Parece que Google y Uber tienen competencia a futuro: Mercedes Benz planea ofrecer un servicio on demand de limusinas no tripuladas, según anunció el CEO de la empresa, Dieter Zetsche, durante el Salón del Automóvil de Frankfurt.
La automotriz alemana está considerando lanzar una flota de vehículos autónomos de lujo. El objetivo es llegar a un cliente que, si bien no está interesado en ser dueño de un auto, no quiere perderse la experiencia de utilizar un servicio de transporte premium como las limusinas.
El grupo Daimler, dueño de Mercedes Benz, ya tiene Car2go, un servicio que le permite a sus usuarios ubicar, alquilar y compartir autos de la compañía a través de una aplicación. En este sentido, Zetsche dijo durante el evento que «sería más conveniente aún, si el auto llegara de forma autónoma”.
Aunque Mercedes ya tiene un prototipo de auto no tripulado se espera que se conozca la primer versión recién en el 2025. La consultora Boston Consulting Group estima que para ese año la penetración de mercado de los vehículos autónomos alcance el 13 por ciento y represente un potencial mercado de US$ 42 mil millones, según informa Infotechnology.
Por eso la industria automotriz ya no se trata solo de producir y vender autos, para Zetsche la unión entre los servicios de alquiler y los vehículos autónomos abren nuevas oportunidades comerciales: «Creo que no se necesita tener mucha imaginación para ver que cambiando estas fortalezas, en el futuro es posible crear modelos de negocios que sean atractivos”. Entre tanto, los planes de expansión de Mercedes Benz son vigilados por su rival BMW (que controla el servicio DriveNow) y Uber, una de las principales empresas del sector de pedido de taxis por celular.
El Mercedes-Benz Clase A es un modelo moderno, pero en Europa ya lo actualizaron para su gama 2016. Con las mismas medidas que antes, su estética recibió pequeños retoques en los paragolpes, faros (puede tener opcionalmente el sistema Led High Performance), y nuevas salidas de escape integradas. A su vez, en el habitáculo las novedades pasan por los apliques decorativos, tapizados, butacas y la pantalla del sistema multimedia opcional (mejorado) creció una pulgada (de 7 a 8).
Regido por la nueva nomenclatura de la marca, las opciones diésel se denominan A 160 d (90 CV), A 180 d y A 180 d BEE (109 CV), A 200 d (136 CV) y A 220 d (177 CV, y sustituto del anterior A 220 CDI), mientras las nafteras pasan a llamarse A 160 (102 CV, nueva variante), A 180 y A 180 BEE (122 CV), A 200 (156 CV), A 220 (184 CV), A 250 (211 CV), A 250 Sport (218 CV) y A 45 AMG (381 CV).
El diésel más eficiente es el BEE (BlueEFFICIENCY EDITION) con un consumo medio de 3,5 l/100 km, obtenido gracias a los neumáticos de baja resistencia al rodado y a las largas relaciones de caja, entre otros motivos y elementos de equipamiento.
A su vez, entre los nafteros el motor del A 45 AMG fue optimizado con un incremento de potencia que va de 360 a 381 CV. En consecuencia mejoró sus performances con una aceleración de 0 a 100 km/h de 4,2 segundos (antes en 4,6). Además, en esta versión se acortaron las relaciones de cambio, se rediseñaron los apéndices aerodinámicos y se utilizó una nueva puesta a punto de la suspensión, el sistema de tracción total y la electrónica de ayuda a la conducción (control de estabilidad y ABS). Todo para mejorar las sensaciones de manejo de la variante más deportiva del modelo.
También es nuevo el sistema Dynamic Select que permite elegir entre diversos modos de conducción que alteran el funcionamiento del motor, la transmisión, la suspensión, la dirección y el climatizador. Por su condición de auto importado a la Argentina, en algún momento del año que viene deberíamos verlo por las calles del país, según informa Infobae.