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Una famosa cadena de heladerías que estuvo a punto de desaparecer proyecta abrir en Mendoza

A su vez, como parte del plan de recuperar mercados para volver a tener presencia regional, la cadena negocia para desembarcar en Uruguay, Paraguay y Chile en primera instancia, y luego seguir por otros países de América latina y los Estados Unidos.

Resurge tras años de crisis y apunta a recuperar su esplendor de la década de 2000, cuando solía integrar el selecto club de las heladerías más exclusivas del país.  

La histórica marca de helado artesanal Persicco, que en 2022 cumplió 20 años, llegó por primera vez a los shoppings y tiene un ambicioso plan de crecimiento, que contempla desembarcar en el interior y recuperar su presencia regional con la apertura de locales en otros países.

La cadena prevé terminar 2023 con 40 sucursales en funcionamiento -el doble del número que hoy tiene- y se puso como objetivo para 2024 cerrar el año con un total de 100, teniendo en cuenta locales propios y franquicias que operan bajo tres formatos: Corner (de entre 6 y 10 metros cuadrados) y dos variantes de Take Away & Delivery (de 30 a 50 metros cuadrados) con y sin sitting.

Ya abrió sucursales en Galerías Pacífico y en dos shoppings de IRSA: Patio Bullrich y Alto Palermo. Como parte de su proyecto de expansión delineado para este año, en las próximas semanas prevé instalarse en más paseos de compras. 

Tiene en obra tres locales que levantarán las persianas durante abril en Unicenter y Jumbo Caballito, gestionados por el grupo chileno Cencosud; y en Madero Harbour, el centro comercial que tendrá Puerto Madero en esta exclusiva zona del barrio y demandó una inversión de u$s 60 millones.

La cadena prevé seguir creciendo en Buenos Aires y otras provincias. Por fuera de los shoppings, ya firmó contratos para locaciones estratégicas. El franquiciado que tiene a cargo el local de Galerías Pacífico acaba de abrir una sucursal sobre Cerrito casi esquina Avenida Santa Fe.

«Estamos analizando distintas opciones para el interior. Según la zona, evaluamos llegar con locales a la calle o en shoppings de IRSA o Cencosud, siempre en formatos de pocos metros cuadrados. Ya comenzamos las entrevistas para seleccionar a posibles franquiciados en diferentes localidades de Mendoza, Córdoba y Salta», comentó Gabriel Sperandini, CEO de Persicco. 

La empresa ya cuenta con más locales (22) que los que tuvo en su mejor momento (14). Las locaciones activas se reparten entre la Ciudad y el Gran Buenos Aires. Recientemente, la heladería se expandió por la Costa Atlántica, con inauguraciones en Pinamar, Costa Esmeralda y Cariló. 

A su vez, como parte del plan de recuperar mercados para volver a tener presencia regional, la cadena negocia para desembarcar en Uruguay, Paraguay y Chile en primera instancia, y luego seguir por otros países de América latina y los Estados Unidos.

El comienzo y las dificultades 

Persicco nació en 2001 de la mano de los primos Juan Martín Guarracino y Federico Aversa, hijos de Salvador Guarracino y Pablo Aversa, respectivamente, ambos fundadores de Freddo. A los pocos años de la creación de Persicco, Federico le dejó su participación en el negocio a su padre Pablo, quién luego vendió su parte a Guarracino hijo. 

Finalmente, este último se deshizo de la marca en 2014. En 2018, la empresa entró en concurso preventivo, tras declararse en cesación de pago siete meses antes. El proceso significó el cierre de locales y se extendió hasta 2021, cuando, en plena pandemia, la compañía afrontó un conflicto sindical en su planta de Núñez.

Hoy, la cadena está en manos de Gustavo Balabanian, ligado al grupo financiero Tutelar, dueño de Paraná Seguros, quien encara su reconversión. En sus inicios, el modelo de negocio consistía en grandes comercios situados en esquinas que implicaban altos alquileres y una gran cantidad de personal con costos fijos elevados. 

En este contexto, donde cambiaron los hábitos de consumo, la apuesta se enfoca en formatos con gastos más bajos para así ser más permeable a la coyuntura, una receta que la firma implementó luego de los aprendizajes que le dejó su declive. 

Poner una franquicia con el modelo Take away & Delivery con sitting cuesta entre u$s 50.000 y u$s 70.000. El retorno de inversión está proyectado entre 20 y 24 meses, con un contrato a cinco años. En tanto, los formatos Corner y Take away & Delivery sin sitting rondan entre u$s 20.000 y u$s 40.000, con un recupero de la inversión estimado en el mismo período que en el anterior caso.

Fuente: El Cronista

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