La dura situación por la que atraviesan las principales cadenas de electrodomésticos del país se expandió a las empresas del mismo sector, pero que venden únicamente por internet. Esta vez fue la firma Necxus Negocios Informáticos S.A., que se dedica a la venta de televisores, celulares y otros productos electrónicos, que el martes 18 de junio presentó el pedido de concurso preventivo, en un intento por llegar a un acuerdo con sus acreedores y evitar la quiebra.
Según la última información del Banco Central, al mes de abril mantenía deudas con bancos por un total de $936,6 millones, todas en situación crediticia 1 o normal, lo que indica que a esa fecha estaba al día con sus pagos. En la city calculan que, además, las deudas con sus proveedores sumarían otros $900 millones.
Más allá de que en abril la empresa se mostraba solvente con sus deudas, hace algunas semanas hubo ciertos movimientos que encendieron la luz amarilla en los bancos que lo habían financiando.
Primero, según cuenta una alta fuente de una de las entidades, la firma comenzó a atrasarse en el pago de las cuotas de sus préstamos y no había una explicación convincente del lado de Necxus. Luego llegaron los cheques rechazados.
El 12 de junio, según datos de la central de cheques rechazados del BCRA, rebotaron 8 cheques a la cuenta de la empresa por un total de 18,6 millones de pesos y uno más al día siguiente por $3,8 millones. Así, en dos días no cumplió con cheques que debía pagar por $22,5 millones, todos por falta de fondos.
Con este detonante, en los últimos días desde el área legal de los bancos enviaron diversas cartas documentos a la empresa, que al día de hoy no fueron contestadas por ningún directivo. La respuesta que llegó, a cambio, fue una nota en la que les decía que Necxus Negocios Informáticos S.A. había presentado en concurso en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Número 6, a cargo de la doctora Marta Graciela Cirulli, secretaría número 12, a cargo del doctor Mariano Eduardo Casanova.
El concurso preventivo -que es lo que antes se llamaba convocatoria de acreedores- es una instancia previa a la declaración de quiebra y en términos legales indica buena voluntad de la firma de tratar de llegar a un acuerdo para reestructurar su deuda y no tener que bajar la persiana. En algunos de los bancos, sin embargo, mantienen dudas respecto al desenlace que tenga este proceso.
Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en el primer trimestre del año hubo 125 concursos preventivos de acreedores en las jurisdicciones de la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires y Córdoba, un alza del 71% respecto a los 73 que hubo el año previo.
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