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Para los famosos de Hollywood debe ser un verdadero dolor de cabeza disfrutar del cine: no hay chances de pasar desapercibido, de poder mirar -en silencio y en la oscuridad total de un cine- una buena película. Pero la tecnología ha ido a su rescate: ahora existe un sistema, llamado Prima Cinema, que permite ver las películas que están en las salas pero en la comodidad del living. ¿El problema? Sale US$ 35.000 conectar el sistema y cada película otros US$ 500.
Por su precio, está orientado, todavía, a los super-ricos, especialmente a las grandes estrellas de Hollywood como Tom Cruise, Ben Affleck o, incluso, Quentin Tarantino.
Un poco de historia
No es la primera vez que un servicio asi se piensa para un grupo selecto de personas. En los años 30 se creó un club exclusivo, The Bel Aire Circuit, para poder ver películas todavía en el cine en la comodidad de las casas de los más ricos. Ese circuito sigue funcionando hoy solo que las películas son digitales y se pasan por streaming. Lo que hizo la gente detrás de Prima fue expandir ese primer circulo de influencia a una audiencia más amplia de ricos. Crearon un sistema anti-piratería muy bueno, razón por la que los estudios confiaron plenamente en cederles sus películas. Hoy pueden ofrecer títulos de Universal, Paramount, Lionsgate, The Weinstein Company, Focus Features y MGM.
¿Antipiratería?
La razón por la que el sistema funciona es que Prima no solamente tiene un buen sistema tecnologico de streaming sino que no le cede las películas a cualquier persona. Antes hace un estudio de cada consumidor antes de instalar un dispositivo en su mansión. A la hora de firmar el contrato -de varios años- los usuarios se hacen responsables por cualquier filtración que suceda en su casa. Por ejemplo, si el usuario instala el dispositivo en un micro-cine, no puede tener más de 25 asientos.
Además, solamente el dueño del dispositivo puede activarlo. El sistema usa una autenticación con datos biometricos: para ver la película hay que poner el dedo adecuado.
Fuente: Infotechnology

El ranking global armado por Forbes de los megamillonarios del mundo, que encabezan por Bill Gates con 75.000 millones de dólares, el español dueño de Zara Amancio Ortega con 67.000 millones y el CEO de Facebook Mark Zuckerberg con 60.800 millones. Pero también posee argentinos en los puestos de abajo, pocos a comparación de Brasil que posee 31 en la lista.
Lista Forbes: quiénes son los cuatro argentinos más ricos del mundo
Los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni (foto) son los más ricos de nuestro país además de ser referentes del negocio energético a nivel internacional y se encuentran en el puesto número 324. La publicación estima atesoran unos 4.600 millones de dólares.
En el puesto 810 los sigue Eduardo Eurnekian, propietario de Corporación América y concesionario de Aeropuertos Argentina 2000, con una fortuna valuada en 2.200 millones de dólares.
Ubicado en el lugar 1198, gracias a sus negocios con el petróleo y el gas, Gregorio Perez Companc posee una suma cercana a los 1.500 millones de dólares
Alberto Roemmers, dueño de un laboratorio farmacéutico, figura en el puesto 1694 con 1.000 millones de dólares.
Fuente: Nexofin

(AP) – Casi un millón de personas se hicieron millonarias el año pasado.
El número de personas con bienes de por lo menos un millón de dólares aumentó en 920.000 en el 2014 para alcanzar una cifra récord de 14,6 millones.
Fue el sexto año consecutivo de aumento a medida que los incrementos en los precios de las acciones elevaron el valor de los bienes personales en unos pocos países, según un informe de la firma consultora Capgemini and RBC Wealth Management.
Más de un tercio de los millonarios nuevos -345,000- están en Estados Unidos, donde un índice bursátil amplio, el Standard and Poor’s 500, subió 11%.
Otras conclusiones del informe:
– RECORD TOTAL: El valor de los bienes de los millonarios en el mundo también alcanzó un récord: 56 billones (correcto) de dólares.
– LOS MÁS RICOS DE TODOS: Los millonarios más acaudalados, con bienes por valor de por lo menos 30 millones de dólares, representaron solo el 1% de todos los millonarios, pero tenían el 35% de la riqueza.
– ASCENSO MÁS LENTO: Se hizo más difícil ascender a millonario debido a que muchas bolsas en Europa y Latinoamérica apenas subieron, o en algunos casos cayeron. El aumento en el número de millonarios (7%) fue aproximadamente la mitad de la tasa de un año antes.
– INDIA EN ASCENSO: El alza de la bolsa de valores de la India impulsó la cifra de millonarios indios en un 25%, el mayor porcentaje entre los países grandes. La India tenía 198.000 millonarios y se acercaba rápidamente a Italia, que el año pasado tenía 219.000 millonarios.
– DONDE SE CONCENTRA LA RIQUEZA: Estados Unidos tiene 4,4 millones de millonarios, la mayor cifra en el mundo. Japón está segundo con 2,5 millones, seguido de Alemania con 1,1 millones. China, con la segunda economía mundial, está cuarta con 890.000 millonarios.
El informe rastreó el valor de los bienes de individuos por acciones, bonos y dinero en efectivo, pero no la residencia primaria.

Viaje al fondo del mar
Submarino
A muchos les fascinaba la idea de explorar los fondos marinos cuando eran niños. Y algunos de los que se lo pueden permitir terminan haciéndolo cuando ya son adultos.
Entre los famosos que poseen un submarino se encuentra el magnate británico Richard Branson, propietario de la aerolínea y las otras 359 empresas que conforman Virgin Group.
En su momento planeó llevar turistas a las Marianas, la más profunda fosa oceánica conocida y el lugar más profundo de la corteza terrestre, situada en el fondo del Océano
Pacífico noroccidental.
Además tiene un Necker Nymph, un vehículo sumergible de cabina abierta, anclado en su isla privada.
Por su parte, el director de cine canadiense James Cameron donó su submarino Deepsea Challenger para la investigación científica.
Si quieres seguir el ejemplo de estos aficionados a los sumergibles y no tienes problemas económicos, puedes.
La empresa Triton Submarines, con base en Florida, Estados Unidos, se especializa en pequeños y lujosos submarinos. Funcionan con baterías y los suelen personalizar según los gustos de cada cliente.
El modelo más popular de la compañía es el Triton 3300/3, de acuerdo a Harley O’Neill, el gerente de ventas y marketing, y se utiliza con fin recreativo, para la exploración e investigación, así como para rodar películas.
Tiene cabida para tres personas y puede sumergirse a una profundidad de 1.006 metros (3.300 pies, de ahí el nombre). «Solían ser los aviones y ahora son los submarinos», dice O’Neill. «Todo el mundo pregunta si tienes uno».
¿Y existen requisitos previos para poder adquirir uno de estos?
Sí, hay que tener un superyate para acoplarlo a él, señala O’Neill. El precio del Triton 3300/3 más básico es de US$3,6 millones, e incluye el entrenamiento para cuatro pilotos, según informa el sitio BBC.
 
Vuelo sobre las olas
Agua
Culpen a Peter Pan, pero muchos adultos hechos y derechos aún siguen soñando con volar. Aunque no en avión, sino como pájaros.
Quizá de niños bajaban al jardín, a simular el vuelo aleteando con los brazos, o saltaban desde la rama más baja de un árbol en un intento de despegar. Hay quien incluso se llenó de moretones o se rompió una extremidad en el intento.
Para algunos de estos, ya en edad adulta y sedientos de adrenalina, el vuelo libre sigue siendo una necesidad y la satisfacen haciendo paracaidismo o salto libre, por ejemplo.
Pero existen otras alternativas para volar que no incluyen un avión o un puente para saltar de él.
El Jetovator, un aparato diseñado por la empresa Hammacher Schlemmer, es una de estas alternativas.
Se trata de una especie de moto de agua de propulsión a chorro que permite volar sobre las olas, elevando al usuario hasta 7,6 metros a una velocidad de 40 kilómetros por hora. Para ello se sirve de una manguera de 10 metros que succiona el agua de mar, lago o río.
Además, Jetovator también funciona bajo el agua y permite sumergirse hasta a tres metros.
Su precio, eso sí, no es para todos los bolsillos: US$7.000.
Como en el Gran Prix
gran prix
No se trata de los coches de carrera en miniatura con los que jugaban la mayoría de los niños.
Las pistas de Slot Mods USA están hechas a la medida de cada cliente y algunas partes reproducen con precisión circuitos reales, como el de Le Mans o el del Gran Premio de Mónaco, explica David Beatti, el fundador y presidente de la compañía.
Suelen medir entre 3,7 y 9 metros de largo y entre 3 y 6 metros de ancho, y pueden incluir tribunas entre otras estructuras, así como marcas de neumáticos hechos con aerógrafo sobre el asfalto.
Dependiendo del tamaño, el alcance y los detalles de la pista, la empresa puede tardar entre tres y seis meses en construirla.
Entre los que se animaron a hacerse con uno de los productos de Slot Mods hay entusiastas del motor con garajes llenos de coches de lujo y modelos de coleccionista, pero también famosos del mundo de las carreras, como el piloto estadounidense Bobby Rahal.
Y ahora trabajan en un circuito a medida para el conocido presentador de la televisión estadounidense Jay Leno, informa Beattie.
Sea cual sea el perfil de cada cliente, lo que todos ellos tienen en común es un amor de muchos años por las carreras de autos.
«Cuando les entregamos la pista, todos parecen niños en la mañana de Navidad», explica Beattie. «Es como traerles de regreso su niñez».
Sin embargo, la vuelta a aquellos maravillosos años tiene un precio. Y es alto: US$50.000 el modelo básico. Aunque generalmente los productos de Slot Mods USA terminan costando entre US$125.000 y US$150.000, de acuerdo a su presidente. El precio incluye 12 coches, así como la instalación.
Golf sin cansarse
Golf
El carro de golf Hovercraft hace que ese deporte sea aún más cómodo, ya que es capaz de volar sobre los obstáculos de agua y arena del campo.
Se eleva a hasta 23 centímetros del suelo y puede desplazarse a 72 kilómetros por hora.
El vehículo tiene cabida para cuatro pasajeros y dos bolsas con palos. No tiene volante y se dirige con un manillar.
Además cumple con los estándares de seguridad para la navegación sobre el agua de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Eso sí, es necesario un permiso especial para adquirirlo. Aunque el fabricante, Hammacher Schlemmer, asegura que es silencioso y que no estropea la hierba del campo.
Su precio es de US$58.000.
A vista de dron
Dron
Los drones o aparatos voladores teledirigidos parecen estar por todas partes. Y gracias a la alta tecnología, ofrecen cada vez más posibilidades.
Por ejemplo, permiten a los usuarios grabar los alrededores desde las alturas.
«Es divertido hacerlos volar, además de cada vez más sencillo, y su estabilidad mejoró», dice el director ejecutivo de la empresa Brookstone, Tom Via, a través del correo electrónico.
Uno de los modelos más solicitados de la compañía es un cuadricóptero, el Brookstone Parrot BeBop.
Éste y el resto de drones constan de una cámara de alta definición con lente ojo de pez o gran angular que puede controlar el piloto.
La cámara graba el video a 1080 píxeles y tiene una capacidad de 14 megapíxeles de imágenes fijas para captar la acción de los alrededores.
También cuenta con un sistema GPS que permite localizarlo en caso de que se estrelle.
Su precio es más accesible que los juguetes anteriores: US$499,99.

La agencia besingular fue la encargada de desarrollar la identidad del “9” millonario. El emblema elegido para representarlo fue un toro, haciendo alusión a su apodo. Dentro del sitio se puede encontrar una amplia galería con los mejores momentos de su carrera. Además los fans también van a poder compartir  sus experiencias junto a su ídolo en la sección “CaveFans”.
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El sitio cuenta con apartados biográficos, otro dedicado a la Fundación Cavenaghi y uno para las charlas motivacionales del delantero Millonario.
La agencia también es la responsable de manejar sus redes sociales. Desde que se hizo cargo de las mismas, logró en dos ocasiones ser trendingtopic mundial.
Primero con la acción #superclasicoconcave en donde el jugador invitó a los hinchas a ver River-Boca junto a él, que no solo tuvo repercusión en Twitter sino también en los distintos medios del país que se hicieron eco de la noticia.
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La segunda fue #cavetedalasuplenteen la que invitó a sus fans a participar por la nueva camiseta de River.
 

En esta nota te mostraremos  el ranking de los 20 deportistas que más dinero en dólares recaudaron este año, según indica el sitio TN.
En cuarto lugar se encuentra el argentino Lionel Messi.
 
1 -Floyd Mayweather (Boxeo) 105 millones de dólares
2 -Cristiano Ronaldo (Fútbol) 80 millones de dólares.
3- LeBron James (NBA) 72,3 millones de dólares.
4- Lionel Messi (Fútbol) 64,7 millones de dólares.
5- Kobe Bryant (NBA) 61,5 millones de dólares.
6- Tiger Woods (Golf) 61,2 millones de dólares.
7- Roger Federer (Tenis) 56,2 millones de dólares.
8- Phil Mickelson (Golf) 53,2 millones de dólares.
9-Rafael Nadal (Tenis) 44,5 millones de dólares.
10- Matt Ryan (NFL) 43,8 millones de dólares.
11- Manny Pacquiao (Boxeo) 41,8 millones de dólares.
12- Zlatan Ibrahimovic (Fútbol) 40,4 millones de dólares.
13- Derrick Rose (NBA) 36,6 millones de dólares.
14- Gareth Bale (Fútbol) 36,4 millones de dólares.
15- Radamel Falcao (Fútbol) 35,4 millones de dólares.
16- Neymar (Fútbol) 33,6 millones de dólares.
17- Novak Djokovic (Tenis) 33,1 millones de dólares.
18- Matthew Stafford (NFL) 33 millones de dólares.
19- Lewis Hamilton (F1) 32 millones de dólares.
20- Kevin Durant (NBA) 31,9 millones de dólares.
 
Mayweather es, junto al golfista Tiger Woods, el único en haber superado los 100 millones de dólares en ganancias en una misma temporada. A esos 105 millones de dólares del boxeador hay que sumarle todo lo que obtuvo en sponsors.
 
También esa cifra no contempla los 25 millones que ganó tras firmar con Showtime.

La forma en que los ricos usan sus ahorros es lo que los diferencia del resto.
Un ejemplo de esto es Joshua Coleman. Cuando su familia vendió su compañía de telecomunicaciones por US$400 millones en 2004, no se apresuró a gastar toda la plata en algo extravagante.
Al contrario: empezaron a estudiar la forma de invertir el dinero y hacerlo crecer, y entonces Coleman tuvo una idea. En 2011 lanzó una empresa que permite a la gente conectarse con expertos legales y en riqueza.
Si el negocio va bien y un día lo vende, podría ganar tanto como su familia con su primera venta, según informa el sitio BBC.
Quienes tienen al menos US$30 millones en el banco invierte en acciones y bonos, pero también hacen crecer su dinero comprando otras empresas e invirtiendo en valores inusuales, como fondos de arrendamiento de aviones.
Aunque uno no tenga tanta plata, podemos aprender de cómo los ricos invierten. He aquí algunas pistas sobre la clave de su éxito
¿Invierten en cosas sólo para ricos? A lo mejor no…
Los ricos tienen acceso a una cantidad de posibilidades de inversión que el común de los mortales ni siquiera sospechamos que existen.
Los fondos closed-end, un tipo de inversión en la que el dinero no se toca por al menos 5 años, ofrecen mucha rentabilidad e interés.
Otros negocios no son tan evidentes como podría parecer. El alquiler de aviones es uno de ellos y un negocio incipiente, afirma Ian Marsh, CEO de una compañía de inversiones londinense.
Su firma trabaja con una empresa que se llama Doric, que se dedica a comprar aviones que son alquilados a grandes compañías aéreas.
Los inversores obtienen buen dinero cuando los aviones se venden, e incluso pueden ganar un 9% anual en intereses solo por el alquiler.
Inversores de alto perfil están también empezando a comprar granjas, ya que al crecer la población, y con ella la demanda de alimentos, este tipo de negocios puede resultar muy rentable, afirma Marsh.
El especialista añade que la tierra de calidad puede aportar un 4% de interés al año, además de incrementar su valor a lo largo del tiempo.
Compran más empresas, por supuesto
Esto es algo natural para los ricos: ya que muchos hicieron su fortuna comprando compañías, es normal que sigan haciéndolo. Coleman invierte en otras firmas, mayormente en el sector servicios y de tecnología.
Tiene participaciones en tantas que no puede ni dar un número exacto.
«Son muchas», afirma.
Normalmente hace negocios con un grupo de inversores y una firma de capital riesgo, y en el futuro pondrá más de US$1 millón para hacerse con parte de una operación.
Es divertido ver cómo las compañías pasan de la nada a hacerse enormes, y muchos inversores tienen la experiencia y las conexiones para hacer que esto suceda, dice David Rose, un emprendedor neoyorquino.
«Imagina invertir en Google cuando todavía estaba en el garaje», dice. «Puedes ver a los fundadores de la firma cada semana y ser testigo del día a día de la empresa, lo que puede resultar muy divertido», añade.
Aunque estos son casos que conllevan algo de riesgo – el 50% de las startups se quedan en nada – los inversores suelen ganar 20 o 50 veces lo que pusieron si una compañía tiene éxito.
Tienen hobbies carísimos
Invertir en lo que les apasiona, ya sean obras de arte, autos, relojes, vinos o incluso instrumentos musicales es algo muy común entre los muy ricos, afirma Guy Hudson, director ejecutivo de una gestora de riqueza global.
Aunque se espera que estos bienes suban de valor con el tiempo, también se compran para usar o disfrutar.
Y a aquellos que compren de forma inteligente, sus hobbies le pueden reportar cuantiosos beneficios. De acuerdo con la compañía de Hudson, el valor de las «inversiones en pasiones» creció cerca del 15% en 2013.
Otra manera más económica de adquirir este tipo de objetos es asistir a subastas, por ejemplo.
Alimentan el hambre de propiedades
Muchos de los que se encuentran en lo alto de la pirámide de la riqueza gustan de «aparcar» sus bienes en propiedades, afirma Paul Patterson, de una firma de gestión de riqueza canadiense.
Algunos juntan su plata con otros para adquirir propiedades comerciales, mientras que otros buscan departamentos de lujo en lugares como Londres o Nueva York.
Muchos intentarán revender lo que compraron, aunque mientras tanto lo usan como hogar de vacaciones.
Aunque la gente común no podrá permitirse nunca un departamento de lujo en una ciudad como Nueva York, sí que podrán adquirir propiedades en su barrio, para alquilar o vender cuando los precios hayan subido.

Según un censo realizado entre los principales multimillonarios de todo el mundo, casi dos tercios de ellos tienen un grado universitario
Esto significa que inclusive en países con alto número de profesionales universitarios, los hombres más ricos tienen una representación desproporcionada, en términos estadísticos, en el grupo de los graduados con título.
En Reino Unido, más de cuatro de cada cinco potentados han ido a la universidad.
Estas cifras se desprenden de un estudio sobre los comportamientos de las personas más ricas del mundo, llamado «Wealth-X and UBS Billionaire Census» y realizado por un grupo de banqueros suizos y una firma de Singapur.
El estudio se centró en analizar ciertos aspectos de la vida de 2.300 multimillonarios alrededor del mundo.
Y sus resultados contradicen la percepción de que las personas con más dinero son unos autodidactas en el mundo de los negocios con una potente capacidad de iniciativa, según informa el sitio BBC.
Además de que la mayoría tiene un curso de pregado en su colección de distinciones, al menos un cuarto de ellos cuenta con un posgrado y uno de cada diez posee un doctorado.
En este mapa de los millonarios más millonarios -en el que cada uno tiene en promedio US$1.000 millones y algunos tres veces esa cantidad- se evidencia que no se conforman con cualquier centro de estudios: buscan los más prestigiosos.
Entre las 20 universidades que escogen hay 16 que están ubicadas en Estados Unidos.
Las 20 universidades

  1. Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos)
  2. Harvard (Estados Unidos)
  3. Yale (Estados Unidos)
  4. Universidad del Sur de California (Estados Unidos)
  5. Princeton (Estados Unidos)
  6. Cornell (Estados Unidos)
  7. Stanford (Estados Unidos)
  8. Universidad de Berkeley (Estados Unidos)
  9. Universidad de Bombay (India)
  10. Escuela de Economía de Londres (Reino Unido)
  11. Universidad Estatal Lomonosov (Rusia)
  12. Universidad de Texas (Estados Unidos)
  13. Dartmouth College (Estados Unidos)
  14. Universidad de Michigan (Estados Unidos)
  15. Universidad de Nueva York (Estados Unidos)
  16. Duke (Estados Unidos)
  17. Universidad de Columbia (Estados Unidos)
  18. Brown (Estados Unidos)
  19. MIT (Estados Unidos)
  20. ETH Zurich (Suiza)

Los multimillonarios tienden a unirse a un club exclusivo, comprar el equipamiento más sofisticado y escoger deportes que requieren desembolsar una gran cantidad de dinero.
Así lo sostiene un informe de la BBC, que cita a Thomas Corley, autor de «Hábitos Ricos», un libro sobre las prácticas de los individuos muy solventes.
«A la gente rica le gusta andar con otros de su misma condición. «El deporte además los puede ayudar a desarrollar sus contactos. Unirse a un club es una buena manera de afianzar relaciones», analiza Corley según señala la BBC.
Incluso cuando parece que los ultrarricos practican los mismos deportes que el resto de los mortales, si uno se fija con atención se dará cuenta de que no es así: no juegan de la misma manera o por las mismas razones.
Golf: negocios y caridad sobre el green
Para jugar al golf, todo lo que se necesita es un palo, una bola y un agujero. Pero los más ricos del mundo no suelen estar dispuestos a compartir el día con la gente común y corriente en un espacio público. En cambio, prefieren ser socios de un club en el que después de jugar puedan almorzar con gente con un historial similar al suyo.
«Ser miembro de un club de golf cuesta cientos de miles de dólares», dice David Friedman, el presidente de Wealth-X, una agencia con sede en Singapur que genera información relativa a los multimillonarios.
De acuerdo con Golf Magic, una página web para entusiastas del golf, una membresía puede costar entre US$18.755 en Archerfiel Links, en Escocia, y US$392.000 en Liberty National, en Nueva Jersey, Estados Unidos. El 10% de los más ricos del mundo juega al golf, según Wealth-X.
Esquí: chalets, laderas y emociones
Con un salario medio (de países desarrollados) se puede disfrutar del esquí. Por ejemplo, un bono de dos días para las pistas de Aspen Snowmass, en Colorado, Estados Unidos, cuesta US$238.
Los más ricos, sin embargo, suelen alquilar un avión privado y volar a Courchevel, en Francia. Estos también suelen querer tener su propio chalet en la nieve y comprar el mejor equipamiento. Y los que no compran una casa escogen alojarse en un resort u hotel de lujo.
De acuerdo a las investigaciones de Corley, el 12% de los individuos más ricos del mundo posee una casa en una zona de esquí. El porcentaje es alto, teniendo en cuenta que sólo el 1,6% de la población general practica este deporte.
Kabaddi: el deporte de los multimillonarios de India
Para algunos multimillonarios no es suficiente practicar su deporte favorito: necesitan poseer el equipo completo. Así, no es inusual que aficionados ricos compren equipos de baloncesto o fútbol.
La última tendencia entre los ultrarricos de India es, sin embargo, el kabaddi. Es una especie de lucha libre por equipos y se ha practicado durante décadas. Cada equipo, de cinco jugadores, debe capturar a un miembro contrario y volver a su lado de la cancha.
Los miembros atrapados tienen que salir fuera del área de competición. El atacante no debe respirar durante el ataque. Para demostrarlo, debe cantar en forma ininterrumpida. De ahí viene el nombre del juego: «kabaddi» significa «canto» en India y Paquistán.
Es un juego antiguo pero últimamente no es extraño ver a estrellas de Bollywood y grandes ejecutivos acudir a los torneos. Los millonarios indios no lo practican, pero poseen los equipos que compiten en la Liga Pro Kabaddi.
Sin embargo, comparado con otros deportes, ser dueño de una agrupación no es tan caro. Dirigir un equipo de kabaddi puede costar unos US$820.000 al año, relativamente económico si se compara con los más de 1.000 millones de dólares que cuesta comprar un equipo profesional en Estados Unidos y Europa y los cientos de millones que hace falta para mantenerlo.
Vela: relajación o intensidad
El único contacto que la mayoría de la gente tiene con la vela es cuando este deporte es televisado a raíz de los Juegos Olímpicos o la Copa América. Pero para los ultrarricos puede ser una relajante actividad de fin de semana.
De acuerdo a la investigación de Corley, el 38% de los individuos más ricos del planeta navegan «y les encanta». La mayoría pesca y se relaja. «Puede ser como meditar», señala.
Pero algunos prefieren la competición. Esto se puede hacer sin invertir mucho, con un pequeño barco de segunda mano. Aquellos con un patrimonio de millones de dólares, por el contrario, suelen gastar miles en yates.
Así lo asegura Paddy Boyd, director ejecutivo de Sail Canada, una asociación que promueve la navegación. Un yate suele costar entre US$50.000 y US$200.000, dependiendo del tamaño.
Si éste mide más de 24 metros de longitud, su precio será superior a los US$10 millones. Pero no es suficiente con comprar un barco. También se necesita una tripulación.
Además, están las tasas del club, los costos de amarrar el yate en un puerto y su mantenimiento. Participar en una competición regular cuesta entre US$20 y US$250. Y si son profesionales US$1.6000 o US$2.000.
Hípica: el deporte de los reyes
La hípica se conoce como «el deporte de los reyes». Si bien es posible comprar un caballo por unos cuantos miles de dólares, los más codiciados suelen costar millones.
En septiembre de este año la Keenland Association, con base en Kentucky, Estados Unidos, vendió 13 potros (caballos de menos de un año) por valores en torno a US$1 millón; dos de ellos por US$2,2 millones.
Una vez adquirido el animal, se necesita un entrenador, que suele cobrar unos US$37.000 al año, pagar al veterinario y asumir los costos de alimentación, transporte y demás. Si se suma todo, uno podría gastar más de US$100.000 al año.
Lamentablemente, con todo ello no se asegura un caballo ganador. En 2006 un grupo de ricos británicos pagó US$16 millones por The Green Monkey (El Mono Verde). Tras perder tres carreras consecutivas, el caballo fue retirado de la competición.
En la mayoría de las carreras el ganador se lleva unos US$100.000. «Pero los ricos no tienen caballos para recuperar su inversión», asegura Jill Mullvihil, director de comunicación y relaciones públicas del National Thoroughbred Racing Association, en EE.UU. «Lo hacen porque aman a estos animales y el deporte».