En los últimos años, marcas emblemáticas como Havanna, Freddo, Bonafide, Café Martinez o La Dolfina ganaron presencia en América latina. Según la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), Argentina es el mayor exportador de franquicias a la región. En Uruguay, Chile, Perú y Paraguay, las marcas nacionales están entre los primeros tres puestos del ránking.
«De las 735 empresas que operan franquicias en el país, más del 90% son nacionales, y 160 de ellas exportan sus conceptos a 46 países», detalla el último informe de la Guía Argentina de Franquicias (GAF). Actualmente, un 80% de las franquicias tienen su origen en la Ciudad de Buenos Aires y área Metropolitana, seguidas por Córdoba (8%) y Santa Fe (4%).
Con el fin de impulsar la expansión de las franquicias a nivel federal, la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) y la AAMF firmaron ayer un convenio para la creación de nodos regionales de capacitación y difusión del sistema. Las franquicias con mayor crecimiento en el último año, según la GAF, fueron Rapipago, Supermercados Día, Grido Helados y Fábrica de Pizzas. Entre las que más exportan hay firmas del rubro gastronómico como Grido, Havanna y Freddo pero también emprendimientos no tradicionales como Juegos Mentales, que inauguró su primera sala de escape en 2015 en San Telmo y este año llegó a Salta, Mendoza, Córdoba y próximamente a Colombia y Uruguay.
El sector facturó $ 150.000 millones el año pasado (22% del total de las ventas minoristas). Pero este año, como ocurre con la economía en general, «la actividad presenta un estancamiento, lo que obliga a los franquiciantes a reducir sus regalías», señaló Lucas Secades, director de la AMMF, organizadora de la Expo Franquicias y Negocios, que se realizó del 24 al 26 de agosto en La Rural. El evento «cerró con un récord de más de 9000 visitantes, destacándose los inversores extranjeros interesados en traer marcas internacionales», comentó Roberto Russo, director de la GAF. «Hubo representantes de Brasil, Colombia, Perú y otros países. Todos están mirando a la Argentina con la intención de hacer negocios que estaban frenados por la imposibilidad de retirar divisas y las trabas a la importación», detalló Russo.
Ambos especialistas coincidieron en que el clima de negocios es positivo. A esto contribuyeron el nuevo marco regulatorio para las franquicias, establecido a partir de la unificación de los Códigos Civil y Comercial, que fija en 4 años el plazo mínimo para celebrar un contrato de franchising, y tres años de actividad con al menos dos locales en funcionamiento como requisito para lanzar una franquicia.
Fuente: Cronista
