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(DyN) – El general Ricardo Luis Cundom asumió esta tarde al frente del Ejército, en reemplazo del saliente César Milani, y aseguró que se trata del «desafío más importante de mi vida profesional». Cundom mostró su «emoción por la designación» que, según dijo, representa un «altísimo honor y una enorme responsabilidad» y agradeció a la presidenta Cristina Fernández, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, «por haber depositado en mi su confianza».
La ceremonia se realizó en el Regimiento I de Infantería «Patricios», ubicado en el barrio porteño de Palermo.

El pedido de «pase a retiro» formulado por el ahora ex jefe del Ejército, César Milani, cuestionado por su supuesta actuación en varios hechos de Lesa Humanidad, además de generar numerosas repercusiones en la oposición también las provocó en el seno del kirchnerismo, que asegura que fue una decisión propia y no impulsada por el Ejecutivo a la luz de la mala imagen que arrastra Milani.
Como es usual, el primero en hablar fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien aseguró que Milani pidió su pase a retiro por «razones personales», como adujo el mismo militar, por lo que pidió que «no le den más vueltas» a la cuestión. «La razón suele ser la más simple; muchachos, no le den más vueltas al asunto», expresó el ministro .
Del mismo modo, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, sostuvo que Milani «entendió que había llegado el final de su ciclo» en el Ejército, y afirmó que las causas judiciales en las que está involucrado no eran «motivo de preocupación especial» para el Gobierno. «La situación judicial no era motivo de preocupación especial ni había sucedido en estos últimos días ninguna situación para generar una preocupación especial sobre el hecho», agregó.
Por último, el presidente de la Cámara de Diputados y precandidato a gobernador bonaerense por el kirchnerismo, Julián Domínguez, se excusó de opinar al afirmar que es «una decisión personal» del militar.
«Me causó sorpresa por el día en el que se presentó. No tengo nada que decir sobre el particular: es una decisión personal del general Milani», contestó de manera escueta Domínguez al ser consultado por radio La Red.

(DyN) – El jefe del Ejército, teniente general César Milani, quien tiene acusaciones por organizaciones de derechos humanos por su presunta participación en delitos de lesa humanidad, pidió su pase a retiro por «razones estrictamente personales».
Milani había sido puesto en la jefatura del Ejército por la presidenta Cristina Fernández en julio de 2013 y a fines de diciembre de ese año, logró el ascenso máximo de teniente general.
A través de un comunicado, el Ejército informó: «En el día de la fecha el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente General Cesar Gerardo Milani ha presentado su pase a retiro efectivo por razones estrictamente personales».
Sobre Milani existen denuncias de estar involucrados en delitos contra los derechos humanos ocurridos en la década del ’70 en las provincias de La Rioja y Tucumán.
Además, fue cuestionado por la oposición cuando en su puesta en función del 3 de julio de 2013 enfatizó: «Pretendo aquí un Ejército maduro, mirando hacia el futuro, con clara esperanza y renovadas ansias, para acompañar el proyecto nacional que hoy se encuentra vivo e instalado en el corazón y la mente de los argentinos».
Pesa sobre Milani la desaparición del conscripto Alberto Ledo, ocurrida en 1976, durante el denominado operativo «Independencia» en Tucumán.
La Fiscalía de Tucumán ha pedido en los últimos meses que Milani sea indagado por la desaparición de Ledo, ocurrida el 17 de junio de 1976, cuando el actual general era un joven oficial y tenía a cargo a ese conscripto oriundo de La Rioja.
Durante esa época, Milani estaba destinado en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, que en un momento fue desplegado a Tucumán, durante el denominado «Operativo Independencia».
A Milani también se lo vinculó con la privación ilegítima de la libertad, en La Rioja, del ex preso político Ramón Alfredo Olivera.
Milani fue apoyado por el Gobierno durante los últimos años pese a las acusaciones en su contra, y hasta la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, lo respaldó en varias oportunidades.
A fines de diciembre en 2013, Milani, en un inusual reportaje que le hizo Bonafini para la revista de las Madres de Plaza de Mayo, negó los supuestos delitos contra los derechos humanos que le imputan, al remarcar que «jamás» torturó ni mató. En esa edición, Bonafini y Milani, con su uniforme, se sacaron una foto juntos.
Tras conocerse la decisión de Milani, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, suspendió esta tarde una conferencia de prensa que tenía previsto brindar en el edificio «Libertador». Rossi iba a hablar con los periodistas junto al presidente del PARLASUR, Saúl Ortega (Venezuela). Al pasar a retiro Milani, la conducción del Ejército deberá quedar momentáneamente a cargo del subjefe de la fuerza, general de división Gustavo Motta.

(DyN) – El fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba Alberto Lozada consideró que «hay elementos suficientes» para que el jefe del Ejército, general César Milani, sea indagado por los delitos de secuestro y torturas en La Rioja, en 1977.
El tribunal de alzada dio vista a Lozada para que se pronuncie respecto a un incidente planteado por la querella, el ex preso político en la dictadura Ramón César Olivera, y el funcionario del Ministerio Público indicó que no encuentra obstáculos para que el jefe militar declare como imputado.
También deberían comparecer en declaración indagatoria, dijo el fiscal esta mañana a la radio Cadena 3, «el ex juez federal de La Rioja y otras personas integrantes de las fuerzas policiales y del Ejército por privación ilegal de la libertad y tormentos».
Ahora la decisión de citar o no a declaración indagatoria a Milani, que es oriundo de la localidad cordobesa de Cosquín, donde su familia tiene una unidad básica kirchnerista, está en manos de los jueces de la Cámara de Córdoba, Abel Sánchez Torres, Luis Roberto Rueda y Liliana Navarro.
La causa llegó de La Rioja a Córdoba a causa de un recurso «por falta de acción» que interpusieron los abogados de Oliveri, luego de que el fiscal federal riojano Horacio Salman aceptara los argumentos de la defensa de Milani y el juez federal riojano Daniel Herrera Piedrabuena declarara nula la investigación.
A Milani, que en la dictadura se desempeñaba como teniente en el batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, se lo investiga por el secuestro, reclusión y torturas, el 12 de marzo de 1977, de Pedro Adán Olivera, arrancado de su casa a las 4 de la madrugada.
Un grupo comando de entre siete y ocho militares y policías, irrumpió en la casa de Olivera y lo sacó con su mujer y cinco hijos al patio, para luego llevárselo al centro clandestino de detención que funcionó en el Instituto de Rehabilitación Social.
Según su hijo, entre los hombres armados que ejecutaron ese operativo iba Milani, quien habría exhibido un arma corta y le habría dicho a su padre que lo llevaban por averiguación de antecedentes. A los tres días, Olivera padre fue liberado y dejado en su casa pero a raíz de la golpiza que había recibido estaba hemipléjico y, a los pocos meses, falleció.
En esa misma jornada los represores secuestraron a Ramón César en la municipalidad de La Rioja, donde trabajaba, y lo llevaron prisionero: «Me hicieron como simulacro de fusilamiento, en todo momento, al empezar el interrogatorio, era como que me iban a fusilar».
«Cuando me sacan a declarar, aparentemente, ellos me sacaron de la cárcel porque anduvieron mucho tiempo en vehículo, pero después me vuelven a la cárcel, yo creo que finalmente declaré en la cárcel. Me decían que yo tenía que colaborar, que ellos ya estaban en el Gobierno e iban a estar 40 años», declaró.
«Milani me dijo ‘a vos te cortamos la carrera’ aludiendo que me habían cortado la carrera de guerrillero», denunció en su declaración ante la justicia riojana Olivera, a quien los militares acusaban de integrar el trotskista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
En varias oportunidades Milani se proclamó «inocente» y denunció la existencia de «testigos falsos» y «cosas muy jodidas» en la causa.
«Tengan la tranquilidad que el jefe del Ejército es absolutamente inocente de todos los cargos que me imputan y lo voy a demostrar en la Justicia», dijo.
Además de esta causa, al militar se lo vinculó con la desaparición del soldado Agapito Alfredo Ledo, ocurrida el 17 de junio de 1976, en Tucumán, durante el denominado «Operativo Independencia».
La familia de Ledo acusó al actual jefe del Ejército de estar implicado en la desaparición del joven conscripto.
Oficial del arma de ingenieros, Milani durante casi toda su carrera militar se especializó en el área de inteligencia y llegó a conducirla antes de llegar a ser jefe del Ejército.
Además, pesa contra él una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, causa a cargo del juez federal Daniel Rafecas, luego de que el programa televisivo «Periodismo Para Todos» destapara que el general cobra un sueldo de 15.000 pesos y, sin embargo, posee un lujoso chalet en el barrio La Horqueta, del partido de San Isidro, así como coches de alta gama y otros bienes, entre ellas cuatro propiedades en Cosquín, Córdoba.

Primero fue un misil antitanque en La Plata. Ahora fueron 26.000 balas 9 milímetros. Lo grave es que siguen desapareciendo materiales del Ejército, que en este caso permitirían a eventuales delincuentes cargar 2.000 pistolas.
Este supuesto robo ocurrió en el Batallón 603 de San Lorenzo, en la localidad santafesina de Fray Luis Beltrán. El caso reviste de mayor preocupación que el anterior del misil, que estaba inactivo, ya que estas municiones sí pueden utilizarse.
Y constituyen un eventual gran negocio: una caja de 50 balas de ese tipo ronda entre $ 450 y $ 500 a valor formal, y cuesta hasta el doble en el mercado negro. Es decir, estas 26.000 robadas entran en 520 cajas que podrían llegar a venderse por hasta medio millón de pesos.
La información fue publicada por el diario La Nación, que consigna que, tras haberse conocido esta sustracción, el Ministerio de Defensa ordenó suspender a dos oficiales y cinco suboficiales que estaban a cargo de la custodia del armamento, y dispuso la mudanza de los proyectiles para su protección.
Este faltante fue denunciado a fines del año pasado por el Ejército ante el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, que derivó la investigación al fiscal Mario Gambacorta.
Por la cercanía de Fray Luis Beltrán con Rosario, la primera hipótesis es que habría bandas narco relacionadas con el caso.

La revelación exclusiva de Política a Punto, la revista política de Punto a Punto, sobre las vinculaciones del Jefe del Ejército César Milani con el sargento Miguel Ángel Perico Pérez, el confeso asesino de Raúl Augusto Paco Bauducco, un militante símbolo de las organizaciones de DD.HH. en Córdoba, tuvo una fuerte repercusión en medios nacionales. Ayer, el diario Clarín le dedicó una página al tema, a través de una nota del periodista Daniel Santoro, el mismo que reveló el tráfico de armas de Ecuador y Croacia por parte del ex presidente Carlos Menem.

Es que Milani fue el elegido por el kirchnerismo para dirigir el Ejército, y en Córdoba lo cuestionan por su estrecho vínculo con Pérez, y, en el comando scottista consideran “indigerible” la situación. La ex rectora de la UNC y ahora candidata a diputada nacional por Córdoba no viene del núcleo duro de la militancia de DD.HH., pero siempre mostró a ese sector como parte de su estructura de pertenencia ideológica y partidaria.

Ahora, con esta revelación los propios organismos esperan respuestas de Scotto, quien pretende liderar un espacio heterogéneo que integran estos sectores, partidarios progresistas de la política universitaria y aliados históricos de Ricardo Jaime, Eduardo Acastello y Daniel Giacomino. Un verdadero estado de estupor y un tembladeral, a 30 días de las elecciones primarias. 

La nota completa de Política a Punto, el nuevo producto de Punto a Punto, es el siguiente: 

El Ejército y Perico complican a Scotto
Hay creciente malestar dentro de algunas organizaciones de DD.HH. de Córdoba cercanas al kirchnerismo. Hablan de “contradicciones insuperables” y en muchos casos no pueden evitar que la discusión se traslade a la cuestión electoral, que tiene a Carolina Scotto en el centro de la escena. ¿Cuál es la razón? La figura del nuevo Jefe del Ejército, el General César Milani, un cordobés con “antecedentes” difíciles de “digerir” para las pautas de estas organizaciones.

Como se sabe, los dirigentes ligados a los DD.HH. hacen una observación constante de vínculos y antecedentes de cuanto dirigente político se muestre en superficie. Y mucho más sobre los militares encargados de dirigir a las Fuerzas Armadas, desde que “bajaron los cuadros” (en alusión al gesto ordenado por Néstor Kirchner al General Roberto Bendini).

Para ellos, Milani es directamente “indigerible”. Hasta ahora se sabía que Milani era cuestionado por su presunta vinculación con hechos de corrupción en facturas que el Ejército pagó al Mercado Central en Buenos Aires. También, la señal de alerta más fuerte por la supuesta participación de Milani en acciones del Operativo Independencia en Tucumán, cuando era subteniente en 1976.

Pero lo que aún no se conocía y que ahora inquieta a los dirigentes de DD.HH. de Córdoba son los vínculos, y sus posibles derivaciones, entre Milani y Miguel Ángel Pérez, Perico, condenado y confeso autor del crimen del militante peronista Raúl Augusto Paco Bauduco, en uno de los hechos emblemáticos de violación de DD.HH., durante la dictadura militar, juzgado en los últimos años en Córdoba con gran repercusión mediática.

Milani y Pérez
Sucede que Milani, en algún momento con estrechos vínculos con el periodista Horacio Verbitsky, es primo hermano de Perico Pérez. La madre de Milani, Olga Pérez era hermana del padre de Perico. Son familias muy unidas, todas oriundas de la ciudad de Cosquín. Es más, el ahora Jefe del Ejército, fue el inspirador de que Pérez ingresara a esa fuerza como cabo en 1976, cuando se tomaba personal sin pasar por los cursos en la Escuela de Suboficiales.

Pérez, que terminó la carrera militar en 1990 con el grado de sargento en la Fábrica Militar de Río Tercero, era parte de los grupos que en el final de la década del ’70 operaban en órbita de la UPI en Córdoba. Tanto los detenidos de ese momento como los “colimbas” de la Fábrica Militar lo recuerdan como una persona de una “crueldad inhumana”.

Claro que Pérez no es Milani, aún cuando sean familiares. Pero ésa no es una lógica que acepten las organizaciones de DD.HH. No admiten que el Ejército sea conducido por un familiar directo de un asesino confeso de un militante político. Aún más, aseguran que desde el municipio kirchnerista de Cosquín se viene dando ayuda y protección económica a la familia de Pérez.

Esto porque Sabrina Pérez, hija de Perico, es empleada de la Comisión Municipal de Folklore, apadrinada por Rodi Milani, dirigente K de Cosquín y hermano del General; y además, la esposa, Myrian Moyano, tiene un programa de TV en el canal local –“Vía directa”- con una única pauta mensual desde hace años de la Municipalidad de Cosquín. Un asunto que aunque se oculte incomoda fuertemente en el esquema electoral de Carolina Scotto. 

La nota de Clarín publicada ayer: http://www.clarin.com/politica/Vinculan-general-Milani-represor-Cordoba_0_955704494.html