Patricio Reich, propietario de Bodega Renacer, y Luis Rico, arquitecto del estudio Clement y Rico, se asociaron en un emprendimiento de casas modulares de diseño, ensambladas y fabricadas en Mendoza, con la posibilidad de ser instaladas en sólo cuatro meses. Y aseguran que apuestan a un nicho de clientes que no quieren esperar entre 12 y 18 meses para construir su casa o estar afectados por los típicos problemas de una obra como clima, mano de obra calificada, precio y entrega.
“Un Ecolodge de 90 m2 tiene un valor de US$ 76.500 más el costo de envío e instalación al terreno del cliente, que podría ser alrededor de US$ 5.000 más. Por ende, al sumar ambos ítem, el valor de m2 es cercano a los US$ 900, bastante inferior a construir con los tradicionales ladrillo y cemento en lugares remotos o alejados de la ciudad, donde el valor por m2 puede rondar los US$ 1.500”, explica Rico.
Los módulos comienzan desde los 30 m2 y están pensados como posibles oficinas, lodge para hotel y viviendas de 60, 90 y 120 m2. Ecolodge también se puede seguir expandiendo al agregar nuevos módulos a una vivienda existente.