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El director del Banco Nación, Jorge Lawson y el secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, Nestor Roulet disertaron ayer en la Bolsa de Comercio y presentaron, en ese marco, algunas de las líneas de acción que vienen desarrollando.

En ese sentido, Lawson destacó puntualmente el trabajo que vienen haciendo desde Nación Emprende para apoyar financieramente a las pymes: «con estas líneas estamos apoyando a pequeñas empresas y startups que hoy no reúnen las condiciones y avales crediticias que les piden el resto de los bancos. El 50% de las pymes se financian por afuera del sistema bancaria, a tasas más caras. A ellos apuntamos. Si están insertos en una cadena productiva para nosotros ese es la garantía del crédito», señaló.

Por su parte, Roulet partió de explicar que una vez resueltos los problemas de la macro economía se debe avanzar hacia un modelo agro industrial de mayor valor agregado, aprovechando el potencial de recursos que el país tiene. «Hoy Argentina no es competitiva. Hay tres problemas donde estamos trabajando, la infraestructura, la presión impositiva y el sistema crediticio. Argentina sabe producir alimentos, tenemos que enfocarnos en eso. La idea de cerrar las importaciones es algo totalmente alocado, nosotros creemos en los libres mercados y Argentina tiene que trabajar para ser competitiva en el mercado interno y en el externo».

Por otro lado destacó que «la próxima revolución será industrial y es sabiendo usar el sol. El futuro es la biomasa. Si antes producíamos 10 toneladas de biomasa por hectárea tenemos que producir el triple. Tenemos que agregar valor a nuestra producción y trabajar para poder alimentar a 600 millones de personas en el 2015. Pasar de ser el granero del mundo a el supermercado del mundo».

 

Durante la última semana, el Gobierno nacional oficializó el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos (PEPPG), la herramienta de beneficios para los productores de hasta 700 toneladas acordado por el Estado con la Federación Agraria y que, en la práctica, generó la ruptura de esta última entidad con el resto de las que integran la Mesa de Enlace.
En ese marco, dos informes privados analizan el impacto real de este esquema de compensaciones y remarcan que esos supuestos beneficios serán escasos y no eliminan el principal factor que atenta contra el sector agropecuario que es la altísima presión impositiva.
El primero de los estudios fue elaborado por el economista Juan Manuel Garzón, del IERAL de la Fundación Mediterránea, quien asegura que “sólo explotaciones muy pequeñas, por caso de 25 hectáreas, tendrán una compensación importante en términos relativos. Pero incluso estas pequeñas explotaciones seguirán cediendo, luego del PEPPG, una porción significativa de sus ingresos brutos (15%) por el esquema vigente”.
En esa línea, cuestiona por elevación a la Federación Agraria al sostener que “para cierta dirigencia del agro el PEPPG resulta un avance”, pero que eso constituye “una lectura muy parcial”, porque en realidad “el PEPPG valida la permanencia de una elevada carga sobre el sector como un todo y avala la continuidad de una política que genera una fuerte transferencia de recursos desde el campo hacia otros actores de la economía”.
Y añade: “Más aún, el PEPPG resulta insuficiente incluso para modificar la ecuación de los pequeños productores, quienes este año, de márgenes muy ajustados, terminarán cediendo al Estado y otros actores de la economía más recursos de los que recibirán en compensación”.
Para llegar a tal conclusión, Garzón realizó el ejemplo de un productor sojero que resigna (transfiere), a valores actuales, $1.317 por cada tonelada que vende por efecto de los derechos de exportación (respecto de la situación sin impuesto); si la venta es de trigo los ingresos que se resignan ascienden a $845 por tonelada y si es de Maíz a $446 por tonelada. En el caso de los cereales, además de los derechos, los costos del esquema surgen por los cupos de exportación.
Teniendo en cuenta que “bajo el PEPPG se transferirán montos fijos por tonelada en concepto de compensación a productores de hasta 700 toneladas producidas en el ciclo 2013/2014 (acumulando todo tipo de granos)” y que “estos montos van desde los $450 a $45, son descendentes a medida que crece la escala del productor”, Garzón concluye por ejemplo que “un productor sojero que reciba el mayor monto de compensación que establece el PEPPG, estará recuperando el 34% de lo que le cuesta el esquema de intervención, el 53% si se trata de trigo y el 101% si se trata de maíz” y que “un productor que reciba el menor monto de compensación recuperará el 3,4%, el 5,3% y el 10,1% respectivamente de la carga”.
El economista señala como ejemplo a “una explotación agrícola de 50 hectáreas, que asigna la tierra en partes iguales a soja y a maíz y logra rindes medios, el esquema de intervención vigente le seguirá costando el 20% de sus ingresos brutos, luego de haber recibido las compensaciones del PEPPG, respecto de una situación sin intervención de mercado. Para una explotación de 100 hectáreas o más, el PEPPG pasará prácticamente desapercibido, dado que las compensaciones a recibir serán de montos muy bajos”.
Roulet, también
A un diagnóstico similar llegó el ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet. En un informe publicado en su sitio web, Roulet estima que, como máximo, el productor más pequeño considerado (100 toneladas) se beneficia con la devolución del 49% de lo que aportó por retenciones a las exportaciones, mientras que el de 700 toneladas percibe sólo el 3,6%.
Pero más relevante aún es el cálculo global que realiza sobre el monto total que aportan anualmente los productores en relación a lo que les planea devolver el Estado. Según Roulet, los chacareros de hasta 700 toneladas suman, por año más de $ 11.000 millones de aportes al fisco por retenciones, mientras que la Rosada afirma que los beneficios sumarán $ 2.500 millones. Es decir, sólo devolverá el 23% de lo que generan los productores más pequeños. En otras palabras, de cada 4 pesos que se lleve la AFIP, sólo volverá 1 al bolsillo de los ruralistas.

El ex titular de Cartez, y actual diputado del PRO, Néstor Roulet sostuvo que en caso de aprobarse la Ley de Abastecimiento, que ya comenzó a debatirse en la Cámara de Diputados, “tanto los productores rurales como empresarios e individuos particulares van a recurrir a la Justicia, teniendo en cuenta que se trata de algo absolutamente inconstitucional”.
En diálogo con Punto a Punto Radio (90.7), Roulet agregó que el proyecto “retrasa la posibilidad de la Argentina de despegar como estamos esperando, porque desalienta la inversión. No hay dudas que va haber un problema productivo”.
En ese sentido, sostuvo que “ya tenemos antecedentes”, ya que una ley de similares características “fue sancionada en 1974 con el mismo objetivo y los resultados fueron realmente muy malos: no se logró bajar la inflación, ni producir más ni que el consumidor pagara menos. Tampoco frenar cierto desabastecimiento que había en ese momento. Hay antecedentes de que no anda”.
En otro tramo de la entrevista, Roulet sostuvo que la ley “avasalla la propiedad privada, ya que de alguna manera restringe la libertad de comercio y la libertad de trabajo. Este gobierno cree que los mercados se pueden manejar, ya lo hizo en el 2013 (el Secretario de Comercio) Guillermo Moreno con la resolución 67 de Comercio Interior, quien trató de utilizarla por el trigo y así nos fue: el trigo se fue como a $ 8.000 la tonelada y hoy está a $ 1.200, todo por un problema totalmente ideológico, donde en definitiva se desalienta la producción y la inversión”.
 
 
 

En las últimas horas, aumentó la tensión entre el Gobierno nacional y el sector agropecuario, luego de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusara a los productores de avaricia por no querer liquidar sus tenencias de granos, cuestión que fue duramente criticada por diferentes referentes del ruralismo en el país.
En este marco, Punto a Punto Radio 90.7 se contactó con uno de los referentes del sector en Córdoba, Néstor Roulet, quien analizó el escenario actual y habló sobre el temor que se expande en el campo sobre una eventual estatización del comercio exterior de granos.
Como primera medida, para Roulet no hay nada nuevo en el “ahorro” en soja que están haciendo los productores. “El productor está reteniendo lo que habitualmente retiene en un año normal. Hay cinco millones de toneladas, que es lo habitual, de las cuales gran parte las tiene la agro exportación y es necesario que las tenga, porque la exportación tiene tres millones de toneladas en molienda mensual y ayer (por el lunes) se le fue explicado a Capitanich que, caso contrario, si no están esos millones, habría lucro cesante, porque no estaría trabajando la industria”, explicó el ex titular de Cartez.
De todos modos, lo más importante para Roulet es que “puede haber pequeños y medianos productores que tengan soja y no es una vergüenza tenerlo”. “Es una propiedad privada que usa como bien de cambio el productor agropecuario. Cuando necesita dinero, la vende, cuando necesita insecticida en esta última parte del ciclo agrícola, la vende. No es una cuestión de avaricia, sino de resguardo monetario. Es como que le diga a la gente ‘mire, venda su auto y quédese en pesos. Una locura”, ejemplificó.
En este marco, además, el ruralista sostuvo que el Gobierno utiliza al campo como chivo expiatorio para culparlo de los problemas económicos del país. “Estamos hablando de que cinco millones de toneladas son 2.500 millones de dólares. Creo que el país no puede depender de ese monto, más viendo lo que estamos perdiendo en reservas: 4.800, 5.000 millones, en estos últimos dos o tres meses. El problema acá es otro. Se le quiere echar la culpa al campo, eso es diferente y triste, porque atrás de eso hay un trabajo ideológico para decir: ‘a causa de esto vamos a estatizar la comercialización de granos’”, disparó. 
-¿Cuán cierta es esa posibilidad?
– Hay una legisladora del kirchnerismo que presentó un proyecto de ley para eso. Lo escuchás hablar a Capitanich y te está diciendo eso. Entonces, ojo que es muy peligroso eso. La Argentina tiene antecedentes muy malos: cuando sucedió, dejamos de producir. Hay antecedentes concretos. Hay que empezar a transparentar los mercados. Probablemente no existan para el maíz restricciones de exportación para la próxima cosecha. Bueno, bienvenido sea porque empezás a incentivar los mercados, la agenda del país. Sembraremos más hectáreas, tendremos más saldo exportable, un círculo virtuoso, no vicioso, como lo que está circulando ahora, que intervenís los mercados y resiente la producción.

“Lo que hizo este Gobierno es incentivar la sojización. Cuando echaste a las vacas del campo, castigas el trigo y el maíz, el menor costo es la soja. Y ese es el grave problema. Estamos haciendo una matriz productiva que no es sustentable en el tiempo y que Argentina desechó la posibilidad de producir mucho más, exportar y traer dinero de afuera para estar mejor”.

La frase pertenece al dirigente ruralista, Néstor Roulet, ex titular de Cartez y vicepresidente de CRA, que hoy en día integra la lista de candidatos a diputados por el PRO que encabeza Héctor Baldassi.

Roulet dialogó con Punto a Punto Radio sobre la coyuntura del sector agropecuario y esbozó algunas de las propuestas que buscará impulsar el PRO en el Congreso de la Nación para favorecer al campo.

“La idea es buscar 4 o 5 propuestas macro a través de las que el sector agropecuario pueda dar trabajo, para que haya inversión y previsibilidad. Creemos que el sector agropecuario necesita inversiones que no se hacen por la falta de previsibilidad. Hay que hacer un sistema sustentable en el tiempo”, remarcó.

“En base a esos tres parámetros, vamos a presentar tres proyectos de ley concretos. Estamos observando que se podrían sacar las retenciones del trigo, de manera que se produciría más y no recaería en la mesa de los argentinos, porque habría una mayor producción y capacidad de compensación. En el tema ganadería, el proyecto es exportar los cortes de alto valor para dejar los que casualmente comemos los argentinos, que es asado, matambre, vacío, nalgas para milanesa y que queden más baratos en el país”, agregó.

Por último, en relación a la sustentabilidad, dijo que “hay un proyecto relacionado con el tema fertilizantes, de incorporación de nutrientes, y hay un proyecto relacionado con la lechería, porque si bien hace diez años que producimos 6.000 millones de litros de leche, hace 10 años lo hacíamos con 17.000 productores y ahora con 10.000. Entonces la idea es ver cómo reincorporar la gente en el campo. Por ultimo, el proyecto es dar valor agregado en el interior productivo, dando las condiciones para poder invertir”.

“Desesperada y muy mal asesorada” fueron los calificativos que le puso el dirigente rural, Néstor Roulet, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego de que ésta acusara a los productores rurales de especular y les advirtiera que “no me van a correr con la cosecha”.

“Está muy mal asesorada. Es una lástima, porque se pone en contra de uno de los sectores mas dinámicos de la Argentina y que genera mayores divisas para el país. No hay que olvidar que casi el 60% de las exportaciones son agroindustriales. Decir que los productores están guardando el trigo es una barbaridad. Ellos saben que solamente hubo 9 millones de toneladas de producción y que 5 millones las compraron los exportadores, 3 los molinos y 500.000 se usaron para semillas. O sea que quedaron 500.000 en la mano de los productores, que es muy poco”, analizó en Punto a Punto Radio.

Cabe recordar que Roulet era vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) durante el conflicto de 2008 entre el campo y el Gobierno, y actualmente es candidato a diputado nacional por Córdoba, por el PRO.

Según el ruralista oriundo de Canals, la Presidenta “está desesperada, porque la política de precios del gobierno es un desastre. Cada vez nos quedamos con menos trigo, menos carne, problemas de producción, de ingreso de divisas”. “El otro día dijo que estamos guardando y cuando uno saca la cantidad de divisas que generó el sector agropecuario en las exportaciones, es más que el año pasado. Por eso digo, no sé quien la asesora. Hablará para la tribuna, calculo”, ironizó.

En este marco, también criticó la presión tributaria que “hace que se vaya mucho dinero a Buenos Aires y vuelva muy poco acá”. Al respecto, ejemplificó: “Si uno hace la evaluación de la plata que, por ejemplo, deriva una localidad del interior, estamos hablando de US$ 150 ó 200 millones por año y no vuelve prácticamente nada. El sistema coparticipable es muy ingrato en este momento. Estamos en una situación difícil”.

En relación a su candidatura, aseguró estar “contento, recorriendo, tratando de hacer algo nuevo porque lo que hay es viejo, y si no soluciona el problema, la gente va a tener que ver algo nuevo para que haya cambios”.

– ¿Va a presentar proyectos relacionados con el agro?
– La idea no es sólo ser defensor del campo sino del interior productivo. A mí me interesa que la provincia de Córdoba no desaproveche sus oportunidades, porque tiene un gran déficit en dar valor agregado. Los políticos se llenan la boca, pero no hay gas, no hay cloacas, no hay agua corriente en el 50% de la provincia. Si no hay gas o hay electricidad cara, cómo vas a decir en un pueblo: “vengan a poner una industria láctea”. Es expulsión de producción a otras provincias. De 8 millones de toneladas de soja, sólo industrializamos 2, el resto se va a Rosario.

La pérdida de rentabilidad del campo está cambiando el modelo de negocios. Al respecto, el ex vicepresidente de la Confederación Rural Argentina, Néstor Roulet asegura que el dólar de la soja es de $ 3,38. “Los costos se miden con el valor del dólar blue y a nosotros nos pagan con el dólar oficial, menos las retenciones”, dice.

A continuación, el diálogo que el dirigente rural mantuvo con Punto a Punto Radio:

-¿Por qué está cayendo tanto la rentabilidad del campo?
-El precio de la soja a nivel internacional se mantiene en alrededor de US$ 500. Si a ese valor se le saca el 35% de retenciones y el gasto de comercialización y de puerto, el productor argentino recibe alrededor de US$ 300. A un dólar oficial con atraso cambiario es imposible producir, porque aparte los costos aumentaron entre un 25% y 30% anual y estamos hablando de que cuando uno saca los números, si la rentabilidad de la soja es negativa, creo que hay que reposicionarse y hace un planteo del sistema productivo en general.

-¿La rentabilidad hoy da números rojos en Córdoba?
-Para un productor que alquila campos, sí. Es totalmente negativo. A no ser que tenga un rendimiento de 36 quintales o más, pero el promedio de la provincia es de 26 quintales y eso da números totalmente rojos.

-¿En qué cultivos se nota más la pérdida de renta?

-Hicimos el análisis de 6 cultivos: trigo, cebada, soja, maíz y sorbo y nos da en todo márgenes negativos. El gran problema es que se mantuvo el precio internacional, y los insumos han aumentado en forma considerable. Año a año la brecha se va achicando. Una bolsa de maíz, hace dos años, valía US$ 100, hoy US$ 180 y se necesita una para hacer una hectárea. Es algo terrible cómo han aumentado los insumos en dólares, ya que han seguido casi el dólar blue, y a nosotros nos están pagando el dólar oficial, menos las retenciones. Hoy el dólar de la soja es de $ 3, 38.

-¿Qué se puede hacer en este contexto?
-El dueño de un campo lo alquila a US$ 480 si hablamos de 12 ó 13 quintales. Si se le saca toda la parte de infraestructura e impositiva, le quedan US$ 170. Un campo que vale alrededor de US$ 15.000 ó US$ 16.000 la hectárea, es decir que en definitiva gana el 1%. Entonces, el dueño del campo tampoco puede pedir menos. El dueño gana menos de lo que le correspondería en cualquier inversión, el arrendatario pierde plata, y el Estado se lleva US$ 770 por hectárea. Acá lo que hay que cambiar es la presión impositiva. Ese dólar para la soja, de $ 3,38 se tendría que convertir por lo menos en el dólar oficial. Ahí se puede, por lo menos, empezar a producir.

-¿Cómo es el horizonte para los próximos años?
-Simple, el productor va a sembrar las 30 millones de hectáreas. Con la expectativa de que si con 25 quintales pierde, con 30 también pierde y con 35 gana, siembra para ver si puede vender 35. Mucha gente no entiende eso. Si pierde plata, siembra igual porque algo hay que hacer con el campo y con la infraestructura de arrendatario, todo el equipo técnico, se arriesga. Algunos pooles ya se están replanteando todo, ya vienen 2 años perdiendo y van a sembrar menos. Ahora, el resto del campo, no va a dejar de producir, al contrario. Va a cambiar el sistema productivo, no la cantidad de producción. Eso va a seguir estable. Hace 10 años que estamos en el mismo rendimiento hectárea por hectárea. El productor está bajando algunos gastos, y son los tecnológicos.