(Télam) – La titular del GEN, Margarita Stolbizer, se lanzó formalmente a la carrera presidencial en un acto en el que criticó a los «arribistas» de la política, a los «negociados del poder» y cuestionó las gestiones de sus contrincantes Mauricio Macri y Daniel Scioli.
«Necesitamos reconstruir una sociedad con valores y que pueda indignarse con la humillación del otro», exclamó Stolbizer y exhortó a construir un «proyecto colectivo de progreso», en un salón del barrio porteño de San Telmo, que mostró el rotundo apoyo del socialismo y de Libres del Sur, además de otras fuerzas políticas y organizaciones sociales.
Presentada por el titular del Partido Socialista, Hermes Binner, y acompañada en el escenario por dirigentes políticos y sociales y referentes de la cultura, Stolbizer ocupó el centro del escenario y cargó contra Macri y Scioli, en lo que pareció una estrategia para terciar en la pelea nacional de octubre.
«Gobierna hace ocho años la ciudad y en ese tiempo se incrementó la mortalidad infantil y aumentaron las fábricas de drogas», disparó Stolbizer sobre el jefe de gobierno porteño, quien, al igual que su padre, Franco, fueron blancos de las críticas de la postulante del frente de centroizquierda -todavía sin nombre-.
Stolbizer los vinculó a ambos con «negociados» y alertó que el ex titular del club Boca Juniors «gasta más de dos veces en publicidad de lo que gasta el gobierno nacional», si se comparan ambos presupuestos.
«Somos los herederos de un proceso histórico que tuvo a Lisandro de la Torre, a Alfredo Palacios, a Forja, a Evita, a Arturo Illia y a Raúl Alfonsín; levantamos esas banderas y esas ideas que no se negocian», proclamó ante la euforia de los militantes que colmaron un salón de México al 300 de esta capital y ocuparon también la calle.
Junto a Stolbizer se ubicaron Binner, el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti; el candidato socialista a sucederlo, Miguel Lifschitz; las diputadas nacionales Alicia Ciciliani y Victoria Donda; su par radical Manuel Garrido; la periodista y ensayista Beatriz Sarlo; y el cantante Jairo.
Todos ellos dedicaron palabras y elogios a la precandidata presidencial, a quien definieron como una «esperanza» electoral y un «símbolo» de quienes están «dispuestos a defender los valores de una construcción colectiva con valores progresistas hacia una sociedad de iguales».
«Acá estamos los que nos negamos a ser el vagón de cola de un proyecto de la derecha; ahí no nos llevan», sostuvo Donda en el escenario, poco después de que Sarlo advirtiera que la UCR, para resolver «la coyuntura inmediata» se dirige hacia «su mayor agonía», en alusión al pacto sellado con el PRO y la Coalición Cívica.
En la misma línea, Stolbizer fustigó a quienes dan prioridad a los «negocios sobre los derechos» y a los «arribistas» de la política, que «cuando una lista no les garantiza su sillón dan una vuelta en el aire para caer en otro proyecto político».
Con eje en la «igualdad y la decencia», Stolbizer desglosó sus iniciativas para combatir la pobreza y el crimen organizado y para mejorar la salud, la educación y la desigualdad económica y social.
«Vamos a volver a darle contenido y sentido al progresismo», insistió la diputada nacional, que se quejó de quienes «quebraron al progresismo con negocios y escondieron sus banderas para poner billetes sobre la mesa».
En primera fila estuvieron el dirigente de la comunidad Qom Félix Díaz; la cantante Amelita Baltar y los principales referentes del GEN, del socialismo y de Libres del Sur, como Jaime Linares, Horacio Alcuaz, Juan Carlos
Zabalza, Ricardo Cuccovillo, Humberto Tumini y Jorge Ceballos.
Stolbizer recibió gran cantidad de elogios que llegaron en formato de video en el inicio del acto, y que mostraron en una pantalla a Martín Lousteau (ECO), a Pablo Michelli (CTA), a Mónica Xavier (titular del Frente Amplio uruguayo), al ex canciller radical Dante Caputo, a la intendenta socialista Mónica Fein, y a su hijo e integrante del seleccionado argentino de básquet, Nicolás Laprovittola.
También llegaron saludos y felicitaciones del director de cine Juan José Campanella; de Fernando «Pino» Solanas, de Alfonso Prat Gay y de los radicales Gerardo Morales, Horacio Piemonte y Juan Manuel Casella.
Con su lanzamiento, la dirigente bonaerense buscará atraer al electorado que quedó sin representación electoral en octubre, tras el fracaso del Frente Amplio Unen y el posterior acuerdo entre la UCR, el PRO y la Coalición Cívica-ARI.
(DyN) – El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, calificó como «histórica» la marcha organizada ayer al cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, y afirmó que «el eje estaba puesto en reclamar el futuro».
«Me genera una enorme alegría porque fue una marcha histórica en la línea de la convivencia democrática, respetuosa. Una marcha pacífica, donde el eje estaba puesto en reclamar el futuro», señaló.
En declaraciones a radio Vorterix, el precandidato presidencial por el PRO aseguró además que la gente «pedía una Justicia independiente, un sistema democrático más sólido y más instituciones».
En tanto, el senador nacional y aspirante presidencial de UNEN, Ernesto Sanz, advirtió que el «éxito rotundo» de la marcha de silencio «fue un nuevo ejemplo de mala praxis del Gobierno», porque la había calificado como «golpista» y resultó «una movilización masiva no violenta y esperanzadora».
«La marcha de ayer fue un nuevo ejemplo de mala praxis del Gobierno, acostumbrado a la mala gestión, que no puede resolver la inflación, no puede resolver el avance del narcotráfico, el avance de la inseguridad, al que la educación pública se le ha caído a pedazos en calidad y la salud es un sistema que no funciona», enfatizó Sanz en diálogo con radio Mitre.
Y amplió: «Le agrega ahora la mala praxis de una movilización a la que le dedicó los últimos 10 días con un empeño y una enjundia digna de mejores cosas caratulándola de golpista, de que estaba encabezada por verdaderos monstruos».
Consideró que «lo que logró con este nuevo ejemplo de mala praxis» el Gobierno fue «que la movilización de ayer fuera un éxito rotundo: una movilización masiva no violenta y esperanzadora».
Por su parte, el diputado nacional y aspirante a gobernador bonaerense por el Frente Renovador, Francisco De Narváez, advirtió que «hace un mes comenzó una causa judicial» por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, pero la marcha de silencio demostró que «ayer comenzó una causa de la gente».
Además, calificó a la movilización como «conmovedora» y consideró que los concurrentes a la marcha pidieron que se les garantice que «los jueces y los fiscales no van a tener miedo, que van a poder hablar por sus fallos».
El legislador estimó luego que «la inmensa mayoría de los argentinos, inclusive gente que vota al Frente para la Victoria, pidió que el que gobierne garantice que los jueces y los fiscales no van a tener miedo, que van a poder hablar por sus fallos».
Asimismo, la diputada nacional y líder de GEN, Margarita Stolbizer, admitió que la marcha de silencio tuvo «un tono opositor», aunque se preguntó si el Gobierno esperaba que «la gente» se reuniera «en la calle para aplaudirlo».
La legisladora estimó que la multitud estuvo movilizada por un «reclamo de justicia que se le hace a un gobierno que viene atropellando a la Justicia», lo que generó «mucho enojo, mucha angustia y mucha indignación» en la ciudadanía.
«Yo me inclinaría a decir que fue una marcha que marcó claramente un tono opositor y eso no la deslegitima. El Gobierno intentó descalificar a la marcha diciendo que fue opositora. ¿El Gobierno qué espera, que la gente se reúna en la calle para aplaudirlo?», planteó Stolbizer en diálogo con radio Mitre.
La líder de GEN opinó que, «si la actitud y la reacción de la presidenta (Cristina Fernández) y de los funcionarios del Gobierno después de la muerte del fiscal (Alberto Nisman) hubiera sido otra, tal vez no hubiera habido marcha».
«Pero el Gobierno viene juntando mucho enojo, mucha angustia y mucha indignación (en la ciudadanía)», concluyó.