Mendoza

Temas múltiples, Newsletter invertebrada / Newsletter de Mauricio Llaver

Mucho ajuste, pero nadie habla de los desajustes. Los mensajes de CFK. La escuela pública sirve más a los que menos tienen. Data dura de la economía, de terror. Un Zoom con Francis Mallmann: en Mendoza se puede. Noticias del mundo. Y un vino, por supuesto.

En el periodismo clásico nos enseñaron –y hasta yo lo enseñé- que una nota tiene siempre un eje, un ángulo, un hilo conductor. Bueno, esta vez no. Esta Newsletter toca tantos temas que es invertebrada, quizás –sólo quizás- como un reflejo de los tiempos turbulentos que vivimos en la Argentina. Salvo en el final, donde llegamos como siempre al mayor refugio que ha encontrado la humanidad para todas sus inquietudes: un vino, por supuesto. Vamos.

¿CÓMO? ¿NADIE HABLA DE LOS DESAJUSTES? Desde hace mucho tiempo, en la Argentina ocurre una cosa curiosa: todos hablan de los ajustes pero pocos subrayan enfáticamente que si hay algo por ajustar, es porque antes se lo desajustó. En Juntos por el Cambio el debate es si debieron haber ajustado antes o no, y en el gobierno actual tratan de disimular el apriete de tuercas de todas las maneras posibles. Pero, ¿y el 8% de déficit consolidado del PBI que dejó Cristina? ¿Y los 20.000 millones de dólares en que Alberto se ha endeudado en sólo un año, mientras lleva el déficit de nuevo al 8% del PBI? ¿Y el descalabro que quedó en Mendoza después de Celso y Paco? El fracaso de Mauricio Macri fue porque no supo, o no pudo, resolver el dilema de endeudarse o ajustar a fondo, y el problema de deuda que dejó fue por lo menos en un contexto de corrección macroeconómica (menos déficit, superávit comercial y mejora en la infraestructura). Pero los grandes desarreglos los ha hecho el elenco gobernante actual, en cualquiera de sus períodos, y es un error grosero poner la mira en los arquitectos y albañiles y olvidarse de los que dejaron la casa hecha un desastre. El primer problema son los que desajustan. Es casi una ley física, de sentido común, pero es extraño que no se haga tanto hincapié en eso como se debería.

MENSAJE EN UNA BOTELLA. Cristina anunció su fórmula con Alberto Fernández a través de Twitter y ahora lo tortura con cartas públicas, de ella o de senadores cortesanos. Podría hacerlo por cartitas escritas a mano, como en The Crown, o por mensajes en una botella. Porque lo que importa no es la forma, sino el contenido. Y el contenido es claro: acá mando yo. La (vice) presidente ordena el juego y marca la cancha, divide entre funcionarios y funcionarias que no funcionan, y le dice al Fondo Monetario Internacional, con copia al presidente y al ministro de Economía, lo que el país (ella) está dispuesto a aceptar en una negociación. El aspecto físico de Alberto así lo registra.

EL DESMORONAMIENTO DE LA ESCUELA PÚBLICA. La ministra de Educación de CABA citó un estudio que dice que los aspirantes a enseñar pertenecen a sectores socioeconómicos más bajos que antes, y que muchos docentes prefieren militar a enseñar (recordar el caso Maldonado). La sacudieron con críticas desde todos lados, pero habría que felicitarla por plantear el tema con todas las letras. La gran tragedia que subyace al retroceso argentino es el desmoronamiento de la educación pública, que en algún momento perdió su eje esencial: el centro del sistema tiene que ser el alumno y no los sindicalistas del ramo, los celadores, algunos docentes o los padres que se quejan pero después quieren la más fácil. Cuando se pone al alumno como elemento ordenador del sistema, todo cambia. En Mendoza, con una voluntad notable, empezamos a resistir la decadencia en los últimos años gracias al tándem Cornejo-Correas. Pero la tarea es homérica y encima la pandemia complicó todo. Igual, sería bueno que nadie olvide que el norte de la “genialidad sarmientina” (Abel Posse) fue el ascenso social, y que ante cualquier dilema en la toma de decisiones nos hagamos la pregunta más simple: “¿Esto va a ayudar a que los alumnos estén mejor o peor preparados para cuando salgan al mercado laboral?”. La respuesta va a ser siempre infalible.

EL DESMORONAMIENTO DE LA ESCUELA PÚBLICA (II). El padre del Singapur moderno, Lee Kuan Yew, escribió en sus memorias que un día su ministro de Educación le contó que “cada vez que pasaba por una escuela y escuchaba los gritos de los alumnos en los recreos, se desesperaba pensando en qué iban a trabajar esos chicos cuando fueran grandes”. Señores, ahí está todo. Si no pensamos en eso, seguiremos cayendo en el peor de los conservadurismos: los hijos de los que pueden pagar escuelas privadas exigentes ganarán dentro de unos años lo mismo que sus padres, y los hijos de los que tienen que resignarse a una escuela pública en decadencia sólo podrán aspirar a los trabajos que tienen sus padres. La escuela pública que no exige, que aprueba exámenes con liviandad, que hace la vista gorda ante maestros con preparación insuficiente, es lo más reaccionario que existe porque cercena el ascenso social de los alumnos. El supuesto progresismo en la educación argentina es reaccionario, porque cristaliza a la sociedad e impide que asciendan los que menos tienen. Y los liberales y conservadores del pasado –los gigantescos Domingo Faustino Sarmiento, inspirador, y Julio Argentino Roca, ejecutor- establecieron la ley más verdaderamente progresista de la historia argentina (Ley 1420, año 1884), que permitió que más personas, durante la mayor cantidad de tiempo, progresaran gracias a aquel sistema que edificaron. Una buena escuela pública sirve más a quienes menos tienen. Lo demás es puro verso falsamente progre.

DATA DURA. (Ismael Bermúdez, periodista, Tw: @ismaelBermudez1) “En un solo mes, octubre, la canasta básica de alimentos aumentó el 6,6% y la general el 5,7%, según INDEC. Y por tres meses, el aumento de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales será del 5% (…) Este año jubilaciones y prestaciones sociales subirán entre 24,2% y 35,3%, s/ los rangos de haberes. ¿A cuánto ascenderá la inflación? Faltan las cifras de noviembre y diciembre, pero se estima entre el 36 y 40%”.

DATA DURA II. Informe sobre el precio de la carne emitido por el carnicero de mi barrio, viernes 20 de noviembre, 10.30 AM: “Aumentó todo el 20%, maestro. El kilo de asado vale 500 pesos”.

UN ZOOM CON MALLMANN: MENDOZA ES OTRA COSA. El viernes hicimos un Zoom con Francis Mallmann para lectores de Punto a Punto y, más allá de la gratificación personal, quedaron cosas de la participación de los presentes que son dignas de remarcar. La más importante: que Mendoza no es cualquier provincia, que aquí tenemos un desarrollo gastronómico acelerado de por lo menos dos décadas, y que estamos en un círculo virtuoso de búsqueda, descubrimientos y sana competencia que nos ponen en un lugar especial. Mallmann, consultado por muchos chefs locales que hicieron valiosos aportes, llamó a hundirnos en nuestras raíces, a explorar nuestros sabores, a trabajar duro, a encontrar nuestro propio camino y a mostrar orgullosos lo que somos capaces de hacer. En espíritu, más mendocino que eso no se consigue.

NOTICIAS DEL MUNDO: TOMEN NOTA DE ASIA. Quince países asiáticos firmaron estos días el RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership, traducido como Alianza Integradora Económica Regional), que lo convierte en el mayor acuerdo comercial del mundo. Suma casi un tercio de la población mundial y el 29% del PBI del planeta, y su meta es muy sencilla: seguir abriendo las economías y asociarse para competir mejor. Ya no tendrán aranceles internos entre sí por los próximos 20 años y acordarán temas de propiedad intelectual, telecomunicaciones, servicios financieros, comercio electrónico y servicios profesionales. Es decir, una bruta previsibilidad por dos décadas con la mira en producir más y mejor. Un dato, por las dudas: dos de los países que más empujaron por el acuerdo fueron China y Vietnam, gobernados nominalmente por Partidos Comunistas, pero que aprendieron muy bien aquellas dos cosas del también comunista Deng Xiao Ping: “No importa de qué color sea el gato mientras cace ratones”, y “Enriquecerse es glorioso”. A ver si algunos toman nota.

QUE VIVA EL MARKETING, LPQTP… El espumante Dante Robino 2020  LPQTP (que todos sabemos que debe leerse como “Lindo Período Qué Tiempos Pletóricos”) ya está en lo que se denomina “quiebre de stock”, es decir que sólo con los pedidos a través de la distribución normal va a agotar su producción de 300.000 botellas. Y están analizando si amplían la producción o, directamente, en cuánto la amplían. Hay que registrar que hacía mucho, pero mucho, que no se hablaba de un vino a nivel tan masivo, es decir por fuera de los círculos informados. Yo me imagino un fin de año con muchas juntadas (Dios quiera que siguiendo los protocolos de salud) y a muchos que, en lugar de llevar una cerveza o un fernet, lleven este espumante de nombre simpático y provocador. Y que entonces se consuma más vino, que es lo que todos venimos deseando desde hace un buen par de décadas. Lo digo de nuevo: bienvenido el marketing disruptivo al mundo del vino.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Hace unos años, Nicolás Alemán consiguió lo que muchos no consiguen en toda una vida de intentos: crear un formato novedoso y replicable. Se llamó –y se llama- “Premium Tasting”, que se trasformó en un evento ineludible para la industria del vino y, sobre todo, para sus fans de otras provincias y otros países, que peregrinan todos los años a Mendoza para participar de sus actividades. Este año, el Nico tuvo que buscarle la vuelta con la pandemia y lo organizó en forma virtual, que también fue un éxito. Yo participé el jueves pasado del capítulo “Los Top de Luján de Cuyo”, donde degustamos seis vinazos que todavía no salen al mercado. Uno estuvo mejor que el otro y los recomiendo desde ya para cuando se puedan encontrar: Perdriel Centenario Malbec 2019 (enólogo, David Bonomi); Matervini Finca 2019 (Santiago Achával); Riccitelli Malbec 2019 (Matías Riccitelli); Cheval des Andes 2019 (Gerald Gabillet); Viña Cobos Bramare Marchiori Cabernet Sauvignon 2019 (Andrés Vignoni) y Pulenta Estate Gran Cabernet Franc XI 2018 (Javier Lo Forte). Vinófilos del mundo, anoten. Y celebremos la reivindicación que se está haciendo de Luján de Cuyo, que cuando se la vuelva a poner en valor nos va a permitir tener, junto al Valle de Uco, dos zonas topísimas para enfrentar el mundo.

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