El Dr.Daniel Funes de Rioja brindó una charla sobre «El contexto político y económico 2016. Su impacto en las relaciones laborales y la negociación colectiva», convocado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
En ese marco, analizó «la herencia» del gobierno actual y algunos ejes que consideró imprescindibles de tratamiento por parte de la gestión de Macri.
«Vamos hacia un nuevo proceso político- económico con otros desafíos en el campo laboral. Existe una necesidad de que la alianza política sea fuerte y eficiente en términos de gobierno para Macri», detalló Rioja de Funes.
La pobreza, en el tapete
El especialista subrayó que hay «un notable aumento de la pobreza estructural» y que para combatirla es necesario «ampliar la densidad de la estructura productiva y la extensión de red de PyMEs como política esencial».
Además, criticó la falta de transparencia en los números, ya que mientras el gobierno actual reconoce sólo un 6% de pobreza, la última investigación de la Universidad Católica Argentina (UCA) arrojó un índice de más del 20% de pobreza en el país.
Evolución del empleo registrado
Asimismo, existe una evolución menor del empleo registrado en el sector privado, del +0,1% entre mediados del 2013 y fines del 2014 (mientras que había sido de +4,7% de fines de 2010 a fines de 2012).
En tanto, el empleo en el sector público representa casi un tercio del empleo asalariado registrado: el total de asalariados registrados es de 10.061.434, de los cuales el 64% está en el sector privado y el 32% en el público.
A su vez, Funes de Rioja destacó que «hubo una marcado achicamiento de la Población Económicamente Activa (PEA)» y el peso de la presión tributaria, que hoy es del 40.7% acumulada.
«Hay una regulación laboral rígida y con alto costo laboral», evaluó el especialista.
La empleabilidad local y nacional
En cuanto a la situación local, Funes de Rioja confirmó que el índice de demanda laboral marca una variación interanual a febrero del 2016 tuvo una caída del 6,41% (según el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba).
Por otro lado, los pedidos de empleo no calificado a nivel nacional registraron una baja de 25,4%, mientras que la demanda de personal calificado tuvo un alza del 0.71%.
La baja de febrero de 2016 es la cuarta consecutiva después de la suba del 14,1% que se había registrado en octubre de 2015 y cerró en febrero de 2016 con una caída interanual del 13,5%.
Empleo informal
Funes de Rioja también dio números sobre el empleo no registrado: por cada cinco empleados en la construcción hay 93,50% de informalidad; en hoteles y restaurantes 74,30%, en comercio hasta 64,60% y en actividades primarias hasta 56,60%.
La complejidad gremial
«Como los gremios son esencialmente ´peronistas´, esto podría implicar confrontación política», evaluó Funes de Rioja.
Ante esto, recalcó «la necesidad de que haya una alianza política fuerte y eficiente en términos de gobierno para Macri».
Además, crticó: “El populismo es una droga, requiere un cambio cultural”
Alternativas gubernamentales
Funes de Rioja planteó su propia agenda de propuestas para promover la economía de mercado con crecimiento y empleo: «la productividad, la competitividad y la empleabilidad deben ser las nuevas preocupaciones centrales para lograr una mejor gestión y transparencia».
A su vez, resaltó los ejes que necesitan «urgente» tratamiento y que representan «un desafío» para la gestión de Macri: reducir la inflación y los subsidios inequitativos sin crear descontento social.
Daniel Funes de Rioja visitó Córdoba convocado por la UIC para disertar en su coloquio. Se trata del presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y una de los referentes del empresariado a la hora de sentarse a negociar con gremios y sindicatos. Desde ese rol dialogó con Punto a Punto sobre el horizonte productivo del país, el empleo y el estado de los conflictos gremiales.
“La retracción económica ha tenido un fuerte impacto en algunos sectores producto de adecuaciones productivas. En términos generales lo que está haciendo la industria es tratar de evitar despidos, más bien buscar la redistribución del tiempo de trabajo. Aspiramos a que tenga una reversión esto. Todo depende de cuánto dure. La caída de un 2% en Alimentación también es muy preocupante por lo que significa para el mercado interno”, planteó.
-¿Se podría extender el reclamo de que se reabra paritarias?
-Debemos ponerle racionalidad a la cuestión. Desde el 2002 en adelante, los salarios industriales formales han crecido por encima de cualquier indicador. Incluso en estas rondas de paritarias hay sectores que han tenido entre 25% y un poco más de 30%. Se dieron entre marzo y junio de este año. Hasta marzo venían compensadas por el año anterior. Ningún índice puede decir que entre marzo hasta hoy se haya consumido el 15% o 20% que se dio como parte del incremento salarial para este período. Cuidado con decir que ya se consumió el incremento de paritarias porque no es así, aunque se ponga el índice que se quiera. Eso no quiere decir que no pese sobre el salario. El segundo elemento es la retracción económica que implica problemas financieros para las empresas. Entonces, si se presiona con incrementos salariales en épocas inflacionarias no es un momento para plantear este tipo de reinvindicaciones. Es momento de defender lo que tenemos porque Brasil todavía no rebota, es un escenario complicado. No de pánico, pero es complicado.
En esa línea, afirmó que el camino es trabajar hacia un horizonte productivo sustentable: “La mejor medida de protección del empleo es que haya producción, todo lo demás son maquillajes transitorios que no sirven para mucho. Si hay producción, facturación y el sistema financiero funciona para lubricar los procesos productivos y se pueden pagar salarios. Si no hay producción no se puede inventar. Hay que incentivar la generación de empleo facilitando el acceso desde la formación profesional y con redes de cobertura social. Nosotros no buscamos subsidios, buscamos producción”.
Y finalizó bajando el tono de dramatismo que a veces se escucha sobre la coyuntura: “Hay que evitar el pánico y el fatalismo. Sí, evidentemente nos preocupa la situación de Brasil. También, que se encuentre una solución para la deuda externa. Estuvimos de acuerdo con el Gobierno cuando fue a arreglar con el Club de París. Hay que encontrar soluciones porque se dinamizan las inversiones y el aparato productivo a niveles de crecimiento razonables”, dijo.