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(DyN – Télam) – En los siete primeros meses del año, el superávit comercial alcanzó a 4.487 millones de dólares, lo que representa una caída del 19 por ciento, respecto de igual lapso de 2013, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Esto sucedió pese a que la balanza comercial de julio alcanzó un superávit de 803 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 114% con respecto al mismo mes del año anterior.

El intercambio comercial del séptimo mes del año arrojó que las exportaciones registraron ingresos por 6.723 millones de dólares, con una caída interanual del 9%, mientras que las importaciones sumaron 5.920 millones de dólares, con un descenso del 16% frente a igual período de 2013.
Con estas cifras, el acumulado del año marca un superávit de 4.487 millones, a partir de un total exportado de 43.501 millones de dólares contra 39.014 millones de dólares desembolsados en importaciones.
En el detalle de las exportaciones de julio, el principal descenso interanual en valores absolutos correspondió al rubro Manufacturas de origen industrial que bajó el 15% debido a una caída en las cantidades (-19%), mientras los precios aumentaron el 5%.
También decrecieron los Combustibles y energía (-44%) y las Manufacturas de origen agropecuario (-5%), mientras que los Productos primarios descendieron el 1%.
A nivel de productos el incremento en las exportaciones se observó por las mayores ventas de porotos de soja a China, biodiesel hacia Reino Unido y Gibraltar y oro para uso no monetario a Canadá y Suiza, a lo cual le siguieron minerales de cobre y concentrados hacia India y malta sin tostar y harina de trigo a Brasil.
Dentro de los productos que mostraron una disminución se mencionan los cereales, material de transporte terrestre, residuos y desperdicios de la industria alimenticia, petróleo crudo y Metales comunes y sus manufacturas, entre otros.
En cuanto a las importaciones, en julio los rubros que registraron bajas en cuanto a valores absolutos fueron vehículos para el transporte de personas principalmente desde Brasil y México; circuitos impresos con componentes eléctricos; y partes para aparatos receptores de radiotelefonía de China; y productos inmunológicos preparados como medicamentos de Alemania.
Le siguieron bienes de consumo como videoconsolas y máquinas de videojuegos; y motocicletas con motor de émbolo desde China, y gasoil de Rusia y Países Bajos, mientras que el único uso que creció fue en el rubro bienes de capital, a partir de lectores o grabadores y calderas de vapor desde China.
En el séptimo mes los productos importados que sobresalieron por su participación fueron gas natural licuado, gasoil, vehículos para transporte de personas y mercancías, fueloil, circuitos impresos con componentes eléctricos, partes para aparatos eléctricos de telefonía o telegrafía, minerales de hierro, partes y accesorios de carrocerías, glifosato y aceites crudos de petróleo.
El informe del INDEC también precisó que el comercio con el MERCOSUR, concentró el 24% de las exportaciones argentinas y el 22% de las compras realizadas al exterior.
Si se toma como referencia el mes de julio del año anterior, las exportaciones a dicho bloque mostraron una variación negativa del 18%, y las importaciones provenientes del mismo disminuyeron el 31%.
En consecuencia, el saldo comercial de la Argentina con el bloque regional en julio de 2014 resultó superavitario en 304 millones de dólares.
En cuanto al intercambio con el primer bloque en importancia para el comercio argentino -ASEAN, República de Corea, China, Japón e India- registró un saldo comercial positivo de 335 millones de dólares en el mes.
Las exportaciones subieron el 21% con respecto a julio de 2013, debido a las mayores ventas de los Productos primarios, las Manufacturas de origen industrial, y los Combustibles y energía, mientras que las Manufacturas de origen agropecuario descendieron.
Las importaciones desde este origen disminuyeron el 15% con respecto a igual mes del año anterior, con una baja de las compras de piezas y accesorios para bienes de capital, vehículos automotores de pasajeros, bienes de consumo, bienes intermedios y los combustibles y energía; mientras que aumentaron las de Bienes de capital.

La consultora Argentina Exporta publicó un reporte destinado a empresas de comercio exterior, en el cual señala que esta es una medida tendiente a administrar el incremento del déficit de dólares que soporta la economía.  A partir del 15 de enero el Sistema Malvina pide información sobre plazos y formas de pago para oficializar las DJAI´s.
Según informa Argentina Exporta el organismo ahora le pide a los operadores información sobre la modalidad de giro, diferido, anticipado o en la modalidad vista, porcentaje del primer giro y fecha probable del mismo.
El organismo, a través del Sistema Informática Malvina (SIM) le pide ahora a los operadores información sobre modalidad de giro, si es diferido, anticipado o en la modalidad vista, porcentaje del primer giro y fecha probable del mismo. El reporte indica que el pedido de información sobre la forma y plazo de pagos de las importaciones se llevaría a cabo para que «discrecionalmente se regulen las aprobaciones privilegiando aquellas que se paguen a mayores plazos o mediante cartas de crédito».
«Este cambio, que aún no ha sido plasmado en ninguna normativa ni resolución oficial, es algo que el Programa Argentina Exporta ya había pronosticado como un escenario posible de cara a la situación externa del 2014», destaca la consultora.
Argentina Exporta además destaca que «Resta esperar que se vayan definiendo otros mecanismos que impactan sobre las autorizaciones para importar, tales como planes de compensación, listas de precios, inversiones, etc, teniendo en cuenta que este 2014 se viene con fuerte déficit proyectado de divisas (apalancado por energía y servicios, dificultades en la liquidación de exportaciones, además de algunos inconvenientes externos como ser la pérdida de beneficios arancelarios en la UE)», señala el reporte.
Fuente: Agencia DyN.

“Para garantizar precio y abastecimiento se recurrirá a importaciones” titula la agencia de noticias oficial Télam por estas horas y, aunque suene increíble, se trata de algo cierto.
Es que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó hoy que se «va a recurrir incluso a importaciones» para «garantizar precio y abastecimiento» de «todos los productos que integran la canasta de referencia» y, en ese marco, anunció que se importarán tomates de Brasil ya que por motivos estacionales podría registrarse un aumento de precios.
Así, pese a ser la Argentina históricamente uno de los principales productores de materias primas, lo que le valió el mote de “granero del mundo”, ahora recurrirá a traer productos desde el exterior.
En conferencia de prensa en Casa de Gobierno, Capitanich puso como ejemplo al tomate, «un producto estacional donde hemos detectado que puede llegar a haber en los próximos días reducción en la oferta y por consiguiente, aumento de precios».
«Por eso, la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) instruyó al ministro (de Economía) Axel Kicillof para que a través del Mercado Central se propicie la importación de tomates de Brasil para garantizar abastecimiento y precio a los consumidores», señaló el funcionario nacional.
El jefe de ministros dijo que «esto se hará con todos aquellos bienes que experimenten problemas de oferta estacional o que puedan afectar el nivel de precios».
El objetivo del Gobierno es «garantizar que el consumidor tenga todos los bienes de precios cuidados perfectamente garantizados en abastecimiento y precios, y se va a recurrir inclusive a importación de los productos que sean necesarios para garantizarlo», puntualizó.
El funcionario contó que esta decisión fue uno de los resultados de la reunión que mantuvieron las autoridades ayer con supermercadistas, y también destacó que frente «al aumento de la demanda de productos en diciembre se ha generado un faltante de primer tipo de productos que se está regularizando en forma inmediata».
Dólar blue
Paralelamente, Capitanich, minimizó la importancia de la escalada del dólar paralelo hasta los 10,95 pesos al sostener que es un mercado «ilegal» y «marginal» y que «no puede ser tomado como variable indicativa del resto de las variables macroeconómicas».
«El mercado blue es absolutamente ilegal, es un mercado marginal», sostuvo Capitanich, para quien el dólar «blue» si bien puede tener «distintos tipos de influencia», tiene un «nivel de transacción inferior» al oficial.

En conversación con Punto a Punto Radio, Daniel Griboff habló de la situación que atraviesan las empresas en relación a las importaciones y cómo afecta a las exportaciones y al mercado en general. Además, se refirió a la falta de respuesta del gobierno frente a esta situación.

-¿Volvió la importación cero?
-No sé si es tanto como importación cero, pero sí hay empresas que están siendo afectadas mucho más que otras. Hay empresas que no reciben insumos y esta situación se viene dando desde hace bastante tiempo. Estas empresas están buscando alternativas, tratando de hacer convenios, etc. y todavía no encuentran ningún correlato con la actualidad, porque hay una cuestión que tiene que ver con la economía y es que las exportaciones están en caída desde hace varios trimestres y por ende las exportaciones también van en caída, porque el Gobierno intenta mantener el superávit.

-¿Esta situación acrecentaría la crisis en este semestre?
-Se acrecentaría la crisis. Los indicadores económicos así lo demuestran. Yo vengo alertando a mis clientes que la situación en este invierno va a ser mucho más dura. La importación de gas y combustible se está comiendo el cupo de las importaciones en general. Por esto, básicamente, el escenario es que las importaciones caen. Además, cada vez tiene más incidencia el tema del gas y el combustible, por esto lo que queda para el resto de los operadores es muy poco.

-¿Han tenido contacto con el gobierno para plantear este tema?
-Las empresas plantean su situación ante la Secretaría de Comercio, que depende de (Guillermo) Moreno y no han tenido respuesta. Es un organismo público que no atiende al público. La realidad es que las empresas hacen planteos, empresas que necesitan insumos que no se fabrican en el país y no pueden sustituirse de un día para el otro, y no tienen ninguna solución.

-¿Los precios o el mercado interno se van a mover más, ir por otro camino?
-Yo estoy viendo que en relación al tema precios hay una incertidumbre total, ya no hay parámetros para medirlo y eso va a repercutir en todo. Además, hay operadores que se están retirando de la actividad, han achicado personal, y ya llega un punto de que no tienen mercado para operar. No tienen nada que hacer. Esto es muy marcado desde hace dos años y en este último tiempo es más grave y se va a marcar todavía más. Hay distribuidoras de productos importados que no tienen stock ni personal, no les autorizan las declaraciones juradas, entonces van a cerrar. Encima tampoco tienen producción local. Si no hay ninguna empresa local que esté en condiciones de sustituir importaciones, las empresas cierran.

-¿Hay algún sector que marque esta tendencia más fuerte que otro?
-Todos. El tema autopartes esta siendo muy observado por la Secretaría, canales rojos permanentes, la parte de motocicletas también. Y la parte de consumos de regalaría están directamente prohibidos, en muebles el panorama es bastante complicado. Eso sin contar el tema de insumos industriales, de electrónica.

«La Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba y la Unión Industrial de Córdoba, planteamos nuestra preocupación frente a las consecuencias que traen aparejadas las trabas a las importaciones de insumos y componentes esenciales para las industrias, y que impactan de manera directa en la pérdida de competitividad e incumplimientos acordados», señala un comunicado emitido en las últimas horas por estas tres entidades empresariales locales.

Las asociaciones aseguran valorar «la intención de defender la industria nacional y la necesidad de resguardar un saldo favorable de nuestra balanza comercial», pero advierten «que la política de restricción de importaciones de bienes no fabricados localmente está afectando, cada vez más, las condiciones de producción y el normal desarrollo comercial».

«Las restricciones para importar y las demoras en los tiempos de aprobación de trámites de la operatoria –con la incertidumbre que ello genera-, complican los procesos productivos ya que las empresas desconocen si podrán contar –en tiempo y forma-, con partes, piezas e insumos importados necesarios para poder terminar su producción y cumplir con los clientes locales e internacionales», agrega el comunicado.

«Apostamos por el crecimiento sustentable de nuestra industria y su gente, en condiciones de competitividad, previsibilidad y equidad para todos los sectores que trabajamos por una Argentina mejor. La incertidumbre y la falta de reglas claras y permanentes, provocan además una desfavorable imagen país y con ello, dudas acerca de las posibilidades de cumplimiento de nuestras empresas, hecho que nos desfavorece al momento de disputar los mercados internacionales», continúa.

Y finaliza: «Desde las entidades que suscribimos, manifestamos nuestra permanente disposición al diálogo fructífero y al trabajo mancomunado, acciones que sin duda promoverán la continuidad del crecimiento de nuestra Argentina, hecho que todos compartimos».

Las importaciones argentinas en 2012 se redujeron en 5.422 millones de dólares. Se trata de una caída del 7,91%. La mayor caída en la región. Sin embargo, hay que advertir que no han descendido las importaciones desde todos los países del mundo.

Debe advertirse que las importaciones desde Brasil alcanzaron en 2012 los 17.908 millones de dólares, mientras en 2011 habían ascendido a 21.798 millones de dólares. Se trata de un descenso de 3.890 millones de dólares (un descenso del 17,84%, promedio muy superior al general).

Esto implica que el descenso de las importaciones desde Brasil equivalió al 71,74% del total de la caída de las importaciones argentinas.

Y esto ha influido para que el MERCOSUR sea el único bloque en Latinoamérica cuyo comercio descendió (las exportaciones del MERCOSUR han caído a todas las regiones del mundo pero especialmente han descendido un -7% dentro de la propia subregión)

En la misma línea, hay que advertir que las importaciones argentinas desde Uruguay en un año cayeron desde 605 millones de dólares (en 2011) a 514 millones de dólares (en 2012), lo que implica un descenso del 15%. Cifra que duplica en promedio de caída de las importaciones argentinas en general.

Por ende, como modo de calificar las relaciones estratégicas permanentes de Argentina, debe saberse que la caída de las importaciones desde el Mercosur tradicional (sin Venezuela) representó una cifra que equivale al 82% del total de la caída de las importaciones argentinas en el año, desde todos los mercados.

 

Marcelo Elizondo

Directora de Consultora DNI