La automotriz italo-estadounidense y el buscador de Internet están en negociaciones avanzadas desde el pasado jueves para formar una alianza técnica con el objetivo de comercializar estas unidades antes del 2020, según lo confirmó el diario Wall Street Journal.
La asociación sería la primera de su tipo entre una automotriz con el proyecto de Google que lleva siete años y que ahora es parte del llamado laboratorio X en Alphabet Inc., una la empresa a la que pertenece al gigante tecnológico de Estados Unidos.
Si bien no se han revelado detalles de la negociación, Google confesó que no intenta fabricar vehículos autónomos y en su caso preferiría dar las licencias de su tecnología a las automotrices.
«Queremos asociarnos para que todos los vehículos del mundo tengan un sistema autónomo», dijo el cofundador de Google y presidente de Alphabet, Sergey Brin.
Para cumplir con el objetivo de colocar en el mercado estos vehículos autónomos antes de 2020, el gigante tecnológico estadounidense contrató el otoño pasado a John Krafcik, un veterano de la industria automotriz y ex ejecutivo de Ford Motor Co y Hyundai Motor Co., para ser el director general de su proyecto.
A todo esto, la automotriz Fiat Chrysler se manifestó interesado en recibir y probar la tecnología de Google. Su director general, Sergio Marchionne, expresó públicamente la intención de buscar una alianza para dividir costos de investigación y desarrollo.
“Sin duda haré algo diferente”, dijo en declaraciones que publicó la revista Bloomberg Businessweek y replicó Ambito Biz. “Estoy acabado, dejen que lo haga uno de los jóvenes”, dijo el hombre de 62 años que asumió la dirección de la empresa en junio de 2004. Entonces, la tradicional empresa italiana estaba al borde de la bancarrota. Para 2018, Marchionne espera un superávit de 5.000 millones de euros. “Permanecemos estables, pero eso no depende de Europa, sino de Norteamérica”», dijo Marchionne a la revista durante el Salón del Automóvil en París.
Oficializada la fusión del nuevo consorcio FiatChrysler Automobiles, un movimiento con el que Marchionne se aseguró su huella en el mundo del automóvil. El nuevo consorcio podría ser demasiado grande para tener un único sucesor al frente de la empresa, opina el mismo dirigente ítalo canadiense, que internamente es conocido con el apodo de “el hombre con dos cerebros”.
“Hay una serie de cosas que el próximo CEO tendrá que hacer que son totalmente distintas de las que yo hago”, señaló. “El puesto tal como está concebido hasta ahora tendrá que ser reconfigurado”. El presidente de la junta de administración, John Elkann, no es candidato a suceder a Marchionne. El miembro de la familia Agnelli, fundadora de Fiat, que sigue siendo la mayor accionista del consorcio, quiere que se mantenga el actual reparto de puestos que prevé mantener a un miembro de la familia en la presidencia y a un gestor profesional como CEO. El papel no ejecutivo de la familia “ha funcionado bien”.
Además no se descarta que el próximo líder tenga que enfrentarse a nuevas fusiones, pues el sector del automóvil necesita una mayor consolidación, coinciden Marchionne y Elkann. El nuevo consorcio FCA está dispuesto a participar en esa consolidación en los próximos entre cinco y diez años, dijo Elkann.
Pero antes habrá que cerrar el plan de rescate de la séptima automotriz del mundo, que prevé inyectar 5.000 millones de euros en la marca Alfa Romeo, para multiplicar sus cifras de ventas hasta 2018 con la salida al mercado de ocho nuevos modelos. También se espera que Maserati cuadriplique sus ventas en los próximos cuatro años. La filial de todoterrenos Jeep doblará la producción a 1,9 millones de automóviles y en el caso de Ferrari, Marchionne se ocupará personalmente de que su escudería vuelva a ganar el título de Fórmula 1, en lo posible con Sebastian Vettel como piloto.
En un comunicado, Fiat anunció que pagará al fondo de pensión del Sindicato de Trabajadores Automotrices, VEBA, un total de US$ 3.650 millones (€ 2.655 millones) por la participación. El resto será pagado en forma de dividendos extraordinarios.
Para Sergio Marchionne, administrador delegado de Fiat y presidente de Chrysler, este acuerdo permitirá «crear un constructor automotor global, con una riqueza de experiencias, opiniones y conocimientos únicos en el mundo, un grupo fuerte y abierto». El acuerdo se cerraría de aquí al 20 de enero del 2014, anunció Fiat.
“En simultáneo con la mencionada operación, Chrysler Group y la International Union, United Automobile, Aerospace and Agriicultural Implement Workers of America (“UAW”) han acordado un Memorandum de Entendimiento como integrante del contrato colectivo vigente de Chrysler Group por el cual se prevén ulteriores contribuciones por parte de Chrysler Group al VEBA Trust por un importe total equivalente a US$ 700 millones en cuatro cuotas anuales iguales”, explicó en un comunicado la compañía italiana.
El consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, expresó que la fusión con la estadounidense Chrysler puede llegar antes de que termine 2014. En una entrevista para el diario La Repubblica en Turín, Marchionne abordó la cuestión de si el contencioso que mantiene con el fondo VEBA, administrado por el sindicato United Auto Workers (UAW), sobre el precio de las acciones de Chrysler supone algún obstáculo a su ya anunciada pretensión de fusión.
«La haremos (la fusión). Lo que nos ocurre con VEBA no es un contencioso. Tenemos dos opiniones distintas sobre el valor de Chrysler, pero resolveremos el problema antes de que termine 2014», dijo el consejero delegado de Fiat, quien dijo que aún no ha pensado en el nombre de la compañía que surgirá de la fusión, ni dónde se localizará su sede.
En este sentido y ante la preocupación creciente en Italia sobre la presencia del grupo en el país, Marchionne se comprometió además a mantener toda la «ocupación» laboral del grupo Fiat, devolviendo a las fábricas antes, incluso de 3 ó 4 años, a los trabajadores que han tenido que acogerse a algún ERE temporal por la crisis.
Como parte del acuerdo de «alianza global» alcanzado en 2009 con Chrysler, Fiat ostenta actualmente el 58,5% del accionariado de la estadounidense, a falta de que el Tribunal de Equidad de Delaware (EEUU) resuelva el contencioso para fijar el precio que tendrá que pagar por el 3,3 % adicional de adquisición que anunció el año pasado perteneciente a VEBA.
En julio pasado Fiat anunciaba su intención de hacerse con ese 3,3 % más de Chrysler para llegar hasta el 61,8 % del accionariado total en base a la opción de compra que contempla el acuerdo de alianza estratégica mundial, pero no llegó a un acuerdo sobre el precio de las mismas con el VEBA (Voluntary Employee Beneficiary Association).
En sus resultados de 2012 publicados el pasado 30 de enero, el grupo Fiat anunció un beneficio neto de 1.411 millones de euros, gracias a las ganancias de Chrysler, porque las cuentas de la compañía italiana cerraron el año pasado con pérdidas 1.041 millones de euros, frente a los 1.006 millones de euros de ganancias de 2011.