(Télam) – El nieto recuperado número 114 y nieto de Estela de Carlotto, bautizado como Ignacio Husband por sus padres adoptivos, afirmó que está «un poco convulsionado porque hace muy poco» de la noticia y enfatizó que quiere «que esta situación sirva para potenciar la búsqueda» de nietos desaparecidos durante la última dictadura.
“Tuve una vida extraordinariamente feliz y a esa vida se le suma esta maravilla», recalcó en su primera aparición ante los medios tres días después de enterarse que era hijo de desaparecidos y el nieto buscado durante 37 años por la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
«Es maravilloso y mágico lo que estoy viviendo», afirmó, para luego agregar: «Son muchas emociones que estoy sintiendo». Y reveló que se enteró hace sólo dos meses que era adoptado. «Hay como un ruido que tenés en la cabeza. Hay una memoria genética», puntualizó.
En tanto, celebró ser parte de un proceso que sirve «para cerrar heridas que se abrieron hace mucho tiempo», aseguró que se siente «feliz» y admitió que está «acostumbrado» a su nombre «Ignacio».
«Me siento más cómodo y estoy acostumbrado a mi nombre, Ignacio, y lo quiero seguir conservando, pero entiendo que hay una familia que hace mucho me llama Guido y para ellos soy Guido, pero me siento cómodo con la verdad que me toca y estoy feliz», sostuvo.
«Entrar en la historia es un peso que hay que llevar», señaló, y dijo que recibió «muestras de afecto muy genuinas» por las cuales está «muy agradecido».
Ignacio consideró «loable como pocos» el rol de las Abuelas de Plaza de Mayo y aseguró que su vida anterior tuvo muchos puntos en común con los postulados que defiende esa organización.
«Abuelas es un colectivo de gente que a través del amor estaba buscando incansablemente a sus nietos; una actitud loable como pocas; hablar de Abuelas es hablar de un actitud frente a la vida», expresó y luego remarcó que su vida cotidiana anterior «no tuvo un tinte distinto a lo que pregonan las Abuelas».
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