Avanza el proyecto de lanzar una versión nacional y popular de Netflix para la «promoción y fomento de producciones cinematográficas nacionales, así como la difusión de producciones cinematográficas regionales e internacionales».
Según publica Infobae, el gobierno dio otro paso más al informar -a través del Boletín Oficial- la creación de la Coordinación General de la Plataforma de Video a Demanda, que tendrá como responsabilidad primaria la «puesta en marcha y funcionamiento» de este nuevo sistema de distribución de contenidos audiovisuales.
En el mes de marzo se informó que la empresa argentina de soluciones satelitales ArSat y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) habían firmado un acuerdo para el desarrollo de esta opción que se encontrará «disponible en internet, y resultará accesible desde multipantallas dentro del territorio de la República Argentina».
El coordinador general de este ente -creado en ámbito y bajo dependencia de la vicepresidencia del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa)- será Santiago Diehl, quien deberá «planificar, organizar, supervisar y dirigir el proyecto tendiente a difundir contenidos audiovisuales, en articulación con su contraparte de Arsat».
La idea está impulsada -argumenta el gobierno nacional- por la necesidad de «habilitar nuevas vías de exhibición que alivien algunas de las dificultades que encuentran los productores y distribuidores a la hora de encontrar pantallas para sus contenidos» y para «apoyar el crecimiento del empleo registrado del sector, que aumenta año a año en base a la producción nacional».
En principio el sistema será geobloqueado y sólo funcionará en la Argentina, pero no se descarta que se habilite para otros países de la región; esto se definirá en base a futuros acuerdos con otras naciones.
«Es necesario potenciar la circulación de bienes culturales nacionales y regionales en nuestra comunidad, con el afán de contribuir a afianzar la identidad diversa y plural del Pueblo argentino», se explica en la resolución 1873, en la que además se vaticina que «el presente proyecto traerá múltiples beneficios para nuestra industria audiovisual y nuestro pueblo, último destinatario de sus acciones de inclusión y de soberanía cultural, inspiradas en los principios de igualdad, federalismo y calidad».