Mendoza

Una crisis en serio (y un Sabina para los tiempos que corren) / Newsletter de Mauricio Llaver

Advertencia: este Newsletter habla de crisis política, económica y financiera. Y de un gobierno que empieza a autofagocitarse. Pero, como estamos vivos a pesar de todo y los bálsamos existen, también habla de Joaquín Sabina y de sus más de cien mentiras que valen la pena. Y de un vino, por supuesto.

10 de julio 2022

LA CRISIS NO ES SOLO POLÍTICA: MEJOR QUE SEAMOS REALISTAS. La implosión del experimento Fernández & Fernández no debe distraer de la multiplicidad de crisis que transita la Argentina. La mayor es de naturaleza política, con evidencias que surgen todos los días de parte de la inventora del experimento y de su nominado, que se sacó la lotería en 2019 y pensó que la suerte le iba a durar para siempre. Pero hay otras dos crisis objetivas -una económica, otra financiera-, que si bien derivan del descalabro político, tienen su propia dinámica, y no se van a resolver por arte de magia. El país enfrenta complicaciones muy serias en estos últimos dos campos, y su resolución va más allá de factores improbables, como que Cristina y Alberto decidieran ser responsables y no alimentaran con su pelea la incertidumbre cotidiana. Cuidado con creer que la resolución de la crisis política acomodará automáticamente a las otras dos. La salida de este laberinto será larga y difícil, y mejor que seamos realistas, que es lo único que nos evitará nuevas desilusiones en el futuro.

DATA DURA. Las crisis económica y financiera están interrelacionadas. La ministra Batakis lleva una semana en el ministerio y no logró mejorar ninguna expectativa. Aquí va un puñado de datos para saber dónde estamos parados:

El cepo financiero y la incertidumbre están llevando a la economía a una semi-parálisis y a una aceleración de la fase inflacionaria. Los precios saltaron esta semana “por las dudas”, y ya se estima que la inflación de julio podría estar entre el 6 y 8 por ciento.

El Banco Central vendió 550 millones de dólares esta semana, y 738 millones en lo que va de julio (estamos a día 10).

Algunos economistas estiman que en los últimos 20 días se imprimió el 30% del total de la base monetaria.

El dólar blue cerró a $ 273 el viernes. Conviene mirar la secuencia del cierre de cada una de las últimas semanas:

16 de junio (el viernes 17 fue feriado): $ 216

24 de junio: $ 226

1 de julio: $ 239

8 de julio: $ 273

En tres semanas, subió 57 pesos (casi el 27%).

El Riesgo País cerró el viernes a 2.672 puntos. Eso quiere decir que, si alguien le prestara a la Argentina, le cargaría 27 puntos más de interés a la tasa normal.

DEL “AH, PERO MACRI” AL “AH, PERO GUZMÁN”. Si algo bueno tiene el vodevil Fernández & Fernández es que, probablemente sin que ellos mismos se den cuenta, están relevando a la figura de Mauricio Macri de la responsabilidad de los males del presente. Como esto es una “crisis auto infligida” (Emanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Kicillof), ya no pueden echarle la culpa de su incompetencia a Macri Gato, así ahora apareció a mano Martín Guzmán, que quizás pronto sea Guzmán Gato. Ya Cristina y Máximo dijeron en público que Guzmán fue un “irresponsable”, así que se viene el discurso de “tierra arrasada”, pero ahora con uno que ha sido parte del experimento F&F como culpable. Para Juntos por el Cambio, esto viene para aplicar el consejo de Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”: “No interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error”.

CUALQUIER COSA ES PROBABLE. En estos días de locura argentina, la demencia se alimenta con todo tipo de rumores, multiplicados por la impunidad discursiva que facilitan las redes sociales. Que renuncia Alberto (trending topic en Twitter el jueves), que renuncia Massa, que echan a uno, que ponen a otro, que están preparando el helicóptero, o bromas como que no se puede ir en el helicóptero porque no tiene gasoil. La situación da para todo, pero lo más trágico es el fondo de ese chismorreo colectivo: cualquier cosa es probable, y nada parece inverosímil. Cuando un país vive pendiente del próximo discurso o tuit de la vicepresidente de la Nación, es porque su previsibilidad está por el suelo.

ADIÓS AL MIEDO. De los comentarios que se escuchan y leen por todas partes, hay algo que está quedando claro de la situación actual: ya no hay miedo al kirchnerismo. Cristina desde hace rato no tiene el poder de aquel 54% y de aquella bravuconada del “vamos por todo”. Y su último pase de magia -la fórmula Fernández & Fernández- está demostrando ser desastroso. Las quejas de los ciudadanos en los mostradores, los carteles que le ponen en el propio edificio donde vive, las marchas como la de ayer, marcan que los argentinos ya le perdieron el miedo. Su capacidad de destrucción sigue siendo grande por la debilidad de su partido, pero en el resto de la sociedad cada vez inspira menos temor.

COSAS DEL ALMA. Cuando la realidad aplasta, los bálsamos para el alma son más necesarios que nunca. Aquí va la letra completa de Más de cien mentiras, de Joaquín Sabina. Es larga, pero vale la pena para un domingo como este, y para todos los días.

Tenemos memoria, tenemos amigos
Tenemos los trenes, la risa, los bares
Tenemos la duda y la fe, sumo y sigo
Tenemos moteles, garitos, altares

Tenemos urgencias, amores que matan
Tenemos silencio, tabaco, razones
Tenemos Venecia, tenemos Manhattan
Tenemos cenizas de revoluciones

Tenemos zapatos, orgullo, presente
Tenemos costumbres, pudores, jadeos
Tenemos la boca, la lengua, los dientes
Saliva, cinismo, locura, deseo

Tenemos el sexo y el rock y la droga
Los pies en el barrio, y el grito en el cielo
Tenemos Quintero, León y Quiroga
Y un business pendiente con Pedro Botero

Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas
Más de cien pupilas donde vernos vivos
Más de cien mentiras que valen la pena

Tenemos un as escondido en la manga
Tenemos nostalgia, piedad, insolencia
Monjas de Fellini, curas de Berlanga
Veneno, resaca, perfume, violencia

Tenemos un techo con libros y besos
Tenemos el morbo, los celos, la sangre
Tenemos la niebla metida en los huesos
Tenemos el lujo de no tener hambre

Tenemos talones de Aquiles sin fondos
Ropa de domingo, ninguna bandera
Nubes de verano, guerras de Macondo
Setas en noviembre, fiebre en primavera

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas
Qué importa, lo siento, hasta siempre, te quiero
Hinchas del Atletic, gángsters de Coppola
Verónica y cuarto del Curro Romero

Tenemos el mal de la melancolía
La sed y la rabia, el ruido y las nueces
Tenemos el agua y dos veces al día
El santo milagro del pan y los peces

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes
Lennon y McCartney, Gardel y Le Pera
Tenemos horóscopos, Biblias, Coranes
Ramblas en la luna, vírgenes de cera

Tenemos naufragios soñados en playas
De islotes sin nombre ni ley ni rutina
Tenemos heridas, tenemos medallas
Laureles de gloria, coronas de espinas

Tenemos caprichos, muñecas hinchables
Ángeles caídos, barquitos de vela
Pobres exquisitos, ricos miserables
Ratoncitos Pérez, dolores de muelas

Tenemos proyectos que se marchitaron
Crímenes perfectos que no cometimos
Retratos de novias que nos olvidaron
Y un alma en oferta que nunca vendimos

Tenemos poetas, colgados, canallas
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma
Abuelos que siempre ganaban batallas
Caminos que nunca llevaban a Roma

Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas
Más de cien pupilas donde vernos vivos
Más de cien mentiras que valen la pena

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Cuando un vino se transforma en un clásico, seguramente hay muchas razones detrás de eso. Un ejemplo es el Perdriel Centenario, un vino que la bodega Norton elabora desde hace décadas con un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot, todos de Luján de Cuyo. Lo tomé esta semana después de mucho tiempo, en un almuerzo en la propia bodega, y me reencontré con ese sabor amable de los vinos familiares al paladar. Estaba todo: el dulzor del Mb, la estructura del CS y la sedosidad del Mt. Un vino para el puro disfrute, acompañando al bife de chorizo único del restaurante La Vid, que acaba de incorporar a Santiago Maestre como chef después de que Patricia Suárez Roggerone decidiera tomar otros rumbos. En Norton hay un nuevo impulso, que incluye la llegada de Laura Serra en Hospitalidad y Turismo. Ya comenzaron con “Viaje por la magia del vino”, un espectáculo de magia en la cava de la bodega que formará parte de “Magia por los Caminos del Vino”, una nueva movida que está haciendo Bodegas de Argentina. Y, según anticipa Serra, se vienen varias novedades más. Entre la mano maestra enológica de David Bonomi, y las nuevas incorporaciones, habrá que estar atentos a las noticias de una de las bodegas pioneras de Mendoza.

Escribe un comentarios