Mendoza

¡Tenemos ministerio! / Newsletter de Mauricio Llaver

En Salud tenemos ministerio, pero con 80.000 muertos, vacunatorios VIP y falta de vacunas / Asoman dos preguntas y la primera es muy cruel / Combos, combos, combos / Una encuesta recién horneada / Mendoza, un lugar con gente bastante normal / No todos somos unos hinchas irresponsables / John Carlin: hay que definirse / Y un vino, por supuesto.

6 de junio 2021

¡TENEMOS MINISTERIO! Cuando en 2018 el dólar saltó de $ 30 a $ 40 en una semana, Macri trató de dar una señal de ajuste en el Estado bajando el rango de algunos ministerios a secretarías, entre ellos el de Salud. Una pavada, porque lo que importa es el gasto total y no cómo figure en el presupuesto. Pero eso dio lugar a que la militancia K, en su regreso triunfante al poder, adoptara el slogan “Tenemos Ministerio”, sugiriendo una maldad degradante de la salud del pueblo por parte de El Gato. Es cierto, ahora tenemos Ministerio. Pero tenemos más de 80.000 muertos, tenemos un ministro del ramo expulsado por un vacunatorio VIP en su propio edificio (eso sí, edificio de ministerio, no de secretaría), faltan decenas de millones de vacunas para una cierta tranquilidad general, y la vacuna predominante en el país todavía no está aprobada por Europa ni Estados Unidos. También hay muchos miles de angustiados porque no llega su segunda dosis y hasta el propio presidente de la nación se agarró el bicho después de haberse dado los dos pinchazos rusos. ¿Tenemos Ministerio? Sí. ¿Y?

PRIMERA PREGUNTA: Con el nivel de atraso en la llegada y distribución de vacunas; con 80.000 argentinos fallecidos y su impacto en sus entornos familiares y afectivos; con la oscura trama de Pfizer, entre las negociaciones con el propio laboratorio y el rechazo de las del mecanismo Covax, ¿cuántas de esas muertes no pueden adjudicarse ya a la incompetencia y negligencia del gobierno?

SEGUNDA PREGUNTA: Ya que se están anunciando tantas gestiones por vacunas, ¿no convendría enfatizar en la de Johnson & Johnson, que es de una sola dosis? No tengo acciones allí ni las voy a tener, pero podríamos reducir exactamente a la mitad el transporte, el tiempo, y la logística de la aplicación. ¿No sería un argumento de sentido común?

LO QUE VIENE ESTÁ LLENO DE COMBOS. Hay dos cosas que se pueden ir diciendo sobre las elecciones de este año, que ya cambiaron oficialmente de fecha. Una es que nadie sabe cómo operará en los votantes el combo pandemia-vacunas-crisis económica-liderazgo errático-desánimo general. Es un misterio que sólo se resolverá cuando se cuenten los votos. Lo otro es que pareciera que las elecciones van a ser el Día D de la historia argentina, como si después el gobierno no tuviera que enderezar su descalabro de inflación-pobreza-precariedad laboral-tarifas atrasadas-desinversión-presión impositiva-deuda financiera y hasta un posible default. No olvidemos que después de ganar en 2017, cuando su reelección parecía asegurada, a Macri lo atropelló el combo de piedras en el Congreso-sequía de US$ 8.000 M-aumento de tasas en EEUU-devaluación-regreso al FMI y ajuste inevitable. Lo que viene está lleno de combos, con una probabilidad infinita de combinaciones.

UNA ENCUESTA-FOTO DEL MOMENTO. Entre un grupo de empresarios nacionales circula una encuesta confidencial, realizada por una consultora de las grossas, que obviamente no se puede nombrar. Pero reproduzco sus principales conclusiones: * Tendencias negativas respecto de la situación económica y la gestión de gobierno. * La desesperanza sobre el horizonte económico ha llegado a una cuarta parte de los votantes del Frente de Todos. * La gestión del actual gobierno alcanza el pico más alto de crítica desde su inicio (aun entre electores propios pierde 22 puntos desde marzo del año pasado). * La inflación se mantiene como “el problema” de todos. * El temor al contagio de Covid-19 afecta más entre afines al Gobierno, pero también les resulta preocupante su impacto económico. * Rodríguez Larreta lidera en imagen positiva. * Junto con Martín Guzmán y Diego Santilli son los únicos funcionarios con balance positivo. * También siguen en el podio dos políticas: Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. * Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner mantienen desde enero la misma aprobación del 40% y 35% respectivamente. * La vicepresidenta vería reducido su apoyo en segmentos que más la favorecían (nivel socieconómico medio bajo y millennials).

MENDOZA, UN LUGAR DE GENTE BASTANTE NORMAL. El gobernador Rodolfo Suarez se vacunó esta semana contra el Covid, después de haber sacado su turno cuando le correspondía y al mismo tiempo que otros mendocinos de su edad. Cuando se contagió de Covid, Alfredo Cornejo se internó en el Hospital Central. No son grandes hazañas, son simplemente lo normal, lo esperable, pero en un país con valores tan distorsionados son casi hechos excepcionales. Hasta donde se sabe, aquí no hay vacunatorios VIP (y ojalá no tenga que retractarme alguna vez con una mala noticia, pero no hay ningún indicio de eso). Además, este fin de semana -mientras el país está bajo otro DNU restrictivo- acá estamos trabajando, abriendo lo máximo posible (sin que deje de ser riesgoso), pero la vamos peleando con el simple concepto de equilibrar una pandemia-tsunami con la necesidad de laburar, porque para vivir y progresar hay que producir. Mendoza no es el paraíso, pero es un lugar donde la gente es bastante normal, donde la sobredosis de ideología no nos ha afectado mayormente, y donde decir que somos de acá es algo que nos genera bastante orgullo.

NO TODA MENDOZA SON UNOS HINCHAS IRRESPONSABLES. La movida de algunos hinchas del Tomba, que armaron una turbamulta irresponsable por la estúpida cultura del aguante (¿cuándo se vio que esa ceremonia tribal mejorara algún resultado deportivo?) nos previene de que, efectivamente, no somos el paraíso. Pero cuidado con asemejar ese bochorno a toda la hinchada de Godoy Cruz (yo no lo soy, aclaro), a todos los hinchas del fútbol o a la provincia en general. Las cosas tienen un sentido de la proporción, y que algunos tengan “modales de catapulta” (Luis Franco) no significa que todos los mendocinos seamos así. Cuidado con la autoflagelación colectiva y las generalizaciones dañinas. No lesionemos nuestra autoestima general por la actitud de unos poquitos. Y para ellos, la Justicia.

HAY QUE DEFINIRSE. John Carlin, periodista inglés, autor del más famoso libro sobre Nelson Mandela (“El factor humano”, que inspiró la película “Invictus”). Estuvo en Mendoza hace unos años y tuve el honor de presentar su charla: “Hay que definirse. No se puede dar por hecho que la democracia sea eterna. No podemos descartar que un día los historiadores lo vean como un experimento que duró menos que el imperio romano. Los bárbaros están en las puertas y son fuertes, cínicos y crueles (…) Es fácil definirse. Sólo tienes que hacerte una pregunta. Si tuvieras que vivir el resto de tus días en China o en Estados Unidos, en Rusia o en Italia, ¿cuál elegirías?”.  

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Entre las cosas que más me ha hecho extrañar la pandemia, están las juntadas que organiza Mariano Di Paola para probar vinos. Mariano es un anfitrión magnífico, y cada cata en La Rural o Rutini es una fiesta para los invitados. Siempre hay buenas empanadas y platos de todo tipo, calidez, y una onda que nos hace sentir que estamos en un evento especial. Pero sobre todo hay grandes vinos, que todo el equipo de la bodega produce en una variedad asombrosa. Están los Rutini, los Felipe Rutini, los Antología, los Apartado, el vino de Julio Le Parc, los espumantes… y para el final quedan los Encabezados de Malbec y la grappa, entre otras cosas que suelen aparecer. Con la nostalgia de llevar más de un año sin esos encuentros festivos para el paladar y el alma, esta semana me abrí un Apartado Gran Blend 2011, uno de esos cortes que el Mariano jura que consulta “con la almohada”: 30% Cabernet Sauvignon de Tupungato, 20% Cabernet Franc de Tupungato, 30% Malbec de La Consulta y 20% Syrah de Altamira. Pero no todo termina ahí, sino que lo crió 24 meses en roble francés, la primera mitad en barrica nueva y la otra en barrica de segundo uso. Es una de esas formas del arte que tienen los grandes vinos y que, como decía Anthony Bourdain, me dio felicidad mientras lo tomaba. Aunque igual sigo extrañando las juntadas.

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