Reconocido por su trabajo a nivel nacional e internacional, el fabricante de calzado ecológico Xinca sumó una nueva unidad de negocios: indumentaria de trabajo. Para confeccionarla buscó, al igual que lo hizo antes con sus zapatillas, trabajar con los que menos oportunidades tienen.
“Nos interesa que las empresas y personas sepan que al comprar nuestros productos, se transforman en nuestros aliados. En definitiva, nos ayudan a empoderar a mujeres y personas excluidas del sistema”, señala uno de los socios, Alejandro Malgor.
Muchos de sus colaboradores provienen de zonas rurales. La empresa explica que acercarles trabajo significa que pueden seguir cuidando a sus familias e hijos y asumir responsabilidades relacionándose a un trabajo. Buscan desarrollar un modelo sostenible de inclusión laboral para mujeres. Además brindan empleo a más de 80 internos del Penal San Felipe que hacen calzado urbano y de trabajo.
Con respecto a la tela empleada, en algunos modelos reutilizan residuos textiles.
Entre los clientes ya se encuentran Newsan, Cerámica Alberdi, Constructora Colonial, Laugero Construcciones, CEOSA, Cartellone, Familia Zuccardi e Industrias Chirino, entre otras. También realizaron la primera exportación a Chile y próximamente harán envíos a Australia.
“En el mundo de hoy a las empresas de todos los tamaños se les pide que hagan el bien. Están siendo empujadas a crear beneficios públicos para los consumidores y sus empleados, dos audiencias poderosas que están ejerciendo un nuevo control sobre ellas. Los inversores están agregando un nuevo criterio de responsabilidad social a la hora de invertir su dinero”, destaca Malgor.
Carlos Lagos