QUÉ PEQUEÑEZ DE ESPÍRITU. El presidente de la República Argentina hizo una visita oficial a Chile, acompañado por gobernadores, y no invitó al gobernador de Mendoza, que no pertenece a su partido. Hablar aquí de la importancia de la relación de Mendoza con Chile es absolutamente innecesario, porque todos la conocemos, incluso algunos pobres políticos mendocinos que no saben cómo justificar lo injustificable. El resentimiento infantil de la dupla gobernante nacional define mejor que nada su visión cortísima de los valores de una república. Qué pequeño de espíritu es el gobierno que nos gobierna. Qué pequeño de espíritu es el gobierno que nos gobierna. Qué pequeño de espíritu es el gobierno que nos gobierna.
UNA GIRA A MEDIDA. Después del caprichito nacional, si yo fuera el gobierno de Mendoza haría una hermosa gira por Chile, encabezada por el Gobernador, con representantes políticos, académicos, sociales, empresariales, artísticos, reinas de la Vendimia y hasta los jinetes del Carrusel. E invitaría a una delegación chilena similar y la pasearía por toda Mendoza, con muchos actos, comidas y brindis. Y haría muchos anuncios, que siempre aparecen. Y en ambos casos invitaría a la oposición mendocina, por supuesto, porque es lo que corresponde y porque para resaltar la mezquindad ajena alcanza con actuar con normalidad. Y, sobre todo, lo haría bien cerca de las próximas elecciones, como para recordar, sin agravios y con altura, quién es quién, cómo es cada cual y para quién trabaja cada uno. Y… y… mejor me freno ahí. (En cuanto a las relaciones históricas entre Mendoza y Chile, recomiendo esta excelente nota del historiador rivadaviense Gustavo Capone, en Memo Diario: https://www.memo.com.ar/opinion/mendoza-y-chile-vinculo-centenario-politico-economico-y-cultural/)
MIREN EN QUÉ RANKING ESTAMOS. Como ya casi todos los lectores lo sabrán, la edición latinoamericana de la revista Forbes puso a Mendoza en cuarto lugar entre los 10 mejores destinos turísticos de Latinoamérica. Para resaltar la importancia de lo que eso significa, no sólo es bueno mirar a los destinos que nos preceden (Cancún, Cartagena de Indias, Punta Cana), sino también a quienes quedaron detrás de nosotros (Río de Janeiro, Los Cabos, Machu Picchu, San José de Costa Rica, Santiago de Chile y Ciudad de México). Estar ahí nos obliga a redoblar la pelea por la reapertura del aeropuerto para los vuelos internacionales, en un contexto de pandemia y con un gobierno nacional que ya sabemos cómo es. El reclamo tiene que ser más masivo que nunca, con todos los actores privados –no sólo del sector turístico, porque los beneficios se derraman para todos- y alzando la voz bien fuerte para que nos reabran los cielos. Estar en ese ranking ha sido fundamentalmente un mérito de empresarios privados –mendocinos y de otras latitudes-, que invirtieron durante años y se pusieron competitivos. Ahora es el momento, también, de acompañar con toda su potencia el reclamo del gobierno.
EL MÉTODO SARAMAGO. En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, José Saramago explicó su método para escribir su disruptivo “El Evangelio según Jesucristo”: “No se trataba de mirar por detrás de las páginas del Nuevo Testamento a la búsqueda de contradicciones, sino de iluminar con una luz rasante la superficie de esas páginas, como se hace con una pintura para resaltarle los relieves, las señales de paso, la oscuridad de las depresiones”. A veces no hay que enredarse demasiado con las cosas, porque basta con mirarlas sin prejuicios para que se revelen con toda su intensidad. En Argentina estamos llenándonos de hechos, palpables y comprobables, que dentro de algún tiempo quizás miremos con asombro. Describo algunos de ellos con la “luz rasante” de un simple observador de la realidad:
UN ABECEDARIO DE HECHOS. A) Falta el dato finito, pero la economía cayó más de 10% en 2020. B) La inflación fue del 36,4%, con tarifas congeladas. C) La excepción son los combustibles, que hasta aumentaron dos veces en tres días, mientras YPF renegocia dificultosamente su deuda propia. D) El dólar oficial creció 44% el año pasado. E) Los otros dólares lo hicieron entre el 75% y el 95%. F) La pobreza llegó al 44,2%. G) La negociación con el FMI (que tampoco garantiza automáticamente la llegada de fondos) se desarrolla más lentamente de lo esperado. H) la temporada de verano en la costa atlántica, con el país cerrado por Covid-19, tiene una ocupación del 30-40%. I) El gobierno, que necesita dólares, prohibió la exportación de maíz. Después la limitó y finalmente la levantó, luego de un paro del campo. J) La diputada del Frente de Todos Fernanda Vallejos dijo que la Argentina tiene “la maldición de exportar alimentos”. K) El consumo de carne vacuna per cápita en 2020 fue el más bajo en cien años (49,7 kg). L) El ritmo de vacunación contra el Covid, y las peripecias de la vacuna rusa, todavía dejan “más dudas que certezas”, como dicen algunos intelectuales. M) Algunos gremios docentes dicen que volver a las clases presenciales es “criminal”. N) En el mundo político hay globos de ensayo sobre la posibilidad de indultos para casos de corrupción. O) El debate político cae en un nivel tan patético que la feudal Formosa está en el centro de muchas discusiones, defendida por el gobierno nacional. P) La cancillería argentina emitió un Tweet sobre el cambio presidencial en Estados Unidos que parecía escrito por un pasante, pero el canciller Felipe Solá permanece en su puesto porque, se dice, si el presidente lo echa, al reemplazante lo pondrá Cristina. La “luz rasante” de Saramago podría extenderse a muchos otros aspectos, pero mejor paremos ahí.
COSAS DEL ALMA: SPINETTA. El 8 de febrero se cumplirá un nuevo aniversario de la muerte de Luis Alberto Spinetta, el día que se diluyó en la luz de la que hablaba en muchas de sus letras. Mi hija se llama Ludmila por una de sus canciones; con mi hijo Mauricio estuvimos en el concierto de Las Bandas Eternas; con mi esposa Paula ya sabemos que la canción de cuna de nuestro nieto en camino será “Plegaria para un niño dormido”. No hace falta que explique lo que Spinetta significa para mí. Pero es imprescindible refrescar que Luis empezó a volar a los 19 años con el primer disco de Almendra, y desde ahí no paró de subir y subir, de proyectarse cada vez más alto, hacia los cielos de la belleza y de la poesía del alma. Hace nueve años que se fue, pero su vuelo final no se detiene y jamás se detendrá.
Y UN VINO, POR SUPUESTO. Estela Perinetti ha estudiado y hecho cosechas en varios países, habla unos cuantos idiomas y, por si fuera poco, es deportista y baila flamenco. Tiene influencias vitivinícolas francesas (Chateau Lafite Rothschild), italianas, y de la gran escuela de Catena Zapata, que transmite en asesoramientos varios que van desde el viñedo hasta el embotellado final de los vinos. Con todo ese bagaje, comenzó su proyecto familiar, Las Estelas (también el nombre de su mamá y su abuela), y uno de los resultados es el Estela Perinetti Grand Vin 2018. Es un corte Cabernet Sauvignon-Malbec (60/40) que se las trae, con uvas de El Peral, Tupungato, a 1.250 metros de altura. Estela explica que con el CS busca la estructura y la guarda, y con el Mb la media boca y la fruta. Y consigue algo que ella misma define así: “Busca ser un vino de guarda pero basado en la elegancia y complejidad y no tanto en la concentración”. Bingo. Ahí está la clave. A ese vino se lo podrá tomar dentro de unos años, pero también se lo puede disfrutar ahora, porque está redondo y no golpea al paladar con esas concentraciones excesivas que a veces hacen dar más ganas de tomar agua que otra copa. Bien por Estela. Es un proyecto para tener en cuenta.
