Por Alicia Sisteró
TW: @aliciasistero
Un cocktail para un festejo en la oficina, un agasajo a clientes o un coffee break para una capacitación, pueden requerir soluciones gastronómicas. A continuación, cuatro empresas mendocinas que no fallan.
Graciela Hisa Catering. Cocina regional argentina, y también cocina mediterránea. Algunos platos “estrella” son las empanadas tradicionales, las de molleja, o las de entraña cortada a cuchillo. También el pastel mendocino, la humita y algunos principales con proteínas, como el chivo y la trucha. Las propuestas son a medida según requerimientos del cliente, horarios, motivo, y presupuesto disponible. El máximo de comensales es de aproximadamente 1.800 personas. Las soluciones pueden incluir camareros, traslado, equipamiento y los servicios que se requieran.
Los Olivos Catering, del chef Nicolás Bedorrou. Cocina de producto regional, y étnica. Algunas de las opciones más representativas son la ternera al vacío con crema de papas, maíz cancha y pesto, focaccias al horno de leña con jamón crudo, rúcula y mayonesa de alcaparras, o arroz chaufa en plancha de hierro. En la mayoría de los casos se trata de largas recepciones con principal y postre, mesa dulce y varios agregados para después de cena, pero se adaptan a las necesidades de cada cliente y sus gustos. Desde 20 comensales, hasta eventos para más de 1.000. El precio arranca en $450. Disponen de servicio gastronómico completo con personal y equipamiento, y barras de coctelería.
Siete Cocinas, del chef Pablo del Río. Cocina argentina y productos regionales. Entre sus platos más representativos están el chivo al horno de barro de 12 horas con calabazas al rescoldo, ají de conejo y papas andinas, y de postre las peras en viognier y cremoso de vainilla. Frío, caliente, y en diferentes porciones, a medida del cliente. El mínimo es de ocho comensales, el máximo 150, desde $ 500 hasta $ 2.000. Además ofrecen servicio de camareros, sommellerie y barra de cócteles.
Matías Podestá/ Nadia Harón. El tipo de cocina es variado, desde lo más tradicional de cocina argentina y española, hasta la vanguardia. La adaptan al gusto del cliente. Se destacan la picanha asada a la parrilla, la ternera braseada en dos pasos con su demiglacé, croquetas de verdura, salmorejo, tortitas de aceite rellenas de bondiola y puré de manzana con Dijon. Ofrecen desde bocados finger food hasta servicio de islas, mesas dulces o menú degustación de ocho pasos. Los comensales pueden ser desde cuatro hasta 900. Los precios varían según lugar, pero arranca en $ 300 por persona hasta $1.200, y pueden llegar a incluir sommelier, servicio de bebidas o camareros.