Por Favio Ré / @faviore
“Los desafíos políticos y económicos de la Argentina 2013-2015” es el nombre que eligió el ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y ex candidato a vicepresidente por la Unión Cívica Radical (UCR), Javier González Fraga, para titular la charla en la que disparó duro y parejo contra el Gobierno nacional.
El economista, convocado por la Agencia para el Desarrollo Económico de Córdoba (ADEC), habló en la sede del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) y no dejó tema sin tocar: desde su visión pesimista sobre el devenir de la economía hasta un pedido, casi reclamo, de que la oposición trabaje toda junta “en defensa de la Constitución”.
“No estamos ante una ausencia de política económica. Muchos dicen que este Gobierno no tiene plan económico, pero sí lo tiene: es asegurarse la permanencia en el poder” fue su primera frase fuerte, ante el centenar de contadores, ejecutivos y empresarios que participaron del encuentro.
En ese contexto, aseguró que en las elecciones que se vienen en octubre “el Gobierno no tiene un objetivo matemático de ver cómo logra los 2/3 en el Congreso, sino que quiere arrasar y, de esa manera, pasar un mensaje de que no tiene por qué obedecer lo que dice la Constitución. No buscan legalizar sino legitimar desde el punto de vista de la mayoría su perpetuidad en el poder más allá de 2013”.
A la luz de este análisis, González Fraga considera esencial “recuperar el control del Senado para defender la Constitución”. “Estas elecciones no son para elegir al que gobierna, sino para establecer los controles que necesita este Gobierno. Lo que se juega en estas elecciones es si se cambian o no las leyes de juego, si las trampean, algo que me parece contrario a la tradición democrática de la Argentina”, remarcó.
El dirigente cree que la oposición “está a la vuelta” de lograrlo, siempre que “resignemos nuestras aspiraciones personales”. Puntualmente, considera que deberían intentar unirse detrás de un determinado candidato en distritos como Capital Federal, Entre Ríos o Neuquén, ya que quitándole tres senadores al kirchnerismo, automáticamente sería minoría.
Riesgo de aceleración inflacionaria
González Fraga también hizo gala de su profesión y analizó los vaivenes de la economía. En primer término, pronosticó que “no vamos a tener el crecimiento que el Gobierno esperaba. Va a ser magro, del 2% o incluso menor”.
En tanto, coincidió con la mayoría de los expertos en que el principal problema es la inflación. “Estamos muy lejos de una hiperinflación pero acercándonos al riesgo de una aceleración inflacionaria”. Su argumento para sostener esta hipótesis es que no sólo se está emitiendo muchísimo, sino que la gente demanda cada vez menos pesos. “La gente empieza a querer sacarse rápido el dinero de encima. Cuando la plata empieza a quemar en las manos, se pone peligroso”.
El otro combustible inflacionario es “el colapso de la inversión”. “Este Gobierno ha estimulado el consumo sin estimular la producción. No hace falta haber estudiado economía para saber que eso produce inflación”, ironizó,
Para González Fraga, “estamos ante un desequilibrio muy fuerte, producto de un rápido e improductivo aumento del gasto público”. Al respecto, puntualizó que en muchos países desarrollados el gasto público en porcentaje del PBI es aún mayor que en Argentina, pero que allí se destina gran parte del mismo a estimular no sólo la demanda, como se ha hecho en argentina, sino también la oferta.
En tanto, también considera grave lo que está pasando con el comercio exterior. “Estamos en un proceso comparable al de los ’90 con Cavallo o a los ’70 con Martínez de Hoz, de apreciación cambiaria y entorpecimiento de las exportaciones. No tenemos un aluvión de importaciones sólo porque está Moreno trabando la aduana”, sentenció.
Para finalizar, propuso como solución al desequilibrio económico una rápida reducción de los impuestos, para fomentar la inversión, con una lenta reducción de los subsidios, y que la diferencia de dinero se cubra con endeudamiento. “Los desajustes de ahora son mucho menores a los de 2001, principalmente porque la deuda exigible es del 8% del PBI, un nivel extremadamente bajo”, finalizó.