-¿Cuál considera que es el aspecto más crítico del gobierno nacional?
– Creo que el gobierno todavía no tiene un plan, no está explicitado. Cuando uno tiene con un plan, tiene como objetivo mandar señales claras. Esto no pasa en muchas cuestiones. Por ejemplo, contra la inflación, que tiene mucho de real pero también mucho de expectativa, es un 50 y 50.
-¿Cuál es el plan que desde el Frente Renovador pensaron ante esa situación?
-Primero había que hacer un plan que «desinfle» expectativas y un plan que marque el rumbo, saber adónde salíamos. Salíamos a la producción, salíamos con expansión económica o salíamos desde la valorización financiera creyendo que el tema pasa por solamente por ahí, por lo financiero.
-¿De qué manera se puede dar ese “desinfle” de expectativas?
– Con el diálogo con sectores claves, por ejemplo con el Consejo Económico y Social, hubiese sido una señal importante.
Después de eso, en las paritarias uno ya se sienta a hablar de inflación futura y no pasada, con otra expectativa. Esto no se hizo. Se salió solamente con política cambiara, por lo tanto no se vio ningún plan. Además, no hubo ninguna señal hacia adentro. Eso se hizo bien con la parte agropecuaria pero no con la parte industrial.
Había que corregir las variables macroeconómicas, pero no desde el ajuste.
-Desde el Frente Renovador, ¿qué han hecho en ese sentido?
-Nosotros propiciamos ese intercambio cuando nos sentamos a hablar con diferentes sectores para promover la ley PyME y la Ley para el sector de autopartes. A esa ley la sacamos básicamente con el Consejo Eco y social, fue un acuerdo en el Congreso con los sectores de la producción y la política. El día que estábamos votando la ley afuera había una movilización de 25 mil trabajadores apoyando la ley del Congreso. Algo así es clave pero el gobierno no se anima, tiene miedo de hablar más con los argentinos.
-A partir de ese diálogo con los sectores productivos, ¿cuál fue el “termómetro” de necesidades que detectaron?
-Cuando una PyME en la Argentina ve que los gobiernos de turno empiezan con esas señales a los sectores financieros, por ejemplo que se abra el ingreso al capital, que se suba la tasa de interés al 35% y que se planche el tipo de cambio… entonces el pequeño empresario argentino dice ´a esto ya lo vi, esto se llama bicicleta financiera´. Entran los capitales y después cuando los necesitas se van.
Si uno escucha que el Presidente del Banco Central dice ´la tasa viene para quedarse´, uno escucha que cada vez que no sabemos qué hacer con los precios abrimos las importaciones. Esto se puede ejemplificar con sectores muy importantes de la agroindustria, como el sector aviar y el sector porcino que tuvieron en este último tiempo un desarrollo extraordinario pero ahora en menos de tres meses estamos importando pollo y cerdo de Dinamarca. La señal es terrible porque el sector productivo ya vivió esto.
-¿Qué opina sobre la ley de blanqueo?
-Hay un tema primario donde está dividida la biblioteca y es que desde el punto de vista ético ya sabemos que no es bueno. Para el gobierno es bueno, es bueno que la plata de los argentinos que está afuera venga a producir a la Argentina.
Pero había otras posibilidades. Lo mejor era esperar que Argentina arranque, que haya buenos negocios y ahí blanquear porque entonces ven negocios y esa plata va a la inversión. Ese clima todavía no se creó. Hoy la Argentina está cara para las inversiones que son necesarias. El blanqueo está a destiempo. Lo que hace falta es que venga plata para cambiar la matriz productiva de Argentina.
-Propone una tarea compleja…
-Es que para mí el problema fundamental de Argentina es estructural. Es bueno que lo entendamos de una buena vez por todas. Siempre pensamos en el síntoma pero no en la causa. ¿Qué le pasa a Argentina cada período de 10 años? Crisis de restricción externa, falta de dólares. Como no puede emitir dólares, cuando faltan los dólares viene la crisis. Esto pasa porque Argentina tiene una estructura productiva desequilibrada. Le vende al mundo lo que vale poco y le compra lo que vale mucho. Exporta a 500 dólares promedio la tonelada exportada e importa a 1800 dólares esa misma cantidad de toneladas, entonces cuando el país crece en vez de festejar te hacen un velorio porque vas a la restricción externa. Así, aunque haya lluvia de dólares, no sirve de nada.