El Gobierno consiguió, al menos, francos avances en las cuentas fiscales. En dos meses, el Ministerio de Hacienda acumuló más de la mitad del supéravit primario que debe mostrarle al Fondo Monetario Internacional ( FMI ) para hacerse de un «colchón» de más de 21.000 millones de dólares antes de las elecciones, clave para la paz cambiaria.
El Gobierno logró un superávit fiscal antes del pago de los intereses de la deuda de $23.384 millones en enero y febrero. Al divulgar las cifras, Hacienda destacó que el resultado era «un paso importante» para cumplir la meta fiscal del primer trimestre, de $6000 millones. Para el primer semestre, el Gobierno debe mostrarle al Fondo que consiguió un excedente primario de $40.000 millones.
Roberto Cardarelli, jefe de la misión argentina del Fondo, viajará antes de las PASO a verificar que Nicolás Dujovne logró la meta del primer trimestre. Eso debería liberar un giro del Fondo de unos US$5400 millones, que llegará en algún momento de fines de junio. Luego, Cardarelli volvéra a Buenos Aires antes de las elecciones generales de octubre para comprobar si el Gobierno cumplió con su meta semestral, para librar otros US$5400 millones más, a fines de septiembre.
A las metas fiscales se suma el compromiso a aspirar pesos que asumió el Banco Central, y otras medidas, como presentar un proyecto de ley para reformar la carta orgánica del Central. El presidente de la autoridad monetaria, Guido Sandleris, se comprometió a sobrecumplir las metas del acuerdo con el Fondo. Pero el foco central son los números fiscales.
«Nosotros planeamos tener superávit primario el año próximo, vamos a tener necesidades financieras muy, muy bajas, vamos a tener un programa financiero muy manejable, vamos a estar prefinanciados y no pensamos modificar el actual programa que tenemos con el Fondo», dijo ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una entrevista en Washington con corresponsales.
El Gobierno puede incluso pasarse de esa meta, y recurrir a un margen, ya previsto en el acuerdo, de $ 37.000 millones para gastos sociales, alrededor de un 0,4% del producto bruto interno (PBI), algo que muchos analistas esperan que ocurra. Cardarelli verificará esa meta en los primeros meses del año próximo.
Para ese entonces, la Argentina ya habrá recibido casi el 95% de los fondos previstos en el acuerdo stand-by.
Fuente: La Nación