El candidato presidencial por el frente Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, prometió hoy «armar un gabinete económico» coordinado por el asesor financiero Roberto Lavagna, y un «gabinete político» a cargo del gobernador cordobés, José Manuel De la Sota, en caso de ser electo, publica hoy Clarin.
En simultáneo con el acto de Daniel Scioli en el Teatro Opera, Massa se presentó a pocas cudras de allí, en el Teatro Broadway, para presentar su programa de gobierno. Massa detalló que el «gabinete económico» contendría el manejo del Banco Central, del ministerio de Economía, y de la AFIP; mientras que el «gabinete político» se encargaría del ministerio del Interior, Transparencia, Justicia, y «todos los temas vinculados a lo político institucional», resalta el matutino porteño.
En tanto, anunció quiénes serían algunos de sus ministros en un eventual mandato suyo: ministro de Educación, Gustavo Iaies; ministro de Seguridad, Diego Gorgal; ministro de medio ambiente, Sergio Federovisky; ministro de Agricultura, Carlos Garetto; y ministro de Deportes, Agustín Calleri, precisó Clarin.
No es oficial, pero se da por hecho. Adriana Nazario impone su voluntad y habrá cambios en la Agencia Córdoba Deportes. El tenista retirado Agustín Calleri, riocuartense, que fue a la lista de diputados nacionales (banca a la que finalmente no accedió) reemplazará a Emeterio Farías.
Calleri no tiene alta penetración social, viene de un deporte de “elite” y nunca superó un lugar en el rating internacional que mereciera la atención popular. Tampoco tiene experiencia en gestión, ni genera un escenario de las relaciones convenientes en el ámbito deportivo. Salvo su relación con Marcelo Martínez, ex piloto de automóviles de carrera y yerno de Domingo Carbonetti. En una frase: no es David Nalbandián, es el comentario en ámbitos deportivos.
¿Por qué entonces su designación? En el PJ nadie lo explica sino a través de la imposición de Adriana Nazario, que también viene de Río Cuarto.
Los espacios e instituciones deportivas menos favorecidos por la cuestión económica, y menos glamorosos (es decir los de extracción peronista) ya piensan en volver a la exclusión de las ayudas del gobierno. Seguramente, por eso harán filas para hablar con Farías, con quien hasta ahora mantuvieron una relación de privilegio.