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La neutralidad de la red podría finalizar pronto. Las normas aprobadas durante la presidencia de Obama que ubican a la banda ancha como un servicio básico al igual que el agua o la electricidad y que impiden que las empresas proveedoras del servicio la limiten podría finalizar el 14 de diciembre.

Ésa es la fecha en que se votará un plan presentado por Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) para desregular el sistema y dar paso a la era de «las dos internets».

En caso de que se aprueba esta normativa, las operadoras como Verizon, Comcast o AT&T podrían modificar la velocidad de conexión según el sitio que esté visitando el cliente. Incluso podrían establecer cuotas extras para tener un nivel superior de velocidad. De ahí que se hable de «dos internets».

Así, por ejemplo, se le podría exigir al usuario que pague un diferencial para acceder a ciertas páginas con el fin de favorecer el tráfico a los sitios que tienen las operadoras. De hecho ésa es una de las principales críticas de los defensores de la neutralidad de la red.

Los gigantes tecnológicos como Google, Netflix, Amazon y Facebook se mostraron en contra de esta modificación que los afectaría a ellos y también limitaría el acceso para los usuarios.

Incluso organizaciones como Fight for the Future, Demand Progress y Free Press Action Fund convocaron a una marcha el 7 de diciembre para repudiar esta medida que también es muy criticada por Mignon Clyburn, comisionada de la FCC. De acuerdo con la especialista de este modo se favorecen «prácticas anticonsumo, que incluyen el bloqueo, pago y ralentización del tráfico».

«Con mi propuesta, el gobierno federal dejará de microgestionar internet. En cambio, la FCC simplemente requeriría que los proveedores de servicios de Internet sean transparentes sobre sus prácticas para que los consumidores puedan comprar el plan de servicio que sea mejor para ellos, y que los empresarios y otras pequeñas compañías puedan tener la información técnica que necesitan para innovar», se lee en el comunicado difundido por Pai.

Según el directivo la neutralidad de la red que rige actualmente ha desincentivando la inversión, sin embargo esto es algo que incluso las operadoras desmintieron.

Fuente: Infobae

El republicano Donald Trump ha conmocionado al mundo entero al derrotar a la demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Trump, un populista con un discurso xenófobo y antisistema, será el próximo presidente de Estados Unidos. Con el apoyo masivo de los estadounidenses blancos descontentos con las élites políticas y económicas, e inquietos por cambios demográficos acelerados, Trump rompió los pronósticos de los sondeos y logró una victoria que aboca a su país a lo desconocido. Nadie como Trump supo entender el hartazgo con el establishment, con el que se identificaba a Clinton. La ola populista global ha llegado a la Casa Blanca.

«Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados», dijo Donald Trump en su discurso de la victoria, en Nueva York. El presidente electo, que debe jurar el cargo el 20 de enero, elogió a Clinton y dijo que es el momento de curar las divisiones del país. Clinton no pronunció el tradicional discurso de aceptación de la derrota, y felicitó a Trump por teléfono.

El mundo esperaba ver a la primera mujer en la presidencia de EE UU, después de tener a un presidente afroamericano. Ocurrió lo inesperado. Los votantes eligieron a un demagogo, un hombre que ha reavivado algunas de las tradiciones más oscuras del país, que ha colocado en el centro del discurso político el insulto y la descalificación, un admirador de Vladímir Putin que amaga con reformular las alianzas internacionales de EE UU y lanzar un desafío al vecino del sur, México.

De norte a sur, de este a oeste, en Estados que votaron al presidente demócrata, Barack Obama, en 2008 y 2012, y en Estados republicanos, del tsunami de Donald Trump, una combinación de voto rural y voto obrero blanco, barrió con las estrategias sofisticadas de la campaña demócrata y anuló el efecto del voto latino y de las minorías por Clinton.

Fuente: El País, de España

La canciller Susana Malcorra felicitó esta mañana al flamante presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, por su victoria en los comicios generales de ese país, y consideró «una pena» la derrota de Hillary Clinton.

«Felicitaciones @realDonaldTrump por ser electo nuevo presidente de los Estados Unidos!», escribió la ministra en su cuenta de Twitter a las 5:17, una vez conocido los resultados que daban como ganador al magnate estadounidense.

La funcionaria también saludó a la candidata demócrata, Hillary Clinton, «por la gran elección» que realizó aunque lamentó su derrota: «Una pena no ver una mujer tan capaz elegida para esa importante responsabilidad», publicó.

«El pueblo norteamericano ha hablado en las urnas. @realDonaldTrump ha triunfado. Felicitaciones por la democracia y sus instituciones!», fue el tercer mensaje que escribió la funcionaria en la red social. Antes de las elecciones, Malcorra había alertado que Argentina se sentiría «más cómoda» si Hillary Clinton era electa presidente estadounidense, y había vaticinado que la posibilidad de que triunfara la ex primera dama era «muy alta».

El candidato del Partido Republicano, Donald Trump, se convirtió hoy en el 45° presidente de los Estados Unidos, al conseguir el 48 por ciento de los sufragios contra el 47 por ciento de Clinton.

Fuente: Agencia DYN.

Tras la publicación, el miércoles, de la nota del New York Times sobre el relato de dos mujeres que acusaron a Donald Trump de haberlas abusado sexualmente, la respuesta del candidato republicano a la presidencia fue inmediata y virulenta: esa misma noche, el abogado de la campaña del magnate, Marc E. Kasowitz, le envió una carta el editor general del Times, Dean Baquet, en el que lo amenazaba con una demanda contra el diario si no retractaba la historia,. Además, acusó al periódico de querer darle «una plataforma para cualquier persona que quiera manchar el nombre y la reputación del señor Trump».

El mismo Trump, durante un acto en Florida ayer, habló sobre el tema y dijo que estaba preparando una demanda contra el diario The New York Times, ya que existía «evidencia para contestar a estas mentiras».

Pero este jueves, a través del abogado general del Times, David E. McCraw, llegó la respuesta del prestigioso diario neoyorquino a esas acusaciones, y fue brutal.

En ella, McCraw dice, en sustancia, dos cosas. La primera: la nota del New York Times no manchó la reputación de Trump. Al contrario, la confirmó. La segunda: invitó a Trump a seguir con su demanda y a enfrentarse en un juicio.

«La esencia del reclamo de difamación, por supuesto, es la protección de una reputación», escribe McCraw en la misiva dirigida a Kasowitz. «El señor Trump alardea sobre sus toqueteos no consensuados a las mujeres. Él ha presumido de que irrumpe en los vestidores de las participantes en concursos de belleza. Él aceptó hablar con un presentador de radio sobre su propia hija como un ‘pedazo de culo’. Muchas mujeres que no fueron mencionadas en nuestro artículo han reportado públicamente las insinuaciones del señor Trump. Nada en nuestro artículo ha tenido el más ligero efecto sobre la reputación del señor Trump, porque sus propias palabras y sus acciones ya la han creado».

(Reuters).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el miércoles que América Latina no pude esperar nada positivo de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump, ya que ninguno tiene «buenos intereses» para la región.

Venezuela ha denunciado en repetidas ocasiones la intromisión de Washington en sus asuntos internos y suele culpar con frecuencia a Estados Unidos de la profunda crisis económica que vive.

«Yo no había visto en la historia política de los Estados Unidos, que conozco de hace 30 años para acá o más, un debate más miserable», dijo Maduro, refiriéndose al encuentro del domingo entre los candidatos que buscan ganar las elecciones del 8 de noviembre para llegar a la Casa Blanca.

«Si la mitad de las cosas que se dijeron son verdad, ninguno de los dos puede ser presidente de Estados Unidos, ni de ningún país del mundo, nosotros no podemos esperar nada bueno de ninguno de ellos», agregó, durante un acto por el «Día de la Resistencia Indígena» que se conmemora en Venezuela.

La oposición venezolana, que también convocó a una marcha el miércoles, dice que Maduro debe dedicarse a atender los asuntos internos urgentes, como la grave escasez de alimentos, la inflación de tres dígitos y una de las tasas de homicidios más altas del mundo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este martes que «no tiene sentido» que muchos republicanos condenen los comentarios sobre las mujeres de Donald Trump pero sigan apoyando su candidatura presidencial, ni tampoco por qué otros hayan «tardado tanto» en dejar de respaldarlo dados sus insultos a las minorías. «(Trump) dice cosas que nadie consideraría tolerables de parte de alguien que estuviera haciendo una entrevista para un trabajo en (la cadena de tiendas) 7/11», afirmó Obama en un mitin a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en Greensboro (Carolina del Norte).

El mandatario, que ya condenó este domingo las palabras de Trump en un video de 2005 filtrado a la prensa el viernes, en el que hacía comentarios lascivos y denigrantes sobre las mujeres, aseguró que «no hace falta ser un marido, o esposo o padre para escuchar lo que escuchamos hace unos días y decir que no está bien». «Solo hace falta ser un ser humano decente», subrayó Obama.

Obama aseguró que «antes de que se publicara el vídeo» ya se sabía que el candidato republicano «no tiene ni el temperamento, ni el criterio, ni el conocimiento, ni aparentemente el deseo de lograr ese conocimiento ni la honestidad básica que tiene que tener un presidente». «Lo sabíamos cuando escuchamos lo que pensaba sobre las minorías, la gente de fe musulmana, o las familias de militares muertos en combate», subrayó el mandatario.

Opinó que «no tiene sentido» que muchos republicanos condenen las palabras de Trump pero sigan respaldando su candidatura presidencial. «No puedes rechazar constantemente lo que dice alguien y decir que aún así vas a respaldarlo para ser la persona más poderosa del planeta», indicó el presidente.

La aparición de Obama en Carolina del Norte, un estado que ganó por poco margen en 2008 y que le resultó crucial para hacerse con la Casa Blanca, tenía como objetivo impulsar las opciones de Clinton, que tiene allí una escasa ventaja de 2,6 puntos sobre Trump, según la media de sondeos que hace la web Real Clear Politics.

Obama insistió en que Trump «no está capacitado» para ser presidente, y condenó que «en la mitad de un debate amenazara con meter en la cárcel a su oponente, sin juicio», o que «celebre la interferencia rusa en el proceso electoral» estadounidense, porque eso amenaza «la tolerancia y el debido proceso». «Hay otras naciones que operan así, y esas naciones se rompen. Nosotros nos hemos mantenido en contraste y en oposición a ese tipo de ideas», indicó el presidente, que pidió rechazar ese tipo de «política divisiva que nos haría retroceder».

También criticó a Trump por «presumir de no haber pagado impuestos» en muchos años, porque eso demuestra que «no es un ciudadano responsable».

Obama tuvo que hacer una pausa hasta tres veces su discurso por los gritos de manifestantes aparentemente favorables a Trump, entre ellos unos que llevaban una camiseta con el lema «Bill Clinton es un violador», una acusación que el candidato republicano ha hecho reiteradamente sobre el ex presidente. El presidente celebró estas interrupciones y dijo: «¿Saben qué? Esto es democracia».

(Télam) En el primero de los tres debates entre Hillary Clinton y Donald Trump, antes de las elecciones del 8 de noviembre, los candidatos se cruzaron por variados temas, entre los que se destacan el comercio, los impuestos y las formas de repatriar puestos de trabajo a Estados Unidos.

En ese sentido, Clinton dijo que su adversario republicano promovía una versión renovada de la teoría económica del derrame, una filosofía centrada en la necesidad de bajar impuestos a los más ricos para que ganen más plata hasta que esta riqueza se derrame sobre los menos afortunados.

En contraste, la ex secretaria demócrata llamó a aumentar el salario mínimo, a invertir más en infraestructura, garantizar una paga igualitaria para las mujeres y en general «construyendo una economía que funcione para todos y no sólo para los de arriba».

«Que los más ricos paguen su parte justa», dijo Clinton, al punto que agregó que hay que «repartir los beneficios de las empresas, no solo para sus altos ejecutivos» y destacó que «la cuestión central de estas elecciones es qué tipo de país» será Estados Unidos en el futuro.

Trump criticó políticas que, en su opinión, han causado una fuga de empresas de Estados Unidos que se han instalado en otros países para abaratar costos, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo, y dijo que esto ha sucedido en parte por los acuerdos comerciales «defectuosos» que Clinton apoyó.

El candidato republicano añadió que Clinton ha cambiado su posición sobre los acuerdos comerciales y los ha criticado recientemente por motivaciones puramente electorales, informó la cadena CNN.

«La secretaria de Estado Clinton y otros políticos deberían haber estado haciendo esto durante años», dijo Trump, quejándose de que el actual mandatario demócrata, Barack Obama, no hizo nada o hizo muy poco por evitar la fuga de empresas y compañías hacia terceros países.

El debate de 90 minutos llega seis semanas antes de las elecciones y con la votación por anticipado ya en marcha en varios estados, y aunque Clinton lleva la ventaja, incluyendo un mapa electoral favorable, más dinero y una campaña mejor organizada para movilizar el voto, la carrera está extremadamente pareja.

 

El ex decano de la Universidad de Columbia, Robert Shapiro, cerró su participación de dos días en Córdoba con una disertación en la Bolsa de Comercio de Córdoba. Si bien aclaró que su charla se centraría en los escenarios para la política estadounidense y el desarrollo de negocios en América Latina, el experto basó buena parte de su exposición en un repaso histórico de las posiciones de demócratas y republicanos sobre diferentes temáticas.

Sin embargo, hacia el final de la charla destacó algunos puntos para tener en cuenta en la elección que se realizará en noviembre y que determinará si Hillary Clinton o Donald Trump (Shapiro nunca dejó de mencionar al demócrata Bernie Sanders). La más importante tuvo que ver con el magnate de los bienes raíces, Trump.

“Si es elegido presidente, va a ser un desafío muy grande para el sistema constitucional de Estados Unidos”, dijo Shapiro, respondiendo a una pregunta de uno de los asistentes que comparó a Trump con Hitler. “No sé si es justo compararlo con él. No hay nada militar aquí, como sucedió en Alemania, ni tiene gente con chaquetas fanatitadas”, precisó, aunque sí se encargó de afirmar (aunque no profundizó) que algunos periodistas y analistas políticos advirtieron “al comienzo de la campaña electoral, que Trump podía llegar a ser candidato, debido a cómo apuntó su campaña”.

Las claras diferencias en temas relacionados a la seguridad interna, intervenciones militares en el exterior y relación con el mundo (principalmente con América Latina) entre demócratas y republicanos a lo largo de la historia fueron unos de los puntos abordados por Shapiro.

En ese sentido, destacó que en la actualidad, “claramente un gobierno demócrata sería más positivo para América Latina. Al menos, así lo ha hecho saber Obama en su reciente viaje a Cuba y también a la Argentina. La Embajada de USA en Argentina entusiasmada con el nuevo gobierno y los cambios que propone. Y el Gobierno argentino dijo que recibirá a 3.500 refugiados sirios. A eso hay que sumar que Estados Unidos apoyará a Susana Malcorra en la ONU. La relación es óptima”.

Por el contrario, Shapiro sostuvo que un potencial gobierno de Trump no sería tan positivo para la región. “El muro que piensa construir para separar a México, su oposición al libre comercio y la nula ayuda internacional, muestra claramente que no hay un compromiso positivo de los republicanos con América Latina. Eso sí, quien sea presidente tendrá que apoyar a Cuba: todos los candidatos hablan de levantar el embargo a ese más, más los demócratas”.

 

(Bloomberg) Los republicanos del estado de Wisconsin aplicaron anoche un fuerte golpe a Donald Trump, que ya venía de una de las peores semanas de campaña: el magnate perdió contra Ted Cruz, frenó así su carrera ascendente y corre ahora serios riesgos de que su nominación, que parecía casi irreversible, finalmente se complique.
La derrota de Trump por 14 puntos en un estado en el que supuestamente tenía un electorado favorable –trabajadores industriales, de mayoría blanca– sobrevino tras unos días turbulentos de campaña, donde el empresario hizo cuestionamientos a las mujeres, se enredó con declaraciones sobre el aborto y mostró sus debilidades sobre política internacional.
Aunque el multimillonario aún encabeza las primarias republicanas, el ultraconservador Cruz y todo el frente anti-Trump esperan que Wisconsin represente el inicio de su declive y el fin de su candidatura. Puede ser posible.
“Esta noche es un momento decisivo”, dijo Cruz en su discurso de victoria. “Es un llamado de la clase trabajadora de Wisconsin a Estados Unidos. Tenemos una opción. Una opción de verdad”.
Trump todavía marcha primero en el conteo general de delegados con 739, Cruz con 502, Marco Rubio (retirado de la contienda) con 171 y John Kasich 143. Pero Cruz apuesta ahora a que el magnate siga en picada y no alcance la cifra mágica de los 1.237 necesarios para asegurarse la candidatura en la Convención de julio.
Se abriría así en ese recinto una feroz batalla por la nominación, que podría caer en Cruz o en un tercer candidato de consenso, ya que el establishment partidario tampoco ve con buenos ojos al senador texano

(Reuters) El senador estadounidense Marco Rubio, que emerge tras los caucus de Iowa como el principal contendiente del establishment republicano, se describió a sí mismo como la mayor esperanza del partido para recuperar la Casa Blanca.
Pero Rubio, de 44 años, un senador de la Florida, se enfrentará a un fuerte grupo de rivales también del establishment en las primarias de New Hampshire de la próxima semana después de su obtener un resultado mucho mejor del esperado, un tercer puesto por detrás de Ted Cruz y Donald Trump.
“Si soy el candidato, vamos a vencer a Hillary Clinton y no será por el lanzamiento de una moneda”, dijo Rubio a sus partidarios en Exeter, New Hampshire, haciendo un guiño al estrecho margen por el que Clinton se impuso a su rival demócrata Bernie Sanders en el caucus del lunes.
Se espera que otros republicanos más convencionales, como el exgobernador de Florida, Jeb Bush, el gobernador de Ohio, John Kasich y el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, obtengan mejores resultados en New Hampshire que en Iowa y compitan con Rubio para convertirse en el preferido de los barones del partido.
Hijo de inmigrantes cubanos, Rubio afirma que él es el candidato que unirá a los republicanos en las elecciones de noviembre, cuando el partido espera recuperar la Casa Blanca después de dos mandatos de Obama.
“La gente del lado republicano se ha dado cuenta de que no nos podemos permitir – que este país no puede darse el lujo – de perder estas elecciones, y de que yo le doy el partido la mejor oportunidad no sólo para unificarnos, sino también para crecer”, dijo Rubio a la cadena ABC.
Rubio, que habla el español con fluidez, espera recuperar parte del voto latino que el partido perdió en los últimos años por el endurecimiento de su postura sobre la inmigración. Un halcón en política exterior, Rubio aboga por un enfoque duro con Irán, el Estado islámico y otros, según él, enemigos de los Estados Unidos.
Los votantes de Iowa que apoyaron Rubio afirman que respondieron a su mensaje relativamente positivo y que lo veían como el candidato con más probabilidades de vencer a Clinton.