De los anuncios de inversión ante el Gobierno y tras un rol protagónico durante la visita del presidente Enrique Peña Nieto, la panificadora de capitales mexicanos Bimbo volvió a los títulos pero ahora de la mano de un centenar de despidos.
“Bimbo aduce problemas económicos y baja en la producción pero compró una parte de congelados de La Salteña y tiene previsto abrir una planta en Córdoba”, detalló uno de los delegados de la planta de Bimbo en Pilar, Marcelo Sotelo. Para la empresa, se trata de una “reestructuración interna”.
El desembolso para expandirse es uno de los motivos que justifican los despidos ya que tiene previsto trasladar parte de la producción de Pilar a una nueva planta en Córdoba, donde anuncia que empleará a 200 personas en Malvinas Argentinas, con una inversión de $ 230 millones y una fecha de inauguración prevista para noviembre.
Así se lo ratificó hace dos meses Raúl Obregón, del Grupo Bimbo y presidente de la división Latin Sur de la panificadora, al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay y la canciller Susana Malcorra. En el marco de la visita de Peña Nieto, el empresario aseguró las inversiones que el grupo había anunciado en 2015 ante el gobierno de Cristina Fernández, en ese entonces por US$ 55 millones.
La idea de la planta en Córdoba, según indicaron desde la empresa es que, al localizarse en el centro del país, podrán reducir costos de logística y abaratar el producto en medio de una fuerte caída del consumo.Para justificar los despidos, se habló de una baja en la producción, generada por “ausentismo” y problemas económicos, indicó Perfil.
Ya hubo audiencias en Trabajo, que llamó a una conciliación obligatoria. La empresa no participó del encuentro pero anticipa que acatará la decisión. Controla en el país la mayoría del mercado con Bimbo, Fargo y también está a cargo de la panificación para marcas de supermercados.