En diálogo con Punto a Punto Radio (90.7), el analista político Sergio Berenzstein se refirió al impacto político que puede tener la filtración de millones de documentos sobre operaciones off shore en Panamá y al que fueron vinculados cientos de políticos y empresarios en todo el mundo, entre ellos el propio presidente argentino.
En esa línea comentó que «estamos ante el comienzo de una situación que hay que esperar para entender su profundidad, acá hay una enorme cantidad de datos y recién estamos conociendo efectivamente las primeras conclusiones de esta investigación».
«Hasta ahora lo que tenemos es nuestro presidente mencionado en una empresa, dio una conferencia de prensa, dio una respuesta. Esto le permite a la oposición reaccionar, lo que hay no es un problema judicial, no hay delito, pero hay una mancha que es incómoda para el Gobierno, esta información surge justo cuando hay casos de funcionarios kirchneristas acusados de corrupción. El mes de abril es un mes muy activo en los tribunales federales, y el Gobierno que pretendía encarar una lucha contra la corrupción y la transparencia está en una situación muy incomoda», destacó Berenzstein.
Por otro lado, el analista deslizó algunas ideas sobre cómo debería gestionar el Gobierno nacional esta crisis: «hay que ser transparentes, hay que tomar esta crisis como una oportunidad, no hay nada que ocultar, hay que mostrar todo. Puede pedirle a la Oficina Anticorrupción que investigue todas sus declaraciones juradas y de ese modo mostrar que está comprometido y quiere dar el ejemplo. Argentina necesita mejorar todos los sistemas de transparencia y control, hay que mejorar todos los mecanismos previos, darles herramientas a la policía. Argentina perdió el rumbo en los años del kirchnerismo. Laura Alonso tiene que tener prudencia con el tema de la comunicación por la exposición, pero tiene sobradas condiciones para ocupar el cargo».
El analista político Sergio Berensztein calificó como “complejo” el voto que obtuvo José Manuel de la Sota en las elecciones del domingo y que será “un capital importante para octubre”, al punto de afirmar que “esos son los votos que terminan definiendo una elección”.
De la Sota perdió la interna de UNA contra Sergio Massa, pero logró 1,4 millones de votos, lo que abre expectativas de futuros acuerdos con otras fuerzas políticas, aunque ayer, el propio gobernador dijo que apoyará a Massa en las elecciones de octubre.
“El votante cordobés es bastante crítico y de hecho a Daniel Scioli le ha ido muy mal, por lo que hay que estar muy atentos a lo que suceda en octubre con esos votos”, agregó Beresztein, en diálogo con Punto a Punto Radio 90.7.
Respecto a las elecciones en general, el politólogo sostuvo que “los principales candidatos tienen muchos motivos para festejar, pero también tienen motivos para estar preocupados. Fue una elección muy singular. El ofcialismo hizo una buena elección pero no le alcanza para ganar en primera vuelta. Cambiemos hizo una buena elección pero ahora tiene que consolidar los votos que no vienen de Macri y al mismo tiempo tiene que sumar 3 ó 4 puntos para forzar una segunda vuelta”.
Beresztein afirmó, en tanto, que “UNA sorprendió, sobre todo por los votos de José Manuel de la Sota, que le da más volumen a Massa, que va a enfrentar un escenario de polarización más acotado: la hipótesis de que esto se polarizaba fracasó y cambia todo de cara a octubre”.
En otro tramo de la entrevista, sostuvo que “hay que ver dónde quedó el viejo voto radical y el voto de la Coalición Cívica. Si a eso se le suma lo que pueda obtener Margarita Stolbizer, son más de 10 puntos que hay que tener muy en cuenta”.
El periodista Marcelo Longobardi, conductor del ciclo “Cada Mañana” de Radio Mitre, entrevistó hace minutos al analista político Sergio Berensztein, quien dio su opinión sobre la situación que atraviesa la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y todo su gabinete. “El gobierno tiene que ser un poco más autocrítico, reconocer algún error”, fue la primero que mencionó Berenstein al aire.
“Este es un gobierno en el cual no renuncias, te renuncian. Porque la presidenta no te deja”, graficó. “Este no es un gobierno parecido al que tuvimos en otras etapas. Este gobierno es híper presidencialista, unipersonal, donde los ministros son empleados de baja categoría. En ese contexto, donde tenés tan concentrado el poder, hacés lo que te dicen”, explicó el analista político.
“La presidenta no encuentra un hilo conductor ni un camino a este laberinto. A 11 meses del fin de su mandato, lo que debe hacer con altura es comenzar ya la transición y eso implica romper el cerco en el que está y empezar a hablar primero con su partido. Es un problema de estado, político y personal”, dijo.
“La política argentina no la quiere agredir, la quiere ayudar. Y eso no lo entiende y la lleva a cometer un sinfín de errores, como el memorándum como cumbre máxima.
El resbalón que explica esta caída es el memorándum con Irán. En este contexto la pregunta es cómo salir. Admitiendo algunos errores, que es algo que este gobierno no hará. Esto no significa irse antes o adelantar elecciones, pero sí implica gobernar entendiendo que la población 70-30 quiere otra cosa”, mencionó al aire con Longobardi.
En otro fragmento de la entrevista, dijo que “hay muchos funcionarios que tienen temor de lo que está haciendo la presidenta. Capitanich, con su discurso en Chacho, deja en claro que esta es una crisis que puede generar un episodio de ingobernabilidad en la Argentina”.
Por último, explicó que “lo inteligente en este caso es admitir los errores, generar diálogo con los principales líderes de la oposición y encontremos una salida en conjunto porque esto puede ponerse mucho peor”.
El analista político Sergio Berensztein señaló que el gobierno de Cristina Kirchner “siempre focaliza en cuestiones más bien inmediatas y no tiene consideración de las consecuencias de las decisiones que toma al mediano plazo».
Agregó que hay posibilidades de que el Ejecutivo logre apoyo para aprobar la Ley de pago soberano de la deuda, pero que “hay dudas respecto a la efectividad que va a tener esto en el mejor de los casos”.
En diálogo con radio Mitre, Brensztein dijo que “este es un gobierno que en general mira el muy corto plazo, y que en ese contexto, la Presidenta está bastante cómoda y bastante sola y ha retomado el control de la agenda”.
“Es un gobierno que está terminando, se está agotando un ciclo”, señaló. “Y que si bien el liderazgo de la presidenta es importante, está desgastado con respecto a lo últimos tres años”, agregó, destacando “que siempre focaliza en cuestiones más bien inmediatas”.
Con respecto a la guerra que el Ejecutivo mantiene con los fondos buitre, dijo que aparecen dentro del propio oficialismo versiones contradictorias que no se sabe con claridad si es para manejar expectativas o porque efectivamente hay divisiones internas.
“Quedó claro que la Presidenta detuvo cualquier posibilidad de acuerdo con objetivos políticos. Veremos si esto cambia en función de los resultados, porque una cosa es tomar decisiones en el vacío y otra cuando te das cuenta que en la economía real el default está haciendo estragos”, opinó.
“Hay como síntomas de que el Gobierno está como cómodo en este situación de default, pero mismo dentro del oficialismo hay voces más exactas que dicen que esto es transitorio, que aún hay esperanzas de que esto finalmente se arregle en enero” cuando se logre un acuerdo como los holdouts.
El analista político, Sergio Berensztein disertó en la primera jornada del 7° Coloquio Industrial de la UIC frente a unas 700 personas. Habló de los escenarios posibles ante la salida del kirchnerismo, de la situación actual del Gobierno Nacional, y de las posibilidades de los candidatos a presidente para el 2015.
En su disertación, Berensztein planteó tres escenarios posibles para el 2015: el primero, al que calificó de complejo pero no caótico, donde hay tensiones, incertidumbre y preocupación. En el segundo escenario, el analista habló de un rápido giro hacia una mayor moderación, incluyendo una política de estabilización en el que “se está mirando en el espejo de Michelle Bachelet en Chile y donde la Presidenta prefiere que las elecciones las gane Macri, para poder polarizar izquierda-derecha y quedarse con una base significativa y competir en el 2019”. Este, según el politólogo, sería el escenario en el que la Presidente saldría mejor parada: “se proyecta luego de dejar el poder”, afirmó. Por último, el tercer escenario que planteó es una transición conflictiva tras el default, con una polarización de la agenda política.
Para Berensztein, en las próximas semanas se definirá cuál será el legado del kirchnerismo y cuál de los tres escenarios se concretará. Lo preocupante, según el analista, es la improvisación del Gobierno y la centralización a la hora de la toma de decisiones. “Toma decisiones muy aislada, decisiones muy relevantes sobre todo en el contexto de la crisis de la deuda, rodeada de un grupo de gente que no tiene experiencia en finanzas internacionales, en leyes ni en negociaciones de esa magnitud”, aseguró.
En relación a la imagen de Cristina Fernández aseguró que está en caída desde el fallo negativo de la Corte de Estados Unidos. “La economía está cayendo y con ella la imagen de la Presidenta”, aseguró y mostró algunos números: “Cristina retuvo un 10% de gente muy leal, tiene un segmento de la sociedad que reconoce cosas de ella o de su esposo, pero generó rechazo, que llegó al 60% de la población tras el fallo negativo de la Corte por la deuda y ese 60% es el que tiene influencia en los consumos, en inversión, etc.”
En relación a los candidatos a presidente para el 2015 aseguró que, al menos hasta el momento, los tres candidatos más fuertes son Daniel Scioli (“es el candidato mejor posicionado del kircherismo”), Sergio Massa (“tiene un 25% de intención de voto”) y Mauricio Macri (“tiene una gran gestión en Capital Federal”) y que serán las pre campañas y las posibles alianzas las que definirán quiénes estarán en condiciones de candidatearse.
Entre estos posibles candidatos habló de José Manuel De la Sota. “Es un caso interesante, porque está en el pelotón de los que están tratando de reinsertarse en el escenario nacional. La gran pregunta es si De la Sota puede romper el cepo de los candidatos ya instalados en este contexto electoral y aparecer en una interna con chance de llegar a una candidatura o formar parte de alguna alianza. Cuando uno analiza su experiencia, hay poco políticos que la tengan”.
Por último Berensztein se refirió al radicalismo. “El radicalismo hoy es la segunda fuerza nacional, tiene una plataforma a nivel nacional muy extendida pero es una especie de cadena de supermercados que tiene sucursales en todos los pueblos pero no tiene nada para vender, nada para poner en la góndola”, lo que despertó aplausos entre los presentes.
Aunque las negociaciones con los fondos buitres que él mismo encabezó no llegaron a buen puerto, el fin de semana trascendió que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quedó “muy conforme” con la actividad que llevó adelante el ministro de Economía Axel Kicillof, e inclusive dejaron entrever que para la mandataria el propio ministro podría ser candidato a presidente en el 2015, en representación del Frente para la Victoria.
En ese sentido, el analista político Sergio Berensztein relativizó las posibilidades que podría tener Kicillof como posible candidato a presidente. “Hay que diferenciar las sensaciones con las posibilidades concretas de instalar un candidato en un proceso electoral muy complicado para el Gobierno”, aseguró.
Además, para Berensztein, al contexto adverso se le suman más condicionantes: hay tres candidatos muy instalados, y no hay en la historia argentina un economista que haya sido un candidato exitoso.
“Ya hay tres candidatos muy instalados. Sergio Massa, y casi en paridad Daniel Scioli y Mauricio Macri, con un Macri creciendo”, aseguró. Y agregó: “Si estuviéramos en un contexto económico de crecimiento de consumo, de jubilaciones creciendo, uno podría imaginarse a Kicillof con alguna chance, pero este no es el contexto”.
En diálogo con radio La Red, el analista preguntó: “¿Cuál fue el último economista que fue un candidato exitoso?”. “Cavallo en el ‘99, López Murphy en el 2003, y Lavagna en 2007”, dijo. “Entonces por qué lo va a ser Kicillof”, se preguntó el analista.
Por último, aseguró que “en una especie de juego discursivo y especulativo sí, pero en la práctica no le veo mucha chance, puede ser compitiendo pero no por los primeros puestos”.
Sergio Berensztein se paró delante del micrófono y, como nunca en toda la jornada, el medio millar de empresarios y ejecutivos presentes en el Sheraton hicieron total y absoluto silencio.
Es que el presidente de Poliarquía Consultores se ha vuelto uno de los principales garúes de la política argentina y su opinión era muy esperada tras las elecciones primarias y en la previa de las legislativas de octubre. Una vez más, Berensztein no defraudó a la audiencia, analizando con su habitual agudez la realidad política argentina.
“La política argentina ha entrado en un curso de normalización. Había tenido gobiernos muy fuertes y muy radicalizados, pero hacía mucho no teníamos un poder tan personalista y autoritario, tan depredador de instituciones. Esta etapa está llegando a su fin”, pronosticó al comenzar su disertación.
De todos modos, acto seguido les pidió a los empresarios que eso no necesariamente significa una buena noticia. “Vamos a salir de esta anormalidad populista, autoritaria, pero vamos a entrar a la normalidad histórica que en otros momentos ya desaprovechó las oportunidades. Los problemas argentinos no comenzaron con los Kirchner”, remarcó.
Para Berensztein, el fin del kirchnerismo se viene a raíz de que “la sociedad se cansó de un conjunto de políticas que han generado inflación e inseguridad” como las dos claves principales, aunque “también influyeron los casos de corrupción”.
Allí, el politólogo fue lapidario sobre el futuro a corto plazo de la presidenta Cristina Fernández. “Hay pocos trabajos más insalubres que ser ex presidente en Argentina. Ahora, la Presidenta tiene que elegir cuán mal va a terminar. Tiene que enfrentar su eclipse como líder y pensar en cómo la va a recordar la historia, no es algo fácil”, disparó.
En esta línea, sostuvo que las últimas medidas tomadas por el Gobierno, como la suba del mínimo de Ganancias o los cambios en el monotributo, de corte netamente electoralista, difícilmente logren modificar los resultados electorales. “Hay una lógica que no aplica el votante pero no deja de ser interesante: si le votamos al Gobierno en contra e hizo lo que queríamos, ¿por qué ahora votarle a favor?”, ejemplificó.
La interna del peronismo
A la hora de hablar de la sucesión al gobierno K, Berensztein hizo hincapié en que los principales posicionados son referentes del peronismo como Daniel Scioli o Sergio Massa, pero destacó que uno de los problemas que puede enfrentar esta fuerza es una suerte de “guerra interna” que nunca antes existió entre gobernadores e intendentes, estos últimos junto a sindicalistas y a las “viudas y huérfanos del peronismo”.
Por Favio Ré
“Turbulencia, malestar, incertidumbre: Argentina en la encrucijada” fue el título elegido por el director de Poliarquía Consultores, Sergio Berensztein, para abrir el ciclo de conferencias que formaron parte del 6° Pre-Congreso Córdoba organizado por el Instituto Argentino de Finanzas (IAF) en el hotel Sheraton.
Unos 600 ejecutivos, entre los que se vieron a empresarios de renombre como Jaime Garbarsky, Carlos Comba, Mauro Bono y Jorge Riba, escucharon un pronóstico “optimista” –al menos para los opositores al Gobierno– sobre el futuro político de la Argentina, al asegurar que la posibilidad de una reforma a la Constitución que habilite un tercer mandato presidencial y de un giro definitivo hacia el modelo venezolano son prácticamente imposibles.
“Tengo buenas y malas noticias para darles. La primera buena noticia es que es casi imposible que haya una reforma de la Constitución”, arrancó el politólogo para luego poner este diagnóstico en números.
Según Berensztein, para llegar a los 2/3 en la Cámara de Diputados, el kirchnerismo necesita sacar el 55% de los votos en las próximas elecciones legislativas; es decir, un número superior al 54% que Cristina Fernández obtuvo en las presidenciales de 2011, pero en un contexto en el que cuestiones como las inundaciones, la reforma judicial y la disparada del dólar blue han empeorado la visión de la población sobre el oficialismo.
Como ejemplo, mostró que la imagen de la Presidenta, en el último mes, bajó más de 10 puntos desde el 42% positivo que ostentaba hasta marzo. Asimismo, el 57% de los encuestados considera que el Gobierno “no sabe resolver los problemas”, en un guarismo que mes a mes se incrementa.
En tanto, la cuestión en el Senado es aún más complicada para los K. “Sin acuerdo con la oposición, nunca van a tener los 2/3 en el Senado”, advirtió Berensztein y subrayó al respecto que, de las 24 bancas que se renuevan, el oficialismo debería ganar 23; es decir, la mayoría y la minoría en algunas provincias, algo que por el momento aparece como improbable.
Y eso no es todo: según el especialista, “aún consiguiendo mágicamente los 2/3” en ambas Cámaras, el Gobierno debería sortear el escollo no menor de una sociedad cada vez más en contra de una reforma constitucional, según revelan las encuestas.
Así, Berensztein no dudó al dar su pronóstico final: “Creo que no hay posibilidades de que la Presidenta logre su reelección”.
Argenzuela, no
“La hipótesis de una Argentina venezolana es nula”, sentenció después y enumeró seis razones por las cuales cree que este giro no es posible:
1) El petróleo. “Mientras allá el petróleo financia el populismo, acá el populismo financia el petróleo. En el futuro, va a ser imposible desligar la decadencia de Cristina con la crisis energética”.
2) Las Fuerzas Armadas. “Son uno de los principales sostenes del chavismo. Aquí, las desmantelamos”.
3) Peronismo y sindicatos. Para Berensztein, la posibilidad de traiciones políticas, siempre presentes dentro de este partido, no suceden en Venezuela. Lo mismo con los gremios, prácticamente inexistentes en el país caribeño.
4) La clase media. “Aquí tantos ricos como pobres se consideran clase media y son gente que demanda consumo y que está viendo cómo sus ingresos son cada vez menores. En Venezuela, no hay clase media sino grandes sectores populares que le deben su plato a Chávez y por eso lo apoyan incondicionalmente”.
5) Sistema de partidos y elecciones. Con todos sus “peros”, el actual régimen político argentino, por sus características, le pone límite al liderazgo hegemónico que pretende imponer el kirchnerismo.
6) La Justicia y los medios de comunicación. “Allá ambas cosas no existen directamente, fueron todas cooptadas por el Estado. Aquí hay una fuerte presión a ambos, pero han sabido salir más o menos airosos”.