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Desocupación

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En la provincia de Córdoba, hay más de 150.000 personas sin trabajo y los que lo tienen perciben un salario promedio de $ 5.500.
Estos datos son algunos de los que publicó la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia y que corresponden a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) que elaboró el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en 2014.
Si bien el propio INDEC trimestralmente difunde indicadores de empleo y socioeconómicos, los mismos corresponden a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que sólo se realiza en el Gran Córdoba y Río Cuarto. La EAHU, en cambio, se hace en todos los centros urbanos de más de 2.000 habitantes y por ello permite hacer una proyección válida para todo el territorio provincial.
Algunos de los principales datos que surgen del informe son los siguientes:

  • La tasa de desocupación se incrementó notablemente desde 2010, pasando del 7,2% de la Población Económicamente Activa (PEA) a un 10,3% en 2014. El pasado año fue el primero del último quinquenio en que se superaron los dos dígitos de desempleo.
  • A valores reales, esto significa que de 96.538 desocupados que había hace cinco años, se llegó a 152.761 el año pasado, lo que significa que los problemas económicos han sumado unos 56.000 cordobeses que están en edad de trabajar y buscan hacerlo en la provincia pero no lo consiguen.
  • De todos modos, la tasa de actividad pasó desde 2010 del 56% de la población al 60,6%. Es decir, que si bien se incrementó la cantidad de desempleados, eso ocurrió también en alguna medida porque creció la cantidad de gente en edad de trabajar y que busca un puesto laboral.
  • El salario medio para un cordobés el año pasado se situó en $ 5.429,80. Esto es un 25,7% por encima de los $ 4.320,20 del año anterior. En 2010 el valor era $ 2.064.
  • Para los empleados en negro, el sueldo medio se ubicó en $ 3.299,60, 29,3% más que los $ 2.551,20 de 2013. La serie arranca en 2010 con $ 1.174,90.
  • Los trabajadores que revistan en el régimen privado formal, en cambio, ganan más del doble que los que no tienen aportes ni obra social. La remuneración promedio llegó a casi $ 7.000 ($ 6.969), 27% por encima de un año antes ($ 5.474,90). Hace cinco años, la cifra era de $ 2.547,90.
  • En cinco años creció la cantidad de gente que tiene más de una ocupación para poder sobrevivir. En 2010 sólo 6,7% de los trabajadores tenía más de un trabajo, mientras que el porcentaje subió a más de 10,1% el último año.
  • Un tercio de los que pierden un empleo tardan más de un año en conseguir otro. El 12% menos de un mes; el 22,1% de uno a tres meses; el 16,5% de tres a seis meses y el 16,4% de seis meses a un año.

Un total de 56.000 personas buscan trabajo y no lo encuentran en el Gran Córdoba, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), referidos al empleo.
Esto significa una tasa de desocupación del 7,9% al cierre del primer trimestre del año, lo que implica una fuerte reducción en relación al 9,1% que estaba en esa misma situación en igual período de 2014.
Así, de tener la mayor tasa de desempleo del país en las últimas mediciones, el Gran Córdoba se acerca más a la media nacional del 7,1%, idéntica a la registrada doce meses atrás.
El Gran Buenos Aires, Gran Tucumán, Salta, Río Cuarto o Mar del Plata son algunos de los aglomerados que mostraron de enero a marzo una mayor tasa de desempleo que el Gran Córdoba, cuando en el último semestre de 2014 el conglomerado de la capital provincial y localidades aledañas había liderado el ranking.
En lo que respecta a la subocupación, también mostró un descenso interanual, pasando de un porcentaje del 11,4% a uno del 10,6%, que a valores reales significa unas 75.000 personas afectadas por el problema de trabajar menos de 35 horas semanales.
A nivel nacional, este indicador también se redujo, de 8,1% a 7,6%.

Pese a que el Gobierno, a través del INDEC, asegura que la economía está repuntando, los números reales muestran otra cosa.
Es el caso del Índice de Demanda Laboral (IDL) que se sumó a la larga lista de indicadores que arrancaron el año con guarismos negativos.
Según los datos del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE), el IDL registró una caída del 19,5% en enero, en comparación con el primer mes del año pasado, que se explica por la disminución en el número de pedidos de personal calificado (- 24,71%) y no calificado (- 6,4%).
En relación a diciembre, en tanto, hubo un alza de 8,96% en el registro con estacionalidad, mientras que en términos desestacionalizados fue del 4,92%.
El informe destaca que, en términos mensuales, el empleo calificado creció un 0,57%, en tanto que el no calificado registró una variación positiva del 30,97%. En el primer grupo, la demanda de profesionales disminuyó un 6,49%, mientras que los pedidos de no profesionales crecieron un 3,09 %.
En el análisis por sectores, servicios presentó la única caída; un 8,14% en comparación con el mes anterior; a diferencia de industria y comercio cuya demanda creció en 34,19% y 6,82%, respectivamente.
Si se hace la comparación interanual el rubro industria subió 0,97%. Por el contrario, servicios y comercio, cayeron  46,86% y 8,67%, respectivamente.

La utilización de la agencia oficialista de noticias Télam para desacreditar las informaciones surgidas de los medios de comunicación que el Gobierno considera opositores llegó a la insólita situación de un título en el que, intentando atacar esas noticias, terminaron dejando mal parado al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Es que, según la agencia manejada por La Cámpora, “Capitanich destacó hoy un incremento en la creación de nuevas cuentas sueldos entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014 que alcanzó la confección de 316.823 nuevos plásticos, al salir al cruce de informaciones periodísticas sobre un supuesto aumento de la tasa de desempleo”.
De haber sido cierto esto, pues entonces Capitanich estaría desmintiendo a su propio Gobierno, ya que la información sobre el aumento de la desocupación surgió del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que reveló un alza de la tasa del 6,4% en el último trimestre de 2013 al 6,9% a fines del año pasado.
Es decir, los datos oficiales indican esta situación, no son una suposición ni una lectura parcializada de ningún tipo de medio de comunicación.
En rigor, Capitanich intentó una chicana dialéctica con los periodistas, acusándolos de usar las cifras del Banco Central o las del INDEC cuando convienen a sus supuestos intereses particulares, sin ser «objetivos».
«Como ustedes recuerdan, desde la oposición política y desde medios (de prensa) opositores utilizaron una cifra similar aduciendo que efectivamente se habían cerrado cuentas de trabajadores, y que esto generaba un aumento en la tasa de desempleo. Es decir, una vez más, tenemos datos falsos como ya nos tienen acostumbrados, pero que definitivamente deben ser corroborados por la información que estamos brindando hoy», aseveró el jefe de Gabinete de Ministros.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) difundió el último martes su informe de mercado de trabajo que arrojó una tasa de desempleo del 6,9% en todo el país al cierre de 2014. Sin embargo, la tasa “real” treparía al 12%, de acuerdo a un informe elaborado por el IERAL de Fundación Mediterránea.
La entidad llegó a esta conclusión analizando también el porcentaje de la gente que no forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA), pero no porque no esté en edad de trabajar sino porque no está activamente buscando un empleo.
“Mercado laboral: se acentúa el fenómeno del ‘desempleo oculto’”, es el título del documento, que en uno de sus primeros párrafos destaca que “si se computa la masa de individuos desalentados por las condiciones del mercado de trabajo, entonces la tasa corregida llega a 12 %, por lo que la desocupación estaría alcanzando a más de dos millones de personas”.
Según el IERAL, los datos del INDEC “acaban por exhibir la crítica situación que transita el empleo y las escasas oportunidades de inclusión y progreso laboral vigentes. Un hecho que va a contramano de la manera a través de la cual, en países desarrollados, se logró generar mercados de trabajo más amplios e inclusivos”.
Concretamente, el análisis de los economistas Marcelo Capello y Gerardo García Oro subraya que la tasa de actividad o participación laboral –PEA sobre población total–resultó en un 45,2% para el cuarto trimestre de 2014, el nivel mínimo en los últimos once años de comparación interanual.
“Este hecho ya había sido observado hacia el tercer trimestre de 2014, por lo que puede afirmarse que la segunda mitad del año se constituyó como el principal antecedente de exclusión laboral, tanto voluntaria como involuntaria, de los últimos años”, sostienen los economistas.
Esto significa que poco más de 800 mil personas se retiraron del mercado de trabajo entre 2007 y la actualidad, y en esa cifra no se tiene en cuenta a todas aquellas personas que transitaron desde la actividad hacia una dedicación exclusiva vinculada al estudio y a los individuos que pasaron a formar parte de la población pasiva.
“Al respecto, puede pensarse que la falta de oportunidades laborales sobre este conjunto acabó por desalentar su búsqueda de trabajo, lo cual llevó a muchos desocupados a engrosar el segmento de inactivos. Este fenómeno se conoce como “desempleo oculto” y en base al mismo, es posible estimar que el actual nivel de desempleo podría alcanzar al 12% si se incluye a esta masa de individuos desalentados. En suma, esta medida de desempleo incluiría a más de dos millones de personas”, concluye el informe.

La desocupación en el Gran Córdoba se mantiene por encima de los dos dígitos, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Concretamente, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del organismo estadístico oficial detectó una tasa de desempleo del 10,2% en la capital provincial y ciudades aledañas al finalizar el año pasado, casi un punto y medio por encima del 8,8% del último trimestre de 2013.
En tanto, el guarismo constituye una sensible baja en relación al 11,6% que había marcado el tercer trimestre de 2014, aunque debe hacerse la salvedad que todos los años los índices de desocupación suelen bajar hacia fin de año producto de los empleos temporales generados por las fiestas navideñas y el turismo.
Paralelamente, el nivel de subocupación –trabajadores que laboran menos de 35 horas semanales– se ubicó en 13,7%, también elevando un punto y medio la tasa con respecto al 12,1% de los últimos meses de 2013.
Es decir que, si se suman ambos indicadores, significa un 23,9% de trabajadores con algún tipo de problema laboral; es decir, casi uno de cada cuatro.
En valores reales, son 173.000 personas: 74.000 desocupadas y 99.000 subocupadas.
De cualquier manera, debe insistirse en que, paralelamente, Córdoba es el distrito del país con mayor tasa de actividad: 47,8%. Esto significa que, en gran medida, el gran porcentaje de desempleados obedece a que se trata de la jurisdicción donde hay más gente buscando trabajo.
Del otro lado, el INDEC afirma que en Resistencia (Chaco) hay desocupación 0, pero es también el lugar con menor tasa de actividad del país (29%); es decir, que no hay desempleo porque directamente la gente no busca trabajo.
Dicho de otro modo: en Córdoba una de cada dos personas en condiciones de trabajar está buscando un empleo. En Resistencia, esa relación es de una de cada tres.
A nivel nacional, la tasa de desempleo aumentó a 6,9% en el cuarto trimestre de 2014, mientras que la subocupación creció a 9,1 por ciento, lo que significa que 2,7 millones de personas no tenían un trabajo estable en ese período.
En el cuarto trimestre de 2013 la desocupación era de 6,4 por ciento y la subocupación de 7,8 por ciento, afectando así 2.500.000 personas. De esta forma, se observa que durante 2014 cerca de 200 mil personas perdieron su fuente laboral.

En noviembre, el Índice de Demanda Laboral (IDL) que realiza el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE) mostró una variación mensual positiva de 1,92% en el registro con estacionalidad, mientras que en términos desestacionalizados presentó un aumento de 0,83%.
Sin embargo, la variación interanual (Noviembre de 2014 respecto a Noviembre de 2013) fue negativa en 24,01%, resultado que se explica por la disminución en el número de pedidos de personal no calificado (- 30,36%) y calificado (- 21,26%). En términos mensuales, el empleo calificado aumentó 2,09%, en tanto el empleo no calificado registró una variación positiva del 1,47%.
En el análisis por sectores, comercio presentó el mayor aumento; un 5,49% en comparación con el mes anterior. Mientras que industria creció 4% y servicios disminuyó en 6,60%. Considerando la variación interanual, el rubro servicios presentó la mayor variación negativa, siendo ésta un 40,63%. Lo propio ocurrió con los rubros comercio e industria, cuyas mermas observadas los colocan un 15,34% y 14,40% por debajo de sus registros de 2013, respectivamente.
Al comparar los pedidos acumulados al mes de noviembre de 2014, respecto a igual período de 2013, se observa que la cantidad de empleos solicitados experimentó una variación negativa del 16,5%.

Llega el fin de año y, mientras la mayoría de los empresarios afina el lápiz cerrando sus balances 2014, ya miran de reojo o con especial atención qué puede pasar en 2015, una tarea ardua ya que son pocos los analistas que se animan a hacer pronósticos habida cuenta de lo cambiante de la coyuntura argentina.
El presidente del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), Marcelo Capello, es uno de ellos. Durante el último almuerzo del año de la Fundación Mediterránea, no dudó en proyectar cómo se comportarán las principales variables de la economía el año próximo dependiendo fundamentalmente de si hay o no finalmente un acuerdo con los fondos buitre.
Según Capello los dos aspectos que hay que mirar son: el conflicto con los holdouts y una eventual devaluación, que dependerá finalmente de que dicho conflicto se encauce o no.
En primer lugar, el economista situó como de “baja probabilidad” que se den ambas cosas juntas; es decir, un arreglo y una fuerte depreciación del peso, ya que si ocurre lo primero el Gobierno no necesitaría lo segundo. Asimismo, consideró baja la probabilidad de que no haya arreglo ni devaluación, porque tal situación agravaría aún más la recesión.
De ahí, entonces, que Capello proyectó dos escenarios posibles:
A) Arreglo con los holdouts. Eso permitiría atraer dólares mediante financiamiento externo y le quitaría presión interna al valor del dólar, evitando una devaluación fuerte. Este escenario sería el más optimista: bajaría la inflación a un rango de entre 30 y 35%, el salario real no seguiría cayendo, se frenaría la recesión al punto de poder repuntar entre 1 y 2 puntos el PBI y el desempleo se mantendría en los mismos niveles actuales.
B) Sin arreglo. Allí no habría otra opción que devaluar, lo que empujaría a la inflación a entre 45 y 50% y, por ende, a una mayor caída del salario que profundizaría la recesión a -3/-4% y a un aumento de la desocupación.
Para resumir la situación, Capello metaforizó que lo que hay que esperar del Gobierno en 2015 es que intente “construir un puente de dólares para que las reservas no caigan aún más”. “La duda es si ese puente será moderno y seguro o precario y antiguo”, ironizó.
Final “menemista”
Un párrafo interesante de la alocución del presidente del IERAL fue cuando analizó cómo está finalizando la década kirchnerista y no dudó en compararla con la década denostada por la actual conducción de la Casa Rosada: la menemista.
“El modelo K está terminando con los dos mismos problemas de la competitividad: enorme déficit fiscal (6% del PBI, contando también el rojo de las provincias) y atraso cambiario (el tipo de cambio es el mismo de diciembre de 2001). Más allá de las ideologías y los discursos, los problemas son iguales”, disparó.
En ese punto, proyectó que la próxima gestión va a tener como principal desafío “desarmar la bomba fiscal”. Capello aseguró que se deben eliminar al menos cuatro puntos de déficit primario y de presión tributaria, en relación al PBI. ¿Cómo hacerlo? Su propuesta es que, cuando la economía empiece a recuperarse, el gasto público aumente menos que lo que suba el PBI y así en cuatro años lograr bajar la presión impositiva.

(DyN) – El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo que el «empleo registrado se ha mostrado estable», ya que «el 7,5 de desempleo» actual «es lo mismo que el trimestre pasado».
Sin embargo, el funcionario aseguró que está «muy abocado a la cuestión», porque la «preocupación» del Gobierno es «que no haya pérdida de empleo».
«Nosotros no estamos quieto ante esta situación», destacó Kicillof en diálogo con radio Del Plata, luego de que ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) diera conocer el informe de indicadores laborales.
Kicillof justificó la actual situación de porcentaje en que «hay altas y bajas que están dentro de un marco de la décima», según los últimos años de datos sobre el desempleo.
Luego comparó la situación de la Argentina con el resto del mundo, al subrayar que «hay países que están arriba del 10 o 20 por ciento» de desocupación. «Desde que empezó la crisis se perdieron 33 mil millones de puestos de trabajo. Hay 200 millones de desempleados hoy en la faz de la tierra», expresó el funcionario.
Al ser consultado si hay empresas que están pidiendo al gobierno programas laborales REPRO, Kicillof respondió: «Muy poco». «El empleo registrado se ha mostrado estable, como el empleo en general. Tenemos 7,5 de desempleo que es lo mismo que el trimestre pasado», insistió el titular de Economía.
En ese contexto añadió: «No hemos observado seguro la catástrofe que vaticinaban». «Tengo 43 años, viví los ’90, viví tasas de desempleo fuertes y jodidas. Comparado a los ’90, estamos tremendamente bien», recalcó Kicillof.
En tanto, el Gobierno atribuyó también el aumento del desempleo en el tercer trimestre de este año, del 6,8 al 7,5 por ciento respecto del mismo período de 2013, al «comportamiento de la economía mundial».
Así lo indicó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien expresó que «en un contexto de carácter internacional adverso, se ha experimentado una ligera tasa de variación desde el punto de vista de los indicadores, tanto en la tasa de actividad como la tasa de empleo y de desempleo».
En su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el funcionario agregó que «atento al comportamiento de la economía mundial y la incidencia de esta crisis sistémica en el comportamiento de la economía nacional» se ha dado este proceso.
El ministro analizó que «cuando hay menor tasa de comercio mundial, menor tasa de crecimiento de la economía mundial, obviamente existe un resentimiento de la demanda externa, y eso tiene repercusiones en la actividad económica».
Pero advirtió que «medios opositores toman datos falsos, de consultoras privadas sin metodologías, y establecen el índice que se les ocurre; por ejemplo, decir que la inflación anual es del 40 por ciento, una mentira alevosa».
Por ello, aseguró que «el titular de uno de los diarios de más de 400 mil empleos menos carece de rigurosidad técnica, ni se da por la variación de la tasa de empleo, ni tampoco por la tasa de actividad, ni tampoco por la tasa de desempleo, por lo tanto es un dato falso».

La tasa de desempleo se disparó al 11,6% en el tercer trimestre en el Gran Córdoba, mientras que a nivel nacional se ubicó en el 7,5%, según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
El dato de Córdoba sorprende en primer lugar porque es el único distrito del país con una desocupación de dos dígitos, liderando el ranking por encima de Rosario (9,3%) y Mar del Plata (8,9%).
Asimismo, cotejando este guarismo con los datos históricos que tiene cargados el INDEC en su página web, se observa que este 11,6%, casi tres puntos por encima del 8,9% de doce meses atrás es el número más alto en casi una década, ya que para llegar al anterior registro más alto hay que remontarse al 12,3% del segundo trimestre de 2005, cuando el país recién empezaba a recuperarse con firmeza de la crisis de los años 2001 y 2002.
El Gran Córdoba acumula así cuatro trimestres consecutivos en alza desde el 8,8% del cuarto trimestre del año pasado y pasando por los 9,1% y 10,7% del primer y segundo trimestre del actual ejercicio.
En tanto, también subió con fuerza entre julio y septiembre la subocupación; es decir, la cantidad de personas que trabajan menos de 35 horas semanales. Ese porcentaje alcanza al 13,1% de la Población Económicamente Activa, casi cuatro puntos más que el 9,4% de hace un año. El 7,8% quisiera trabajar más y el 5,2% está conforme con su empleo.
Contabilizando desocupados y subocupados, hay más de 180.000 ciudadanos de la capital provincial y ciudades aledañas que no tienen trabajo, unos 50.000 más que los que tenían problemas laborales a esta altura de 2013.
La “trampa” que esconden los datos
Sin embargo, sería un error decir que Córdoba es la provincia con peores indicadores laborales del país.
Por caso, si bien tiene la máxima desocupación del país, también tiene la mayor tasa de actividad: 49%. Esto quiere decir que es la jurisdicción donde más gente hay buscando trabajo, pese a no conseguirlo.
Del otro lado, si uno observa los datos de Resistencia (Chaco) o Formosa, se sorprende de que tengan sendos niveles de desempleo de 0,2% y 1,6%, respectivamente; pero eso se justifica al analizar que sus tasas de actividad son las menores del país: 27,6% y 34,8%, respectivamente. En otras palabras, hay bajo desempleo porque es baja la cantidad de gente en edad de trabajar y que sale a buscarlo.
A valores reales, mientras en Córdoba una de cada dos personas trabajan o buscan trabajo, en Formosa esa relación es de una de cada tres y en Resistencia, de uno de cada cuatro.