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(DyN) El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, advirtió que sería un «acto grave» que el Gobierno no cumpla con su compromiso de bajar el 5% de retenciones a la soja en 2017 y afirmó que Mauricio Macri «debería reflexionar» sobre esto porque sería un mensaje «peligrosísimo» a la sociedad.

«Acá el que vive de rentas y el que se dedica a la joda no paga impuestos y el que trabaja, produce y se funde trabajando paga impuestos», se quejó Chiesa y, en tal sentido, apuntó a la «minería, el juego y la actividad financiera» y se quejó de los beneficios impositivos en estos sectores.

El dirigente del campo razonó que «el que está afuera del sector agropecuario y que piensa traer la plata para invertir, está viendo si este gobierno es serio o es un gobierno más de lo mismo» y vaticinó que, por ese concepto, «se van a perder más de mil millones por una marcha atrás como esta».

En declaraciones a radio Cooperativa, Chiesa pidió que se reconsidere la posibilidad de no bajar el 5% de retenciones a la soja: «Es peligrosísimo porque el mensaje que le van a dar a la sociedad de no cumplir las promesas de campaña es una mala señal al inversor, al que está dentro del sector agropecuario y al que está afuera», insistió.

«Si este impuesto es malo, es malo en el 2008 y en el 2016; el sector paga hoy 30% de retenciones; el nuestro es el único sector de la economía argentina que cobra un dólar de 10 y paga con uno de 15», enfatizó.

Chiesa estimó que una «marcha atrás» en este sentido, «va a postergar el cronograma de eliminación de las retenciones, con lo cual nos corremos seis años para llegar a las retenciones cero». «El Presidente, por más voluntad que vaya a tener, hay 3 años que quedan afuera de su mandato, con lo cual el destino es más incierto todavía», manifestó.

La Sociedad Rural Argentina(SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro convocaron hoy a una «jornada nacional de protesta» del campo para el próximo viernes 17, en reclamo de un «cambio en las reglas de juego» en materia agropecuaria.
La medida fue presentada en el predio ferial del barrio porteño de Palermo de la SRA por el presidente de esa entidad, Luis Miguel Etchevehere, que estuvo acompañado por Rubén Ferrero (CRA) y por el titular de Coninagro, Ejidio Mailland.
«Las tres entidades hemos decidido convocar a productores a una jornada nacional de protesta el viernes 17 próximo con reuniones y caravanas en las rutas y pueblos del interior, en reclamo de un cambio en las reglas de juego», dijo Etchevehere en una rueda de prensa.
La Federación Agraria ya había impulsado una jornada de protesta masiva en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chaco y Formosa.
La entidad esgrime que se debe eliminar el sistema ROEs de permisos de embarque y que se tendría que llegar a retenciones cero para pequeños y medianos productores en trigo que -aseguran- están prácticamente en quiebra.
La manifestación que se realizó el 30 de junio pasado había sido apoyada por CARBAP, Federación Agraria (FAA) y el Comité de Crisis de entidades agropecuarias de Entre Ríos, y ya en ese momento contó con el apoyo de la Sociedad Rural (SRA), entre otras organizaciones. Fue el primer paso de una protesta nacional que se llevará a cabo ante la falta de respuestas del Gobierno.

(DyN) – El titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere, contestó las críticas que más temprano había hecho Aníbal Fernández al paro del campo, al señalar que el sector «necesita funcionarios que resuelvan problemas, no un jefe de Gabinete que se convierta en opinólogo».
En declaraciones desde Salta, donde participará desde las 15.30 de una asamblea en el tercer y último día de cese comercial en contra de las políticas oficiales para el agro, el directivo planteó: «Depende exclusivamente del Gobierno que se revierta la situación de crisis que está viviendo el campo solamente en la Argentina».
«Todos los países productores de alimentos mantienen su competitividad y ocupan los mercados que la Argentina perdió por culpa de la mediocridad de sus funcionarios», se quejó.
En ese marco, el titular de la SRA enfatizó que la Argentina «lo que menos necesita es un jefe de Gabinete que se convierta en opinólogo de los problemas del campo. Necesitamos funcionarios que resuelvan esos problemas que venimos enfrentando hace años como consecuencia del fracaso de la política agropecuaria».
«No revertir las políticas que causan daño a todas las actividades productivas del país y que ponen en riesgo el empleo de los argentinos, habla de la perversidad del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales que lo apoyan», fustigó Etchevehere.
Del mismo modo, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Rubén Ferrero, replicó a Fernández al señalar que «el Gobierno continúa sin reconocer lo que pasa en la Argentina porque vive enfrascado en su propio relato».
El directivo sostuvo que «se llegó al cese por pedido de los mismos productores». «Los de trigo no saben a quién vender su producción; los productores de frutas del sur no cubren ni siquiera los costos de cosecha y los productores de uva no tienen quién les compre su producción, por nombrar sólo algunas de los producciones en crisis», sostuvo Ferrero.
«El Gobierno continúa sin reconocer lo que pasa en la Argentina porque vive enfrascado en su propio relato. El acatamiento fue amplio porque fueron los mismos productores los que lo solicitaron. Los corrales vacíos en el Mercado de Liniers, las economías regionales paralizadas y los productores movilizados son un solo un ejemplo», puntualizó el titular de CRA.

(DyN – Télam) – Tres de las cuatro entidades agropecuarias que integran la Mesa de Enlace iniciaron un paro de 72 horas que incluye un cese de comercialización de granos, hacienda en pie y leche, que se extenderá hasta el viernes.
La medida de fuerza es desarrollada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), pero no por la Federación Agraria Argentina (FAA).
No obstante, se estimaba que numerosos de sus afiliados también se sumarán la protesta.
Por la mañana sólo ingresaron 28 camiones al Mercado de Hacienda de Liniers, con 885 vacunos.
Es la primera vez desde marzo de 2008, cuando se creó la Mesa de Enlace, que una de sus entidades no adhiere a una medida de fuerza dispuesta contra la política oficial.
La Federación Agraria que encabeza el santafesino Omar Príncipe tomó distancia de sus socios debido al diálogo abierto con el Gobierno, con el que obtuvo beneficios en trigo, crédito a sojeros y lechería.
En solitario, la FAA decidió realizar el 19 de marzo una movilización de productores hasta la sede del Ministerio de Agricultura, en esta capital, como parte del plan de lucha de la entidad y para reclamar por la segmentación de las retenciones.
Al respecto, el titular de la FAA, Omar Príncipe, en diálogo con Télam dijo que “los pequeños y medianos productores no pueden darse el lujo de no comercializar” y que la situación de los chacareros “es mucho peor que en el conflicto de 2008 porque los precios intencionales son mucho más bajos”.
Para el dirigente agrario, “hoy por hoy el paro no suma al reclamo que tenemos los productores chicos y medianos para que el Gobierno segmente retenciones, por lo que está claro que no nos beneficia”.
En esa misma línea se pronunció Ariel Toselli, vicepresidente de Federación Agrria, quien sostuvo que en el contexto que traviesa el sector, sobre todo en zonas inundadas,»hacer un paro es una tomada de pelo».
«Los productores de las provincias inundadas tienen que sacar a caballo la leche de las vacas, y largar un paro en éste momento es una tomada de pelo», dijo Toselli.
No obstante, Príncipe reconoció que existe un sector de los chacareros que tiene “gran bronca, desilusión y falta de confianza con el Gobierno” y que busca “profundizar la protesta”.
“Nuestra tarea como dirigentes es entender que esos productores están en una situación en la que necesitan la ayuda inmediata”, aseguró.
La visión oficial
Como era de esperar, el Gobierno salió a cuestionar la medida, a través del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien afirmó que la medida del campo es un “lockout patronal”, al tiempo que criticó al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, por su postura en favor de la eliminación de las retenciones agrarias, al afirmar que es “como el mate cocido; llena pero no engorda”.

“A Massa le han dicho que tenía que decir eso y ha dicho eso. Mañana le dirán que diga otra cosa y dirá otra cosa. Es como el mate cocido; llena pero no engorda. No le pidamos mucho más que eso”, disparó Fernández.
Sobre el cese de comercialización agrario, expresó que “no es un paro” sino “un lockout patronal de quien tiene el manejo de determinados niveles de producción y, fundamentalmente, una oleaginosa de las características de la soja”.
De todas maneras, consideró que, a raíz de esta medida, “el campo muestra que empiezan a ponerse las cosas en su lugar” dada la no participación de la Federación Agraria, a la que diferenció de las otras entidades, en especial de la SRA, a la que -indicó- “nunca le preocupó realmente qué sucede con el productor chico y lo ha perjudicado cada vez que ha tenido oportunidad”

(DyN) La Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales Argentina (CRA) decidieron hoy cerrar sus cuentas en el Banco Nación en modo de rechazo al bloqueo financiero que la entidad impuso a los productores de soja.
El banco había informado el 18 de noviembre de 2014, que sólo podrán solicitar líneas de crédito, hacer uso del descubierto y de la tarjeta Agronación, y otros servicios, aquellos productores que demuestren no tener existencias de soja.
La decisión de cerrar las cuentas fue adoptada por cada una de las asociaciones rurales en la primera reunión realizada en el 2015 las comisiones directivas, encabezadas por el entrerriano Luis Miguel Etchevehere en la SRA y el santafesino Rubén Ferrero en CRA.
La Sociedad Rural, a través de un comunicado se indicó que la decisión de cerrar sus cuentas bancarias en el Banco Nación se adoptó “como respuesta al bloqueo financiero que el banco impuso a productores de soja“.
Por su parte, Confederaciones Rurales dispuso “dejar de trabajar con las cuentas del Banco Nación” para priorizar la utilización de “otras cuentas” ya utilizadas hasta el momento.
“Esto se debe a la falta de respuesta dada por parte del Nación a una serie de cartas enviadas al propio presidente del BNA, Juan Forlón, donde la última fue remitida el pasado 11 de diciembre de 2014, allí se pedía que se volviera atrás con la circular que proponía no darle créditos a los productores sojeros, y ante la falta de respuesta se procedió al cierre de cuentas”, indicó la fuente de CRA.
La Sociedad Rural comentó además que “el Banco Nación incurre en el incumplimiento de su carta orgánica, que en el artículo 3 establece que uno de los fines de la institución es apoyar la producción agropecuaria, promoviendo su eficiente desenvolvimiento”.
“Por eso entendemos que la decisión que la entidad financiera lleva adelante tiene como único fin extorsionar y perjudicar al productor al obligarlo a vender hasta el último grano”, expresó la SRA.

(Agencia DyN) – Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) culpó a la política «intervencionista» y «anti-exportación» del gobierno nacional por el bajo resultado de la actual campaña de trigo que, estimó, «no superará las 10 millones de toneladas, una de las más bajas de los últimos años».

«El resultado de esta campaña de trigo ya se conocía desde hace tiempo, y no sorprende por previsible: no superará las 10 millones de toneladas, una de las más bajas de los últimos años», señaló.

La entidad afirmó en un comunicado que Argentina produce «al 50 por ciento» de su potencial «y se han perdido mercados externos a raíz de la política anti-exportación, siendo la menor en los últimos 30 años».

«Cuotas de exportación, intervenciones, precios máximos y otras políticas atroces fueron destruyendo paulatinamente a la producción triguera, demoliendo un mercado competitivo y expulsando al 50 por ciento de los productores que antes se dedicaban a esta producción», fustigó.

La institución conducida por Rubén Ferrero planteó que «un mercado normalizado le podría abastecer de más 3.000 millones de dólares anuales a una economía cada vez más necesitada de divisas». Asimismo, CRA denunció que, en este escenario, «casi diariamente surgen problemas graves para abastecer el consumo interno de los argentinos, convirtiendo al pan en un bien cada vez menos accesible para los bolsillos».

A modo de ejemplo, citó que «la distorsión es tan grande que hoy los argentinos en las panaderías pagan el pan más caro que lo que lo pagan los ingleses en su país, en tanto que el ingreso per capita de un argentino representa la mitad del ingreso de un inglés».

«Con la continuidad de estas políticas, la destrucción del trigo es lo único que este Gobierno puede garantizar», concluyó.

La pérdida de rentabilidad del campo está cambiando el modelo de negocios. Al respecto, el ex vicepresidente de la Confederación Rural Argentina, Néstor Roulet asegura que el dólar de la soja es de $ 3,38. “Los costos se miden con el valor del dólar blue y a nosotros nos pagan con el dólar oficial, menos las retenciones”, dice.

A continuación, el diálogo que el dirigente rural mantuvo con Punto a Punto Radio:

-¿Por qué está cayendo tanto la rentabilidad del campo?
-El precio de la soja a nivel internacional se mantiene en alrededor de US$ 500. Si a ese valor se le saca el 35% de retenciones y el gasto de comercialización y de puerto, el productor argentino recibe alrededor de US$ 300. A un dólar oficial con atraso cambiario es imposible producir, porque aparte los costos aumentaron entre un 25% y 30% anual y estamos hablando de que cuando uno saca los números, si la rentabilidad de la soja es negativa, creo que hay que reposicionarse y hace un planteo del sistema productivo en general.

-¿La rentabilidad hoy da números rojos en Córdoba?
-Para un productor que alquila campos, sí. Es totalmente negativo. A no ser que tenga un rendimiento de 36 quintales o más, pero el promedio de la provincia es de 26 quintales y eso da números totalmente rojos.

-¿En qué cultivos se nota más la pérdida de renta?

-Hicimos el análisis de 6 cultivos: trigo, cebada, soja, maíz y sorbo y nos da en todo márgenes negativos. El gran problema es que se mantuvo el precio internacional, y los insumos han aumentado en forma considerable. Año a año la brecha se va achicando. Una bolsa de maíz, hace dos años, valía US$ 100, hoy US$ 180 y se necesita una para hacer una hectárea. Es algo terrible cómo han aumentado los insumos en dólares, ya que han seguido casi el dólar blue, y a nosotros nos están pagando el dólar oficial, menos las retenciones. Hoy el dólar de la soja es de $ 3, 38.

-¿Qué se puede hacer en este contexto?
-El dueño de un campo lo alquila a US$ 480 si hablamos de 12 ó 13 quintales. Si se le saca toda la parte de infraestructura e impositiva, le quedan US$ 170. Un campo que vale alrededor de US$ 15.000 ó US$ 16.000 la hectárea, es decir que en definitiva gana el 1%. Entonces, el dueño del campo tampoco puede pedir menos. El dueño gana menos de lo que le correspondería en cualquier inversión, el arrendatario pierde plata, y el Estado se lleva US$ 770 por hectárea. Acá lo que hay que cambiar es la presión impositiva. Ese dólar para la soja, de $ 3,38 se tendría que convertir por lo menos en el dólar oficial. Ahí se puede, por lo menos, empezar a producir.

-¿Cómo es el horizonte para los próximos años?
-Simple, el productor va a sembrar las 30 millones de hectáreas. Con la expectativa de que si con 25 quintales pierde, con 30 también pierde y con 35 gana, siembra para ver si puede vender 35. Mucha gente no entiende eso. Si pierde plata, siembra igual porque algo hay que hacer con el campo y con la infraestructura de arrendatario, todo el equipo técnico, se arriesga. Algunos pooles ya se están replanteando todo, ya vienen 2 años perdiendo y van a sembrar menos. Ahora, el resto del campo, no va a dejar de producir, al contrario. Va a cambiar el sistema productivo, no la cantidad de producción. Eso va a seguir estable. Hace 10 años que estamos en el mismo rendimiento hectárea por hectárea. El productor está bajando algunos gastos, y son los tecnológicos.