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(DyN) – El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, negó hoy que el Gobierno le haya impuesto un limite a las negociaciones salariales, ratificó el paro de 36 horas y advirtió que «el techo me lo ponen los trabajadores».
«Techo no tengo, a lo mejor me interpretaron mal, dije que me enteré por los diarios. A mí nadie me pone techo, el techo me lo ponen los trabajadores», señaló el dirigente antes de ingresar a la reunión de la cúpula del PartidoJusticialista que se realizaba esta mañana en Parque Norte, en el barrio porteño de Núñez.
Anoche, en declaraciones al canal TN, Caló aseguró que los trabajadores de su gremio tienen «un salario muy bajo», y reiteró que «están muy enojados porque la plata no les alcanza para vivir».
En medio de la discusión paritaria con las cámaras industriales, el sindicalista afirmó además que una vez que venza la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno, llevarán adelante el paro de 36 horas con movilización que habían declarado.
«Es un gremio importante, pero lamentablemente tenemos un salario muy bajo. Venimos del 2001, recompusimos la industria, primero cuidamos que haya puestos de trabajo, pero ahora nos quedamos muy bajo. Un trabajador que empieza a trabajar cobra 5 mil pesos, y con lo que pedimos de aumento, se va a quedar con 6.400 pesos», señaló.
Caló rechazó la oferta de los empresarios «del 22 por ciento de aumento en dos tramos», y resaltó la presencia en las puertas del ministerio de Trabajo «de 10 mil delegados que están enojados, porque la plata no les alcanza para vivir».
«Si ponemos el porcentaje del mínimo garantizado al mínimo que estamos pidiendo, es del 32 por ciento (el aumento). Asusta el porcentaje, pero cuando vamos a lo que se lleva el compañero al bolsillo, estamos hablando de un tornero especializado por ejemplo, que hay muy pocos, cuando llega a su casa se lleva 10.500 pesos», sostuvo.
Pese a que aseguró que tiene «muy buena relación con el Gobierno», el titular de la CGT Alsina insistió con que sólo hace «lo que los trabajadores metalúrgicos me piden».
Por último, el líder metalúrgico reiteró que el Congreso que su gremio realizó semanas atrás en Mar del Plata resolvió apoyar la candidatura a Presidente de Daniel Scioli.
«Quiero que él sea Presidente, en la UOM entendemos que él es el que puede llevar adelante todo esto que venimos consiguiendo», aseveró.

Un análisis elaborado por el IERAL de la Fundación Mediterránea estimó que el impacto aliviador de los cambios anunciados por el Gobierno nacional en el Impuesto a las Ganancias impactará en salarios que hoy se ubican entre los $ 20.000 y $ 33.000 y que podrían llegar a $ 25.000 y $ 41.000 a fin de 2015. Esto es así porque los mismos fueron anunciados para sueldos que oscilaban entre $ 15.000 y $ 25.000 en 2013, no en la actualidad.
Además, el documento sostiene que, pese a que se trata de un alivio para los trabajadores, no significa que haya caído la presión fiscal sobre sus salarios, sino todo lo contrario: aún con las modificaciones, el porcentaje que aportarán será mucho mayor que en 2014.
Según los economistas Marcelo Capello y Alejandra Marconi, las reducciones anunciadas benefician a “quienes entre enero y agosto de 2013 ganaban entre $15.000 y $25.000 de salario bruto mensual”.
A partir de allí, proyectan que “ese grupo, luego del aumento promedio del 32% obtenido por los salarios en 2014, se ubicaría a comienzos de 2015 en un rango de ingresos de entre $19.800 y $33.000 mensuales. Luego de las paritarias de 2015, que en la mayoría de los casos se están definiendo en estos meses, dicho rango de salarios podría ubicarse entre $25.700 y $42.900, aproximadamente, si el aumento promedio en paritarias resulta del 30% (caso 2015 a), o ubicarse en un rango de entre $24.700 y $41.300, si se impone el techo de suba del 25% supuestamente pretendido por el gobierno nacional (caso 2015 b)”.
Con respecto a la presión tributaria, armaron una serie de gráficos entre los cuales se destaca el que se copia a continuación, que muestra cómo la presión de Ganancias sobre los salarios altos, aún con las modificaciones impuestas por el ministro de Economía, Axel Kicillof, sigue siendo la más elevada desde 1998.
grafico ieral ganancias
En resumidas cuentas, “con los cambios anunciados esta semana, los trabajadores que obtenían salarios de entre 15 y 25 mil pesos en 2013 pagarán en 2015 un impuesto equivalente a entre 8,7% y 18,7% de su salario, cuando habían pagado el equivalente a entre el 4,6% y el 12,8% en 2014 y entre 0,6% y 7,7% en 2013”, especifica el IERAL.
Y agrega: “Si no se hubiese producido el cambio recientemente anunciado, dichos trabajadores hubiesen pagado el equivalente a entre 12,2% y 19,6% de sus salarios de 2015. En definitiva, para dicha franja de asalariados, los cambios anunciados evitan que el impuesto suba fuertemente su peso sobre los salarios, pero no significa que la presión tributaria sobre ellos haya caído con respecto a años previos, sino lo contrario”.
La conclusión, entonces, es que “queda demostrado que si bien la medida dispuesta es bienvenida como un paliativo para la presión impositiva que sobre el salario hubiera generado Ganancias en el año en curso si no se hubieran producidos cambios, deja afuera de la discusión la presión que se ha ido acumulando a lo largo de los últimos años, producto de la falta de actualización de las escalas del impuesto, por efecto de la inflación. Inclusive significa un nuevo aumento de la presión fiscal respecto a 2014”, destaca el IERAL.

En medio de la polémica entre gremios, empresarios y el Gobierno por las paritarias, una encuesta elaborada en los últimos días asegura que tres de cada cinco trabajadores temen que los aumentos de sueldo no alcancen para mantener el poder adquisitivo.
Se trata de un sondeo elaborado por el Grupo RHUO y la UAI que señala que la principal preocupación para los trabajadores es que las subas salariales no vayan a la par del costo de vida, opción que fue elegida por el 62,5% de los consultados.
Asimismo, el informe arrojó que si bien un 40 por ciento de los encuestados admite estar satisfecho con las posibilidades de ascenso laboral, solo un tercio se encuentra conforme con su nivel de ingresos.
Otro dato que destaca de los resultados es el anhelo de un trabajo sin relación de dependencia. Según los números de RHUO y la UAI, para un 67 por ciento de los consultados trabajar de manera independiente es un modelo a seguir.
En tanto, aunque los ingresos constituyen una de las máximas preocupaciones de los trabajadores encuestados, también se desprende de este estudio que, cuando de intereses se trata, la posibilidad de desarrollo (41,2 por ciento) y la estabilidad (32,8 por ciento) siguen estando por encima de la generación de ingresos altos (21,6 por ciento).
Para esta encuesta fueron consultados 1000 hombres y mujeres de la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y el interior de la provincia que actualmente trabajan.

La polémica por el supuesto ‘techo’ que el Gobierno nacional quiere establecer en las paritarias, para que no superen el 26% como máximo y de esa manera no se dispare más la inflación en la previa de las elecciones, continuó con nuevos cruces entre funcionarios del Estado y dirigentes gremiales.
Puntualmente, el secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió que existe «una presión total del Gobierno» a sindicatos y empresarios para establecer un tope «del 25 o 26 por ciento» a la negociación salarial.
«Entre los gremios nos conocemos todos y hablamos. Hay una presión total del Gobierno a los sindicatos y fundamentalmente a los empresarios para que no firmen más de un 25 o un 26 por ciento. Me consta porque hemos hablado con muchos dirigentes gremiales y también con empresarios», aseveró.
La respuesta oficial llegó inmediatamente. El primero en hablar, a la madrugada, fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien sentenció que el «tope» de los aumentos salariales que demandan los gremios lo fijará la «economía» y no el Gobierno, al advertir que si los incrementos «se escapan de madre» habría un «impacto en el bolsillo de todos».
«Las paritarias son libres, se tienen que definir entre ellos (empresarios y trabajadores); el Gobierno no va a poner límites, lo va a definir la propia economía», planteó el funcionario.
Al respecto, planteó: «Que ese aumento se traslade a los precios, es entrar en una colisión que no estamos dispuestos a aceptar; si un número se escapa de madre, estaríamos viendo un impacto en el bolsillo de todos» por lo que insistió en que «el límite» a los aumentos «lo pone las posibilidades ciertas de la economía».
Por su parte, el ministro de Economía, Axel Kicillof, negó que el Gobierno quiera implementar un «techo» a las negociaciones paritarias, pero advirtió que no avalará que empresarios acuerden aumentos salariales «pensando en subir los precios».
«En el marco de la discusión salarial, que es entre cada sindicato y la patronal, la paritaria es totalmente libre. Lo que el Gobierno no va a avalar es que un empresario diga ‘bueno, yo aumento los sueldos, total lo llevo a precios después’. Y eso lo escuché yo de algunos empresarios», señaló.
En declaraciones a radio Vorterix, el funcionario aseguró que ese «es un mensaje para los empresarios», y rechazó también que los incrementos salariales sean «a costa de los subsidios del Estado».

(DyN) – El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, evitó confirmar si el Gobierno procura imponer un tope salarial del 25 por ciento en las negociaciones salariales con los gremios, pero pidió que se acuerde «un número razonable» en los incrementos, ya que «no se puede ir de madre» la situación.
Sobre el supuesto tope en paritarias del 25 por ciento, el ministro advirtió que «cualquier decisión que se tome, no se puede ir de madre, tiene que ser un número razonable, que no repercuta en los precios, y eso es lo que va a haber que discutir».
Igualmente, aclaró que no pretende «ser el que venga a poner un número, porque no tengo por qué hacer eso», al hablar en su habitual contacto con periodistas en el ingreso a la Casa de Gobierno.
Sobre el tema, pidió «un punto en el que todos se encuentren satisfechos», y señaló que en algunas oportunidades «los dos no se van contentos, pero la situación es lo suficientemente positiva», tanto para empleadores como empleados.
«Si son paritarias libres, uno no tiene que meter la cuchara; el número va a tener que salir de la discusión, una vez que estén sentados a la mesa, pero es un tema en el que no tengo que meterme», insistió el funcionario.

La Caja de Jubilaciones de Córdoba informó que, con la liquidación de abril, se aumentan los haberes a casi 6 mil beneficiarios, aproximadamente el 6,3% de la población cubierta por el sistema previsional provincial, que generan una expansión del gasto previsional del orden de los $9,7 millones por mes (0,8% del gasto previsional mensual).
Los datos comunicados por la entidad que preside Osvaldo Giordano mencionan que la totalidad de los incrementos se originan en la actualización de los haberes en función del incremento promedio de los salarios otorgados a los agentes activos, y que la mayoría se refiere a Municipios, pero también se incrementaron los haberes en sectores de la Administración Pública Provincial y en algunas Reparticiones Autárquicas.
Dentro de la Administración Pública Provincial cobran con aumento poco más de 2.200 beneficiarios, con una suba promedio del orden de los $3.300 (+10%). Se trata de autoridades y personal de carrera del Poder Judicial de la Provincia y del Honorable Tribunal de Cuentas.
Entre los municipios, por su parte, se incorporaron 64 aumentos correspondientes a 64 municipios del interior de la Provincia, alcanzando a 3.700 jubilaciones y pensiones, con un incremento medio de $605 por beneficio. Los grupos más importantes, en términos de cantidad de beneficiarios e influencia en el gasto, son los municipios de Río Cuarto, Villa Carlos Paz y Bell Ville.
Así, en los primeros cuatro meses del año la Caja ha liquidado 318 aumentos, mejorando el haber del 81% de sus beneficiarios (77.219). Gracias a ello, la jubilación media creció un 33% en un año, alcanzando casi los $14 mil mensuales, lo que equivale a aproximadamente el 88% de la remuneración promedio que perciben los activos.
cuadrito Caja jubilados

(DyN) – La disputa entre las distintas vertientes sindicales y el Gobierno recrudeció con el reclamo del moyanismo de aumentos salariales por encima del 40 por ciento, porcentaje que había sido rechazado por funcionarios kirchneristas y la dirigencia industrial, al tiempo que el gastronómico Luis Barrionuevo no descartó que su gremio realice un paro, al igual que el anunciado por los metalúrgicos.
El secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, reafirmó la postura de la mayoría de los sindicatos de reclamar aumentos salariales por encima del 40 por ciento.
«El año pasado (el aumento salarial) fue del 34 por ciento para nuestro gremio. No puedo sentarme a discutir por debajo de esa cifra, y además vamos a agregar el reclamo por Ganancias, que oscilaba entre los 8 y los 10 puntos», advirtió.
Por su parte, Barrionuevo amenazó con medidas de fuerza si su gremio no logra un aumento del 20 por ciento como adelanto de las paritarias de julio.
En referencia al paro de la UOM, Barrionuevo justificó la decisión de su par Antonio Caló, ya que «volvió a su congreso de Mar del Plata con las manos vacías» tras las negociaciones paritarias y en situaciones como esas un dirigente sindical «no tiene otro destino que pintarse la cara».
Los metalúrgicos resolvieron un paro de 36 horas, con fecha a determinar el martes 21, precisamente cuando se reanude el contacto con las cámaras empresarias en el Ministerio de Trabajo.
Por su parte, Schmid reclamó aumentos superiores al 40 por ciento, al día siguiente de que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijera que no encontraba «fundamentación» para ese porcentaje.
«En los últimos tiempos estamos acostumbrados a mirar la realidad desde cristales distintos, por lo menos entre el sindicalismo y la visión de los propios funcionarios. Si el año pasado hubo una inflación que trepó por encima del 35 por ciento y este año no sabemos hasta dónde va a llegar la proyección, naturalmente no se puede asegurar que no ha habido deterioro del salario», sostuvo Schmid.
El gremialista aseguró que la inflación es «el punto central del reclamo» y advirtió que la combinación con el impacto del impuesto a las Ganancias «hace que se pierda y se distorsione el espíritu de la negociación». En declaraciones a radio FM Uno, Barrionuevo juzgó que «muchas organizaciones sindicales que han firmado a la baja (anteriores acuerdos salariales), fundamentalmente los que son adictos al Gobierno, los que van a aplaudir al Gobierno» se encuentran en la actualidad «con salarios magros porque se los comió la inflación».
«Caló lo aclara muy bien: no es un paro contra el Gobierno, contra Cristina (Kirchner), porque él jamás va a parar contra Cristina, pero en el reciente Congreso de Mar del Plata de la UOM los metalúrgicos están diciendo que están mal porque vienen con tres años de desfase (por la inflación) en el poder adquisitivo», advirtió.
Para Barrionuevo, Caló «podría haber dicho ‘quite de colaboración o una huelga de 24 horas’, pero debe ser tanta la calentura porque lo dejaron solo (desde la Casa Rosada) que el ‘tano’ dijo: ‘vamos por la 36 horas, si no me prenden fuego los delegados metalúrgicos de todo el país'».

(DyN) – El Congreso Nacional de Delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) resolvió un paro por 36 horas, ante la falta de acuerdo salarial en paritarias.
Desde el Consejo Directivo de la UOM indicaron que el próximo martes el gremio mantendrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo, donde se establecerá la fecha de realización del paro.
Los metalúrgicos reclaman una recomposición salarial del 32 por ciento, pero los empresarios propusieron un 24 por ciento de aumento.

(DyN) – El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, salió a cruzar a los gremios que anunciaron que pedirán aumentos superiores al 40 por ciento, como el de Alimentación y La Fraternidad, y estimó que terminarán firmando en paritarias «por otro número».
Incluso, se diferenció del jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, al negar que haya habido «pérdida del poder adquisitivo del salario».
Además, relativizó el impacto del Impuesto a las Ganancias en los sueldos, al sostener que «no es un problema del conjunto» de los trabajadores, porque afecta a «algunos sectores» y, consultado sobre una eventual modificación, respondió: «No voy a decir un no rotundo, pero tampoco voy a decir un sí rotundo».
Tomada, preguntado por radio La Red sobre los pedidos de aumento salarial superiores al 40 por ciento, respondió: «Para hacer ese pedido de números debe sostenerse en algo; no conozco, en ninguno de los casos, fundamentación para esa demanda».
Y matizó: «Como no conozco también fundamentación del 15 o el 12 por ciento que dicen algunos empresarios».
Pero insistió: «¿Cuál es el fundamento para pedir 46 por ciento en una actividad de la industrial nacional? Llama la atención. Seguramente, firmarán por otro número».
«El argumento es que ha habido pérdida del poder adquisitivo del salario. La conflictividad en Argentina ha sido más o menos la misma de siempre. En Argentina, con el Estado actual, el protagonismo sindical y la dinámica laboral, si hubiera habido pérdida de la capacidad adquisitiva del salario, hubiera habido un aumento notable de la conflictividad. Bueno, no ha ocurrido», adujo.
Cuando se le recordó que el jefe de la CGT oficialista también utiliza ese argumento para pedir aumentos salariales, manifestó: «Vale para Caló, asumiéndose él en representación de todos, lo mismo que acabo de decir. No es cierto».

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió que las paritarias del sector deben tener un techo del «20 por ciento» y alertó que sacará «corriendo» a los gremialistas que pidan un aumento salarial de «43 por ciento», como el anticipado por el sindicato oficialista de Alimentación.
Además, advirtió que puede responder a «una actitud caprichosa» la negativa del Gobierno a modificar el Impuesto a las Ganancias aplicado a los sueldos.
«Arrancaremos con un 15 y con un 20 por ciento como máximo», respondió Méndez consultado por radio La Red sobre los porcentajes de eventuales aumentos salariales que manejarán los industriales en paritarias.
Cuando se le dijo que es probable que ese techo sea rechazado terminantemente por el sindicalismo, manifestó: «Y nosotros los sacaremos corriendo cuando vengan con el 43 por ciento».
El presidente de la UIA argumentó que «no se puede hablar de atraso» de los sueldos en el sector, «por la recomposición que hubo en cada tiempo» y añadió: «Tenemos las horas más caras de la región».
No obstante, admitió que Argentina es un país «cuya moneda se deteriora a toda velocidad» producto de un nivel de inflación que «no» es «normal». «Los índices de inflación de los países vecinos y no vecinos… Nos toca bailar con la más fea», concluyó.
Para Méndez “la inflación futura como es futura tiene un grado de desconocimiento que no podemos aseverar”. En este sentido, consideró “Si uno me dice que es 43% es un disparate y si yo digo que es un 10% también sería un disparate”.
En este marco, el dirigente industrial afirmó que “En un país normal no hubiésemos tenido inflación” por lo cual “la discusión paritaria dejaría casi de tener sentido”.
En este sentido, agregó: “Lo que es una política de Estado que fracasa nos complica a nosotros los empresarios y a los trabajadores en esa discusión (paritaria) que no debería existir si tuviéramos valores razonables”.
Finalmente, el industrial manifestó que actualmente “Estamos sujetos a una presión impositiva monumental e históricamente desconocida donde estamos a niveles de países de alto desarrollo con una contrapartida de servicios de bajo desarrollo”