campos quedarán sin sembrarse como consecuencia de la nula rentabilidad de los cultivos. Los números del maíz cierran en rojo al igual que los de soja en campo arrendado (más del 50% del área) y la incertidumbre en el mercado triguero redujo la siembra entre un 20% y 30%. Los costos aumentan, la infraestructura para el traslado de la producción es deficiente y la implementación de tecnología a los cultivos es cada vez menor. Avanzando en los eslabones de la cadena, la cantidad de frigoríficos y tambos que deben abandonar la actividad aumenta, la venta de maquinaria agrícola cae y con ello la producción de equipos, entrando en riesgo miles de puestos de trabajos en los pueblos.
De esta manera, la Bolsa remarca que “la crisis del campo nos golpea a todos, repercute en los ingresos y empleos de las ciudades, pueblos del interior e incluso las urbes más grandes. El Gobierno Nacional le da la espalda a esta realidad, y no se hace cargo de la gravedad de la crisis que hoy enfrenta buena parte del territorio argentino. Si bien el 15 de julio se realizaron anuncios que contemplan la devolución de una parte de las retenciones, se trata de una política que se aplica de forma arbitraria, discrecional e inequitativa a un número limitado de productores. Es una medida que no influirá en absoluto en las decisiones de producción, debido a que el sector necesita más certezas, y menos burocracia”.
“El campo está golpeado y desfinanciado. A futuro, el panorama es tremendamente desalentador”, sentencia la declaración.
“De no mediar un cambio en la política, la situación será aún más complicada y se tornará insostenible. En el corto plazo se necesitan medidas urgentes: eliminación de ROEs, eliminación parcial o total de retenciones y un tipo de cambio competitivo o diferencial para el agro. En el largo plazo, la clave debe ser la competitividad de la cadena agroindustrial argentina, con una visión federal. Debe surgir de la interacción entre los sectores públicos y privados, con diálogo, disenso y consenso, pregonando el respeto de las partes. Lógicamente que infraestructura y reglas claras son pilares fundamentales para lograrlo. Asimismo, la cadena debe pensar como una unidad y no como actividades con intereses contrapuestos”, agrega el comunicado.
Y concluye expresando que “la Bolsa de Cereales de Córdoba, al igual que otras instituciones, se suma al pedido de apertura al diálogo y brinda su voluntad de colaboración para solucionar este problema que es de todos los argentinos”.
La Rural, muy crítica
La opinión de la Bolsa se conoce al mismo momento en que abrió sus puertas la Rural de Buenos Aires con duras palabras de parte del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere.
Entre otras cosas, Etchevehere advirtió que «sería una mala noticia» que el precandidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, mantenga la política agropecuaria impulsada por el kirchnerismo durante la última década en caso de imponerse en las elecciones de octubre.
Durante el tradicional corte de cintas de la muestra 129° de Palermo, el electo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mostró a favor de «reducir» o «eliminar las retenciones» a las exportaciones granarias, y consideró necesario «sacarle el pie que le pusieron en la cabeza al campo en estos diez años».
El actual jefe de Gabinete -que reemplazó a Mauricio Macri, ausente por un tema de «agenda»- instó también a «volver al diálogo» entre la Nación y la dirigencia rural, aunque dudó que «de un día para el otro el Gobierno saque un plan de la galera» para favorecer al sector agropecuario.
Sin contar con representantes de la Federación Agraria Argentina (FAA), Etchevehere estuvo acompañado de sus pares de CRA, Rubén Ferrero, y de CONINAGRO, Egidio Mailland, quienes en diálogo con DyN apoyaron los pedidos realizados por la Sociedad Rural respecto a la necesidad de contar con definiciones políticas por parte de Daniel Scioli.
«En el campo, se pueden generar 700 mil puestos de trabajo en forma directa y 400 mil de manera indirecta, es decir un 1,1 millón de empleos de aquí al 2020, y esto es lo que está en juego en estas elecciones: todos los partidos de la oposición han presentado por escrito lo que harían con este sector que aporta el 60 por ciento de las divisas que entran al país y representa un tercio de la mano de obra», dijo Etchevehere.
Agregó que «lamentablemente hasta ahora el oficialismo no lo ha hecho, cuando venimos de doce años de políticas del oficialismo que han perjudicado la actividad agropecuaria: con 138 frigoríficos cerrados, 18 mil trabajadores de la carne en la calle, desaparecieron 34 mil productores ganaderos, sembramos el mismo trigo que hace 100 años, y hay desocupación y ruptura de la cadena comercial en el Interior».
«Por esto, tenemos que preguntarle al candidato del oficialismo (del Frente para la Victoria), por escrito, como han hecho otros, no es acto de soberbia: no basta con decir ‘vamos a revisar las retenciones'», dijo Etchevehere, y consideró que «necesitamos algo más concreto».
Por ello, la SRA reclamó «definiciones» sobre la situación futura de las retenciones, ROEs, política cambiaria y monetaria, entre otras cuestiones, y por ello, según Etchevehere, «sería más que una mala noticia» que Scioli, de triunfar en las elecciones presidenciales de octubre, se disponga a mantener la política agropecuaria impulsada por el kirchnerismo.
El dirigente ruralista consideró que «ojalá» Scioli pueda «revisar la frase» dada por el candidato que refirió que con su administración ‘no se dará un paso atrás’ con la política impuesta en los últimos años.
En un comunicado que aparece en su página web; el Centro de la Industria Láctea (CIL) explica que el sector “está atravesando por una de las crisis más profundas y extensas de la que se tenga registro”, y reconoce que en este escenario no podrán evitarse las rebajaste precios al productor. También avisa que en caso de conflictos y bloqueos, las usinas no recibirán la leche, haciendo responsables a los tamberos de posibles pérdidas.
En la misma página institucional, en la sección de Socios, entre los logos de las grandes empresas lácteas aparecen al menos media docena de espacios vacíos: antes eran ocupados por varias empresas que la semana pasada pegaron un portazo, enojadas por el último cierre paritario firmado por el CIL con el poderoso gremio de trabajadores de esa industria, ATILRA. Mientras se baja el precio de la materia prima colocando a muchos tamberos al borde de la supervivencia, los obreros cobrarán un adicional de 31% o más, porque anualizado el aumento llegaría a 37%.
Con la renuncia de firmas como Lactear, San Ignacio, Magnasco y Remotti quedó plasmada la crisis dentro del bloque lácteo, donde un grupo reducido timoneado por las compañías grandes (SanCor, Mastellone, Saputo y Danone) terminó arrastrando al resto a una paritaria que muchos tildan de “suicida”, pues los aumentos salariales serían “impagables”. Algo de esto previeron las empresas chicas de Apymel, que se mantuvieron casi al margen de las negociaciones.
El comunicado del CIL es claro respecto de la grave situación. Por un lado habla de un mercado interno “plenamente abastecido” que obliga a exportar un 30% de la producción. Pero de inmediato advierte que exportar se ha convertido en una tarea titánica, porque hay una “superproducción mundial de leche” que deprime todos los precios y deja a la Argentina fuera de competencia. Un ejemplo: cerca de 35.000 toneladas de quesos en stock no encuentran mercado.
Peor la pasa la leche en polvo. En marzo de 2014 se exportaba a 5.000 dólares y hoy a caído a 1.850 dólares. Es decir que el principal producto lácteo se abarató 63% en 15 meses, mientras que el costo de producción (debido a la inflación y los ajustes salariales) no baja de los 3.500 dólares por tonelada.
Entre estos números, la industria parece agarrada por alfileres. Las nueve principales empresas tienen una deuda en pesos por 2.900 millones, una cifra inédita, mientras prevén que las chances de recuperación podrían llegar recién a la mitad de 2016.
Fuente: El Cronista
«Creo que el mundo pasa por un proceso bastante delicado», señaló la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, en la ciudad rusa de Ufá, que acogió la cumbre de los BRICS, y apuntó que en el caso particular de Brasil se trata de «un momento extremadamente adverso».
En sus declaraciones, difundidas por la Presidencia de Brasil, afirmó que aunque la economía brasileña no está «con el viento a favor», sí cuenta con «fundamentos sólidos» para retomar el rumbo del crecimiento. Según coinciden todas las proyecciones, la economía brasileña se encogerá este año al menos un 1,2% y la inflación cerrará en torno al 9%, en un escenario de desaceleración del consumo y aumento del desempleo.
Rousseff argumentó que la inflación en el país ha tenido presiones coyunturales, y no estructurales, lo que como resultado arrojó un reajuste de los precios relativos y también la devaluación del real. «Nadie en el mundo ha sufrido una devaluación como sufrimos nosotros sin padecer efectos inflacionarios. Pero no se espera que esa devaluación continúe sistemáticamente. Va a disminuir su intensidad», afirmó.
La jefa de Estado también se refirió al impacto de la crisis internacional y aseguró que su gobierno está adoptando las medidas necesarias para minimizar sus efectos, con iniciativas para proteger el nivel de empleo e intentar evitar una disparada de la inflación. «Espero que Brasil recupere las condiciones de competitividad. Eso ya se ve en el aumento de las exportaciones» que se registra desde inicios de este año, apuntó la mandataria brasileña ante los medios.
«Estamos trabajando para salir rápido de la crisis», declaró la mandataria, quien reiteró que en el Gobierno existe una «gran preocupación por que, de hecho, se acabó el ‘superciclo’ de materias primas», en alusión a la pronunciada caída de precios en los mercados internacionales.
Según Rousseff, tanto Brasil como el resto de los países de América Latina, que son en general grandes exportadores de materias primas, deberán «hacer un gran esfuerzo para diversificar sus actividades económicas». Con relación a Brasil, sostuvo que ya cuenta con una economía «bastante diversificada», que «no está basada en uno, dos o tres productos», por lo que manifestó confianza en que ese país tendrá una «rápida recuperación».
La nueva propuesta que Grecia llevará a los líderes europeos “va en línea” con la presentada hace una semana, según reveló hoy Daniel Munevar, asesor del ex ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis.
Munevar explicó que la propuesta de Grecia “toma como base” la realizada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hace un par de semanas, estando dispuesto el Gobierno heleno a asumir una suba del IVA.
Eso sí, Munevar, que sigue trabajando con Varoufakis, subrayó que cualquier acuerdo “tiene que contener” la reestructuración de la deuda del país, en línea con el planteamiento del FMI, así como un paquete de financiación e inversión a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
Munevar insistió en que cualquier acuerdo que no incluya la reestructuración de la deuda griega y mecanismos de financiación para aliviar la situación “no es viable” para la población, tal y como, a su juicio, ha demostrado el referéndum del pasado domingo, donde el ’no’ ganó por amplia mayoría.
“Con la legitimidad que ha ganado el Gobierno griego en el referéndum, la idea es tender un puente hacia las instituciones europeas”, dijo Munevar, que destacó del nuevo ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, su “extremada inteligencia y preparación”.
La Séptima Cumbre anual de los gobernantes de las potencias emergentes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), también coincide con la creciente tensión entre Rusia y Occidente por Ucrania y la expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte , así como por el crecimiento económico de Asia, en particular de China.
Los lideres de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tratarán la crisis de Grecia, la situación en Ucrania y la amenaza del Estado Islámico (EI) en la cumbre que se celebrará los días 8 y 9 de julio en la ciudad rusa de Ufá, anunció hoy el Kremlin.
“Durante un almuerzo de trabajo en régimen cerrado, (los líderes) tratarán toda la actualidad de la agenda internacional, incluidas Ucrania, Grecia y la amenaza terrorista por parte del Estado Islámico”, dijo a los periodistas Yuri Ushakov, asesor del presidente ruso, Vladímir Putin.
(AP) – Francisco Xavier salió del establecimiento de préstamos al día (montos chicos) con más cara de enfado que cuando ingresó en el lugar. Le negaron un crédito y ahora no sabe cómo hará para saldar unas deudas que se le han salido de control, incluidas las de las tarjetas de crédito que le consumen casi la mitad de su ingreso mensual.
Xavier es taxista y figura entre las filas cada vez más grandes de «súper deudores», personas que subieron a la clase media durante el auge económico que duró casi una década en Brasil pero que ahora están endeudadas hasta el cuello mientras se paraliza la economía de su país, la más grande de América Latina, con el consiguiente aumento de la inflación y el desempleo.
Las principales oficinas de información de crédito de Brasil calculan que hasta abril, más de 55 millones de brasileños estaban rezagados en los pagos de sus tarjetas o préstamos.
La cifra equivale al 37% de la población adulta de los 200 millones de habitantes del país y va en aumento.
De acuerdo con la oficina de información de crédito SPC, las listas de personas en esa situación aumentaron en unas 700.000 desde enero, cuando los principales establecimientos de esa especie comenzaron a trabajar juntos en listas combinadas por primera vez.
Soraia Panella, coordinadora del servicio a clientes en la agencia de protección al consumidor Procon en Río de Janeiro, dijo que ve con frecuencia personas que viven al filo de la estabilidad financiera y caen en un agujero del que les es casi imposible salir debido a un infortunio súbito.
«A la mayoría de las personas que vienen aquí se les salen primero las lágrimas y después no paran de llorar. Se sienten avergonzados y creen que no pueden salir de su problema», dijo Panella, cuyo equipo ayuda a unos 450 deudores a que fusionen sus pagos todos los días.
«Creo que se va a poner mucho peor de lo que ya está», agregó.
Después de que Brasil registrara en 2010 su máximo nivel de crecimiento de 7,5%, su economía se ha desacelerado de manera continua. Este año, se contrajo 0,2% en el primer trimestre y según pronósticos retrocederá 1% todo el año.
El auge del crecimiento se debió en parte a la avidez de China por materias primas brasileñas, como mineral de hierro y soja. Sin embargo, los gobiernos de izquierda de la presidenta Dilma Rousseff y en especial del predecesor de ella, Luiz Inacio Lula da Silva, dependieron considerablemente de los consumidores para impulsar el crecimiento durante casi una década.
Entre otros aspectos, el gobierno otorgó beneficios fiscales para alentar las ventas de coches, eliminó un impuesto a artículos costosos para el hogar, bajó las tasas de interés e incentivó a los bancos para que extendieran créditos a los brasileños de clase media baja.
El consumo interno, que en 2004 representaba el 53% del producto interno bruto de Brasil, aumentó a 63% del total en 2014. Los consumidores provistos con tarjetas de crédito y beneficiados con incentivos fiscales compraron pantallas planas de televisión, refrigeradores, motonetas y vehículos compactos.
Con acceso fácil a los préstamos y habituados a comprar en varios pagos mensuales artículos de poco precio como zapatillas deportivas e incluso alimentos, los consumidores brasileños acumularon tantos recibos de pago que ahora destinan el 30% de sus ingresos disponibles a liquidar sus deudas, dijo el Banco Central.
En contraste, los consumidores en Estados Unidos destinan al pago de sus deudas poco más del 5% de sus ingresos, según la Reserva Federal.
Ahora ese endeudamiento amenaza con convertir nuevamente en pobres a algunas personas que habían logrado escalar a la clase media.
Según la Agencia Brasil de noticias, a finales de 2014 el número de personas en extrema pobreza aumento 3,5% sobre el año anterior, por primera vez en una década. Las cifras de 2014 no están disponibles todavía.
Gran parte del problema, según los analistas, se debe a las tarjetas de crédito, que se han comercializado de forma agresiva entre consumidores de bajos ingresos a costos muy elevados.
Las tasas de interés aplicadas a tarjetas de crédito en Brasil son astronómicas y alcanzan alrededor de 200% al año en comparación con 12% en Estados Unidos.
Los bancos brasileños afirman que las altas tasas se justifican porque carecen de información sobre el historial crediticio de las personas, en tanto que los detractores afirman que las instituciones financieras simplemente explotan a sus clientes.
Cualquiera que sea la causa, el retraso en un pago puede convertirse en una abultada deuda como si fuera una bola de nieve.
«Las tarjetas de crédito son mi tentación», dijo Xavier, el conductor de taxi.
Las compras de aparatos y muebles para su nuevo apartamento y el derroche en artículos como ropa y perfumes devinieron en pagos de tarjetas de crédito que le consumen casi la mitad de su ingreso mensual equivalente a unos 2.000 dólares. Después de pagar la renta y el sustento de sus cuatro hijos, Xavier dijo que no le queda casi nada y lamenta tener tarjetas de crédito.
«Desearía hacerlas cachitos», apuntó.
Debido a los años de hiperinflación que vivió el país a principio de la década de 1990, entre los brasileños como Xavier se volvió hábito gastar rápido o ver como su dinero perdía valor de la noche a la mañana.
«Los consumidores en Brasil viven en el límite», dijo la economista en jefe de SPC, Marcela Kawauti. «Gastan todo lo que ganan al mes… y no les preocupa demasiado tener un colchón por si sucede algo».
Paula Dutra Alves, que vive en Río y cuyo único ingreso mensual es un cheque equivalente a 254 dólares por discapacidad debido a un problema en la espalda, dijo que su calidad de vida va en deterioro.
Después de que los médicos le diagnosticaran una hernia, Alves pidió prestado a un establecimiento de créditos al día (montos chicos) para comprarse unas medicinas y pagar rentas atrasadas de su casa.
Debido a los intereses, su préstamo equivalente a 540 dólares se infló en unos cuantos meses a 1.325 dólares. Ahora no sabe cómo pagar y teme que pronto esté viviendo en las calles.
«Me cambié a un lugar más barato, dejé de utilizar el autobús e incluso reduje mis compras de alimentos», señaló Alves. «Ya no hay más de donde cortar», afirmó.
(AP) – Como una tromba, Isabel Carmona recorre los pasillos de un sofocante edificio prefabricado, que por falta de presupuesto por casi cuatro décadas ha sido la «sede provisional» de la escuela de Administración y Contaduría de la Universidad Central de Venezuela, la mayor y más antigua del país.
Carmona se dedica incansablemente a asesorar a profesores y estudiantes, dirigir estudios de postgrado y hasta a resolver problemas administrativos como la falta de insumos, entre ellos los que obligan a los estudiantes a tolerar la molestia de recibir clases en aulas que tiene años con el aire acondicionado dañado.
Ese esfuerzo no parece hacer mella en Carmona, una profesora jubilada de 61 años, que sigue impartiendo clases en una de las escuelas más golpeadas por otro tipo de escasez, aún más determinante, la falta de docentes
Sumida en una crisis económica con una inflación galopante, severos problemas de escasez de alimentos y bienes básicos y una contracción del aparato productivo que tiende agravarse, han convertido a Venezuela, otrora una nación receptora de inmigrantes, en un territorio inhóspito para los empleados de alto nivel que se van del país en busca de mejores condiciones de vida.
Los profesores universitarios, sobre todo los mejores calificados, se han sumado a esa fuga de cerebros, ahuyentados por tener en su mayoría ingresos cercanos al salario mínimo mensual como consecuencia de crónicos presupuestos deficitarios y la tardanza del gobierno en aprobar aumentos distintos a la escala más baja.
Recién el 6 de junio, en un esfuerzo por evitar un paro nacional, el gobierno aprobó un incremento entre 30% y 70%, que muchos catalogan de insuficiente.
«Algunos profesores han decidido retirarse, se van para el exterior y empiezan a ganar en dólares; otros se van para empresas privadas, piden trabajar a tiempo parcial», dijo Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, o UCV, a la Associated Press.
La deserción de muchos profesores comienza a poner en riesgo la calidad de la educación superior y constituye una amenaza para el funcionamiento de las principales casas de estudios de Venezuela. Trabajos de investigación y asignaturas básicas frecuentemente quedan en suspenso «por no contar con un profesor para esto», dijo Jazmín Palermo, estudiante de economía de 25 años.
De acuerdo con cifras de las cinco universidades públicas más grandes del país, unos 1.600 profesores renunciaron a sus cátedras en los últimos cuatro años. La Federación de Profesores está realizando un censo para dar cifras completas del sector a más tardar en julio, que incluiría todas las universidades públicas.
Según Márquez, más de 700 profesores en el caso de la UCV se han ido desde 2011 de un total cercano a los 4.000 docentes activos que tenía para entonces y más de 400 en la Universidad Simón Bolívar. El sueldo «no me alcanza, así de simple; pero el problema no es ese, el problema es el poco valor que tiene el profesor universitario» en la sociedad venezolana, agregó.
«Esta escuela que es la escuela que forma a los administradores de negocios, que forma a los contadores, no tiene personal de planta y con sueldos tan bajos, ¿cómo le dices a una persona joven `quédate aquí dando clase?'», aseveró.
Varios profesores consultados, como Márquez y Rodríguez, que llevan años en la academia coinciden en decir que dos décadas atrás un profesor de la UCV devengaba un sueldo equivalente a 20 o más salarios mínimos y, ahora, el que más gana recibe el equivalente de dos salarios mínimos.
Para algunos profesores entrevistados, incluso, es un lujo comprar un libro en meses, coincidieron varios profesores consultados.
El déficit de profesionales universitarios con doctorados en otros países también ha contribuido al aumento de la fuga de profesores venezolanos, quienes están recibiendo ofertas de varios lugares del mundo.
Entre los oferentes está Ecuador, donde crearon un novedoso programa para combatir la fuga de cerebros con miras a darle a su país la posibilidad de competir a nivel mundial. Ese proyecto también contempla la importación de cerebros, ya sea de ecuatorianos en el exterior o de extranjeros.
Países como «Ecuador se han beneficiado de la tragedia venezolana», dijo a la AP Pedro Rodríguez, doctor en biología celular y profesor de la UCV. Esto «va a trascender en generaciones. «Ellos van a pagar por los errores de las políticas públicas… signadas por la mezquindad».
Rodríguez, de 52 años, que tiene un permiso remunerado de un año para realizar un trabajo de investigación en el departamento de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Chicago, puso como ejemplo su situación: «por cada unidad monetaria que yo recibo en Venezuela, yo aquí (en Estados Unidos) recibo 92».
El gremio nacional de profesores sostiene que la fuga de recursos humanos de las universidades estatales sería «producto de la política del gobierno» de los presidentes Hugo Chávez y de su sucesor Nicolás Maduro.
«Hay un proyecto político que se caracteriza por la destrucción de las instituciones», que tienen una postura «critica, que es formadora de libre pensamiento, que tiene una posición contraria a la política gubernamental», dijo Márquez. Este «proceso de destrucción» comenzó cuando el gobierno de Chávez hizo una propuesta para que el Estado interviniera organizaciones sindicales y gremiales.
A partir de «allí lo que hemos visto es la pérdida del poder de las organizaciones sindicales y gremiales en la lucha por su derecho, dificultando la realización de elecciones internas», entre «otras acciones que constituyen una intromisión», comentó el líder gremial.
Resaltó que tras ser derrotada una supuesta estrategia de descredito de las autoridades gremiales y sindicales para tomar control de las universidades, el gobierno empezó a «ejercer un control en el presupuesto que ya conduce en más de 50%… deficitario en un 65% y que manda a cuenta gotas».
Según los gremios laborales el gobierno, además, inició una política para aplanar las escalas salariales.
La crisis se agudizó entre 2010 y 2012 cuando los salarios del sector universitario permanecieron congelados. Como consecuencia, el sueldo de muchos docentes estuvo formalmente hasta el 5 de junio por debajo del salario mínimo, según la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela.
El salario mínimo en Venezuela es de 7.324 bolívares, unos 1.162 dólares a la tasa oficial de 6,30 bolívares por dólar, pero menos de 25 dólares según la cotización de la divisa en el mercado negro; ampliamente utilizado para establecer muchos de los precios de los bienes.
Venezuela ha registrado en los últimos nueve años una de las mayores tasas de inflación de la región a pesar de tener control de precios y de cambios desde hace once años. Los analistas asocian los problemas de la inflación y el desabastecimiento al agotamiento de este modelo de controles y a un crecimiento del gasto público que ha llevado el dinero circulante en la economía a niveles nunca vistos. El año pasado, la inflación cerró en 68,5%.
El 2013 se produjo un incremento salarial tras estallar un conflicto que no compensó ni la inflación ni el deterioro sufrido, resaltó Márquez. Con ese ajuste, en los siguientes dos años se redujo el sueldo de los profesores mejor remunerados en cerca de dos salarios mínimos y las diferencias salariales entre los profesores de niveles más bajos, como los recién contratados, y los beneficiados con el incremento anual del salario mínimo.
The Associated Press solicitó entrevistas a los funcionarios del Ministerio de Educación Superior, pero no estuvieron disponibles de inmediato.
«Es tanto el amor que nosotros le tenemos a esta universidad», (que) no solamente generamos ingresos para subsistir… sino que subsidiamos a la Universidad», dijo Morayma Rondón, profesora de la escuela de Trabajo Social.
En tanto, la profesora jubilada Carmona, que sigue trabajando en la UCV para evitar que la falta de profesores obligue la suspensión de materias esenciales, ha tenido que buscar empleo fuera del claustro universitario.
También trabaja en una firma de contadores pues su ingreso total de un año en la universidad, unos 180.000 bolívares, «no me alcanza para comprar el boleto para ir a ver a mis hijos», que viven en Pembroke y Doral, Florida, dijo la profesora con lágrimas en los ojos.
El boleto de avión le cuesta unos 14.600 dólares al cambio oficial de 12 bolívares por dólar.
(Télam) – La crisis económica eliminó un tercio de la clase media española
Los problemas que viene atravesando el país ibérico desde hace siete años impactaron muy fuerte sobre todo en ese segmento, según un informe de la Caixa.
Por ejemplo, el número de ocupados en la franja salarial intermedia se desplomó 35%, mucho más de lo que ha descendido entre los sueldos más altos y los más bajos, según el informe que difundió la agencia de noticias Ansa.
En el mismo se señala que los sueldos más bajos sólo disminuyeron 10% entre 2008 y 2014, pese a que la crisis comenzó afectando a los trabajos temporarios y en mayor medida a los empleados registrados.
En este escenario se observa que la banda de salarios más bajos es donde más se está creando ahora empleo, que en el caso del año pasado representó 60 por ciento del total.
La tasa de desocupación en España continua siendo muy elevada, 23 por ciento, con 5,4 millones de personas sin trabajo, frente al 11% de 2008, cuando el número de desocupados ascendía a 2,5 millones.
(AP) – Los periodistas en muchos lugares del mundo se enfrentan a un deterioro del entorno en el que trabajan, según un organismo de supervisión democrática que registró un drástico declive en la libertad de prensa durante 2014.
En su informe anual, publicado el miércoles, el grupo Freedom House indicó que la libertad de prensa en el mundo bajó el año pasado a su punto más bajo en más de 10 años. Sólo una de cada siete personas vivían en países donde la cobertura de noticias políticas era sólida, la seguridad de los periodistas está garantizada y la intromisión del estado en los asuntos de los medios es menor, señaló la organización.
Los peores clasificados en la lista de Freedom House fueron: Bielorrusia, Crimea, Cuba, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Siria, Turkmenistán y Uzbekistán.
En los primeros puestos se encontraban Noruega, Suecia y Bélgica. Estados Unidos quedó en el puesto 34 de los 199 países y territorios analizados.
Un importante factor que contribuyó al declive fueron nuevas leyes que restringían a los medios, señaló Freedom House. El informe menciona normas en Rusia y México que impusieron nuevos controles sobre los blogs. La violencia física y la intimidación de periodistas siguieron siendo un problema, especialmente en lugares como Siria y Nigeria.
«Los gobiernos emplearon las leyes antiterroristas o de seguridad como pretexto para silenciar voces críticas», indicó la directora de proyecto del informe, Jennifer Dunham. «Los grupos armados y bandas criminales emplearon tácticas cada vez más descaradas para intimidar a periodistas, y los propietarios de medios intentaron manipular el contenido noticioso para servir a sus intereses políticos o empresariales».
Freedom House clasifica a los países como libres, parcialmente libres o no libres. De los países estudiados el año pasado, la organización describió a 63, o el 32%, como libres: 71, o el 36%, como parcialmente libres; y 65, o el 32%, como no libres.
La organización conservó a Cuba entre los 10 países más represivos del mundo pese al reciente acercamiento de la isla a Estados Unidos.