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La polémica por el supuesto ‘techo’ que el Gobierno nacional quiere establecer en las paritarias, para que no superen el 26% como máximo y de esa manera no se dispare más la inflación en la previa de las elecciones, continuó con nuevos cruces entre funcionarios del Estado y dirigentes gremiales.
Puntualmente, el secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió que existe «una presión total del Gobierno» a sindicatos y empresarios para establecer un tope «del 25 o 26 por ciento» a la negociación salarial.
«Entre los gremios nos conocemos todos y hablamos. Hay una presión total del Gobierno a los sindicatos y fundamentalmente a los empresarios para que no firmen más de un 25 o un 26 por ciento. Me consta porque hemos hablado con muchos dirigentes gremiales y también con empresarios», aseveró.
La respuesta oficial llegó inmediatamente. El primero en hablar, a la madrugada, fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien sentenció que el «tope» de los aumentos salariales que demandan los gremios lo fijará la «economía» y no el Gobierno, al advertir que si los incrementos «se escapan de madre» habría un «impacto en el bolsillo de todos».
«Las paritarias son libres, se tienen que definir entre ellos (empresarios y trabajadores); el Gobierno no va a poner límites, lo va a definir la propia economía», planteó el funcionario.
Al respecto, planteó: «Que ese aumento se traslade a los precios, es entrar en una colisión que no estamos dispuestos a aceptar; si un número se escapa de madre, estaríamos viendo un impacto en el bolsillo de todos» por lo que insistió en que «el límite» a los aumentos «lo pone las posibilidades ciertas de la economía».
Por su parte, el ministro de Economía, Axel Kicillof, negó que el Gobierno quiera implementar un «techo» a las negociaciones paritarias, pero advirtió que no avalará que empresarios acuerden aumentos salariales «pensando en subir los precios».
«En el marco de la discusión salarial, que es entre cada sindicato y la patronal, la paritaria es totalmente libre. Lo que el Gobierno no va a avalar es que un empresario diga ‘bueno, yo aumento los sueldos, total lo llevo a precios después’. Y eso lo escuché yo de algunos empresarios», señaló.
En declaraciones a radio Vorterix, el funcionario aseguró que ese «es un mensaje para los empresarios», y rechazó también que los incrementos salariales sean «a costa de los subsidios del Estado».

(DyN) – El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, evitó confirmar si el Gobierno procura imponer un tope salarial del 25 por ciento en las negociaciones salariales con los gremios, pero pidió que se acuerde «un número razonable» en los incrementos, ya que «no se puede ir de madre» la situación.
Sobre el supuesto tope en paritarias del 25 por ciento, el ministro advirtió que «cualquier decisión que se tome, no se puede ir de madre, tiene que ser un número razonable, que no repercuta en los precios, y eso es lo que va a haber que discutir».
Igualmente, aclaró que no pretende «ser el que venga a poner un número, porque no tengo por qué hacer eso», al hablar en su habitual contacto con periodistas en el ingreso a la Casa de Gobierno.
Sobre el tema, pidió «un punto en el que todos se encuentren satisfechos», y señaló que en algunas oportunidades «los dos no se van contentos, pero la situación es lo suficientemente positiva», tanto para empleadores como empleados.
«Si son paritarias libres, uno no tiene que meter la cuchara; el número va a tener que salir de la discusión, una vez que estén sentados a la mesa, pero es un tema en el que no tengo que meterme», insistió el funcionario.

(DyN) – La disputa entre las distintas vertientes sindicales y el Gobierno recrudeció con el reclamo del moyanismo de aumentos salariales por encima del 40 por ciento, porcentaje que había sido rechazado por funcionarios kirchneristas y la dirigencia industrial, al tiempo que el gastronómico Luis Barrionuevo no descartó que su gremio realice un paro, al igual que el anunciado por los metalúrgicos.
El secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, reafirmó la postura de la mayoría de los sindicatos de reclamar aumentos salariales por encima del 40 por ciento.
«El año pasado (el aumento salarial) fue del 34 por ciento para nuestro gremio. No puedo sentarme a discutir por debajo de esa cifra, y además vamos a agregar el reclamo por Ganancias, que oscilaba entre los 8 y los 10 puntos», advirtió.
Por su parte, Barrionuevo amenazó con medidas de fuerza si su gremio no logra un aumento del 20 por ciento como adelanto de las paritarias de julio.
En referencia al paro de la UOM, Barrionuevo justificó la decisión de su par Antonio Caló, ya que «volvió a su congreso de Mar del Plata con las manos vacías» tras las negociaciones paritarias y en situaciones como esas un dirigente sindical «no tiene otro destino que pintarse la cara».
Los metalúrgicos resolvieron un paro de 36 horas, con fecha a determinar el martes 21, precisamente cuando se reanude el contacto con las cámaras empresarias en el Ministerio de Trabajo.
Por su parte, Schmid reclamó aumentos superiores al 40 por ciento, al día siguiente de que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijera que no encontraba «fundamentación» para ese porcentaje.
«En los últimos tiempos estamos acostumbrados a mirar la realidad desde cristales distintos, por lo menos entre el sindicalismo y la visión de los propios funcionarios. Si el año pasado hubo una inflación que trepó por encima del 35 por ciento y este año no sabemos hasta dónde va a llegar la proyección, naturalmente no se puede asegurar que no ha habido deterioro del salario», sostuvo Schmid.
El gremialista aseguró que la inflación es «el punto central del reclamo» y advirtió que la combinación con el impacto del impuesto a las Ganancias «hace que se pierda y se distorsione el espíritu de la negociación». En declaraciones a radio FM Uno, Barrionuevo juzgó que «muchas organizaciones sindicales que han firmado a la baja (anteriores acuerdos salariales), fundamentalmente los que son adictos al Gobierno, los que van a aplaudir al Gobierno» se encuentran en la actualidad «con salarios magros porque se los comió la inflación».
«Caló lo aclara muy bien: no es un paro contra el Gobierno, contra Cristina (Kirchner), porque él jamás va a parar contra Cristina, pero en el reciente Congreso de Mar del Plata de la UOM los metalúrgicos están diciendo que están mal porque vienen con tres años de desfase (por la inflación) en el poder adquisitivo», advirtió.
Para Barrionuevo, Caló «podría haber dicho ‘quite de colaboración o una huelga de 24 horas’, pero debe ser tanta la calentura porque lo dejaron solo (desde la Casa Rosada) que el ‘tano’ dijo: ‘vamos por la 36 horas, si no me prenden fuego los delegados metalúrgicos de todo el país'».

(DyN) – El Congreso Nacional de Delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) resolvió un paro por 36 horas, ante la falta de acuerdo salarial en paritarias.
Desde el Consejo Directivo de la UOM indicaron que el próximo martes el gremio mantendrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo, donde se establecerá la fecha de realización del paro.
Los metalúrgicos reclaman una recomposición salarial del 32 por ciento, pero los empresarios propusieron un 24 por ciento de aumento.

(DyN) – El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, salió a cruzar a los gremios que anunciaron que pedirán aumentos superiores al 40 por ciento, como el de Alimentación y La Fraternidad, y estimó que terminarán firmando en paritarias «por otro número».
Incluso, se diferenció del jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, al negar que haya habido «pérdida del poder adquisitivo del salario».
Además, relativizó el impacto del Impuesto a las Ganancias en los sueldos, al sostener que «no es un problema del conjunto» de los trabajadores, porque afecta a «algunos sectores» y, consultado sobre una eventual modificación, respondió: «No voy a decir un no rotundo, pero tampoco voy a decir un sí rotundo».
Tomada, preguntado por radio La Red sobre los pedidos de aumento salarial superiores al 40 por ciento, respondió: «Para hacer ese pedido de números debe sostenerse en algo; no conozco, en ninguno de los casos, fundamentación para esa demanda».
Y matizó: «Como no conozco también fundamentación del 15 o el 12 por ciento que dicen algunos empresarios».
Pero insistió: «¿Cuál es el fundamento para pedir 46 por ciento en una actividad de la industrial nacional? Llama la atención. Seguramente, firmarán por otro número».
«El argumento es que ha habido pérdida del poder adquisitivo del salario. La conflictividad en Argentina ha sido más o menos la misma de siempre. En Argentina, con el Estado actual, el protagonismo sindical y la dinámica laboral, si hubiera habido pérdida de la capacidad adquisitiva del salario, hubiera habido un aumento notable de la conflictividad. Bueno, no ha ocurrido», adujo.
Cuando se le recordó que el jefe de la CGT oficialista también utiliza ese argumento para pedir aumentos salariales, manifestó: «Vale para Caló, asumiéndose él en representación de todos, lo mismo que acabo de decir. No es cierto».

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió que las paritarias del sector deben tener un techo del «20 por ciento» y alertó que sacará «corriendo» a los gremialistas que pidan un aumento salarial de «43 por ciento», como el anticipado por el sindicato oficialista de Alimentación.
Además, advirtió que puede responder a «una actitud caprichosa» la negativa del Gobierno a modificar el Impuesto a las Ganancias aplicado a los sueldos.
«Arrancaremos con un 15 y con un 20 por ciento como máximo», respondió Méndez consultado por radio La Red sobre los porcentajes de eventuales aumentos salariales que manejarán los industriales en paritarias.
Cuando se le dijo que es probable que ese techo sea rechazado terminantemente por el sindicalismo, manifestó: «Y nosotros los sacaremos corriendo cuando vengan con el 43 por ciento».
El presidente de la UIA argumentó que «no se puede hablar de atraso» de los sueldos en el sector, «por la recomposición que hubo en cada tiempo» y añadió: «Tenemos las horas más caras de la región».
No obstante, admitió que Argentina es un país «cuya moneda se deteriora a toda velocidad» producto de un nivel de inflación que «no» es «normal». «Los índices de inflación de los países vecinos y no vecinos… Nos toca bailar con la más fea», concluyó.
Para Méndez “la inflación futura como es futura tiene un grado de desconocimiento que no podemos aseverar”. En este sentido, consideró “Si uno me dice que es 43% es un disparate y si yo digo que es un 10% también sería un disparate”.
En este marco, el dirigente industrial afirmó que “En un país normal no hubiésemos tenido inflación” por lo cual “la discusión paritaria dejaría casi de tener sentido”.
En este sentido, agregó: “Lo que es una política de Estado que fracasa nos complica a nosotros los empresarios y a los trabajadores en esa discusión (paritaria) que no debería existir si tuviéramos valores razonables”.
Finalmente, el industrial manifestó que actualmente “Estamos sujetos a una presión impositiva monumental e históricamente desconocida donde estamos a niveles de países de alto desarrollo con una contrapartida de servicios de bajo desarrollo”

(DyN) – Un muerto y al menos dos heridos graves fue el saldo que dejó un violento tiroteo entre facciones gremiales de la UOCRA este mediodía en el centro de la localidad santacruceña de Caleta Olivia, señalaron fuentes policiales.
El hecho se produjo en la intersección de las calles Güemes y Lavalle, en cercanías de la sede del Sindicato de Petroleros Privados y la policía apuntó como responsables a integrantes de una facción del gremio UOCRA.
La víctima participaba de un reclamo cuando un auto Volkswagen Gol bordó se aproximó y disparó contra los manifestantes.
El vehículo fue secuestrado a dos cuadras del tiroteo por la policía.
En tanto, al menos tres hombres que estarían implicados en el hecho quedaron detenidos.
El incidente se produjo en medio de la visita oficial del gobernador Daniel Peralta a la ciudad.
El jefe de Policía, Salomón Aleuy, supervisaba el operativo de seguridad personalmente junto al Grupo de Operaciones Especiales.
Foto: OPI Santa Cruz

(DyN) – El secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, advirtió que si el Gobierno no da una respuesta al reclamo de los gremios de subir el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, las negociaciones paritarias «van a reventar la economía nacional».
El titular del gremio que nuclea a los maquinistas de trenes sostuvo que en caso de no haber una solución a ese tema continuarán «con un plan de lucha», y no descartó que en la reunión de los gremios del Transporte del próximo 14 de abril se anuncie un nuevo paro.
«Tiene que haber una solución antes de las paritarias, porque en vez de pactar un acuerdo salarial que lleve a lo que fue la inflación del año pasado, vamos a tener que pactar por más. Y ya pedir un 40 o un 46 por ciento como dicen algunos sindicatos, va a reventar la economía nacional. Si no se arregla el tema de Ganancias, tenemos que pedir como mínimo 46 por ciento», señaló.
En declaraciones a radio Blue, Maturano aclaró que «hay que darle un tiempo prudencial al Gobierno», aunque advirtió que hay «una bronca generalizada entre los compañeros».
«Hay una bronca general, hay un enojo general de los compañeros. El tema inflacionario, el tema de que la economía está parada y que va a venir otra devaluación, eso lo piensa toda la gente», sostuvo.
El sindicalista estimó además que el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias debería elevarse «a 35 mil pesos si actualiza verdaderamente, si se toma la tabla de Machinea», en referencia al método de cálculo ideado en 1999 por el entonces ministro de Economía.
Por último, Maturano dijo que tienen «varios temas» en la agenda de los reclamos, pero aclaró: «Si sacan una solución al impuesto al trabajo, seguramente iríamos más despacio» con el plan de lucha.

(DyN) – El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, sostuvo que la posibilidad de realizar un paro de actividades de 36 horas, en reclamo de la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, «está más para el sí que para el no», aunque se mostró cauto a las definiciones que tomen al respecto el resto de las centrales sindicales.
Moyano se manifestó en estos términos ante una consulta de DyN y señaló sobre la propuesta del líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, que «primero» debe expresarse «la gente de la CTA» opositora, que conduce Pablo Micheli.
Además, Moyano rechazó a quienes «descaradamente» desde el gobierno nacional hablan del «salario mas alto de Latinoamérica» cuando «no dicen que la inflación» es «superior» al resto de los países de la región.
Durante una conferencia de prensa en la sede de Azopardo 802, Moyano criticó a los dirigentes sindicales con actitud de «servilismo» y que «están ahí aplaudiendo» en los actos en la Casa Rosada.
«Se habla descaradamente del salario mas alto de latinoamérica, es una verguenza que digan eso porque no dicen que la inflación nuestra es superior en Latinoamerica», remarcó Moyano.

El Paro Nacional convocado por gremios opositores de todo el país en reclamo por modificaciones en el Impuesto a las Ganancias tiene alta adhesión e impacto, según dirigentes de esos sindicatos, quienes adelantaron que ya están pensando nuevas medidas de fuerza si no se abre el debate a estos pedidos.
El primero en hablar fue el diputado nacional y titular del gremio de trabajadores del peaje, Facundo Moyano, quien celebró el impacto del paro y afirmó que «la actividad económica en la ciudad de Buenos Aires es casi nula».
«Ojalá que el Gobierno entienda que en este reclamo hay gremios que suelen sentarse a aplaudir en la Casa Rosada. Hay que entender que no es un reclamo político. Por lo menos no es político partidario. Hace cuatro años que usan el mismo argumento», sentenció el sindicalista.
«Nos tenemos que preguntar cómo en una Argentina que no crece, donde los trabajadores quedan por debajo de la inflación en las paritarias, los bancos tienen ganancias extraordinarias. Si tenemos algún sector de donde sacar plata para compensar alguna asimetría es del sector que tiene ganancias extraordinarias», enfatizó el hijo de Hugo Moyano.
Según Moyano, el acatacamiento es «de casi 95 por ciento» y es un «éxito total». «Esperemos que luego de este parazo, el Gobierno entienda que es un reclamo legítimo», agregó.
En referencia a futuras medidas de fuerza si no hay reacción de la administración de Cristina Fernández al paro, Moyano analizó: «Hay que ver la respuesta del Gobierno, pero si no hay respuestas seguirán las medidas de acción directa».
En tanto, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, calificó como «completo» al acatamiento y definió al Gobierno como «una fábrica de recaudar que, encima, distribuye mal».
Además, contra los dichos del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sobre que sólo el «7 u 8 por ciento» de los afiliados a la UTA están afectados por el Impuesto a las Ganancias, aseguró que el gravamen alcanza al «80 por ciento» de los trabajadores del sector.
Y, sobre la alta adhesión a la huelga, matizó: «Para nosotros, no es ninguna alegría. Acá, el que pierde es el país. Y nosotros no queremos que esto suceda. El Gobierno se niega a razonar y sentar a una mesa para discutir».
En este contexto, el titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, reconoció que «no va a pasar nada mañana» tras el paro, al advertir que la presidenta Cristina Fernández «hace lo que dice» el ministro de Economía, Axel Kicillof, y éste, a quien dijo que apodan «el rusito», «no da respuesta».
Al no descartar la posibilidad de profundizar el plan de lucha con un paro de 36 horas, Barrionuevo disparó: «Toda la vida, hasta (con) los propios milicos en plena dictadura siempre se conversó, siempre se dialogó; siempre hubo paros y se fue buscando cuál era la salida. Pero este gobierno no te da respuesta, no habla y al que va a hablar lo saca a patadas en el traste».
«No hay diálogo, éste es el problema más grave que tiene este Gobierno: ni con la oposición política, ni con los empresarios, ni con los trabajadores», expresó.
Del mismo modo, el secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, advirtió que si el Gobierno no escucha el reclamo para que se revea el impuesto a las Ganancias, el 14 de abril van «a dar a conocer un plan de lucha de los gremios de transporte».
«El 14 de abril vamos a dar a conocer un plan de lucha de los gremios de transporte que lo vamos a llevar adelante si no escuchan, si no hay cambios en esta decisión del Gobierno de no cambiar el impuesto a las Ganancias», aseguró el líder del sindicato de maquinistas de trenes.
El gremialista también afirmó que el Gobierno «es duro con los trabajadores y blando con los empresarios» y remarcó que los sindicatos tienen «derecho a protestar, a parar, a estar en contra».
Al respecto, Maturano puntualizó que los gremios están «reclamando no pagar el impuesto a las Ganancias porque el sueldo no es ganancia, es una remuneración por ir a trabajar todos los días», y cuestionó el mínimo no imponible del tributo, al remarcar que «a nadie le va a sobrar si cobra 15 mil pesos».
«Los 15 mil pesos es bruto, tenés 11 por ciento de descuento de jubilación, el 6 por ciento de obra social porque no nos dan salud. Yo cobro el 60 por ciento, el resto se lo lleva todo el Estado», se quejó el gremialista.
Por su parte,  el secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, ponderó la contundencia del paro, al evaluar que la ciudad de Buenos Aires «está prácticamente desierta», pero se manifestó en contra de los cortes de accesos a la Ciudad porque «le dan un argumento al Gobierno para que diga que la gente no pudo ir a trabajar porque había piquete».
«Están realizando una medida en el marco de un paro, que ellos consideran que debe ser activo. Yo no lo hubiese hecho porque le dan un argumento al Gobierno para que diga que la gente no pudo ir a trabajar porque había piquete, cuando la gente no iba a ir a trabajar igual», opinó el gremialista.
Micheli también sostuvo que la medida de fuerza «va más allá del sujeto individual que convoca» porque, analizó, «el paro está siendo protagonizado por un sujeto colectivo que son los trabajadores».
«Lo que anticipábamos de que el paro iba a ser de una contundencia mayor que los tres paros anteriores se comienza a notar», señaló el gremialista en conversación con radio Blue y se quejó porque «los gobiernos toman siempre como variable de ajuste a los trabajadores».