(DyN) – El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, salió a cruzar a los gremios que anunciaron que pedirán aumentos superiores al 40 por ciento, como el de Alimentación y La Fraternidad, y estimó que terminarán firmando en paritarias «por otro número».
Incluso, se diferenció del jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, al negar que haya habido «pérdida del poder adquisitivo del salario».
Además, relativizó el impacto del Impuesto a las Ganancias en los sueldos, al sostener que «no es un problema del conjunto» de los trabajadores, porque afecta a «algunos sectores» y, consultado sobre una eventual modificación, respondió: «No voy a decir un no rotundo, pero tampoco voy a decir un sí rotundo».
Tomada, preguntado por radio La Red sobre los pedidos de aumento salarial superiores al 40 por ciento, respondió: «Para hacer ese pedido de números debe sostenerse en algo; no conozco, en ninguno de los casos, fundamentación para esa demanda».
Y matizó: «Como no conozco también fundamentación del 15 o el 12 por ciento que dicen algunos empresarios».
Pero insistió: «¿Cuál es el fundamento para pedir 46 por ciento en una actividad de la industrial nacional? Llama la atención. Seguramente, firmarán por otro número».
«El argumento es que ha habido pérdida del poder adquisitivo del salario. La conflictividad en Argentina ha sido más o menos la misma de siempre. En Argentina, con el Estado actual, el protagonismo sindical y la dinámica laboral, si hubiera habido pérdida de la capacidad adquisitiva del salario, hubiera habido un aumento notable de la conflictividad. Bueno, no ha ocurrido», adujo.
Cuando se le recordó que el jefe de la CGT oficialista también utiliza ese argumento para pedir aumentos salariales, manifestó: «Vale para Caló, asumiéndose él en representación de todos, lo mismo que acabo de decir. No es cierto».
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anticipó que en menos de 30 días el Gobierno nacional pondrá en marcha nuevas medidas para lograr un descenso mayor del trabajo informal.
En declaraciones a radio Cooperativa, Tomada puntualizó: “Vamos a darle prioridad a la inmensa cantidad de trabajadores informales que están en la economía formal, porque hay situaciones de explotación por mera búsqueda de más rentabilidad”.
“No es por las políticas de este gobierno que hay trabajo no registrado, al contrario, pero dado que en los últimos años fluctúa entre 30 y 35%, planteamos hacer una sintonía fina que nos permita volver a tener un descenso destacado”, agregó.
Sobre las medidas, que empezaron a considerarse la semana pasada en la mesa de diálogo entre el Gobierno nacional, los empresarios y los sindicalistas, anticipó: “Hoy tenemos una competencia menguada y necesitamos facultades compartidas, por eso pensamos en una norma que establezca cierta complementariedad y coordinación de acciones entre los ministerios de Trabajo de la Nación y de las provincias”.
Según Tomada, se requiere una norma “que iguale el comportamiento y las responsabilidades de ambas autoridades laborales para llegar más a fondo” en el combate al empleo no registrado. El ministro precisó que “hemos construido un mapa que da cuenta de que en algunas provincias y en algunos sectores, hay más trabajo no registrado que en otros lugares y actividades”.
Tomada anunció, además, que otra medida será la creación de un registro público que permitirá sancionar a empresas que reiteren incumplimientos en la obligación de anotar a sus trabajadores. “Hicimos mucha inspección, mucha presencia, y luego la cuestión administrativa no ha tenido la misma respuesta. Hemos tenido más eficiencia en la detección de trabajo infantil que el mismo ritmo en el tema de las sanciones y esto los estamos solucionando con tecnología”, afirmó el ministro.
Y una medida adicional “estará dirigida a las microempresas, para facilitar la registración de trabajadores a través de una tarifa única, que haga más fácil, más simple y más barata la registración de los trabajadores”.
Por otra parte, anticipó, “se enviará al Parlamento un proyecto de ley de trabajo a domicilio, para actualizar una norma con la cual se han cometido verdaderos latrocinios, e impedir situaciones cercanas al trabajo esclavo en muchos talleres textiles”. Tomada adelantó, también, que se creará “una unidad especializada para detectar las situaciones de tercerización fraudulenta en gran escala, que es una práctica importante en algunos sectores”.
“Vamos a tratar de ayudar a las PyMEs que están en situación de subsistencia, pero los trabajadores no pueden ser la respuesta a las dificultades de las empresas: el empleo debe ser registrado y decente”, concluyó el titular de la cartera laboral.