En el marco de las Jornadas de Responsabilidad Social Empresaria que organizó el Instituto Argentino de Responsabilidad Empresaria (IARSE), el periodista Hugo Alconada Mon disertó sobre «La comunicación y los Negocios en la Construcción de un Entorno Democrático y Transparente». En diálogo con este medio, realizó un análisis detallado la institucionalidad política en Argentina y los desafíos gubernamentales.
-¿Qué evaluación hace de la institucionalidad del ámbito político en Argentina?
-La realidad es que hay dos países. Una Argentina teórica y otra Argentina real, con baja institucionalidad y organismos de control que no funcionan. En la Argentina real el Congreso Argentino figura séptimo entre nueve Congresos de América Latina analizados en tema de transparencia y en teoría tenemos el decreto de acceso a la información pública desde el año 2003. En un análisis que hicimos para el diario La Nación, solamente nos respondieron el 5 por ciento de los pedidos de acceso a la información pública que presentamos durante los últimos 10 años.
En la Argentina teórica oficialmente Massa, Macri, Scioli admiten que gastaron unos 250 mil pesos en cada campaña electoral, aunque puertas adentro admiten que gastaron unos 1500 millones de pesos cada uno. ¿De dónde sacaron esa plata? Ellos fueron parte del dolor de cabeza por la suba del dólar blue. Cuando los empresarios hacían los aportes los hacían en dólares, no en pesos. A eso lo tenían que conseguir en la ciudad de Buenos Aires. Entonces el desafío fue cómo trasladar esos fondos y terminaron con gente de los equipos de la campaña con el dinero en negro en la camioneta rogando que nadie los arrestara. El dólar blue iba subiendo. Teníamos a un gobierno que en teoría estaba tratando de combatir el dólar blue cuando los propios candidatos a presidente estaban empujando el dólar blue. Una candidatura a un intendente común y corriente vale no menos de un millón de pesos. En la lista sábana, los puestos del quinto al décimo salen entre cuatro y diez millones de pesos, dependiendo si tenés posibilidades reales o no de llegar al Congreso.
-¿Qué es lo que imposibilita la necesidad superar esa baja institucionalidad?
-Nosotros mismos, los argentinos. De la boca para afuera decimos que nos interesa el cambio pero cuando eso nos afecta, nos ponemos como locos. Un claro ejemplo es la figura del arrepentido que existe en Argentina pero sólo para algunas figuras penales particulares, no para actos de corrupción. Los principales interesados en que esa ley del arrepentido no salga son los políticos y empresarios, porque los empresarios no veían a un Lázaro Báez como un par, lo ven como un testaferro. Ahora que la ley del arrepentido tiene sólo media sanción, ya hay altos ejecutivos de las empresas que cuando se tienen que marchar y les tienen que pagar están pidiendo el doble de la indemnización que les corresponde. Ese es el sobrecosto por el silencio.
-Ante esta situación, ¿qué acciones se deberían llevar a cabo para un entorno más democrático y transparente?
-No me imagino un cambio sustancial, tampoco veo al actual gobierno interesado en eso. Lo que necesitamos es un cambio gradual.
Que la Dirección Nacional Electoral pase a estar bajo el control de la Cámara Nacional Electoral, por ejemplo, para mí es un avance. Era insólito pero el gobierno de turno era el que tenía bajo control del propio Ministerio del Interior los resultados electorales que podían definir su propia suerte y terminamos como en las últimas elecciones, que pasaron 6hs. para poder obtener los primeros datos.
Para lograr una mejora es necesaria una ley de acceso a la información pública e independencia del poder judicial para que un tipo como Oyarbide, que ni siquiera puede justificar los gastos de su tarjeta de crédito, no sea juez.
La reforma anticorrupción, declaraciones juradas sinceras y transparentes, porque no sirven las declaraciones juradas que tenemos ahora, necesitamos que sean de los tres poderes del Estado. El poder judicial no tiene autarquía financiera real. Entonces tenemos problemas como los de la oficina anticorrupción, que tiene un presupuesto total de 63 millones de pesos mientras el presupuesto de fútbol para todos es de 2.500 millones de pesos, 40 veces más. La oficina anticorrupción hasta hace un mes no tenía internet. Quieren hacer investigaciones complejas pero no tienen ni siquiera para buscar por internet información por Google.
Debe haber un sistema real de protección de de los denunciantes. Hay que potenciar organismos de control y fortalecer nuestras instituciones para no lidiar con funcionarios coimeros. También hay que mejorar el sistema nacional del empleo público. Hay 56 regímenes laborales simultáneos en el Estado Nacional. Los empleados que en realidad están en esos regímenes son el 7 por ciento. Hoy el Estado es el principal empleador en negro en Argentina.
A esto se suma la regulación de la publicidad oficial para que deje de usarse con fines electoralistas y no sirva para premiar o castigar periodistas.
Tenemos que influenciar con la presión social, que es lo que permitió que Campagnoli finalmente sea fiscal hoy y que Bodou sea procesado. De a poco podemos ir mejorando pero va a tomar mucho tiempo.
–A casi 10 meses del gobierno de Macri, ¿cuáles considera que fueron los principales logros y cuáles son los desafíos más importantes?
-El logro principal para Macri es que ganó, que rompió con el bipartidismo y eso es un hito, como el de María Eugenia Vidal en Buenos Aires, que logró romper con 28 años de peronismo.
El gran desafío es que llega al gobierno sin mayorías parlamentarias y en las urnas porque sacó más del 50% en segunda vuelta, con sindicatos que no controla y una economía que está en recesión. Macri tiene múltiples desafíos para los cuales tiene pocas herramientas. Pero a veces, tu debilidad es tu fortaleza. Porque, en este caso, al Presidente la debilidad lo puede llevar a tener que consensuar y llegar a acuerdos. Esa misma debilidad lo lleva también a tener una posición de fuerza frente a los reclamos de sindicatos y empresarios.
-Ud. mencionó la recesión económica. Con ese marco, ¿cuáles considera que son los aspectos que urgen en la agenda económica actual?
– Más allá de lo coyuntural, claramente lo que necesita Macri es poner en funcionamiento la economía rápido y lo mismo debemos buscar nosotros como sociedad. Si no reactivamos la economía, esto una bomba de tiempo tarde o temprano.
-A partir de distintos escenarios que Ud. ejemplificó, como el poder de los sindicatos y las presiones empresariales, se ha cuestionado la gobernabilidad de la actual gestión nacional. ¿Qué análisis realiza sobre esto?
– En este sentido, el primer y mayor desafío que tiene Macri es su propio Gobierno. Si él hace las cosas bien, si logra reactivar la economía, controla a sus ´muchachos´, si logra realmente consensuar reformas, entonces va a llegar. Pero si él o su equipo empiezan a cometer actos de corrupción, si la economía no repunta, si tiene muchos errores propios no va a llegar porque implosiona. Este panorama es como la regla básica del tenis: hay que pasar la pelotita una vez más que tu contrincante, nada más. A veces lo único que tenés que hacer es reducir tu cantidad de errores no forzados y dejar que el otro cometa errores. Macri también necesita reducir sus errores no forzados para caminar lejos.
-En su paso por Córdoba, Alfredo Leuco planteó en una reciente disertación que existe la posibilidad de que el año que viene Cristina Kirchner pueda ir a juicio oral y público. ¿Considera que pueda ser así?
-Va a depender de varios factores. Es posible que Cristina Kirchner llegue a juicio oral y público, va encaminada a esa senda, rumbo a tener serios problemas judiciales. Pero una cosa es estar detenido, otra cosa es que te condenen. En su momento con Menem pasó esto, lo detuvieron pero después lo liberaron y pasaron muchos años, lo terminaron condenando pero ahora es senador y no está preso gracias a fueros y otras cuestiones. Las investigaciones por corrupción llevan años. Hay que tomarlo con cautela porque va a depender de múltiples factores. Entre ésos, una de las diferencias sustanciales es que Néstor está muerto. Ella en la peor de las situaciones puede delegar toda responsabilidad civil y penal en su marido.
-Está trabajando en un nuevo libro de investigación política. ¿En qué asuntos está poniendo el foco?
-En distintos temas pero sobre todo en casos de sobreprecios con foco en la obra pública. Cambiamos los nombres pero repetimos los vicios. Y por eso hablo de cambiar el sistema. Sino vos y yo vamos a estar hablando el próximo año de quién es el próximo Lázaro Báez, Ricardo Jaime. O cambiamos los factores de la ecuación o el resultado es el mismo.