El grupo Vila–Manzano compró el 20% del diario El Cronista Comercial al empresario Francisco de Narváez. Daniel Vila y José Luis Manzano ya son socios de De Narváez en América TV, pero ahí Vila tiene el manejo editorial; mientras que hasta ahora El Cronista era manejado exclusivamente por el empresario y ex legislador, quien se lo compró hace 10 años al grupo español Recoletos.
El ingreso de Vila–Manzano en El Cronista no se anunció oficialmente. Por eso, esta semana corrieron rumores que iban desde que había comprado el 30% del diario, hasta que los ingresantes tenían todo el paquete accionario.
En esas versiones, mencionaban que el nuevo director sería el periodista Román Lejtman, en reemplazo de Fernando González. Sin embargo, ambos periodistas, de buena relación personal, negaron los trascendidos sobre ellos.
De todos modos, se dice que Vila y Manzano podrían tener una mayor participación accionaria, aunque no hay datos firmes que lo sostengan.
“Ellos siempre quisieron tener un diario económico. Habían querido comprar Ambito Financiero, pero Cristóbal López les ganó de mano”, dijo una fuente cercana a Vila–Manzano a Clarín.
De Narváez se está replegando, después de que sufrió un serio revés en su carrera política, cuando era diputado massista; tuvo que renunciar a su precandidatura a la gobernación bonaerense luego de difundirse su agresión a un periodista.
Francisco De Narváez propuso que los principales postulantes a la presidencia de la oposición compitan juntos en una interna en las PASO de agosto próximo para evitar que el kirchnerismo gane las próximas elecciones. «Si la oposición sigue así, Cristina gobierna el país», aseguró el diputado nacional y precandidato a gobernador bonaerense por el Frente Renovador en diálogo con Radio Latina.
«¿Les vamos a dar ocho años más [de gobierno]? ¿O le vamos a poner punto final y comenzar un nuevo ciclo?», indicó De Narváez, que mantiene contactos con PRO para competir en una interna con la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, por la sucesión de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires.
Según la visión del legislador y empresario, ni Mauricio Macri, ni Sergio Massa , ni Ernesto Sanz , ni José Manuel De la Sota o Elisa Carrió pueden derrotar «solos» al postulante que surJa de la interna del Frente para la Victoria -Scioli o Florencio Randazzo -.
«Para ponerle punto final al kirchnerismo, hay que unirse y ganar la elección como lo hicimos en 2009 y 2013. Vamos todos a una primaria donde la gente nos ordena», sostuvo.
«Si hay un candidato único [de la oposición], es muy probable que el kirchnerismo pierda la provincia de Buenos Aires. Si pierda la provincia, pierde la presidencia», analizó De Narváez.
Para el diputado, la oposición debe unirse porque en las elecciones de octubre «se juegan los próximos ocho años de gobierno». Es más, admitió que estaría dispuesto a declinar su candidatura en la provincia de Buenos Aires si pudiera «ser prenda para la unidad» opositora.
En medio de los rumores de un eventual distanciamiento con el líder del Frente Renovador, De Narváez participó ayer junto con Massa de una recorrida por Morón. «Expresamos un modelo de crecimiento con inversión, de empleo, de equilibrio fiscal y sin inflación. Otros sectores hacen planteos absurdos», tuiteó el ex intendente de Tigre tras el raid proselitista.
(DyN) – El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, calificó como «histórica» la marcha organizada ayer al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, y afirmó que «el eje estaba puesto en reclamar el futuro».
«Me genera una enorme alegría porque fue una marcha histórica en la línea de la convivencia democrática, respetuosa. Una marcha pacífica, donde el eje estaba puesto en reclamar el futuro», señaló.
En declaraciones a radio Vorterix, el precandidato presidencial por el PRO aseguró además que la gente «pedía una Justicia independiente, un sistema democrático más sólido y más instituciones».
En tanto, el senador nacional y aspirante presidencial de UNEN, Ernesto Sanz, advirtió que el «éxito rotundo» de la marcha de silencio «fue un nuevo ejemplo de mala praxis del Gobierno», porque la había calificado como «golpista» y resultó «una movilización masiva no violenta y esperanzadora».
«La marcha de ayer fue un nuevo ejemplo de mala praxis del Gobierno, acostumbrado a la mala gestión, que no puede resolver la inflación, no puede resolver el avance del narcotráfico, el avance de la inseguridad, al que la educación pública se le ha caído a pedazos en calidad y la salud es un sistema que no funciona», enfatizó Sanz en diálogo con radio Mitre.
Y amplió: «Le agrega ahora la mala praxis de una movilización a la que le dedicó los últimos 10 días con un empeño y una enjundia digna de mejores cosas caratulándola de golpista, de que estaba encabezada por verdaderos monstruos».
Consideró que «lo que logró con este nuevo ejemplo de mala praxis» el Gobierno fue «que la movilización de ayer fuera un éxito rotundo: una movilización masiva no violenta y esperanzadora».
Por su parte, el diputado nacional y aspirante a gobernador bonaerense por el Frente Renovador, Francisco De Narváez, advirtió que «hace un mes comenzó una causa judicial» por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, pero la marcha de silencio demostró que «ayer comenzó una causa de la gente».
Además, calificó a la movilización como «conmovedora» y consideró que los concurrentes a la marcha pidieron que se les garantice que «los jueces y los fiscales no van a tener miedo, que van a poder hablar por sus fallos».
El legislador estimó luego que «la inmensa mayoría de los argentinos, inclusive gente que vota al Frente para la Victoria, pidió que el que gobierne garantice que los jueces y los fiscales no van a tener miedo, que van a poder hablar por sus fallos».
Asimismo, la diputada nacional y líder de GEN, Margarita Stolbizer, admitió que la marcha de silencio tuvo «un tono opositor», aunque se preguntó si el Gobierno esperaba que «la gente» se reuniera «en la calle para aplaudirlo».
La legisladora estimó que la multitud estuvo movilizada por un «reclamo de justicia que se le hace a un gobierno que viene atropellando a la Justicia», lo que generó «mucho enojo, mucha angustia y mucha indignación» en la ciudadanía.
«Yo me inclinaría a decir que fue una marcha que marcó claramente un tono opositor y eso no la deslegitima. El Gobierno intentó descalificar a la marcha diciendo que fue opositora. ¿El Gobierno qué espera, que la gente se reúna en la calle para aplaudirlo?», planteó Stolbizer en diálogo con radio Mitre.
La líder de GEN opinó que, «si la actitud y la reacción de la presidenta (Cristina Fernández) y de los funcionarios del Gobierno después de la muerte del fiscal (Alberto Nisman) hubiera sido otra, tal vez no hubiera habido marcha».
«Pero el Gobierno viene juntando mucho enojo, mucha angustia y mucha indignación (en la ciudadanía)», concluyó.