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Las exportaciones no crecerán en 2016 y que ello se debe a la falta de competitividad, Y que el gasto público es una causa relevante y la razón de cinco grandes problemas.

La alta presión tributaria, el elevado déficit del presupuesto público (que genera incertidumbre y difiere decisiones), la alta tasa de inflación (especialmente surgida de la emisión monetaria), la elevada tasa de interés (producida por la absorción de recursos monetarios por parte del fisco, a lo que debe sumarse el llamado crowding out -la mayor escases de recursos financieros para las empresas-), y el atraso cambiario (producido por el ingreso dólares “externos” dirigidos al financiamiento del fisco).

Respecto a dicho informe y en diálogo con la 90.7, el economista y titular de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, explicó que el Gobierno coincide con el informe y que el elevado gasto público representa una mochila y genera muchos otros problemas económicos. “Hay un problema de percepción que no coincide con la realidad”, disparó el economista.

Entrevista completa a Marcelo Elizondo -fundador y director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales- en la 90.7FM de Punto a Punto:

Un informe elaborado por el economista Gustavo Reyes del IERAL de Fundación Mediterránea advierte sobre evidentes claroscursos en la economía argentina actual: mientras algunas variables ‘micro’ han mejorado, “por debajo de la superficie los desequilibrios macroeconómicos se acentúan, en una dinámica que resulta insustentable en el tiempo”.
El documento señala que, cuando se comparan los datos del primer trimestre del 2015 con los del tercer trimestre de 2014, “se observa un lento camino de recuperación y por lo tanto, podría deducirse que ya no resulta necesario el ajuste en determinadas variables que parecía tan evidente unos pocos meses atrás”.
Entre otras cosas, Reyes sostiene que mientras la economía caía a un ritmo del 2,2%, la inflación anual ascendía a 40% y el dólar “blue” subía 7,7% mensual al cierre del tercer trimestre; ahora la actividad crece al 1,4%, el aumento del costo de vida se desaceleró al 30% y la cotización paralela de la divisa estadounidense se reduce 0,7% mensual.
“Por un lado, la recesión del 20145 junto con la tranquilidad del mercado cambiario, lograron desacelerar un poco la tasa de inflación. Por otro lado, este menor ritmo de aumento en los precios junto con la tranquilidad en el mercado cambiario y expectativas favorables para el 2016, permitieron un freno al proceso recesivo y una leve recuperación en el nivel de actividad”, explica Reyes.
Sin embargo, advierte que “los desequilibrios macroeconómicos se han profundizado y se materializan en una dinámica que no resulta sostenible en el tiempo”.
Las cinco variables ‘macro’ complicadas son las siguientes:
1) GASTO PÚBLICO: desde 2007 hasta la actualidad, el ritmo de aumento del gasto público ha sido mayor que el de la recaudación, generando déficits crecientes en las cuentas fiscales. En los primeros meses de 2015 este desfasaje se mantiene, ya que el aumento en las erogaciones (42%) continúa muy por encima de la recaudación (30%). Estos desequilibrios han generando, además de las recientes emisiones de deuda por parte del Tesoro, una creciente demanda de fondos al Banco Central.
2) SUBSIDIOS: buena parte del problema fiscal es explicado por la dinámica de los subsidios económicos, que a su vez se originan en el fuerte atraso de las tarifas de los servicios públicos. Tomando como base el mes de diciembre de 2001, el promedio de precios en Argentina aumentó a 12.38 en abril de 2015 mientras que los precios regulados crecieron solamente a 3.2.
3) BALANCE COMERCIAL: tomando como base la evolución de las exportaciones e importaciones en los últimos 4 meses, la Balanza Comercial de 2015 se proyecta a un déficit de 383 millones de dólares, comparado con un superávit de 6,6 mil millones de dólares el año pasado.
4) TIPO DE CAMBIO: Gran parte de la pobre performance de las exportaciones se relaciona con el bajo poder adquisitivo del tipo de cambio (atraso cambiario) y éste a su vez, con el notorio desequilibrio entre las tasas de devaluación y de inflación mensuales.
5) BANCO CENTRAL: las cuentas del Banco Central también presentan una dinámica muy difícil de mantener. En los pasivos, la deuda remunerada (Lebacs) creció 153% entre enero de 2014 y mayo de 2015; mientras que en los activos, si bien el stock de reservas se ha recuperado, lo ha hecho básicamente a través de endeudamiento externo del sector público. Las compras acumuladas del año hasta el 15 de mayo representan solamente el 67% de las realizadas en el mismo período durante 2014. Todo esto pone en riesgo el balance de la entidad financiera madre.
“Hasta las elecciones generales de octubre, difícilmente se vean avances, pero claramente la nueva administración que gobierne a partir de 2016 deberá atacar estos problemas rápidamente para poder encauzar la economía y evitar nuevos episodios de tensiones financieras y recesivas”, finaliza el informe de Reyes.

El nivel del gasto público argentino es “preocupante”; lo admiten economistas de todas las líneas. Viene creciendo por encima de los ingresos y el rojo fiscal se ensancha hasta alrededor de 5 puntos del PBI.
Frente a este problema, los economistas del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) proponen –en el corto plazo- administrar con más eficiencia los subsidios; recuperar el superávit fiscal y reducir el financiamiento vía el Banco Central.
Así lo dijeron en el tradicional encuentro de coyuntura mensual, organizado en la sede de la entidad.
Respecto de las cuestiones estructurales, plantearon que hay que avanzar en una reforma tributaria y en una nueva ley de Coparticipación. Diuvigildo Yedro, vicepresidente de la comisión de Tributaria del Consejo, afirmó que es “posible simplificar” el esquema impositivo que es “regresivo y, por lo tanto, preocupante. Quien destina todos sus ingresos al consumo es el que más tributos paga. Eso es absurdo”.
El Consejo trabaja en el diseño de una base para simplificar el esquema tributario para “corregir los efectos dañinos” del actual: “Otros países lo han logrado, tomando el aspecto impositivo como parte de la política económica y de Estado”. Una de las prioridades es evitar el efecto cascada de los impuestos.
La economista Mary Acosta apuntó que del total de ingresos nacionales, perdió participación el tributario y esos diez puntos los asumieron las rentas a la propiedad (Central y Fondo de Sustentabilidad de Anses). En cuanto al gasto, año a año vino subiendo más que las entradas (bajaron participación los intereses y aumentaron las transferencias y subsidios). En esa dinámica se pasó del superávit de 2007 a un déficit (en los primeros dos meses del año ya sumó un rojo de $ 15.500 millones).
“En los ’90 la mayor proporción del gasto se la llevaban los intereses de la deuda y hoy el peso está en los subsidios”, agregó. Los subsidios entre 2006 y 2014 crecieron, en promedio, 37,8% interanual. En el 2014 subieron el 59%. En proporción, los mayores incrementos son al sector privado.
Del gasto, la parte cubierta con adelantos transitorios del Central creció hasta 2013 y después hay una leve baja relacionada con la caída de reservas y con la llegada al límite de lo autorizado por la Carta Orgánica, lo que coincide con la colocación de títulos públicos.
Acosta ratificó que, por efecto de la inflación, la suba del gasto perdió poder reactivante. A valores corrientes el gasto público crece al 35% promedio entre 2005 y 2014; en ese mismo período reaccionaron por debajo el consumo privado (24%), el público (30%) y la inversión (23%).
“Por más que el gasto sube y hay un esfuerzo del Estado difícil de sostener, ya no es efectivo para el crecimiento de la economía. Tiene menos poder de fuego”, subrayó.

(DyN) – El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) advirtió sobre el incremento del gasto público en el país al señalar que creció un «67 por ciento por encima» de los niveles de crecimiento de la economía nacional.
Un informe del centro de estudios indicó que la suba del gasto público «es tan grande que ya no alcanza con la elevada presión impositiva, el consumo de reservas del Banco Central y de la ANSES, y la emisión monetaria».
El instituto advirtió que ante ello el gobierno «apeló a emitir deuda en dólares aceptando tasas de interés varias veces superiores a las que pagan los países vecinos».
«La estrategia le genera al gobierno beneficios electorales pero implica estirar una agonía cuyas consecuencias serán asumidas por el próximo gobierno», alertó. Y, tras precisar con cifras oficiales los datos del aumento del gasto, indicó que «este modo de gestión del Estado genera un doble perjuicio a la sociedad» porque «los fondos públicos se dilapidan en dádivas asistencialistas, exceso de empleo público, corrupción e inversiones no prioritarias, en vez de organizar el sector público para promover el desarrollo económico y social».
Además, indicó que «al usar al Estado para someter voluntades se contamina la dinámica política erosionando el funcionamiento de las instituciones democráticas y republicanas».
IDESA apuntó que según datos del Ministerio de Economía, entre 2004 y 2014 el gasto público nacional pasó del 20% del PBI al 33% del PBI. Por eso, concluyó que en «10 años el gasto público creció 13 puntos porcentuales del PBI» y graficó que «para tener una idea de magnitud, este aumento equivale a 2 veces lo que se invierte en educación pública».

La noticia sobre el histórico acercamiento diplomático y comercial de Estados Unidos con Cuba ocupa por estas horas las primeras planas de todos los diarios del mundo. Sin embargo, hay otro tema de índole internacional que se mantiene como una de las principales preocupaciones: el derrumbe en los precios del petróleo.
Sin embargo, desde el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas (CPCE) tienen una visión optimista de este conflicto, al menos en lo que a su impacto a nivel doméstico se refiere.
“A corto plazo, es beneficioso para el país, porque al ser netamente importadores se achica la necesidad de conseguir dólares. Además, la baja le quita presión al precio de los combustibles, que no van a bajar porque el componente impositivo es muy alto, pero pueden dejar de subir tan fuerte, y eso automáticamente ayuda a contener la inflación”, explicó José Simonella, titular del CPCE.
Debe recordarse al respecto que el combustible es un insumo clave a la hora de fijar precios, ya que su actualización impacta directo en las tarifas de transporte y, por ende, en los productos que se venden al consumidor final.
Simonella estimó que estos menores precios internacionales del petróleo pueden significar achicar la demanda de divisas en US$ 6.000 millones, un número muy relevante si se tiene en cuenta que equivale aproximadamente al déficit de la balanza comercial de los combustibles con que finalizará 2014.
No obstante, el presidente del Consejo recalcó el hecho de que este beneficio positivo sería sólo a corto plazo, ya que a un horizonte mediano esta baja de los valores “podría desalentar las inversiones en Vaca Muerta”.
Pronóstico 2015: complicado
De todos modos, el principal foco de atención del CPCE en su reunión mensual con la prensa fue hablar de lo que puede esperarse de cara al año próximo. Como la mayoría de sus colegas, los economistas Guillermo Pizarro, Mary Acosta y Víctor Peralta no son precisamente optimistas en cuanto al devenir del próximo ejercicio.
El primer factor es el contexto externo que “no va a ser precisamente de viento de cola”, metaforizó Acosta. Esto producto de la desaceleración de los socios estratégicos brasil y China y de la caída internacional de los precios de los commodities, como aspectos principales.
Pero a eso se suman, fundamentalmente, los desequilibrios macroeconómicos producto de las políticas aplicadas por el Estado nacional. Los analistas puntualizaron que el fracaso del canje de Boden 2015 complica el escenario de arreglo con los holdouts y genera problemas para afrontar los vencimientos; la reducción del stock de reservas pone más presión sobre el dólar blue y que, en ese contexto, seguir utilizando al tipo de cambio como ancla inflacionaria sería un grave error.
Además, el salvavidas que podría significar el esperable incremento del gasto público de cara a las elecciones no asoma tan claro, debido a las dificultades del Estado para acceder a financiamiento y a la emisión monetaria sin frenos que incentiva las subas de las tasas de interés cada vez que se licitan las Lebac. En conclusión: un gasto público con menor poder de fuego, no alcanza para reactivar el consumo ni el nivel de actividad.

(DyN) – El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que “no hay inflación del 40 por ciento”, enfatizó que “no hay gasto público descontrolado” y consideró que la economía “no está en recesión, sino que tiene problemas puntuales” Kicillof expresó estos conceptos al hablar durante la 20 Conferencia Industrial Argentina, en la localidad bonaerense de Pilar.
El ministro de Economía consideró que quienes critican la situación económica pretenden “falsear el debate público” con la intención de “saber si queremos seguir con el modelo de crecimiento con inclusión social o simplemente la política del ajuste”.

(DyN) – El ministro de Economía, Axel Kicillof, justificó el desequilibrio en las cuentas públicas, al señalar que «el Estado tiene que entrar en déficit fiscal para generar demanda».
El jefe del Palacio de Hacienda defendió el gasto público en infraestructura, al destacar que «es el motor que genera demanda agregada y que da señales de inversión al sector privado».
Kicillof disertó este mediodía en el marco de la 62ª Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y sostuvo que «para seguir creciendo 10 años más, hay que seguir invirtiendo en infraestructura porque no importa la macro si se tiene desempleo del 18 al 25 por ciento».
Si bien destacó que lo que se necesita para salir de la crisis mundial es la inversión privada, recordó conceptos del economista británico John Keynes sobre «poner al Estado al servicio de la creación de demanda» para generar la confianza necesaria para que el sector privado invierta.
«El Estado tiene que entrar en déficit fiscal para generar demanda», destacó Kicillof, haciendo alusión a Keynes, y enfatizó que «los estados más activos son los que nos van a sacar de esta crisis internacional».
El jefe del Palacio de Hacienda afirmó que «solamente aquel que está envenenado por las recetas de la ortodoxia», cuestiona el crecimiento del gasto público porque «la receta de contracción del gasto es como matar al enfermo con un remedio que está envenenado».ð Al respecto, recordó «las recetas de austeridad» aplicadas en la Argentina entes del 2003 que «en lugar de quitarle el peso de la deuda, generaron más deuda y más desempleo».
El titularde la cartera económica señaló que «la economía mundial está en una de las peores crisis del capitalismo» y que «desde 2010 en adelante entró en desaceleración», que sólo se pudo enfrentar «con políticas públicas».
Tras señalar que «desde 2008 hasta ahora se destruyeron 33 millones de puestos de trabajo en la economía mundial», a los que se deben sumar «30 millones de puestos más que se dejaron de crear», Kicillof destacó que «para nuestro Gobierno, uno de los principales elementos para sacar la economía de la recesión es la inversión privada», pero para ello «debe haber señales del Estado».
«Para este Gobierno, la construcción ha sido un resorte para la creación de empleo, porque tiene un efecto multiplicador como pocos», expresó el ministro de Economía, quien defendió la inversión pública en infraestructura al señalar que «estimula la actividad en general y es una forma efectiva de pensar en el futuro y de dar más competitividad a la economía». También se refirió a la emisión monetaria y, pese a que no hizo mención al aumento que tuvo en la Argentina en los últimos años, enfatizó que «la base monetaria en Estados Unidos se multiplicó por cuatro desde 2008 e Inglaterra la quintuplicó».
«Lo que estamos discutiendo en la Argentina para el futuro, y el año que viene vamos a tener que decidir» es la continuidad de «un modelo con inclusión social que ha sido un modelo de reindustrialización, un modelo que ve el interés del Estado en la obra pública».

A penas dos días pasaron desde que se conoció la ampliación del gasto público en casi $ 40.000 millones, a través de la Decisión Administrativa 1008/2014 -con firma del jefe de Gabinete Jorge Capitanich y del ministro de Economía, Axel Kicillof- volvió a modificarse la distribución del Prepuesto de este año con una suba del gasto por $ 9.000 millones y una mayor redistribución de partidas.
Entre lo más llamativo de la normativa, hay un nuevo aumento de los gastos corrientes para Aerolíneas Argentinas por $ 955,6 millones.
A la par, se conoció que la aerolínea de bandera saldrá a partir del cuatro de enero próximo a competir en el mercado del Caribe, un segmento que hasta ahora prácticamente había dejado de lado, pero que ahora busca revitalizar, informa El Cronista.
El objetivo será competir en un mercado en el que hoy son fuertes operadores como Copa Airlines, LAN, TAM y Avianca, que mueven cerca de US$ 15 millones al año. Las estimaciones preliminares de la compañía que comanda Mariano Recalde sostienen que con esta operación la firma podrá captar hasta el 50% de ese total.
Los vuelos, con aviones 737-800, partirán siempre del Aeropuerto de Ezeiza y tendrán la particularidad que, en todos los casos, harán escala en Caracas. De allí, luego volarán hacia La Habana, Cancún o Punta Cana, dependiendo del destino elegido por los turistas. En cuanto a la peridiocidad de estos trayectos, partirán de Buenos Aires dos vuelos semanales a La Habana y Punta Cana, en tanto que serán tres los que arribarán a Cancún.

(DyN) – El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) advirtió que el Impuesto a las Ganancias cubre «apenas» el 3% del aumento del gasto público, dado que cerca de un «69%» de ese gasto se financió en lo que va del año con «aumentos de otros impuestos». 
El centro de estudios indicó en su informe que «apenas un 3% de la expansión (del gasto público) se financió con aumento del Impuesto a las Ganancias de las personas», en tanto «alrededor de un 69% se financió con aumentos de otros impuestos y otros ingresos». Idesa calculó el crecimiento del gasto público en los primeros ocho meses del año en un «47 por ciento interanual», dado que, detalló, «pasó de $ 480.000 millones entre enero y agosto del año 2013, a $ 700.000 millones en el mismo período del año 2014», según fuentes oficiales.  
Tras indicar que el 28% restante del aumento del gasto público fue «desequilibrio fiscal que se financió con emisión monetaria», el centro de estudios planteó que «el peso de sostener un sector público que se agranda recae sobre impuestos que se trasladan a precios y emisión, y muy marginalmente en aumentos de Ganancias». 
«Si bien la no actualización de los parámetros del Impuesto a las Ganancias reduce el ingreso de la gente de más altos ingresos, su impacto es modesto al lado de las pérdidas que la inflación impone al conjunto de la población y, particularmente, a los sectores más vulnerables», consignó Idesa. 
Tras argumentar que «pujar para que se reduzca Ganancias constituye un acto insolidario» porque «implica presionar para que quienes menos ingresos reciben aumenten su aporte al financiamiento del gasto público», Idesa propuso «reducir» ese aumento, «replantear prioridades y profesionalizar la gestión del Estado».
 

El ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, señaló su preocupación por el descontrol del gasto público. Aseguró que “en la economía hay que guardar ciertos equilibrios” y advirtió que ese equilibrio “se rompió en el segundo semestre del año”.
En diálogo con radio La Red, Nielsen, comentó que «estamos con un gasto público absolutamente fuera de control. El último mes conocido hubo un aumento del 56% con respecto a julio del año pasado, una locura», comentó.
En ese marco, anticipó que “el Banco Central va a quebrar todos los récords de financiamiento con unos 120 mil millones de pesos sin ningún respaldo”.
“En economía hay que guardar cierto equilibrio, es como una familia que tiene ciertos ingresos y eso determina sus gastos; a diferencia con un país, el Estado puede imprimir dinero”, explicó el economista.
Nielsen advirtió sobre la ruptura de esta balanza. “Si uno imprime en relación al oro, a lo que gana, sigue habiendo un equilibrio; el problema con la Argentina es que en el segundo semestre ese equilibrio está roto”.
El ex funcionario consideró que ya no contamos con la ayuda de la soja, como en otras épocas. “La explosión en las exportaciones ayudó a soslayar errores que se cometieron, pero esto está cambiando; las malas políticas ya no puede ser tapadas con la soja, deberíamos tener una soja a 700 dólares la tonelada”, señaló.
Para finalizar, Nielsen dijo que “es lamentable que no se tomen las medidas necesarias para parar la inflación”. “No se ve que el Gobierno esté tratando de moderar esto, hay rienda suelta y eso pone en riesgo los logros de estos años”, cerró.