El fenómeno del turismo en Chile debería marcar otro récord en el verano: se espera que, entre el 15 de diciembre de este año y el 15 de marzo de 2018, 2.027.679 argentinos visiten el país. Será un aumento de 16,8% en comparación con la temporada pasada y representan el 58,5% del total de 3.463.557 viajeros que llegarán desde todo el mundo, indica la proyección que entregó el miércoles pasado el ministro de Economía, Jorge Rodríguez Grossi.
Varios factores confluyen en Chile para que las autoridades y los operadores del sector estimen un verano con ingresos de 22.500 argentinos por día (o 938 por hora). Por un lado, está la consolidación del turismo de compras -o «turishopping»- impulsado por los precios hasta un 70% más baratos de ropa, electrónicos y smartphones.
Por otro lado, sucede que en ciudades como Santiago, por donde pasa el 91% de los argentinos que van a Chile, se organizaron para ofrecer nuevos panoramas y para adaptar la oferta específica a perfiles más variados.
Se suma además que el papa Francisco visitará entre el 15 y el 18 de enero tres ciudades chilenas (Iquique, Santiago y Temuco), lo que podría elevar otro poco la proyección, porque esperan que se sumen unos 500.000 peregrinos en «modo turismo papal». Ya se anticipa que los pasajes aéreos hacia estas ciudades se agotarán en noviembre, mientras que Iquique y Temuco llevan poco más de un mes promocionando alquileres especiales para los seguidores argentinos de Jorge Bergoglio.
El turismo argentino creció tan fuerte que los comercios chilenos tuvieron que adaptarse rápido y habilitar espacios exclusivos en sus páginas web o permitir comprar online y retirar en Reñaca, por ejemplo. En 2017, del total de 6.745.737 turistas proyectados para todo el año, 3.526.130 son argentinos. Atrás aparecen los europeos (467.520) y los brasileños (466.788).
Fue así como los operadores turísticos tuvieron que ampliar su oferta, pues detectaron que el único objetivo no son las compras y que los viajeros preguntaban mucho por destinos como Zapallar o Maitencillo en el litoral central, Pucón en el Sur y San Pedro en el Norte. «El argentino es el más viajero de América del Sur; le gusta conocer, no es solamente un tema de consumo, también quiere ir a la Patagonia o a Atacama», explicó Nathalia Lillo, asesora de viajes y cofundadora de Galitravelchile.cl.
El intendente metropolitano Claudio Orrego recordó que, ante el auge de visitantes, este año se creó la Corporación Regional de Turismo de Santiago, la cual preside. El ente articuló la oferta para que el visitante se quede en la capital y decidió potenciar cuatro tipos de turismo: convenciones y reuniones, outdoor, enoturismo en el Valle del Maipo y de compras, «que, por razones como el tipo de cambio, sigue favoreciendo a los argentinos para que vengan a comprar a la que se conoce como la nueva Miami», comentó Orrego.
Este ordenamiento permite coordinar, por ejemplo, que el comercio adapte sus liquidaciones para fechas en las que los argentinos tienen feriados largos o que la hotelería y los restaurantes -e incluso las mismas agencias de viaje- se anticipen a eventos masivos como la Fórmula E (febrero), Lollapalooza o la época de vendimias (marzo). A eso se debe sumar el nuevo impulso de la gastronomía, la cultura y la bohemia.
Con el siempre lleno Costanera Center, los centros comerciales en Santiago tuvieron que crecer. En la comuna de Las Condes, por ejemplo, acaba de abrir el Mall Plaza Los Dominicos, con las tiendas de retail y de marcas donde más compran los argentinos.
Fuente: La Nación