(DyN) – Los holdouts, un grupo de acreedores que rechazaron el canje de deuda de 2005 y 2010 advirtieron que la Argentina pagó más tasa de interés que países en guerra, en la colocación de BONAR 24 que le permitió obtener 1.481 millones de dólares, operación calificada como «exitosa» por el ministro de Economía, Axel Kicillof.
La American Task Force Argentina (ATFA), que congrega a bonistas de los Estados Unidos, en litigio con la Argentina, publicó un artículo en el que subrayó que la Argentina convalidó una tasa de interés para financiarse superior a la que logra Irak que está en guerra con el ISIS, Nigeria que está en guerra con Boko Haram y Pakistán con los talibanes.
Puntualizando sobre una nota publicada por Financial Times, ATFA replicó: «¿Cómo es posible que estos países, que están librando una guerra en sus territorios contra algunas de las amenazas de terrorismo más graves que se hayan visto en el mundo, sean percibidos como una inversión de menor riesgo que Argentina?».
Cabe recordar que la Argentina pagó una tasa del 9 por ciento para colocar BONAR 24 y obtuvo casi 1500 millones de dólares.
Pese a la tasa de interés abonada, el ministro de Economía Axel Kicillof levantó la bandera del triunfalismo financiero ya que refutó a sus críticos afirmando que «se derribó el mito de que la Argentina estaba aislada del mundo».
La tasa del 9 por ciento es más del doble a la que pueden financiarse países vecinos como Bolivia, Paraguay y Uruguay.
«La diferencia representa un enorme beneficio de cientos de millones de dólares para los inversores extranjeros», se preocupó en remarcar la asociación de acreedores.
ATFA reafirmó que «desde las naciones africanas a los países en las áreas más remotas del sudeste asiático, pueden obtener préstamos en condiciones mucho más ventajosas que Argentina, un país del G-20».
Por otro lado, cabe recordar que el juez de Nueva York, Thomas Griesa, convalidó el pedido de holdouts para recoger información sobre la estructura de la colocación, dado que si hubo inversores externos podría caer bajo la cláusula de pari passu que benefició a los litigantes.
(Télam) – «Asistimos a un fenómeno de terrorismo de dimensiones antes inimaginables (…) Parece que se ha perdido la conciencia del valor de la vida humana, que las personas no tienen valor y que pueden ser sacrificadas por otros intereses. Y todo esto, lamentablemente, ante la indiferencia de muchos», criticó el Papa Francisco.
El papa argentino abrió con esta declaración el consistorio en el que abordará hoy con cardenales y patriarcas la situación en Oriente Medio y el papel que puede desempeñar la Iglesia católica para promover la paz.
Según informó la Santa Sede en un comunicado, para Jorge Bergoglio las consecuencias de ese terrorismo del EI en Irak y Siria es que los cristianos son perseguidos «brutalmente» y «ante la indiferencia de muchos».
Ante esta situación, «muy preocupante», el papa pidió una «respuesta adecuada» de la comunidad internacional, informó la agencia de noticias EFE.
El Vaticano es uno de los principales objetivos del EI. Hace apenas cuatro días el grupo amenazó con invadirlo, quebrar cruces y esclavizar a las mujeres en la cuarta edición de la revista oficial del grupo, Dabiq, que advierte en su portada que «Alá concederá a los musulmanes la conquista de Roma» según la revista británica International Business Times.
El pontífice declaró además que la Iglesia está unida en «el deseo de paz y de estabilidad en Medio Oriente» y en «la voluntad de favorecer a la resolución de conflictos mediante el diálogo, la reconciliación y el compromiso político».
El papa argentino ya dio múltiples muestras de preocupación sobre la situación que atraviesa esta región oriental del Mediterráneo, donde los yihadistas del EI avanzan con el fin de establecer un «califato» a ambos lados de la frontera siria e iraquí bajo las órdenes de Abu Bakr al-Baghdadi.
Esta situación ha hecho que numerosas personas hayan emprendido un éxodo con el fin de huir de la violencia, en particular cristianos que escapan de las conversiones forzosas y la persecución a los «herejes» de todo tipo.
Según cifras de la ONU, al menos 9.347 civiles murieron, otros 17.386 resultaron heridos y 1,8 millones de personas fueron desplazadas entre junio y septiembre de este año por la persecución de EI.
El Estado Islámico instauró un califato en regiones de Irak y Siria a finales de junio y sus planes son extenderse hacia Jordania, Israel, Palestina, Chipre, Líbano, Kuwait y Turquía.
En un califato, la cabeza del estado (el califa) se erige como líder del pueblo y del Islam, y gobierna de acuerdo a la sharía (ley religiosa).
El papa argentino abrió con esta declaración el consistorio en el que abordará hoy con cardenales y patriarcas la situación en Oriente Medio y el papel que puede desempeñar la Iglesia católica para promover la paz.
Según informó la Santa Sede en un comunicado, para Jorge Bergoglio las consecuencias de ese terrorismo del EI en Irak y Siria es que los cristianos son perseguidos «brutalmente» y «ante la indiferencia de muchos».
Ante esta situación, «muy preocupante», el papa pidió una «respuesta adecuada» de la comunidad internacional, informó la agencia de noticias EFE.
El Vaticano es uno de los principales objetivos del EI. Hace apenas cuatro días el grupo amenazó con invadirlo, quebrar cruces y esclavizar a las mujeres en la cuarta edición de la revista oficial del grupo, Dabiq, que advierte en su portada que «Alá concederá a los musulmanes la conquista de Roma» según la revista británica International Business Times.
El pontífice declaró además que la Iglesia está unida en «el deseo de paz y de estabilidad en Medio Oriente» y en «la voluntad de favorecer a la resolución de conflictos mediante el diálogo, la reconciliación y el compromiso político».
El papa argentino ya dio múltiples muestras de preocupación sobre la situación que atraviesa esta región oriental del Mediterráneo, donde los yihadistas del EI avanzan con el fin de establecer un «califato» a ambos lados de la frontera siria e iraquí bajo las órdenes de Abu Bakr al-Baghdadi.
Esta situación ha hecho que numerosas personas hayan emprendido un éxodo con el fin de huir de la violencia, en particular cristianos que escapan de las conversiones forzosas y la persecución a los «herejes» de todo tipo.
Según cifras de la ONU, al menos 9.347 civiles murieron, otros 17.386 resultaron heridos y 1,8 millones de personas fueron desplazadas entre junio y septiembre de este año por la persecución de EI.
El Estado Islámico instauró un califato en regiones de Irak y Siria a finales de junio y sus planes son extenderse hacia Jordania, Israel, Palestina, Chipre, Líbano, Kuwait y Turquía.
En un califato, la cabeza del estado (el califa) se erige como líder del pueblo y del Islam, y gobierna de acuerdo a la sharía (ley religiosa).