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Moët & Chandon celebra los 150 años del Moët Impérial, el espumante que creó para homenajear a Napoleón Bonaparte

Moët & Chandon es uno de los champagnes más conocidos y vendidos del mundo. Grandes figuras de la historia han celebrado con Moët & Chandon, y muchos acontecimientos extraordinarios han estado marcados por las doradas burbujas del lujoso vino. El propio Napoleón, uno de los símbolos militares y políticos más importantes de la historia de Europa, tiene una relación muy estrecha con esta prestigiosa Maison.

Este año Moët & Chandon festeja los 150 años de la creación del Moët Impérial, su legendaria etiqueta, creada en 1869 en el centenario del nacimiento del Emperador Napoleón I Bonaparte, para rendir homenaje a la larga relación de Moët & Chandon con la familia imperial de Francia.

El primer envío de Moët Impérial fue realizado para coincidir con el centenario del nacimiento de Napoleón Bonaparte, en tributo a su fiel patrocinio como emperador de Francia. El 15 de agosto se cumplieron 250 años del nacimiento de Napoleón en la isla de Córcega, Francia. Para honrar el aniversario, Moët & Chandon presentó una botella edición limitada con un logo rediseñado que eleva la “I” de “Impérial” con un nuevo símbolo.

La historia de Moët & Chandon comienza con Claude Moët, un comerciante de vinos de Epernay que fundó la Maison Moët en 1743. Él fue quien inició la transformación del champagne, convirtiéndolo en un vino de élite y el favorito de los cosmopolitas y cortesanos de toda Europa. Claude Moët se convirtió en el proveedor oficial de la Corte Real Francesa y pronto su champagne se instaló en las cortes de Alemania, España y Rusia.

El hombre que convirtió la historia de Moët & Chandon y del champagne fue Jean-Rémy Moët, nieto del fundador, quien asumió el control de la Maison en 1792. El joven Moët adquirió los primeros viñedos de la Maison con el objetivo de “compartir la magia del champagne con el mundo”, según sus propias palabras. Frecuentaba a los grandes hombres de su época y recibía a muchos de ellos en Epernay, incluidos el Zar Alejandro I de Rusia y el Rey Carlos X de Francia. El propio Napoleón se procuró champagne de su viejo amigo para celebrar sus muchas victorias. El Emperador se detuvo en Epernay en su camino hacia Alemania o al regresar de Rusia y fue recibido en el Château de Trianón, propiedad de Jean-Rémy Moët. La relación no era sólo con el Emperador, sino también con su entorno más íntimo. Su esposa, la emperatriz Josefina, también visitó el lugar en reiteradas ocasiones.

De moda durante casi 300 años, el champagne insignia de la Maison fue bautizado “Imperial” en 1863, aunque las cincuenta primeras botellas portando la etiqueta “Moët & Chandon Brut Imperial” no fueron comercializadas hasta 1869, el año que coincidió con el 100 aniversario del nacimiento de Napoleón.

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