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El contexto recesivo impacta en todos los sectores de la economía y, entre ellos, el agro no está exento. Por caso, la coyuntura negativa ha llegado a afectar también los costos de alquilar un campo para producir, según el último informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba.
“El segundo relevamiento realizado por el Departamento de Información Agroeconómica a su red de colaboradores señala un costo promedio de arrendamiento 2014/2015 para la provincia de Córdoba de 9 quintales (qq) de soja por hectárea (ha). En comparación con la estimación de julio, descendió un quintal por hectárea, lo cual evidencia que las perspectivas económicas desfavorables al momento de acercarse las siembras de granos gruesos, condujeron a renegociaciones y ajustes en los contratos a que finalmente se arribó”, sostiene el documento.
El paper aclara que, “si bien estos costos corresponden a promedios zonales, podrían negociarse otros valores por características especiales de los suelos, malezas” y que, “al igual que el ciclo 2013/2014, los márgenes ajustados inducen al productor a compartir riesgos, planteando diferentes modalidades de alquileres: a porcentaje de rendimiento, a quintales fijos y/o una combinación de ambos, lo cual se traduce en un planteo de compartir riesgos entre demanda y oferta de campos”.
26 arrendamientos campo
Mirando el mapa por regiones, la Bolsa asegura que “los costos de arrendamiento de los departamentos del norte provincial, luego de la buena campaña agrícola 2013/14, volverían a los niveles de las campañas previas, registrando subas de 4 qq en Tototal, 1,5 qq en Río Seco y 2 qq en Tulumba. Sin embargo, Colón sería el departamento con la caída más pronunciada, alcanzando los 2,5 quintales por hectárea”.
“En Marcos Juárez y Unión, la zona agrícola con mejores condiciones agronómicas, la renegociación de alquileres ha sido menos proclive a la flexibilización de los valores, no experimentando variaciones. Al sur de la provincia, en Río Cuarto, los nuevos contratos se habrían pactado a valores de medio quintal promedio por debajo de los vigentes el año pasado”, finaliza el estudio.
Casi 5 millones de hectáreas sojeras
Paralelamente, el informe de la Bolsa reconfirma su estimación de que caerá la superficie sembrada de maíz mientras que la de soja crecerá a su récord al menos del último lustro, rozando las cinco millones de hectáreas.
26 cuadrito siembra soja maíz
“El relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba a su red de colaboradores durante el mes de noviembre estima un recorte del 24% del área a sembrarse de maíz a nivel provincial respecto a la campaña pasada, que sería compensado por un incremento en el cultivo de soja del 11%. De esta manera, para la campaña 2014/2015, la superficie destinada a la oleaginosa sería de 4.987.017 has y al cereal de 1.547.508 has. La causa principal en la caída de hectáreas del cereal se atribuye a la menor rentabilidad del mismo respecto a soja”, explica el documento.

La Bolsa de Cereales de Córdoba estimó que la superficie de soja a sembrarse en la provincia en la campaña 2014/2015 se ubicaría en 4.987.000 hectáreas, un 11% superior respecto al dato final de 4.485.285 hectáreas implantadas en el ciclo 2013/2014.
Así lo señaló en su último informe, en el que deja en claro que esta área implantada sería la más alta al menos de los últimos cinco ciclos, superando la máxima más cercana que fueron 4.863.339 de la temporada 2010/2011.
Según comunicó la Bolsa de Cereales, este cálculo surge de un relevamiento realizado durante el mes de noviembre realizado entre sus más de 200 colaboradores.
“La principal explicación del aumento del área con soja en el territorio cordobés se asocia a la menor o nula rentabilidad del maíz. Éste tiene costos de siembra un 67% superior a los de la oleaginosa, lo cual implica una gran inmovilización de capital para el productor. Aunque se espera una caída en los precios de todos los granos para la nueva campaña, la relación de precios entre ambos cultivos estivales continúa siendo favorable para la soja”, explica la Bolsa.
Hasta el momento, el avance real de la siembra no supera el 15% del área en toda la provincia, con valores departamentales que oscilan entre 4 % (zona norte) y 26% (zona centro y este).
La 2013/2014 dejó US$ 1.000 millones más
El informe de la Bolsa también publica la estimación final de producción de la campaña de soja 2013/2014 con una producción 18% mayor respecto a la campaña anterior.
“Si bien la superficie sembrada 2013/2014 de 4.485.285 has., representa una merma del 3% en relación a la campaña 2012/2013; el aumento en la producción se debe a los rindes superadores alcanzados. El rendimiento ponderado provincial fue de 31 qq/ha, un 23% superior al obtenido en el 2012/2013 el cual fue de 25 qq/ha”, explica el estudio.
Considerando las variables antes mencionadas, la producción de soja creció un 18%. El tonelaje cosechado en Córdoba fue de 13.463.399, traduciéndose en términos monetarios en aproximadamente U$S 7.169 millones de dólares, valuando la producción a precios FOB de mayo de 2014. Esto significa unos US$ 1.000 millones más que un año antes.
13 cuadro soja

(Télam) – El sector agroexportador informó que ingresarán unos 5.700 millones de dólares en el último trimestre del año, en concepto de liquidación de divisas por exportación de granos y productos procesados.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), a través de un comunicado de prensa, señaló que prevén «el ingreso de 5.700 millones de dólares en concepto de liquidación de divisas por exportación de granos y productos procesados, durante el último trimestre del corriente año».
El compromiso de los agroexportadores se habría concretado en el marco de una reunión que las principales autoridades del sector mantuvieron con funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central.

La Unidad Ministerial del Sistema Integrado de Información Agropecuaria (UMSIIA), dependiente de la cartera de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la Provincia, dio a conocer los resultados finales de la campaña cerealera correspondiente al período 2013/2014.
Lo más importante del trabajo es que reveló que la producción obtenida para la campaña 2013/2014 entre los seis productos más importantes (soja, maíz, girasol, maní, sorgo y trigo) fue de 28.828.650 toneladas, lo que significa 5.286.950 toneladas más que en el ciclo 2012/2013, cuando se obtuvieron 23.541.700 toneladas.
“Y también es la mejor campaña en la historia de la provincia de Córdoba desde el año 1960 en que se llevan los registros”, manifestó el comunicado del Ministerio que preside Julián López.
El detalle por cultivo es el siguiente:
SOJA
Superficie sembrada: 4.792.700 ha.
Superficie cosechada: 4.712.700 ha.
Rendimiento obtenido: 3.111 kg./ha.
Producción obtenida: 14.661.720 tn.
MAÍZ
Superficie sembrada: 1.608.300 ha.
Superficie cosechada: 1.412.800 ha
Rendimiento obtenido: 7.492 kg./ha.
Producción obtenida: 10.584.500 tn.
GIRASOL
Superficie sembrada: 31.600 ha.
Superficie cosechada: 30.400 ha.
Rendimiento obtenido: 2.233 kg./ha.
Producción obtenida: 67.880 tn.
MANÍ
Superficie sembrada: 268.200 ha.
Superficie cosechada: 265.400 ha.
Rendimiento obtenido: 2.757 kg./ha.
Producción obtenida: 731.800 tn.
SORGO
Superficie sembrada: 355.950 ha.
Superficie cosechada: 348.450 ha.
Rendimiento obtenido: 5.671 kg./ha.
Producción obtenida: 1.976.125 tn.
TRIGO
Superficie sembrada: 522.900 ha.
Superficie cosechada: 456.100 ha.
Rendimiento obtenido: 1.769 kg./ha.
Producción obtenida: 806.625 tn.
 

Un grupo de economistas kirchneristas aseguran que los ruralistas acopian casi la mitad de la cosecha de soja y pidieron que el Gobierno intervenga el comercio exterior para evitar un salto en el tipo de cambio.
 
En un informe titulado «acopio de soja, especulación y presión devaluadora», el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) señaló que los empresarios del campo acumulan todavía entre un 42% y un 52% de la cosecha de soja 2013/2014, lo que representa entre US$ 7.000 y US$ 11.000 millones.
El think tank liderado por el economista K Andrés Asiain hizo el cálculo en base a datos oficiales de exportaciones en base a los embarques, procesamiento de la industria aceitera y habilitación de las ROES de exportación.
Así, para el CESO, se trata de una «nueva escalada especulativa» que se genera en un contexto de fuerte baja en los precios internacionales del cultivo. «Por ello, las razones de la reticencia a la venta solo podrían explicarse por la estrategia de hacer caer la oferta de dólares, generar un salto devaluatorio y obtener una renta extraordinaria que compensen la caída de precios», advirtió.
Las consecuencias del acopio no solamente afectan al mercado cambiario, sino también el resultado fiscal. De acuerdo con el análisis, al evitar comercializar la cosecha y con ello liquidar las divisas de magnitud entre US$ 7.000 a US$ 11.000 millones se habrían podido cancelar las obligaciones (capital más intereses) de 2014 y 2015 que serán de US$ 7.091 y US$ 12.430 millones, respectivamente.
Así, según el CESO, la decisión de acopiar casi la mitad de la cosecha «evidencia que la voluntad individual de un sector económico está poniendo en peligro a la voluntad general». El último informe de estimaciones agrícolas del Ministerio de Agricultura, difundido este mes, muestra que la producción de soja para la campaña 2013/14 fue récord.
Con una moneda 45% depreciada en comparación al año anterior la decisión fue acopiar en momentos de caída de precios internacionales. En este sentido, señaló el grupo de economistas, «la pérdida por no vender en el momento adecuado rondaría los u$s2.000 millones y no solo afectaría a los productores sino también al Estado (principalmente las provincias) en concepto de derechos de exportación».

El titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, reconoció que los productores «se equivocaron en retener los granos» y perdieron dinero por no haber vendido cuatro meses atrás».
En diálogo con el programa ‘Levante’ de FM Palermo, Buzzi admitió que «el productor perdió y hasta podemos decir que nos equivocamos en haber retenido los granos y no haber vendido hace cuatro meses atrás. Ahora se cayeron los precios, perdió plata el productor y perdió plata el país».
Sin embargo, lejos de la autocrítica, Buzzi sostuvo que si bien los productores y las entidades agrarias tienen «su porcentaje de responsabilidad», le echó la culpa del error de cálculo al gobierno nacional y al ministro de Economía, Axel Kicillof.
«El productor lo que hizo fue lo más natural, porque es en lo que más confía», dijo el dirigente de la Mesa de Enlace para explicar la no venta de granos, y relacionó esta actitud con que «hay inestabilidad e incertidumbre», y los productores «no le creen a Kicilllof».

El Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) estimó que la baja que está sufriendo el precio internacional de la soja podría costarle unos US$ 3.200 millones de dólares al país en concepto de exportaciones de la agroindustria.
Se trata de un dato no menor, ya que representa más del 10% de las reservas que posee el Banco Central, en un contexto en que la fuerte escasez de dólares está poniendo en jaque a la mayoría de los sectores de la economía.
Actualmente, la soja se cotiza a US$ 360 la tonelada en el mercado de Chicago, el valor más bajo desde julio de 2010, y los mercados futuros no proyectan un valor más alto hacia mayo de 2015. “Además de la fuerte presión sobre los márgenes agrícolas, el impacto es muy significativo en el flanco de las divisas: la exportaciones del complejo agroindustrial caerían de 30 a 26,8 mil millones de dólares de 2014 a2015”, manifiesta el informe.
Su autor, Juan Manuel Garzón, amplió en Punto a Punto Radio los impactos que tal situación tiene en la economía local.
“Lo que ha pasado en los últimos meses es que ha habido una baja del precio básicamente de la soja y de todos sus derivados. La novedad ha sido que a partir de junio y hasta la semana pasada la soja perdió 30, 35%, de su valor en el mercado internacional y eso se traslada a Argentina,  generando preocupación de cara a la campaña que viene, porque supone una baja de los dólares que provienen de las exportaciones de comodities y de productos agroindustriales”, explicó Garzón.
Lo peor en este contexto es que “si bien parecería que se están estabilizando los precios en este nivel, no habría que descartar un escenario que también podría producirse que es que la baja continúe hacia fines de año, comienzos de 2015”, amplió el economista.
El primer impacto de esta coyuntura desfavorable se vería en las inversiones y el consumo. “El campo se va a seguir sembrando pero lo que vamos a ver es menos inversiones y nuevo equipamiento; es decir, compra de tractores, maquinaria en general y también menos inversiones en lo que se llama el paquete tecnológico que es todos los insumos, fertilizantes”, destacó.
Pero lo más grave sería la presión sobre los dólares. “En las arcas del tesoro no va a impactar tanto debido a que la recaudación de derechos de exportación ha disminuido su protagonismo en los últimos años. La consecuencia más grave viene por el frente externo, porque hay que pensar que Argentina tiene actualmente 28.000 millones de dólares de reservas, que no están creciendo sino todo lo contrario, y hay compromisos de deuda que el Estado tiene que pagar que, si no consigue crédito externo, lo va a tener que hacer con esas reservas. Entonces, si uno pone en perspectiva 3.000 millones de dólares menos, es un poco más del 10% de las reservas, estamos hablando de una cifra relevante en medio del contexto actual donde el gobierno tiene pocos dólares”, concluyó.
“El panorama es sumamente complicado»
Sobre el tema también fue consultado en la 90.7 el presidente de la Bolsa de Cereales local, Juan Martín Buteler.
“Estamos sumamente preocupados porque ya los números de los dos cultivos fuertes que tenemos nosotros en la gruesa están muy comprometidos. El maíz ya está mostrando números que van a dar negativo y, si pasa lo mismo con la soja, la verdad es que el panorama es sumamente complicado”, manifestó Buteler.
-¿Es una situación similar a la última crisis del campo o cuáles son las diferencias?
-La diferencia es que ahora los insumos han crecido mucho, entonces los costos están muy por arriba y el precio muy por abajo. A lo mejor fue lo que pasó en el 2001 también, pero ahora el problema es que tenemos unos precios que  han llegado con dólar de 2.800 pesos y ahora el pronóstico son estas sojas de 200 dólares. Si los insumos no se acomodan a los precios de la oleaginosa va a ser sumamente complicado.
-¿Cómo está Córdoba con respecto a otras provincias?
– La expectativa era que este año creciera la soja desesperada huyendo del maíz, porque los números del maíz son muy negativos, pero hace falta sembrarlo por una cuestión de rotación. El problema es que hay gente que no tiene el bolsillo, pero la realidad manda sobre los pronósticos y sobre lo que uno debería hacer. Yo pienso que va haber menos área de maíz y va a crecer el área de soja lo cual no es bueno.

La Bolsa de Cereales de Córdoba estimó que la siembra de soja en la provincia crecerá un 7% en la próxima campaña estival, aunque en el caso del maíz la superficie decaerá un 23%.
Según el informe agroeconómico Nº 101, se implantarían un total de 5.245.334 hectáreas de soja, más de 300.000 hectáreas por encima de las 4.906.748 que se sembraron en el ciclo que terminó de cosecharse hace algunos meses.
En cambio, de maíz se plantarían 1.130.279 hectáreas, 23% ó también poco más de 300.000 hectáreas por debajo de las 1.468.882 de hace un año.
De esta manera, sumando ambos cultivos, en la actual campaña se sembraría aproximadamente la misma cantidad de superficie que a fines de 2013, en torno a los 6,7 millones de hectáreas.
La Bolsa señala que la mayor cobertura de soja por encima de maíz no se debe a condiciones climáticas sino a razones estrictamente económicas. “Producir una hectárea de maíz cuesta un 67% más que una de soja”, resume el informe.
Y amplía: “Si bien las perspectivas climáticas para el cultivo de maíz son favorables, los menores precios del cereal y los mayores costos de producción explicarían porque el productor se inclinaría por aumentar la superficie de soja nuevamente. En los últimos días el precio del maíz no supera los $1.000 por tonelada en el mercado disponible, y los contratos a abril de 2015 en los mercados a término locales se negocian a U$S 125 por tonelada. Por su parte, los costos directos en dólares aumentarían un 9%. Dadas estas variables, el margen bruto en campo propio no superaría los 3,5 quintales, mientras que en campo arrendado el margen sería negativo con un rinde de indiferencia de 85 quintales por hectárea”.

La Presidenta retomó hoy su cruce con el sector de las automotrices que había iniciado el lunes, cuando dijo que las empresas estaban «encanutando» los coches. Además, le ordenó a la AFIP “salir a ubicar geográficamente” 27 millones de toneladas de soja que los productores agropecuarios todavía no comercializaron.
En un discurso que brindó en la Casa Rosada, Cristina Kirchner cargó nuevamente contra la industria automotriz. Si bien se disculpó por el término utilizado hace un par de días (“tienen los autos encanutados”)  volvió a la carga contra las empresas y su reclamo de falta de divisas.
«Sólo voy a rectificar el término», dijo. «Están no vendiendo, no mostrando…». Y, tras contar que una de las terminales le mandó una carta pidiendo una reunión para interiorizarla de la situación del sector, la Presidenta sostuvo que convocarán a todas las terminales.
«Pero les tengo una mala noticia: vamos a prorrogar el plan para que los argentinos puedan seguir comprando autos» (Pro.Cre.Auto), el programa que con financiación del Banco Nación lanzó el Gobierno para estimular la producción. El programa vencía el 24 de septiembre y las empresas no querían extenderlo porque no querían seguir congelando los precios y ante el temor de una nueva devaluación de la moneda.
Cristina fue a fondo contra las terminales. «¿Qué esperan? ¿Un cambio en el dólar, un aumento de precios?», para justificar el deseo de las automotrices de poner fin al plan oficial. La Presidenta también desestimó el reclamo de las empresas de que no hay divisas para importar. La mandataria dijo que en el año se redujeron 27% las importaciones, y que la demanda cayó 39% y la demanda externa un 24%.
Por otro lado, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) saldrá a buscar a partir de este mes la ubicación geográfica de unas 27 millones de toneladas de soja que, a su juicio, «no fueron comercializadas», según la Resolución General Nº 2750 del organismo.
En este sentido, la Sociedad Rural Argentina (SRA) expresó su «preocupación» frente a la «nueva disposición de la AFIP» para que se reporte la ubicación geográfica de cada silo bolsa y calificó como «exagerada» la obligación de aportar las coordenadas de GPS de los granos almacenados.
A través de un comunicado, la entidad presidida por Luis Etchevehere aseguró que «esta medida preocupa, justamente cuando en el Congreso se está debatiendo el proyecto de Ley de Abastecimiento, que pretende exacerbar el autoritarismo y quitar los límites para que el Gobierno pueda profundizar su poder de confiscación».

Son múltiples los informes que hablan sobre el fuerte freno que mostraron en la última semana las liquidaciones de divisas del complejo agroexportador. Como era de esperar, eso ya está impactando de lleno en las cuentas públicas.
Por caso, las transferencias automáticas de la Nación a las Provincias –contabilizando coparticipación federal neta y el Fondo Federal Solidario que reparte el 30% de las retenciones a la soja– subieron 28,5% en julio respecto al mismo mes del año pasado, marcando el menor incremento en lo que va del año.
Para Córdoba, esto significó un total de $ 2.361,4 millones, $ 500 millones por encima de doce meses atrás. Por coparticipación e impuestos nacionales llegaron $ 2.267 millones y por el fondo sojero, $ 93,8 millones.
Un aspecto clave a tener en cuenta es que es la primera vez en el año que se perfora el 30% de suba interanual, cuando ese 30% puede ser considerado un “piso” para la inflación que en realidad todos los cálculos privados ubican más cerca del 40%.
Como se mencionó, aunque el fondo sojero tiene un impacto marginal sobre los giros globales, fue clave en esta situación. La desconfianza del sector agropecuario con la economía hace que se liquiden menos divisas de lo esperado y por eso agosto fue el primer mes del año con variación negativa (-25%), cuando en todo el año el promedio da un crecimiento por encima del 50%.