(DyN) – El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se quejó del paro dispuesto por el sindicalismo al advertir que «el Estado, en nombre de todos los argentinos, termina siendo como cornudo y apaleado», y aseguró que si el transporte funcionara «hubiera trabajado el 95 por ciento de la gente».
En su habitual charla con la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno, Fernández juzgó «inconcebible» que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se haya adherido a la medida de fuerza.
«El empresario es el empresario, el trabajador es el trabajador y el Estado pone la plata y le hacen el paro el Estado», fustigó.
El ministro coordinador explicó que el Gobierno, «aparte de poner el 70 por ciento del subsidio, con lo cual casi es un negocio administrado por el Estado, también paga 18 mil millones de pesos en repro (Programa de Recuperación Productiva) todos los meses, para sostener el servicio de media y larga distancia».
«Miran para un lado como perro que volteó la olla, nadie le quiere prestar atención a estas cosas que son serias. El nivel de inversión que se hace para que la actividad se sostenga, para que no haya conflicto, para que el trabajador pueda viajar dignamente, nada de eso se tiene en cuenta. Y el Estado, en nombre de todos los argentinos, que es el que pone el subsidio, termina siendo como cornudo y apaleado», aseguró.
Fernández calificó de «inconcebible» la decisión de la UTA de convocar al paro, al afirmar que «sólo el 7 u 8 por ciento de sus trabajadores son alcanzados por el impuesto a las Ganancias».
«Es inconcebible porque el primer argumento que esgrimen es el de elevar el mínimo no imponible, y UTA puntualmente, debe tener el 7 u 8 por ciento de personal alcanzado por la cuarta categoría del impuesto. Pero además, los alcanzados, son alcanzados por la última colita de lo que puede significar la tabla, con lo cual es insignificante. Están parando por defender los sueldos altos de otros gremios», aseveró.
El jefe de Gabinete también negó que el Gobierno no haya apostado al diálogo, tal como acusó el titular de la UTA, Roberto Fernández, y no descartó que haya motivaciones «electorales» en la convocatoria al paro.
«Estamos en un año electoral, con lo cual seguramente vocación de esa característica tienen. No la comprendo ni entiendo cuál es y tampoco es mi trabajo ponerme a pensar cuáles son las apetencias o la vocación política que pueda tener esta gente», señaló.
Por último, aseguró que el Gobierno «nunca» pensó en sancionar a los gremios que convocaron a la medida de fuerza, y dijo que «espera» que no haya disturbios en las protestas.
(DyN) – El secretario general de la CTA afín al Gobierno, Hugo Yasky, advirtió que la administración central «tiene que sacarse las anteojeras y modificar las escalas» del Impuesto a las Ganancias aplicado a los salarios.
No obstante, reiteró su oposición al paro que se concretaba para pedir un cambio en el gravamen, al considerar que contaba «con el apoyo de grupos económicos poderosos y sectores de la derecha de este país que pretenden restaurar el neoliberalismo».
«(El Impuesto a las Ganancias) es un problema real que existe, que es justo plantearlo y que es justo reclamar solución. El Gobierno tiene que sacarse las anteojeras y tiene que mirarlo y tiene que resolverlo», reconoció Yasky en diálogo con radio Nacional Rock.
Y amplió: «Eso lo compartimos, pero no que esto sea el motivo para ir un paro nacional con el apoyo de grupos económicos poderosos y sectores de la derecha de este país que pretenden restaurar el neoliberalismo».
«Nosotros tenemos una propuesta que sería la solución de fondo, que es modificar el tema de las escalas del impuesto. El impuesto tiene una graduación de escalas que viene del 2000, cuando los aumentos salariales oscilaban entre 0 por ciento y 3 por ciento anual y, hoy, estamos hablando de aumentos salariales del 30 por ciento», concluyó.
El Gobierno relativizó el reclamo del Impuesto a las Ganancias que lleva el sindicalismo opositor al paro general de mañana, al sostener que afecta «al 10 por ciento» de los trabajadores asalariados.
Además, involucró en sus críticas al sector empresario, al que acusa de no intervenir como se espera en estas circunstancias para aplacar los reclamos de los trabajadores.
Según el ministro de Economía, Axel Kicillof, “el Impuesto a las Ganancias afecta al 6 u 8 por ciento del total de trabajadores argentinos, y en el caso de los registrados, el 11 por ciento” por lo que “si se levanta (el mínimo no imponible), afectaría a todavía menos del 10 por ciento de los trabajadores”. “Si afecta al 5 por ciento, (la huelga) no tiene significatividad”, esgrimió Kicillof, quien añadió que “la parte de trabajadores de UTA afectados por Ganancias, es alrededor del 10 al 15 por ciento, a lo sumo”, al criticar que el gremio de colectiveros se pliega a la huelga general.
Agregó que «no puede ser la causa central de un paro un impuesto que lo paga un sector muy pequeño de los trabajadores» y consideró que quienes impulsan esta medida de fuerza «tendrían que explicar la verdadera naturaleza» de la misma.
Paralelamente, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, señaló que el “Estado invierte buena parte de sus subsidios en beneficiar al transportado” por lo que “hace el esfuerzo en poner en funcionamiento este aparato”, al tiempo cuestionó al medida de fuerza, al señalar que «este no es un paro general, hay muchos que quieren ir a sus trabajos».
El ministro criticó que “el empresario no participa en forma activa como quisiéramos que lo haga, hablando con el trabajador”, al explicar la reunión con las cámaras del sector en Casa de Gobierno. “Estamos discutiendo el paro, dónde se blande el Impuesto a las Ganancias y prácticamente no hay empleados que esten bajo ese impuesto”, criticó el funcionario.
Por tanto, Fernández advirtió que “el Estado no quiere hacer papel de paganini, y no encuentra una respuesta del otro lado, una discusión de calidad entre empresariado y sindicatos”. “No hay prácticamente personal que esté pagando impuesto a las ganancias” por lo que “llamamos para pedir una actitud responsable de los empresarios” ya que “el Estado pone la plata y el paro se lo hacen al Estado”, lamentó.
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) difundió un duro informe en el que critica a los gremios que llamaron a un paro general, asegurando que poner como reclamo principal a la falta de cambios en el Impuesto a las Ganancias y no hacer foco en el “despilfarro de fondos públicos” de los subsidios es “un planteo elitista”.
Según IDESA, tomando como base información recientemente publicada por el INDEC se puede aproximar el alcance que el impuesto a las ganancias tiene en el mercado laboral. “Considerando la distribución de las remuneraciones de bolsillo (es decir, descontado los impuestos) del total de ocupados (asalariados y cuenta propia) para el cuarto trimestre del 2014 aparece que: el 40% de los trabajadores recibía una remuneración por debajo del salario mínimo vital y móvil que en ese momento era de $4.400; otro 50% ganaba entre el salario mínimo y 12 mil pesos; un 10% ganaba por encima de 12 mil pesos”.
De estos datos, se desprendería que nueve de cada 10 trabajadores no están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, ya que el mismo arranca con salarios de $ 15.000 para arriba.
Además, IDESA sostiene que “los sectores de más altos ingresos aportan a través del Impuesto a las Ganancias apenas el 21% de la recaudación total de impuestos nacionales”, mientras que “los tributos al consumo y las cargas sociales, que son impuestos que alcanzan a los más humildes, representan el 35% y el 27%, respectivamente, de la recaudación nacional”. “Si a esto suma el impuesto inflacionario es claro que la gente de menores ingresos es la que proporcionalmente más aporta al financiamiento del Estado”, destaca el informe.
Por eso, IDESA asegura que “en este contexto, presionar por pagar menos impuesto a las ganancias y no cuestionar los subsidios a Aerolíneas Argentinas, Futbol para Todos, la electricidad, el gas, el transporte, las moratorias previsionales y el aumento del empleo público es un planteo elitista. Implica pujar para que sean los más pobres los que paguen el despilfarro de fondos públicos”.
En ese marco, el Instituto señala que “sin revisar prioridades en el gasto público no hay ninguna alternativa seria de replantear impuestos. El récord de presión tributaria, incluido el impuesto a las ganancias, es la consecuencia del récord de gasto público. De no mediar una reducción del gasto del Estado, la demanda por bajar impuestos se reduce a una mera puja entre sectores”.
Y concluye: “Sólo si se corta el despilfarro de fondos públicos se puede generar espacio fiscal para discutir con seriedad la política tributaria. En estas condiciones, la prioridad es eliminar la inflación. Luego, revisar los impuestos más regresivos. Aquí se destacan las cargas sociales cuya incidencia (sumando aportes personales y contribuciones patronales) superan el 45% del salario. Como las cargas sociales se aplican incluso entre las remuneraciones más bajas, provocan que la mayoría de los trabajadores de baja formación sean condenados al empleo “en negro”, al desempleo o directamente a la inactividad laboral. En este proceso, y como un cambio complementario no sustancial, habría que revisar las distorsiones que se han acumulado en los últimos tiempos con la no actualización del impuesto a las ganancias”.
La mayoría de las empresas, industrias y comercios abrirán sus puertas mañana como todos los días, pero el paro general convocado por la CGT de Hugo Moyano y los gremios de transporte seguramente afectará con dureza la actividad.
A continuación, el listado de los gremios que ya manifestaron su adhesión a la medida de fuerza y cómo eso impactará en las compañías cordobesas:
– Transporte: no habrá colectivos urbanos, interurbanos ni de larga distancia debido a la adhesión de UTA y AOITA. Por esa razón, seguramente muchas empresas se quedarán sin gran parte de su personal, o deberán erogar grandes sumas de dinero para pagarles otras vías de movilidad, como por ejemplo taxis y remises. Tampoco habrá vuelos, afectando lógicamente las operaciones del aeropuerto Ambrosio Taravella.
– Bancos, EPEC y Municipalidad de Córdoba: son los gremios con más empleados que tributan Ganancias y el paro cortará completamente la atención en sus oficinas, con lo cual no se podrá hacer ningún tipo de trámite en esas dependencias.
– Camioneros: al no haber repartos, se resentirá el abastecimiento de comercios, almacenes y supermercados; y también podría faltar dinero en los cajeros a raíz de que no habrá camiones recaudadores en la calle recargándolos.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que los gremios que llevarán adelante un paro por 24 horas tienen «una posición política» en su reclamo, debido a la «inusitada dureza» que muestran.
«Hay una vocación política en esto. La inusitada dureza no habla de otra cosa que de esa visión política amparada en acciones que poco tiene que ver con lo que están persiguiendo. Entonces no se puede discutir», señaló.
Esto constituye un nuevo giro de Fernández sobre sus propios dichos, ya que hace menos de una semana había dicho que calificar el paro como político era «injusto», que lo que buscaban los gremios era «mejorar el nivel de ingreso de los trabajadores» y que el Gobierno siempre está evaluando cómo modificar el Impuesto a las Ganancias pero que «no es momento de hacerlo».
Una suerte de contrapunto protagonizaron el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y el ministro de Economía, Axel Kicillof, luego de que el primero se mostrara conciliador con el paro nacional convocado para el próximo martes en reclamo por el Impuesto a las Ganancias pero el segundo echara prácticamente por el piso la posibilidad de debatir cambios en dicho tributo.
El primero en hablar fue Fernández, quien evitó calificar de «político» el paro, pese a que el mismo es impulsado principalmente por la CGT que conduce Hugo Moyano, y aunque afirmó que trata de evitarlo, remarcó que no puede «hacer magia».
«Sería injusto si diría que un trabajador reclama la subida del mínimo no imponible y lo calificara de político. Todo tiene que ver con la política, pero en este caso me quiero quedar con el pensamiento que lo que se está buscando es mejorar el nivel de ingreso para los trabajadores, no mirarlo de otra manera», señaló.
Asimismo, el funcionario admitió que en el Gobierno evalúan cambios. «Nadie puede dudar de que ni los camarógrafos, ni la Presidente ni los ministros están de acuerdo con no subirlo… todos estamos de acuerdo, pero la realidad es que hay que ajustarse a las posibilidades del momento», expresó Fernández en la puerta de la Casa Rosada.
Sin embargo, parece que el ministro de Economía, Axel Kicillof, no opina lo mismo. El titular del Palacio de Hacienda sostuvo, por el contrario, que «hay que defender» el impuesto a las Ganancias porque «es uno de los más progresivos que tenemos», y aseguró que la discusión sobre si es un tributo al salario «ya fue».
«Es un impuesto que hay que defender, porque es progresivo. Algunos lo atacan porque dicen que ‘afecta al salario’, pero esa discusión ya fue», afirmó en declaraciones a radio Metro.
El funcionario estimó además que «sólo el 8 por ciento de los trabajadores» paga el tributo, y pese a que sostuvo que «toda discusión es legítima», afirmó que quienes impulsan el paro del próximo martes «están entre ese 8 por ciento que más gana».
Kicillof explicó que «de los trabajadores registrados, los que pagan impuesto a las Ganancias son el 11 por ciento que más gana», pero que si se suman al cálculo los empleados no registrados «ese número baja al 8 por ciento».
«Para aquellos que dicen que es injusto, que ‘cómo los asalariados van a pagar impuestos’, mi respuesta sería que justamente es un impuesto progresivo que cobra a los salarios más altos. Después, si me dicen ‘bueno, pero el mínimo no imponible está mal porque hoy agarra el 50 por ciento de los asalariados’, le diría que no, que no es así, porque hoy agarra a menos del 10 por ciento», señaló.
Kicillof admitió que la discusión que podría darse es sobre las alícuotas del tributo, pero aclaró que «están hechas por ley del Congreso, no las puede cambiar el Poder Ejecutivo, es una discusión legislativa».
«Ya es un tema bastante sofisticado, efectivamente lo podemos discutir, y está bien, pero no me parece un reclamo universal de los trabajadores porque afecta una porción reducida. Ahí es donde me pregunto si ese 8 por ciento, que es el que efectivamente paga y tiene un problema de alícuota, está discutiendo un tema de alícuotas o el impuesto entero», señaló.
Kicillof recordó que el impuesto a las Ganancias «lo puso el general (Juan Domingo) Perón», y que conceptualmente implica «a los que ganan salarios más altos, cobrarles una parte de ese salario para mantener el funcionamiento del Estado».
«Yo lo llamo impuesto a los altos ingresos», agregó, a la vez que afirmó que «al ser un impuesto que se aplica a los (salarios) de más alta escala, es uno de los más progresivos que tenemos».
«Los que marchan y ven la necesidad de hacer por esto un paro, están entre el 8 por ciento que más gana. No es ni bueno ni malo, no tengo nada con los que más ganan. Ojalá todos pudieran ganar más. Todas las discusiones son legítimas, pero lo quiero poner en su lugar el tema», concluyó.
(DyN) – El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, convocó a un paro nacional de 24 horas para el próximo martes, en todas las actividades, ante la falta de respuesta del gobierno a los reclamos de modificar el impuesto a las Ganancias, un aumento de emergencia a los jubilados, la inseguridad y la inflación.
En declaraciones a DyN, Moyano reiteró que «el eje» del paro nacional, que coincidirá con el dispuesto por los gremios del transporte, «es Ganancias, pero también los demás reclamos como el aumento a jubilados, la seguridad y la inflación».
Paralelamente, la CGT de Moyano prepara un plan de lucha que incluiría un paro nacional de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo y para ello convocó al Comité Central Confederal para el próximo 15 de abril.
La decisión fue adoptada por un plenario de secretarios generales que sesionó en la sede sindical de Azopardo 802.
Del cónclave participaron además de Moyano, Guillermo Pereyra (petroleros), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Amadeo Genta (municipales), Gerónimo Venegas (UATRE), Omar Plaini (canillitas) Abel Frutos (panaderos), Jorge Pérez Tamayo (pilotos), Julio González Insfrán (capitanes y oficiales navales), Ricardo Epelbaun (señaleros) y Domingo Pereira (ceramistas) entre otros.
Al término de las deliberaciones, Moyano -en diálogo con DyN- marcó diferencias con el paro convocado por los gremios del transporte terrestre aéreo y marítimo para ese mismo día al señalar que «nosotros convocamos a un paro nacional de todos los gremios, mientras que el de los gremios del transporte, al que yo pertenezco, es un paro sectorial».
Reiteró que «los gremios del transporte al que pertenezco tienen sin duda alguna un valor estratégico muy importante pero esto que nosotros estamos convocando es un paro nacional que involucra a todas las actividades».
Según supo DyN, la intención de la CGT moyanista es la de profundizar su plan de lucha con un paro nacional de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo el próximo mes, para reforzar sus reclamos por ganancias.
«Se viene un paro de 36 horas con movilización porque el gobierno hace oídos sordos de los reclamos que venimos haciendo» desde hace tiempo, remarcaron fuentes gremiales.
En ese marco, Moyano se manifestó «preocupado» por la inseguridad y se quejó porque pese al aumento de efectivos policiales en las calles el «flagelo sigue azotando a la gente».
En esa sentido y sin nombrarlo Moyano criticó al gobernador Bonaerense Daniel Scioli, al señalar que «vemos como los políticos anunciaron el ingreso de más policía a la fuerza, que se quedan dormidos en sus lugares de trabajo por el agotamiento, ya que tienen que realizar otras actividades para poder subsistir».
(DyN) – Los gremios de transporte no lograron llegar a un acuerdo con las autoridades del Gobierno nacional, por lo que ratificaron el paro previsto para el 31 de este mes por reclamos salariales.
«Lamentablemente no ha habido ningún avance, ni se nos ha otorgado ninguna alternativa ante los temas puntuales que veníamos reclamando desde el año pasado; en ese sentido, vamos a ratificar la medida de acción directa para fin mes», expresó el titular de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid.
Schmid, junto a otros cuatro dirigentes, se reunió con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en el despacho del primero, de la Casa Rosada.
Por ello, el dirigente indicó que «el miércoles convocaremos a un plenario de delegados para informar de esta reunión y los alcances de la medida» que se proyecta efectuar a fin de mes.
Respecto al encuentro, señaló que «se nos manifestó que la decisión sobre (Impuesto de) Ganancias y otros temas que tienen que ver con inflación y aumento de la jubilación, los tiene Presidencia de la Nación» y que, por tanto, «no podían adelantar ninguna alternativa, por lo que nosotros no tenemos ninguna respuesta que informar a nuestros delegados», lamentó.
Aunque aclaró que «quedamos abiertos a una futura negociación» ya que «estamos todavía a 15 días» de la medida, reiteró que «en esta primera reunión no hubo ningún signo alentador».
Concluyó que «si la respuesta es esa, no creo tenga demasiado sentido pedir una entrevista con la Presidenta» Cristina Fernández, y lamentó que «nunca encontramos la solución integral que vinimos a buscar».
A la reunión, que se prolongó entre las 9.30 y las 11, se presentaron, además de Schmid, Roberto Fernández (UTA), Omar Maturano (La Fraternidad), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), y Omar Pérez (Camioneros).
Junto a Aníbal Fernández, estuvieron presentes el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la viceministra del área, Noemí Rial.
Previo a la reunión, el jefe de Gabinete advirtió que el Gobierno «no acepta ningún tipo de condicionamientos» de los gremios del transporte, que tenían en la cabeza de lista de reclamos, la suba del Mínimo no Imponible.
(DyN) – El secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, sostuvo que intentará acordar con su par de la CGT disidente, Hugo Moyano, la realización de un paro de actividades para marzo si el gobierno sigue sin dar respuesta a reclamos del sector sindical, como la eliminación del impuesto a las ganancias para los asalariados.
Micheli dijo que tiene pensado «retomar las charlas que veníamos teniendo con Moyano, a fines de enero y principios de febrero, para hacer alguna acción en marzo», tras la protesta preparada por la Federación de Gremios del Transporte.
En ese sentido, se pronunció como partidario de convocar «a un paro nacional de la CTA y de la CGT si no hay respuestas del gobierno a temas como Ganancias, el aumento del salario mínimo (vital y móvil), el trabajo precario y un aumento de emergencia para jubilados», y prometió «volver a la carga por las cosas irresueltas».
Respecto al tema paritarias, Micheli apuntó que la central que conduce piensa que el valor de incremento salarial debe ser «del 40 por ciento mínimo», en declaraciones a radio El Mundo, y opinó que el año en curso tendrá la protesta social en las calles. «Recuerdo el paro que hicimos con la CGT de Moyano el 20 de noviembre de 2012 y podríamos trasladar mecánicamente las mismas reivindicaciones que hicimos aquel día al día de hoy porque no fueron resueltas», insistió Micheli.
Y reseñó que «en ese contexto es de esperar que haya un crecer de la conflictividad porque más allá de las expectativas que dé la elección, la gente no va esperar a diciembre, a que asuma la nueva autoridad, para resolver los problemas que necesita resolver ahora».
Consultado sobre la posibilidad de que no comiencen las clases en la provincia de Buenos Aires, respondió que «todos los años llegamos a situaciones de este tipo por ausencia de sentido común de quienes gobiernan» y dijo que «la demora» en la resolución del conflicto con los docentes se produce «por la intransigencia del gobierno, que arrancan como si esto fuera un juego del mercado de compra y venta».
«Por lo menos en este año de elecciones que el gobierno de la provincia y gobierno nacional que se dejen de joder, de dar vueltas, porque lo pagamos con calidad educativa, lo pagamos con pibes que pierden días de clase, y para decir lo mismo que van a decir en 20 o 30 días que lo digan ahora y se resuelva el problema de entrada», completó.