Por Alicia Sisteró
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Presentar un proyecto, cerrar un negocio, o simplemente afianzar vínculos son algunos de los motivos que nos llevan a organizar una comida de negocios. Pero surgen algunas dudas con respecto al comportamiento, los temas de conversación, la vestimenta, el lugar elegido, o quién debe pagar la cuenta. Por eso presentamos este listado de tips que orientarán a quien lo necesite.
- De antemano establecer quiénes son las personas que asistirán. Está mal visto arribar con compañía sin avisar, y mucho menos si no pertenece a la empresa.
- Paga la cuenta el que convoca a la reunión, a no ser que por alguna excepción se haya acordado lo contrario. Y se estila que el invitado sea quien elija el vino.
- En el caso de invitados extranjeros, es adecuado que el anfitrión se interiorice anticipadamente sobre su cultura, y se encargue de que haya un plato o bebida de ese país.
- Evitar temas delicados que puedan generar polémicas en temas de religión, política, etc.
- Además de temas laborales, se puede hablar de cultura general, viajes, o ecología.
- Si no hay confianza, evitar preguntas personales. Si el vínculo crece, naturalmente se llegará a esos temas.
- Hoy en día no es necesario elegir un restaurante de alta cocina y mantel blanco, pueden ser opciones más informales. La elección del lugar dependerá del grado de confianza y de conocer los gustos del invitado. Ante la duda, elegir un lugar clásico, con variadas opciones de platos.
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